Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La caricatura del dibujante egipcio Andeel* en la
publicación Mada Masr nos muestra hoy
una ciudad llena de carteles y altavoces repitiendo "La gente es el
problema...". En la puerta de un café, dos hombres charlan arreglando el
mundo egipcio. Uno de ellos,
calificado como intelectual, le dice
al otro: "Myself, what I think — as an educated, intellectual, aware, enlightened, informed, knowledgeable,
forward-thinking and opinionated person — is that the people are the problem."*
A la derecha de ellos, un furgón policial recorre las calles con luces y
sirenas. Es una ciudad que repite el mensaje por todos los medios y desde todas las esquinas.
Desde otro periódico, Egypt
Independent, el columnista y político Mohamed Nosseir nos trae un artículo,
titulado "Al-Sisi’s blindside", que complementa lo expresado en la
viñeta de Andeel:
A safe car journey often begins with adjusting
the driver’s mirrors enabling him to better watch the road. However, in
autocratic countries, driving rulers tend to adjust their mirrors to look at
themselves rather than watching the road – a behaviour that might eventually
lead to accident. Egypt, under Al-Sisi’s regime, is certainly keeping a close
eye on the Muslim Brotherhood’s activities, and political Islamists at large,
to avoid crashing into them, but accidents might suddenly come from another
segment of society that would emerge from Al-Sisi’s blindside.**
El lado ciego
puede venir de esa "gente culpable" que muestra su insatisfacción
ante la situación egipcia y que está empezando a no entender al presidente y sus planteamientos. Pasado este tiempo,
parece claro que la presidencia egipcia está a la defensiva y carece realmente de un plan viable que dé salida al
país más allá de los encarcelamientos de los opositores, las obras públicas
faraónicas y el endeudamiento del país a manos de los saudíes, que son los que
están financiando al país. La presidencia ha creado un "enemigo"
central y otros circunstanciales sobre los que hace girar sus decisiones. El
problema es que ya comienza a considerarse peligroso para la presidencia, que
se identifica con el país en su conjunto, hasta la constitución y el futuro
parlamento.
De la sisimanía se
ha pasado a un recelo que hace ver que no se solucionan los problemas. Los
mensajes que Andeel nos mostraban llenando la ciudad son los de los medios
propagandísticos que se emplean para evitar la erosión de la imagen
presidencial, la única que realmente se considera. Es el concepto personalista y autocrático que tanto daño ha hecho en la historia de Egipto,
convenciendo a todos que realmente es "la gente la que tiene la
culpa". Hasta que la gente se dé cuenta de que su "culpa" no ha
sido más que confiar las mismas instituciones que una y otra vez les defraudan
y en las palabras que sin cesar les engañan.
La creación de un estado de opinión en el que los partidos
políticos y las ideologías se ven como una especie jaula de grillos egoístas
que llevarán al país a la destrucción, mientras que un presidente, militar por
supuesto, llevará con mano firme al país hacia una gloria que nunca llega,
hacia un protagonismo que se va convirtiendo en un nacionalismo de retórica
hueca y cada vez más represivo y endeudado.
Mohamed Nosseir termina su artículo señalando:
While Egyptians believed that corruption would
substantially drop during Al-Sisi’s era, we are still facing large number of
corruption stabs in different shapes. Al-Sisi is certainly not aware of each
single case of corruption taking place in his era. However, he is still
accountable as a president for not fighting corruption seriously, especially,
when it comes to his affiliates. As it is said: “There isn’t no such thing as a
free meal.” The people who continuously act as the president’s propagandists
are expecting to be paid back. Obviously, this is happening at the expense of
our economy, and Egyptians are gradually losing confidence in the president.
Al-Sisi, who is definitely facing more
challenges than Mubarak, should better spend our resources efficiently. The
president, who is working on fragmenting and criminalising his opponents, is
certainly more vulnerable than Mubarak who was more talented in manipulating
them. Meanwhile, the Egyptian media is certainly weakening the president’s
status by only elaborating on his “achievements”.
Focusing on running a few mega projects is
negatively affecting our economy at large, which is in decline. Additionally,
the youths, who roughly account for two-thirds of our population, are not on
the president’s radar. Their demands of modernising the Egyptian government,
and applying true justice and freedom, might emerge on the president’s
blindside. Al-Sisi has to expect the unexpected when it comes to Egypt, or he
will probably crash, as was the case with his predecessors.**
Es un aviso que habrá que ver cuán cerca está de cumplirse.
El estado de la zona juega a favor de la represión y del miedo, como hacen los
propagandistas. La revolución ha sido estigmatizada, haciendo ver a los
egipcios que deben su salvación a las manos de los militares. ¡Floja memoria la
egipcia! Nosseir advierte: El-Sisi carece
de lo que Mubarak hizo suyo, el aparato del estado puesto a su servicio.
Antes que la eficacia, que no es tan fácil de simular, la presidencia
ha jugado la baza de la "virtud", reprimiendo a las personas por su
sexualidad, como ha sido en el caso de las redadas de personas homosexuales con
la connivencia de los periodistas adeptos a la presidencia. Hemos dado cuenta
aquí de los continuos excesos mediáticos de pura propaganda, para meter el
miedo en el cuerpo a los egipcios y hacerles ver cómo el estado, encarnado en
el presidente, vela por ellos. Nadie es intocable menos la Policía y el
Ejército, protegidos por ley. Lo demás, acaba saliendo.
En este mismo sentido "virtuoso", la política seguida en cuanto a los temas religiosos se ha intensificado: por un lado un mensaje "reformista" que pretende hacerse con el "islam" moderado descalificando los mensajes extremistas y en especial los mensajes de la Hermandad Musulmana, a la que se considera "antinacional", "violenta" y de doctrina "confusa", pero a la que se ataca directamente a través de la ley de partidos que evita que los partidos políticos tengan una definición religiosa. Se consiente, en cambio, al partido Al-Nour, los salafistas, que hoy mismo se quejan de ser atacados por los medios de comunicación, incluso los estatales, considerando que todos ellos forman una clase corrupta llevada por empresarios sin escrúpulos y evasores de impuestos. Esto ha generado temores en otros partidos, que no entienden que no se considere a los salafistas como un "partido" de base religiosa.
En este mismo sentido "virtuoso", la política seguida en cuanto a los temas religiosos se ha intensificado: por un lado un mensaje "reformista" que pretende hacerse con el "islam" moderado descalificando los mensajes extremistas y en especial los mensajes de la Hermandad Musulmana, a la que se considera "antinacional", "violenta" y de doctrina "confusa", pero a la que se ataca directamente a través de la ley de partidos que evita que los partidos políticos tengan una definición religiosa. Se consiente, en cambio, al partido Al-Nour, los salafistas, que hoy mismo se quejan de ser atacados por los medios de comunicación, incluso los estatales, considerando que todos ellos forman una clase corrupta llevada por empresarios sin escrúpulos y evasores de impuestos. Esto ha generado temores en otros partidos, que no entienden que no se considere a los salafistas como un "partido" de base religiosa.
La exclusión de la religión de los partidos políticos no
significa que la religión quede fuera de la lucha política, sino más bien lo
contrario. Lo que significa realmente es que es el Estado el que se hace con la
religión a través del control de la Universidad de Al-Azhar, a la que se le
encarga la vigilancia de la ortodoxia, conseguida mediante la unificación de
los sermones de los viernes en las mezquitas. La Universidad recibe a cambio
más poder y control, llegando a ocupar sus profesores varios ministerios influyentes,
como anteriormente el de Cultura, algo que causó innumerables protestas tanto
por la doctrina como por las actitudes chulescas del ex ministro. Lejos de ir
hacia posturas más liberales y abiertas para combatir el extremismo, la
estrategia del presidente ha sido el estado
virtuoso.
Hoy mismo, Ahram Online nos trae la noticia de la condena a
cinco años de cárcel, ya sin apelación, para el predicador Islam El-Behary, que
se había caracterizado por la crítica de elementos aceptados por las
interpretaciones más ortodoxas y había cuestionado ciertos principios, lo que
le llevaron a sufrir varias denuncias de los "egipcios virtuosos" que
consideran que cada crítica o debate abierto es un ataque al "islam".
Ahram Online da la noticia de
forma escueta: "An Egyptian appeals court upheld Saturday a five-year
prison sentence against TV anchor Islam El-Behery, a prominent researcher in
Islamic studies, for "contempt of religion"."*** Unas
líneas más de texto nos recuerdan el historial de denuncias contra él y las
sentencias contradictorias de los tribunales hasta la condena de ayer.
En Daily New Egypt
se señala cómo El-Beheiry había criticado abundantemente a los salafistas y sus
doctrinas extremas. Esto le valió el ataque constante ante los tribunales, pero
hasta el momento había podido apelar. Se señala en el diario:
Ahmed Kasseb, the lawyer who filed the case
against El-Beheiry, told Daily News Egypt on Saturday that the decision is now
final, and El-Beheiry must abide by it.
“Although El-Beheiry did not attend the session,
he will be put in jail sooner or later because the court’s judgment has to be
executed. El-Beheiry does not have the right to appeal again,” Kasseb noted.
Kasseb added that he presented new documents to
the court during this session, including DVDs and reports prepared by Al-Azhar
and the Islamic Research Complex that confirm that El- Beheiry insulted the
Prophet the Mohamed and the Hadith (the sayings of the Prophet).
Supporters of El-Beheiry’s stance have
previously argued that the independent researcher has been working in
accordance with President Abdel Fattah Al-Sisi’s initiative that called on
Islamic institutions in the country, including Al-Azhar, the Ministry of
Religious Endowments, and Dar Al-Ifta, to “renew religious discourse”.
Lately, Egypt has depended diplomatically on
its three major Sunni Muslim institutions to reverse the spread of Islamic
militancy. The three institutions have also taken the stance on the need to
support the state and the current government or by addressing radical opponents
of the government, such as the so-called “takfiri” elements.****
Es interesante esta última percepción que se atribuye a los
seguidores de Islam El-Beheiry: la creencia en que su mensaje renovador se encontraría en consonancia con el mensaje del
presidente, cortando las derivas radicales. Sin embargo la lucha parece ser más
política que religiosa. Al-Sisi no quiere que nadie lleve la antorcha de la
reforma religiosa y esa reforma, a la vista de los resultados, se ha apagado.
No se puede entender como reformismo
lo que es mero control institucional del aparato religioso y persecución y
cárcel a los enemigos que la usan.
Eso significa que, como siempre se ha hecho, se fomentará la
intransigencia religiosa y el conservadurismo extremo para quitar de en medio a
todos aquellos que supongan una diferencia. Eso incluye, como comentábamos hace un par de
días, eliminar a la bailarina del vientre de la lista de candidatas al nuevo
parlamento, mientras que se siguen aceptando a los viejos conocidos financiados
por los magnates de siempre. Lo estamos viendo en casos tan peculiares como las
reglamentaciones del vestuario de las actrices y cantantes a cargo de los que
ocupan recientemente los sindicatos.
También se ha invocado la religión, por ejemplo, en las
sentencias contra los funcionarios del Estado que han protestado contra las
condiciones en las que trabajan y la nueva ley. Mientras el discurso político
institucional dice que es para modernizar
las plantillas, deja esto la promoción en manos de la evaluación de los
superiores, que son los primeros a los que habría que depurar y modernizar. La
sentencia que declaraba ilegal la huelga, lo hacía desde la aplicación de la Sharia,
declarando que es contrario a los principios del islam rebelarse contra un superior, es decir, que se incumplieron todos
los acuerdos firmados por Egipto sobre el derecho a la huelga.
El papel que están jugando los salafistas tiene que ser todavía
analizado con cautela porque los partidos piden sacarlos de la carrera
electoral, mientras que los tribunales les eliminan
los enemigos. Saben que el presidente les necesita y los quiere tranquilos,
aplacados, echándoles a las fauces predicadores díscolos, librepensadores, homosexuales,
bailarinas y demás carne pecadora.
Mohamed Nosseir avisaba del peligro de mirarse demasiado en
el espejo retrovisor y no mirar hacia lo que está ocurriendo delante ni lo que se deja atrás. La gente puede
dejar de creer que es la culpable, como decía la viñeta de Andeel, y empezar a
ocupar de nuevo un puesto más acorde con sus reivindicaciones políticas. En Egipto siempre se encuentra un culpable, aunque no siempre un responsable. Eso cuesta más encontrarlo.
* Andeel (viñeta) "Where is the problem?" Mada Masr 10/10/2015
http://www.madamasr.com/cartoon/where-problem
**
"Al-Sisi’s blindside" Daily News Egypt 10/10/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/10/10/al-sisis-blindside/
***
"5-year blasphemy sentence confirmed for Egyptian TV anchor" Ahram
Online 11/10/2015
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/151/152644/Egypt/Features/year-blasphemy-sentence-confirmed-for-Egyptian-TV-.aspx
****
"TV presenter Islam El-Beheiry’s imprisonment upheld" Daily News
Egypt 10/10/2015
http://www.dailynewsegypt.com/2015/10/10/tv-presenter-islam-el-beheirys-imprisonment-upheld/
*****
"British Coptic Orthodox Church separates from Alexandria Patriarchate
after 21 years" Egypt Independent 10/10/2015
http://www.egyptindependent.com//news/british-coptic-orthodox-church-separates-alexandria-patriarchate-after-21-years
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