domingo, 11 de octubre de 2015

Los avisos o la culpa no la tiene la gente

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La caricatura del dibujante egipcio Andeel* en la publicación Mada Masr nos muestra hoy una ciudad llena de carteles y altavoces repitiendo "La gente es el problema...". En la puerta de un café, dos hombres charlan arreglando el mundo egipcio. Uno de ellos, calificado como intelectual, le dice al otro:  "Myself, what I think  as an educated, intellectual, aware, enlightened, informed, knowledgeable, forward-thinking and opinionated person  is that the people are the problem."* A la derecha de ellos, un furgón policial recorre las calles con luces y sirenas. Es una ciudad que repite el mensaje por todos los medios y desde todas las esquinas.


Desde otro periódico, Egypt Independent, el columnista y político Mohamed Nosseir nos trae un artículo, titulado "Al-Sisi’s blindside", que complementa lo expresado en la viñeta de Andeel:

A safe car journey often begins with adjusting the driver’s mirrors enabling him to better watch the road. However, in autocratic countries, driving rulers tend to adjust their mirrors to look at themselves rather than watching the road – a behaviour that might eventually lead to accident. Egypt, under Al-Sisi’s regime, is certainly keeping a close eye on the Muslim Brotherhood’s activities, and political Islamists at large, to avoid crashing into them, but accidents might suddenly come from another segment of society that would emerge from Al-Sisi’s blindside.**


El lado ciego puede venir de esa "gente culpable" que muestra su insatisfacción ante la situación egipcia y que está empezando a no entender al presidente y sus planteamientos. Pasado este tiempo, parece claro que la presidencia egipcia está a la defensiva y carece realmente de un plan viable que dé salida al país más allá de los encarcelamientos de los opositores, las obras públicas faraónicas y el endeudamiento del país a manos de los saudíes, que son los que están financiando al país. La presidencia ha creado un "enemigo" central y otros circunstanciales sobre los que hace girar sus decisiones. El problema es que ya comienza a considerarse peligroso para la presidencia, que se identifica con el país en su conjunto, hasta la constitución y el futuro parlamento.
De la sisimanía se ha pasado a un recelo que hace ver que no se solucionan los problemas. Los mensajes que Andeel nos mostraban llenando la ciudad son los de los medios propagandísticos que se emplean para evitar la erosión de la imagen presidencial, la única que realmente se considera. Es el concepto personalista y autocrático que tanto daño ha hecho en la historia de Egipto, convenciendo a todos que realmente es "la gente la que tiene la culpa". Hasta que la gente se dé cuenta de que su "culpa" no ha sido más que confiar las mismas instituciones que una y otra vez les defraudan y en las palabras que sin cesar les engañan.
La creación de un estado de opinión en el que los partidos políticos y las ideologías se ven como una especie jaula de grillos egoístas que llevarán al país a la destrucción, mientras que un presidente, militar por supuesto, llevará con mano firme al país hacia una gloria que nunca llega, hacia un protagonismo que se va convirtiendo en un nacionalismo de retórica hueca y cada vez más represivo y endeudado.
Mohamed Nosseir termina su artículo señalando:

While Egyptians believed that corruption would substantially drop during Al-Sisi’s era, we are still facing large number of corruption stabs in different shapes. Al-Sisi is certainly not aware of each single case of corruption taking place in his era. However, he is still accountable as a president for not fighting corruption seriously, especially, when it comes to his affiliates. As it is said: “There isn’t no such thing as a free meal.” The people who continuously act as the president’s propagandists are expecting to be paid back. Obviously, this is happening at the expense of our economy, and Egyptians are gradually losing confidence in the president.
Al-Sisi, who is definitely facing more challenges than Mubarak, should better spend our resources efficiently. The president, who is working on fragmenting and criminalising his opponents, is certainly more vulnerable than Mubarak who was more talented in manipulating them. Meanwhile, the Egyptian media is certainly weakening the president’s status by only elaborating on his “achievements”.
Focusing on running a few mega projects is negatively affecting our economy at large, which is in decline. Additionally, the youths, who roughly account for two-thirds of our population, are not on the president’s radar. Their demands of modernising the Egyptian government, and applying true justice and freedom, might emerge on the president’s blindside. Al-Sisi has to expect the unexpected when it comes to Egypt, or he will probably crash, as was the case with his predecessors.**


Es un aviso que habrá que ver cuán cerca está de cumplirse. El estado de la zona juega a favor de la represión y del miedo, como hacen los propagandistas. La revolución ha sido estigmatizada, haciendo ver a los egipcios que deben su salvación a las manos de los militares. ¡Floja memoria la egipcia! Nosseir  advierte: El-Sisi carece de lo que Mubarak hizo suyo, el aparato del estado puesto a su servicio.
Antes que la eficacia, que no es tan fácil de simular, la presidencia ha jugado la baza de la "virtud", reprimiendo a las personas por su sexualidad, como ha sido en el caso de las redadas de personas homosexuales con la connivencia de los periodistas adeptos a la presidencia. Hemos dado cuenta aquí de los continuos excesos mediáticos de pura propaganda, para meter el miedo en el cuerpo a los egipcios y hacerles ver cómo el estado, encarnado en el presidente, vela por ellos. Nadie es intocable menos la Policía y el Ejército, protegidos por ley. Lo demás, acaba saliendo.


En este mismo sentido "virtuoso", la política seguida en cuanto a los temas religiosos se ha intensificado: por un lado un mensaje "reformista" que pretende hacerse con el "islam" moderado descalificando los mensajes extremistas y en especial los mensajes de la Hermandad Musulmana, a la que se considera "antinacional", "violenta" y de doctrina "confusa", pero a la que se ataca directamente a través de la ley de partidos que evita que los partidos políticos tengan una definición religiosa. Se consiente, en cambio, al partido Al-Nour, los salafistas, que hoy mismo se quejan de ser atacados por los medios de comunicación, incluso los estatales, considerando que todos ellos forman una clase corrupta llevada por empresarios sin escrúpulos y evasores de impuestos. Esto ha generado temores en otros partidos, que no entienden que no se considere a los salafistas como un "partido" de base religiosa.
La exclusión de la religión de los partidos políticos no significa que la religión quede fuera de la lucha política, sino más bien lo contrario. Lo que significa realmente es que es el Estado el que se hace con la religión a través del control de la Universidad de Al-Azhar, a la que se le encarga la vigilancia de la ortodoxia, conseguida mediante la unificación de los sermones de los viernes en las mezquitas. La Universidad recibe a cambio más poder y control, llegando a ocupar sus profesores varios ministerios influyentes, como anteriormente el de Cultura, algo que causó innumerables protestas tanto por la doctrina como por las actitudes chulescas del ex ministro. Lejos de ir hacia posturas más liberales y abiertas para combatir el extremismo, la estrategia del presidente ha sido el estado virtuoso.


Hoy mismo, Ahram Online nos trae la noticia de la condena a cinco años de cárcel, ya sin apelación, para el predicador Islam El-Behary, que se había caracterizado por la crítica de elementos aceptados por las interpretaciones más ortodoxas y había cuestionado ciertos principios, lo que le llevaron a sufrir varias denuncias de los "egipcios virtuosos" que consideran que cada crítica o debate abierto es un ataque al "islam". Ahram Online da la noticia de forma escueta: "An Egyptian appeals court upheld Saturday a five-year prison sentence against TV anchor Islam El-Behery, a prominent researcher in Islamic studies, for "contempt of religion"."*** Unas líneas más de texto nos recuerdan el historial de denuncias contra él y las sentencias contradictorias de los tribunales hasta la condena de ayer.


En Daily New Egypt se señala cómo El-Beheiry había criticado abundantemente a los salafistas y sus doctrinas extremas. Esto le valió el ataque constante ante los tribunales, pero hasta el momento había podido apelar. Se señala en el diario:

Ahmed Kasseb, the lawyer who filed the case against El-Beheiry, told Daily News Egypt on Saturday that the decision is now final, and El-Beheiry must abide by it.
“Although El-Beheiry did not attend the session, he will be put in jail sooner or later because the court’s judgment has to be executed. El-Beheiry does not have the right to appeal again,” Kasseb noted.
Kasseb added that he presented new documents to the court during this session, including DVDs and reports prepared by Al-Azhar and the Islamic Research Complex that confirm that El- Beheiry insulted the Prophet the Mohamed and the Hadith (the sayings of the Prophet).
Supporters of El-Beheiry’s stance have previously argued that the independent researcher has been working in accordance with President Abdel Fattah Al-Sisi’s initiative that called on Islamic institutions in the country, including Al-Azhar, the Ministry of Religious Endowments, and Dar Al-Ifta, to “renew religious discourse”.
Lately, Egypt has depended diplomatically on its three major Sunni Muslim institutions to reverse the spread of Islamic militancy. The three institutions have also taken the stance on the need to support the state and the current government or by addressing radical opponents of the government, such as the so-called “takfiri” elements.****


Es interesante esta última percepción que se atribuye a los seguidores de Islam El-Beheiry: la creencia en que su mensaje renovador se encontraría en consonancia con el mensaje del presidente, cortando las derivas radicales. Sin embargo la lucha parece ser más política que religiosa. Al-Sisi no quiere que nadie lleve la antorcha de la reforma religiosa y esa reforma, a la vista de los resultados, se ha apagado. No se puede entender como reformismo lo que es mero control institucional del aparato religioso y persecución y cárcel a los enemigos que la usan.
Eso significa que, como siempre se ha hecho, se fomentará la intransigencia religiosa y el conservadurismo extremo para quitar de en medio a todos aquellos que supongan una diferencia.  Eso incluye, como comentábamos hace un par de días, eliminar a la bailarina del vientre de la lista de candidatas al nuevo parlamento, mientras que se siguen aceptando a los viejos conocidos financiados por los magnates de siempre. Lo estamos viendo en casos tan peculiares como las reglamentaciones del vestuario de las actrices y cantantes a cargo de los que ocupan recientemente los sindicatos.


También se ha invocado la religión, por ejemplo, en las sentencias contra los funcionarios del Estado que han protestado contra las condiciones en las que trabajan y la nueva ley. Mientras el discurso político institucional dice que es para modernizar las plantillas, deja esto la promoción en manos de la evaluación de los superiores, que son los primeros a los que habría que depurar y modernizar. La sentencia que declaraba ilegal la huelga, lo hacía desde la aplicación de la Sharia, declarando que es contrario a los principios del islam rebelarse contra un superior, es decir, que se incumplieron todos los acuerdos firmados por Egipto sobre el derecho a la huelga.
El papel que están jugando los salafistas tiene que ser todavía analizado con cautela porque los partidos piden sacarlos de la carrera electoral, mientras que los tribunales les eliminan los enemigos. Saben que el presidente les necesita y los quiere tranquilos, aplacados, echándoles a las fauces predicadores díscolos, librepensadores, homosexuales, bailarinas y demás carne pecadora.


La cuestión religiosa se hace más compleja cuando también entran los coptos en escena. Son muchas las protestas que la oleada ultraconservadora de la jerarquía copta ha tenido de sus fieles, que ven con desesperación la falta de evolución y cómo se continúa con el control eclesial de la comunidad a través de la institución familiar y matrimonial. Ayer mismo se daba otra noticia que pasaba desapercibida: la ruptura de la Iglesia Copta de Gran Bretaña con la egipcia. La nota escueta del portavoz egipcio se limita a señalar: "Now circumstances have changed in Egypt and Britain"*****. Habría que indagar qué consideran los coptos británicos que ha cambiado hasta romper los lazos que se establecieron en 1994.
Mohamed Nosseir avisaba del peligro de mirarse demasiado en el espejo retrovisor y no mirar hacia lo que está ocurriendo delante ni lo que se deja atrás. La gente puede dejar de creer que es la culpable, como decía la viñeta de Andeel, y empezar a ocupar de nuevo un puesto más acorde con sus reivindicaciones políticas. En Egipto siempre se encuentra un culpable, aunque no siempre un responsable. Eso cuesta más encontrarlo.


* Andeel (viñeta) "Where is the problem?" Mada Masr 10/10/2015 http://www.madamasr.com/cartoon/where-problem
** "Al-Sisi’s blindside" Daily News Egypt 10/10/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/10/10/al-sisis-blindside/
*** "5-year blasphemy sentence confirmed for Egyptian TV anchor" Ahram Online 11/10/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/151/152644/Egypt/Features/year-blasphemy-sentence-confirmed-for-Egyptian-TV-.aspx
**** "TV presenter Islam El-Beheiry’s imprisonment upheld" Daily News Egypt 10/10/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/10/10/tv-presenter-islam-el-beheirys-imprisonment-upheld/
***** "British Coptic Orthodox Church separates from Alexandria Patriarchate after 21 years" Egypt Independent 10/10/2015 http://www.egyptindependent.com//news/british-coptic-orthodox-church-separates-alexandria-patriarchate-after-21-years

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