Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La rabia
de Erdogan con cada nuevo atentado en Turquía convierte la situación del país
en más complicada. El nivel de las amenazas crece y se dirigen contra todos,
dentro y fuera del país. Cuando Erdogan se siente fuerte es malo; pero cuando
se siente débil es, peor. Los problemas son para Erdogan
"oportunidades" de deshacerse de los opositores. Aprovecha igualmente
los problemas de los demás para conseguir sus fines, que se pueden resumir en
uno: hacer desaparecer cualquier tipo de oposición a su mandato.
En Egyptian Streets se recogen las
declaraciones apocalípticas de Erdogan sobre el terrorismo y el estado de
derecho bastante preocupantes:
“Democracy, freedom and the rule of law,” have
“absolutely no value any longer,” declared Turkish President Recep Tayyip
Erdogan in a meeting with local leaders that was televised, reported DW.
“Those who stand on our side in the fight against
terrorism are our friend. Those on the opposite side, are our enemy,” said the
President, adding that the fight against terrorism is the country’s highest
priority, trumping democracy and the rule of law.
The statements come several days after the Turkish
President announced that he would broaden the definition of “terrorism” to
include those who use social media and other outlets to “support” or “praise”
terrorism.*
Normalmente, los países tienden a contraponer la fuerza de
la democracia y de la ley al del terrorismo, estableciendo las diferencias
entre ambos sistemas. No es el casual que el diario egipcio haya seleccionado
estas frases del discurso de Erdogan. Son las más parecidas a las que se viven
en Egipto. También allí la excusa del terrorismo sirve para poner cerco a los
opositores demócratas y a establecer leyes cada vez más restrictivas. Pero lo
malo no es ya que se endurezcan las leyes, sino la impunidad con la que se
actúa en la sombra en nombre de una seguridad que se vuelve cada vez más
problemática. Todos los que protestan contra esta forma de actuar son
considerados automáticamente "terroristas" o aliados de los
terroristas. Al igual que en Egipto, la definición de "terrorista" se
amplía hasta abarcar a todos aquellos que critican a los gobiernos.
Todo pasan a ser enemigos, conspiradores, si se atreven a
llamar la atención sobre esta forma de actuar. La propia prensa turca, en
concreto Hurriyet Daily News, recoge las "advertencias" de Recep
Tayyip Erdogan a Europa en general y a aquellos países en particular que osen
criticar sus métodos:
Turkish President Recep Tayyip Erdoğan has
suggested that Europe was “dancing in a minefield” by directly or indirectly
supporting “terror” groups, while also stating Europe needed to look at its own
record before telling Turkey what to do on migrants.
Delivering a speech in the western province of
Çanakkale, where he attended ceremonies to mark Martyrs’ Day and the
commemoration of the Gallipoli naval victory during World War I on March 18,
Erdoğan recalled Brussels has been hosting a EU-Turkey summit where European
Union leaders were trying to convince Turkish Prime Minister Ahmet Davutoğlu to
help end Europe’s migration crisis in return for financial and political
concessions.**
La infamia del chantaje de Erdogan ante la incapacidad
europea de resolver de una forma inteligente y digna —las dos cosas son
importantes— la crisis desencadenada por la guerra de Siria la acabarán pagando
los propios refugiados que pasarán a ser moneda de cambio.
Cada vez —lo hemos dicho muchas veces— que Erdogan tiene una
forma de presión sobre Europa, la usa hasta el extremo que le permita. Con
ello, la Unión Europea va perdiendo su propia credibilidad en el caso, dejando
en la estacada a los que padecen la represión del régimen turco. Europa se ve
forzada a renunciar a presionar sobre Erdogan por sus métodos autoritarios para
evitar tener más conflictos con la cuestión de los refugiados.
Para Erdogan, los refugiados son "poder". Para los
que le siguen y valoran sus métodos, reafirma su liderazgo porque hace ver dos
cosas: a) que es capaz de someter a
Europa y hacerla comer de su mano, en la mejor tradición de recuperación del
imperio Otomano, del que se ve y muestra como restaurador; y b) él posee la
capacidad de solucionar lo que otros no pueden. De esta forma, Erdogan reafirma
el liderazgo que ha perdido internamente, como se demostró en la elecciones
generales últimas, que son la causa de una parte importante de todo este
problema.
El problema más grave es que los avances del poder de
Erdogan son cada vez más hacia un régimen antidemocrático en el que el
terrorismo sirve como excusa para poder deshacerse de la oposición. Cada vez
será más difícil librarse de un partido islamista cuyas conexiones con otros
movimientos de distinto grado de radicalidad son un hecho, un partido y
gobierno más interesados en acabar con los kurdos que en atacar al Estado
Islámico, que campa a sus anchas por las fronteras y hace negocios oscuros con
el tráfico de petróleo, como se denunció por parte de los Estados Unidos, para
enfado de Erdogan. Aquellos kilómetros de frontera sin sellar eran el paso entre
el Estado Islámico y los que hace negocios con ellos.
Erdogan ataca el terrorismo que más le interesa, el que
barre a la oposición y le crea menos problemas exteriores. Al estado islámico
no le interesa que sus relaciones con Turquía se enturbien y sí, en cambio, que
ataquen a sus enemigos kurdos. Todo esto lleva a una consideración muy sectaria
de lo que es el "terrorismo" para Erdogan que se siente autorizado a
hacer limpieza extendiendo la consideración de "terroristas" a todos
los discrepantes.
En otro de los artículos del Hurriyet Daily News, el
columnista Mustafá Akyol se señala hoy:
This is the trouble with terrorism. On the
other side the coin, however, we have another problem: A regime which is going
after terrorism only in counter-productive ways, and also using it as a pretext
for taking its authoritarianism to new heights.
This was all too evident in the way President
Recep Tayyip Erdoğan framed the issue just a day after the Ankara bombing. He
spoke in the capital, and declared that everybody, both home and abroad, will
be “either on our side, or the on terrorists’ side.” He also ruled: “There is
no difference between a terrorist with a gun and bomb in his hand and those who
use their work and pen to support terror.”
This practically means that anybody who opposes
or even criticizes the government’s anti-terrorism measures, even without any
sympathy for the terrorists, will be counted as a terrorist. No wonder three
academics who signed a petition in January which condemned the government’s
anti-terrorism policy were put in prison this week – right after Erdoğan’s
introduction of the notion of “unarmed terrorists.”
The sad thing is that we have seen this film
before: the vicious cycle between radical and violent opposition forces and an
arrogant and authoritarian state. It is actually a film that Turkey keeps
seeing over and over, almost every decade, only with actors changing places.
Someday, I hope, we will realize that there are
no “evil forces” in our nation, as almost everybody seems to believe, but
rather a certain degree of evil in all of us. Only that day, I am afraid, will
we Turks (and Kurds) be able to find some peace of mind.**
Sí, es una vieja película
la que vive Turquía con Erdogan. Las posibilidades de tener un país
"normalizado" se reducen con este tipo de planteamientos. Si las
soluciones que un gobierno toma para solucionar un problema no solo no
solucionan el presente sino que complican el futuro abriendo brechas que solo
dejarán la violencia como alternativa se está condenando al conflicto
inacabable, a la inestabilidad social, además de al totalitarismo excluyente.
Los enemigos declarados de la democracia suelen ser bastante
claros en sus planteamientos. La complicación se plantea con los "falsos
amigos" de la democracia, es decir, aquellos que se proclaman "demócratas"
pero tienen un fondo autoritario que aspiran a imponer a todos. Para ellos, el
terrorismo es problema y excusa para poder eliminar resistencias.
El problema no es único de Turquía, lo cual no supone ningún
consuelo para ellos. No es único país del área que ha aprendido que cuando se
les necesita se les permite todo. La condena de las prácticas que atentan
contra los derechos humanos y la democracia no se deben dejar aparcadas por
muchas necesidades que exista. Estados Unidos acaba de "pedir" a Turquía que respete los valores democráticos. Tendrán que explicarles a Erdogan cuáles son. Si ya antes de estallar la guerra tenía serias dudas sobre ellos, ahora son enormes lagunas.
Hoy las condenas internacionales a Erdogan y sus discursos antidemocráticos en estos últimos días son unánimes. La prensa es más libre de decir que lo que las cancillerías pueden. Y es rotunda por parte de los que están forzados a ser sus aliados y socios estratégicos. Lo que la Unión Europea pretende hacer con Turquía es una bomba de relojería, más allá de las cuestiones humanitarias. Convertirse en dependientes de Recp Tayyip Erdogan tiene un precio que no solo pagarán los refugiados, sino los europeos y la oposición turca. Unos a corto, otros a medio y todos a largo plazo.
Las amenazas veladas de Erdogan a Europa no son admisibles. Pedir la protección de las personas y el respeto democrátic, el valor de los derechos humanos, es un gesto que solo un autoritario como el presidente turco y su partido puede considerar como incubar el terrorismo.
Erdogan, en cambio, sí es la gran incubadora del terrorismo en la zona. Lo ha sido antes y lo está siendo ahora. Sus conexiones con los partidos islamistas y demás grupos radicales siempre han estado activas y lo siguen estando, aunque sea en la sombra. Erdogan tiene sus planes, unos más claros que otros, y nadie le va a decir lo que tiene que hacer.
Los gobiernos autoritarios pronto aprenden que si sus países se
encuentran en zonas sensibles pueden hacer lo que quieran sin temor a ser
sancionados más allá de la queja y la advertencia. Lo pagan los que aspiran a
tener unas democracias estables y vivir bajo el imperio de los derechos humanos
y no autócratas con pretensiones.
*
"‘Democracy and Freedom’ Have ‘Absolutely No Value Any Longer’: Turkey’s
President Erdogan" Egyptian Streets 18/03/2016
http://egyptianstreets.com/2016/03/18/democracy-and-freedom-have-absolutely-no-value-any-longer-turkeys-president-erdogan/
**
"Turkey’s Erdoğan says Europe ‘nursing a viper in its bosom’ by direct,
indirect support of ‘terror’" Hurriyet Daily News 18/03/2016
http://www.hurriyetdailynews.com/turkeys-erdogan-says-europe-nursing-a-viper-in-its-bosom-by-direct-indirect-support-of-terror.aspx
** Mustafa
Akyol "Terror in Ankara, iron hand on Turkey" Hurriyet Daily News
19/03/2016
http://www.hurriyetdailynews.com/terror-in-ankara-iron-hand-on-turkey.aspx
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