Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Dispuestos
a dejar un Egipto impecable en todos los terrenos, especialmente el moral, el
gobierno ha decidido poner freno a una situación que les parece que tiene una
dimensión monumental. Tras plantarse cómo acabar con los ateos (perfectamente
contados) mandándoles psicólogos, pedagogos, predicadores y todo tipo de
correctores sociales, ahora le llegó el turno al "divorcio".
Mientras
que todos los demás países han considerado que el divorcio pone fin a muchos
problemas y que el tránsito de una sociedad en la que no se puede uno divorciar
a otra en la que se puede hacer es una mejora importante, por más que el hecho
sea dramático. Estamos empezando a sospechar que quien está detrás de El-Sisi
no es el Ejército, sino el Ejército de Salvación, empeñado en todo tipo de cruzadas morales y que dentro de poco lo
veremos juntos a sus ministros con el bombo y la tuba recorriendo las calles
del país pregonando la necesidad de la regeneración. Ya lo dijeron el otro día:
mucha moralidad, que es la base de los problemas.
Señalan en
Egypt Independent:
A new campaign group named "Enough Divorce
in Egypt" has been launched with a view to reducing the national divorce
rate, which they say is cause for concern, in both moral and mental health
terms.
The group, which consists of a core of ten
people, including psychiatrists and Al-Azhar preachers, staged a vigil outside
the Lawyers' Syndicate on Tuesday to promote the campaign.
According to the Central Agency for Public
Mobilization and Statistics, there were over 180,000 divorce cases in Egypt in
2014, compared to around 162,000 in 2013.
The founder of the campaign group is
psychiatrist Helal al-Minyawy, who runs a consulting office to help solve
family problems, including those related to or resulting in divorce.
As he watched the number of divorce cases
rising, he decided that something must to done to stop the trend, and so he
decided to launch the group, joining forces with nine others.
Minyawy said that most people get divorced
between the ages of 20 and 35 years old.
"How can young people be productive if
their lives are unstable and they a have a big problem like divorce?" he
asked.
Minyawy said that the campaign will call for
seminars at social clubs, at which Al-Azhar preachers and psychatrists will
tackle the spreading phenomenon of divorce and discuss the problems of those
couples who attend the seminars.
There are currently 2.5 million divorced women
in Egypt, according to the Information and Decision Support Center, the
Egyptian Cabinet's think-tank.*
El gobierno egipcio no ha entendido todavía que la
modernidad y la democracia no consisten en definir como "enfermos" a
los demás y mandarles psiquiatras (o policías, según el caso).
El texto es asombroso por sí mismo, porque revela una
mentalidad insólita. El reinado de la virtud ha de llegar mediante las cruzadas
morales que ataquen a los males que pudren la raíz patria. La pregunta que se hace el psiquiatra Minyawy —"How
can young people be productive if their lives are unstable and they a have a
big problem like divorce?"— roza ya el delirio.
Cómo es posible que un gobierno al que la juventud del país
ha dado prácticamente la espalda por sentir traicionadas sus aspiraciones
generacionales —manifestado a través del rechazo casi absoluto en las elecciones últimas—,
que tiene encerrados a los líderes de los movimientos juveniles, que tiene unas
cifras cada vez peores de empleo, de inflación, etc., cómo es posible —repito—
que se haga una pregunta en esos términos responsabilizando al divorcio de la
productividad y señale con su virtuoso dedo acusador a los jóvenes. La
respuesta es que se trata del mismo gobierno presidido por la persona que hace
unos días quería enviar a 100.000 estudiantes egipcios a Japón a "aprender
disciplina".
Tampoco deja ninguna duda la combinación de "predicadores
de Al-Azhar y psiquiatras" para resolver el problema. Es la combinación
perfecta de ideólogos y técnicos manipuladores de la mente. No se ha visto nada
similar desde las épocas más duras de la extinta Unión Soviética. Solo Erdogan
va por el mismo camino de retroceso.
¡Qué tristeza de gobierno, qué penuria de ideas, qué
política casposa! La evidencia de que Egipto se encuentra en manos de
predicadores —sociales, religiosos— y de mediocres tecnócratas se manifiesta
cada día.
¿Ven esos dos millones y medio de mujeres divorciadas que
las estadísticas señalan el divorcio como una desgracia o como una forma de liberación de unos matrimonios
forzados, de edad cada vez más temprana? ¿Ven esos dos millones y medio de
mujeres el divorcio como una desgracia
con las cifras de violencia doméstica existente, que son las que deberían
preocupar al gobierno? A esas mujeres que se han podido liberar de sus machistas
maridos pese a todos los obstáculos que se les pone —ninguno al marido, todos a
ella—, ¿van a ir ahora los predicadores de Al-Azhar y los psiquiatras a
pedirles cuentas de porqué se divorciaron y arrastraron a la ruina económica al
país con sus complicaciones? ¿Van a ir a visitar a las niñas compradas por los
visitantes del Golfo para sus "matrimonios de verano" cuando son
devueltas a sus padres junto con las 50.000 libras de "fianza"
depositadas? ¿Visitarán a sus ex maridos extranjeros?
¿Se ocuparán los clérigos de Al-Azhar y los psiquiatras
gubernamentales de los cristianos coptos sublevados contra la jerarquía a los
que su Iglesia ultra conservadora controla a través de las restricciones del
divorcio?
La noticia refleja una vez más la expansión del islamismo sin islamistas que el gobierno
egipcio practica en su intento de hacerse con la base de la sociedad, robándoles
a los islamistas el discurso tradicionalista.
En una sociedad machista, el divorcio es un ataque al control masculino, que
vio las leyes anteriores como un desafío a su poder natural, refrendado por las
leyes religiosas tradicionales. El progresismo
de la ley es el que ha permitido a mujeres escapar de la dominación del marido
o de los padres en las imposiciones de matrimonios o los maltratos dentro de
ellos.
El cambio de la ley del divorcio favorecía a las mujeres y
eso —como es sabido— lleva a la ruina moral y económica de los países y las familias.
Esa es la versión tradicionalista, que es la que está tras los islamistas.
Responsabilizando a los divorcios del caos social, se asume esa visión. De esta
forma se estigmatiza de nuevo grupo a las defensoras de los derechos de las
mujeres, a las que se acusa de occidentalistas
deseosas de atacar al islam y sus fundamentos. El "feminismo" es una
palabra negativa, antitradicionalista, un mal social, la corrupción de la sociedad
perfecta diseñada en el Corán, en donde quedan claros y nítidos los deberes y
posiciones de cada uno. Solo los derechos son discutibles.
Esta es una síntesis ajustada de lo ocurrido con el divorcio
en Egipto gracias a la presión de las instituciones dedicadas a la mujer:
The most controversial laws relating to divorce
in Egypt are the 'Law of Access' to children and the 'Khul Law' which grants a
woman the right to divorce her husband.
'Khul' is the Islamic equivalent of the
no-fault divorce law in western societies, and is governed by Egyptian family
law that was instituted in 2000. This law stipulates that the husband and wife
may agree on the terms of 'Khul' leading to a mutually agreed divorce. If they
fail to agree the wife may file a proceeding to release herself from the
marriage, and by so doing waive all her financial rights including having to
return the dowry paid to her family at the inception of marriage. The court
will have three months to try to reconcile the marriage by appointment of two
arbiters, by which point the court can then grant a divorce if the woman still
believes there is no salvaging of the marriage.
Following any divorce in Egypt the mother is
traditionally given custody of the children. The National Council for Women submitted
a law in 2007 that gave the right of divorced men to see their children while
they are in the custody of the former wife. This allows the non custodial
father access to the children for a minimum of three hours per week.
The issues of contention with the 'Access Law'
are matters such as: the number of access hours for both parents; the access
granted or not to uncles, aunts and grandparents and the time granted for
visitation. (different to access hours)
The issues of contention with the 'Khul Law'
are: the lack of appeal available after a court decision; the fact that
contrary to Sharia Law the husband's approval is not needed and the time that
the court takes to make the decision.
Opponents of these laws believe that they have
contributed to the destruction of Egyptian families and the rising divorce
rates that is reported to be one case every six minutes or around 10% of
Egyptian children being from divorced parents. They also see the Khul Law as a
contradiction to Islamic Shari'a law, because it gives the woman the right to
divorce. Likewise, they believe that the law governing access rights disregards
men's rights and can damage family relations by denying access to wider family
members. They also object to the fact that visitation times are dictated by the
mother and she is not legally obliged to co-operate.
The proponents of the Family Laws believe that
they were adopted after a long struggle by civil rights organisations fighting
for women's rights in a male dominated society and that any change in the law
should only increase the power of women in Egypt. They believe that these new
laws have made divorce through the courts possible and have protected women
from the abusive husbands.**
La
información es de The Egypt Electionnaire, realizada por Media in Cooperation
and Transiation (MICT) en colaboración con Arabic Network for Human Rights
Information (ANHRI). Creo que refleja perfectamente la cuestión del
problema. He escuchado públicamente en varias ocasiones el argumento de las bondades del divorcio en el Islam, pero
se dejan en el tintero tanto la letra pequeña que lo convierte en un asunto masculino, además de las situaciones
poligámicas (a las que los islamistas en Egipto trataron de volver favoreciendo
créditos para los segundos matrimonios, en su escaso año de vida en el poder)
como el hecho de que cuando es la mujer quien se quiere divorciar, pierde todos
los derechos que pueda tener. Incluso esa posibilidad era considerada
"progresista" para poder liberar a las mujeres de muchos infiernos
bendecidos por las familias que entregaron a sus hijas a quienes más interesaba
para crear lazos sociales beneficiosos o tener buenas dotes.
En una sociedad con cifras de acoso sexual abrumadoras, de cifras
escondidas sobre los abusos familiares, de matrimonios en edades de estar en el
colegio, de escandalosas cifras de mutilaciones genitales para hacer llegar en condiciones
el "producto" al destinatario, etc. es el verdadero escándalo está en
que se responsabilice al divorcio "moderno" de la baja productividad
del país y de la destrucción de la moral, etc.
En su
artículo titulado "For the women of Egypt, today is not like yesterday",
Dina Hussein hace balance:
This year, however, the government is trying to
contain the feminist movement that picked up pace during the revolution, and
which they have frequently used to save face both domestically and
internationally, while simultaneously turning a blind eye to sexual crimes
committed by security forces.***
Más allá de las fuerzas de seguridad, la visión es esa
asociación entre "revolución" y "feminismo" o derechos de
la mujer. Una vez más, se ataca a la revolución a través de las reclamaciones
que puso sobre la mesa. Y viceversa: atacando a la revolución se ataca a la
mujer, motivo de desorden social, familiar y productivo. Ya el poder en Egipto se enfrentó a las mujeres y a la revolución mandando a los médicos militares a que inspeccionaran la virginidad de las manifestantes. Era una medicalización de quienes protestaban. La libertad alteraba el estado de la vagina, desde sus doctas opiniones, y eso era imperdonable. El Ejército y el pueblo, una sola mano, gritaban poco después muchos. La primera foto que
El-Sisi se hizo al llegar a la presidencia fue en un hospital donde una mujer
se recuperaba de un ataque. Desde aquella foto todo han sido regresiones, de la
vestimenta de las artistas a los derechos.
No podemos decir siquiera que el gobierno egipcio esté
recibiendo presiones. El gobierno
egipcio es la presión. Su propia
ideología está haciendo retroceder lo poco —hoy vemos que fue mucho— que las
mujeres pudieron sacar de una sociedad cada vez más retrógrada de la que los
elementos de renovación —religiosa, política, cultural— son condenados y
encarcelados cada día. A este paso, Egipto hará parecer a Arabia Saudí un país
progresista. Lo hará, además, con las bendiciones de una gran parte de su
población, que verá confirmada la excepcional virtud de sus dirigentes y que,
como buenos musulmanes, velan por la
santidad de las costumbres. Nadie podrá acusarles de ser faraones impíos o
apóstatas. Solo podrán hacerlo de ser retrógrados, totalitaristas, hipócritas sociales, machistas
y de otras cosas que no se tienen en cuenta para entrar en el paraíso.
El gobierno egipcio manda psiquiatras a combatir los efectos
y no las causas. Lo que hace es medicalizar
un problema no para resolverlo sino para convencerlas y que den marcha atrás.
Es el mismo papel del "asesor espiritual" que te dice "hija mía,
aguanta, que es tu deber", por Dios, por la Patria y el patriarcado. Todo
sacrificio es poco por amor a Egipto.
Lo malo es que siempre se sacrifica a los mismos. Las mismas, en este caso.
*
"Psychiatrist launches campaign to reduce divorce rate" Egypt Independent 9/03/2016
http://www.egyptindependent.com//news/psychiatrist-launches-campaign-reduce-divorce-rate
**
"Amendments on the Egyptian divorce laws" The Egypt Electionnaire http://egypt.electionnaire.com/issues/?id=3
*** Dina
Hussein "For the women of Egypt, today is not like yesterday" Mada
Masr 08/03/2016
http://www.madamasr.com/opinion/politics/women-egypt-today-not-yesterday
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