Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Donald
Trump ha realizado una visita a The
Washington Post. Me imagino que es frecuente este tipo de encuentros de la
cúpula de un periódico con los candidatos a la nominación a la carrera
presidencial. Pero este tiene mucho de especial.
El encuentro se ha realizado con el consejo editorial del
periódico. El resultado se ha plasmado en la transcripción de la grabación de la
visita, con un Donald Trump sin intermediarios, confiado en su capacidad de
seducción.
Desde
el punto de vista profesional, me parece correcta esta forma de proceder de
aquellos que establecen las líneas del
periódico. Siendo ellos parte de la noticia, el texto se debe dar como diálogo, dejando a los demás la
formación de la opinión.
Comienza
la entrevista colectiva y Trump es preguntado por la formación de sus equipos
futuros en materias como la política internacional o por la opinión que le
merecen los Secretarios de Estado anteriores al actual. Trump considera que
George Schulz fue muy bueno y que lo
hecho por John Kerry con Irán es un desastre.
Conocedor de la importancia de los medios, pronto
comienza a seguir su propia línea de exposición en la que introduce la forma en que The Washington Post
le trata en la primera ocasión:
FRED HIATT, WASHINGTON POST EDITORIAL PAGE
EDITOR: Do you want to start out?
TRUMP: No, other than to say, we’re working
hard, I think we’re all in the same business of trying to make our country
better, a better place, so we have something in common. I’ve been treated very,
very badly by The Washington Post, but, you know, I guess — and I’m your
neighbor, I’m your neighbor right down the road, in fact we’re actually giving
a press conference there in a little while, I think your people are going to be
there. And by the way, Bob Costa is an excellent reporter, I’ve found him to be
just an excellent reporter. I should tell you, because I have to give you the
good and the bad. Not that he does me any favors, because he doesn’t, but he’s
a real professional.*
De las muchas cosas que se tratan en las muchas cosas que se
tratan en la larga transcripción (más de una hora de conversaciones) no
centraremos en aquellas relacionadas con la libertad de expresión. Ya hemos
visto como Trump tiene la sensación de ser tratado muy mal por The Washington
Post. No es fácil que Donald Trump acepte la imagen resultante de lo que él
dice y hace. Por ello le interesa —dentro de su estrategia— insertarse como voz
propia en el periódico para sembrar ese mensaje de la distorsión que hacen de
él. No creo que haga duda a muchos con esto, pero lo suyo es intentarlo. De ahí
ese primer mensaje de "lo mal" que el periódico lo trata.
Sin embargo esa estrategia tiene poco éxito pues en cuanto
que Trump es presionado y se le citan sus propias frases no tiene más remedio
que aceptarlo e intentar introducir la duda a través de ejemplos pobres con los
que tratar de dar la vuelta a la situación. Trump es consciente de que su
fuerte es la comunicación en un plano diferente al de los otros candidatos, de
su carácter mediático. Sus palabras no están destinadas a convencer a los
miembros de The Washington Post; se dirigen más bien hacia los lectores que
están al otro lado. Se trata de acceder al espacio que le está vedado, el de un
medio crítico.
Los miembros del Consejo Editorial pronto derivan la
conversación hacia los ataques de Trump a la prensa y a sus afirmaciones sobre
sus medidas al respecto si llega a la Casa Blanca:
RYAN: My question is not so much why you feel
they should be open but how. What presidential powers and executive actions
would you take to open up the libel laws?
TRUMP: Okay, look, I’ve had stories written
about me – by your newspaper and by others – that are so false, that are
written with such hatred – I’m not a bad person. I’m just doing my thing – I’m,
you know, running, I want to do something that’s good. It’s not an easy thing
to do. I had a nice life until I did this, you know. This is a very difficult
thing to do. In fact I’ve always heard that if you’re a very successful person
you can’t run for office. And I can understand that. You’ll do a hundred deals,
and you’ll do one bad one or two bad ones — that’s all they read about are the
bad ones. They don’t read about the one hundred and fifty great ones that you
had. And even some of the ones they write that are good, they make them sound
bad. You know, so I’ve always heard that. I’ve heard that if you’re successful
– very successful – you just can’t run for—*
Trump no desaprovecha la conversación para introducir sus
líneas: él es un triunfador y las críticas forman parte de la envidia que los
demás le tienen. Sobre esta argumentación le es posible hacer creer que existen
muchas cosas buenas que le son silenciadas y que la imagen que se da de él es
incorrecta. Alguien estaría tentado a creerle de no ser porque existen los
testimonios videográficos en los que nadie tiene que contarnos nada sino dejar
que él se exprese. Lo que vemos es lo que vemos. Sin embargo, para ello también
tiene Donald Trump una teoría explicativa: lo que vemos es todo un montaje. Todo lo que ocurre en sus mítines
son bien ensayadas actuaciones destinadas a hundirle la campaña. Todo eso se
escenifica para poder difundirlo después. Trump llega a decir que estos "actores"
son seleccionados por la potencia de su voz, comparando a alguno con Pavarotti.
Pero lo que más interesa al equipo de The Washington Post es que siga la línea argumental del
"libelo", que siga por esa senda ya que señala que es maltratado por
la prensa, que difunde contra él cosas que no son ciertas. Cuando repasa sus
casos, habla de jueces "buenos y malos", según cómo le haya ido en
sus reclamaciones. Los periodistas le siguen para que explique cuáles serían
sus acciones para abrir las leyes anti libelo, como ha señalado.
RUTH MARCUS: What does that mean?
[Crosstalk]
TRUMP: I’d have to get my lawyers in to tell
you, but I would loosen them up. I would loosen them up. If The Washington Post writes badly about
me – and they do, they don’t write good – I mean, I don’t think I get – I read
some of the stories coming up here, and I said to my staff, I said, “Why are we
even wasting our time? The hatred is so enormous.” I don’t know why. I mean, I
do a good job. I have thousands of employees. I work hard.
I’m not looking for bad for our country. I’m a
very rational person, I’m a very sane person. I’m not looking for bad. But I
read articles by you, and others. And, you know, we’ve never – we don’t know
each other, and the level of hatred is so incredible, I actually said, “Why am
I – why am I doing this? Why am I even here?” And I don’t expect anything to
happen–
RYAN: Would that be the standard then? If there
is an article that you feel has hatred, or is bad, would that be the basis for
libel?
TRUMP: No, if it’s wrong. If it’s wrong.
RYAN: Wrong whether there’s malice or not?
TRUMP: I mean, The Washington Post never calls me. I never had a call, “Why – why
did you do this?” or “Why did you do that?” It’s just, you know, like I’m this
horrible human being. And I’m not. You know, the one thing we have in common I
think we all love the country. Now, maybe we come at it from different sides,
but nobody ever calls me. I mean, Bob Costa calls about a political story – he
called because we’re meeting senators in a little while and congressmen,
supporters – but nobody ever calls.
RYAN: The reason I keep asking this is because
you’ve said three times you’ve said we
are going to open up the libel laws and when we ask you what you mean you say
hatred, or bad–
TRUMP: I want to make it more fair from the
side where I am, because things are said that are libelous, things are said
about me that are so egregious and so wrong, and right now according to the
libel laws I can do almost nothing about it because I’m a well-known person you
know, etc., etc.*
Son muchos otros los temas sobre los que los periodistas de The Washington Post interrogan a Donald
Trump, de la economía —las fábricas en China que quitan millones de empleos a
la compra de aviones europeos tras levantar las sanciones a Irán—, el racismo,
la violencia que promueve, a la relaciones internacionales con los países
musulmanes. Las preguntas van directas y basándose en las afirmaciones hechas
durante su campaña. Cuando dice algo contrario a lo expresado con anterioridad
se le recuerda cuándo y dónde lo dijo.
La decisión de incluir la grabación completa de la sesión
con los periodistas sin más retoques o comentarios permite ver la forma en que
Trump se defiende, argumenta contra las acusaciones que realizan contra él en
cualquier terreno.
Creo que el interés de Trump en este encuentro en terreno enemigo con sus vecinos, a los
que invita a visitar su edificio cercano —hecho
con mármol de calidad—, es mostrar que se puede enfrentar a ellos y dejar
escuchar su voz ante los lectores de un periódico que, en efecto y como muchos
otros, es le hostil.
La hostilidad hacia Trump no es fruto de la casualidad sino
del temor de que una persona con sus planteamientos y maneras llegue a la Casa
Blanca. Creo que nunca ha habido tanta preocupación por los resultados de unas
primarias como en estos momentos. Muchos son conscientes de que las reacciones
ante lo que Trump supone no son las únicas y que está despertado a una parte
del país que podría seguir durmiendo tranquilamente.
Muchos se preguntan si hay "dos Américas". No se
reconocen en la que Trump representa y que se identifica con el empresario
metido a político. Los problemas que planteaba Mitt Romney en las elecciones
anteriores no son nada en comparación con lo que supone Trump. Aquel Romney mormón que trataba de que no se le
preguntara demasiado por ello no tiene nada que ver con lo que Trump representa.
De hecho, Romney ha rechazado expresamente la política de Trump. Estos días
pasados, calificó a Trump como "un fraude".
El problema del liderazgo no es exclusivo de los Estados
Unidos. Muchos países carecen de candidatos que realmente puedan establecer una
conexión positiva con el pueblo y no una basada en la estrategia de la división
y el odio, como se le recrimina a Trump.
Los periodistas de The Washington Post han dado un ejemplo
de seriedad y de capacidad crítica ante lo que consideran la responsabilidad
social de los medios. Trump se queja de que nunca le llaman para consultarle
sobre cómo deberían contarse las noticias relacionadas con él. Trump insiste una y otra vez:
When Charles writes about me or when Ruth
writes about me, you know, we’ve never really met. And I get these stories and
they’re so angry and I actually say, I actually say, “How could they write?” –
and many stories I must tell you, many stories are written that with a brief
phone call could be corrected before they’re written. Nobody calls me.*
La visita del vecino ha tenido
un tono entre la advertencia (la apertura
de las leyes anti libelo) y la mano tendida (llamadme para que yo os lo explique). Pero la mano de Trump es poco fiable. Hay encantadores de serpientes y serpientes encantadoras. Trump pertenece a este último grupo.
Acaba de ser calificado como "riesgo global" e
introducido en la lista de los 10 más peligrosos. La BBC señalaba hace unos
días:
Donald Trump winning the US presidency is
considered one of the top 10 risks facing the world, according to the Economist
Intelligence Unit.
The research firm warns he could disrupt the
global economy and heighten political and security risks in the US.
However, it does not expect Mr Trump to defeat
Hillary Clinton who it sees as "his most likely Democratic contender".
He is rated as riskier than Britain leaving the
European Union or an armed clash in the South China Sea.**
Las comparaciones de Trump con desastres que sacudirían al
mundo no es una frivolidad o una anécdota. Es una preocupación real por un
riego real, aunque —esperamos— poco probable. No está al alcance de cualquiera ser un "riego global".
* "A
transcript of Donald Trump’s meeting with The Washington Post editorial
board" The Washington Post 21/03/2016 https://www.washingtonpost.com/blogs/post-partisan/wp/2016/03/21/a-transcript-of-donald-trumps-meeting-with-the-washington-post-editorial-board/?tid=pm_pop_b
**
"Trump presidency rated among top 10 global risks: EIU" BBC
17/03/2016 http://www.bbc.com/news/business-35828747
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