Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
brutal atentado de Ankara supone un nuevo nivel en la escalada de violencia en
la zona y una nueva estrategia, muy diferente a la seguida por el momento.
Todos los dedos parecen señalar al Estado Islámico que habría terminado su
"paz" con Turquía. Sin embargo, la cuestión no es tan sencilla. No ha
sido al gobierno de Recep Tayyip Erdogan o a sus partidarios a quienes se le ha
hecho saltar por los aires con dos suicidas cargados de explosivos, sino a sus
opositores, precisamente a los que eran partidarios de la paz y la democracia. Es
lógico que, con estas circunstancias, los recelos se dirijan hacia el gobierno
con variables niveles de acusaciones y responsabilidades.
Desde
los que creen que el atentado ha podido estar organizado por los servicios
secretos y los nacionalistas hasta los que consideran que ha sido el Estado
Islámico, todos establecen algún tipo de responsabilidad en el atentado al
gobierno de Erdogan. La presencia policial que es habitual en Turquía cuando se
realiza una manifestación con exigencias al gobierno, brillaba por su ausencia,
algo que ha hecho ya que se pida al menos la dimisión del ministro del
interior.
El
diario Daily News Hurriyet publica un
artículo de Ahmet Hakan con el título "The government did not do it,
but…" en el que concentra las dudas en ese "pero" final y los
puntos suspensivos:
Of course the government did not organize the
bloody attack in Ankara. In order to be convinced that the government has
donned two suicide bombers with explosive vests and told them, “Dears, you go
to the Ankara Central Train Station,” one should really have lost all logic.
But the issue does not end there. There is a
“but” in the matter. This “but” is what we should not skip.
Yes, the government did not organize the attack
but…
The government, with its foreign policy it has
carried out for the past three years, has left not even one country that could
be called a friend. Not only this, it has also brought Turkey to the brink of
war with at least eight countries. Thus, Turkey became the training ground of
terror organizations. From this point of view, the government is guilty of its
thin mustaches.
Yes, the government did not organize the attack
but…
The government, with its policy of “polarize,
demonize, consolidate the votes and hold this much of a percent at hand,” it
has been implementing for the past five years, has made this country a country of
those who hate each other. Thus, Turkey has become the perfect application
field for all kinds of provocations. From this point of view, the government is
guilty of its tacky hair.
Yes, the government did not organize the attack
but…
The government, with its deep intelligence
weakness, with the security measures it was not able to take, with not
providing its citizens with the safety to assembly, with the massacre it was
not able to prevent… In short, with its obvious failure, the government has watched
dozens of citizens be killed in the middle of Ankara. From this point of view,
the government is guilty of its dyed hair.*
La política seguida por los islamistas de Erdogan se ha
basado en el control del país, reduciendo la oposición en los niveles políticos
y culturales (reislamización). La megalomanía de Erdogan es peligrosa para
otros, pero está siéndolo ya para la propia Turquía, que se ha de enfrentar
ahora a la consecuencia de las estrategias llevadas durante mucho tiempo para
consolidar su influencia dentro y fuera de sus fronteras. Cuando Hadmet Hakan
dice que a Turquía no le queda un amigo fuera ("...has left not even one
country that could be called a friend"), sabe de qué está hablando.
Los juegos de Erdogan en la zona han hecho que sus aliados
tengan reparos en fiarse de sus verdaderas intenciones. Turquía ha sido un
lugar de paso del yihadismo hacia Siria e Irak y los únicos problemas en sus
fronteras los tuvieron los kurdos cuando intentaban pasar a ayudar a los pueblos
que estaban masacrando. Los miembros del Estado Islámico a apenas unos cientos de
metros de las fronteras.
La pérdida de la mayoría ha sido un revés para Erdogan, que
aceleró la ruptura de la tregua eficaz con los kurdos para evitar ser sacado
del gobierno, estableciendo conflictos entre los que podrían se aliados contra
él.
Aquí hemos dado cuenta sobrada de la política autoritaria
que Erdogan y los suyos han ido practicando, pisoteando los derechos humanos,
encarcelando periodistas y desmantelando cualquier intento de oposición o
denuncia de los escándalos de corrupción de su partido. Si hubiera podido,
Erdogan hubiera aislado a Turquía cortando las comunicaciones, un gran
obstáculo para él y su ego.
Erdogan ha acogido a los Hermanos Musulmanes en sus
fronteras después del derrocamiento de Mohamed Morsi en Egipto. Desde entonces,
ha sido beligerante con el país y un respaldo para un grupo que siembra el
terror en Egipto, independientemente del autoritarismo de su gobierno. Morsi
alentó a la yihad en Siria cuando llegó al poder y muchos de sus seguidores,
dicen que "desengañados" por no haber tenido más "opción",
han ido a engrosar las filas del Estado Islámico, como recoge la propia prensa
egipcia.
Turquía ha puesto en una situación delicada a la OTAN al
comprometerla en su lucha contra los kurdos, quienes luchaban desde el primer
momento contra el Estado Islámico y recibían apoyo aliado. Cuando Turquía ha
intervenido en la guerra, lo ha hecho contra los kurdos.
No es de extrañar que esos "peros" que señalaba el
artículo de Ahmet Hakan sean bastante serios. Hay que seguir preguntándose por
qué se ha atacado una manifestación de kurdos y no la sede del partido
gobernante, pongamos por caso. Al que se le ha hecho el favor, eliminando
opositores y hasta algunos candidatos en las próximas elecciones ha sido a
Erdogan.
El mismo diario turco recoge otro artículo con el título "Quistión
maris ovar Ankara masacre", esta vez de Murta Yeti. Su final da cuenta de
la actitud de Salami Altınok, ministro del
Interior:
Upon a reporter’s question, Interior Minister Salami
Altınok said on Oct. 10 that there was “no security problem” so he would not
resign. But Mehmet Ali Şahin, the deputy chairman of Davutoğlu’s Justice and
Development Party (AK Parti), said serious security measures should have been
taken in the gathering area. PM Davutoğlu said he would order an investigation
into the situation.
Following a one-and-a-half hour meeting with
Davutoğlu, Republican People’s party (CHP) head Kemal Kılıçdaroğlu said he told
Davutoğlu that Altınok and Justice Minister Kenan İpek should resign
immediately. “It is the government that has responsibility over its citizens
attending a peaceful rally,” Kılıçdaroğlu said.
He also pointed to the government’s foreign
policy, especially in Syria, as being among the root causes of the rise in the
atmosphere of terror in Turkey. He said this foreign policy must change.
Indeed, as the shock over the Ankara massacre
passes, more and more questions are likely to emerge about it.
No sé lo que el ministro turco entiende por un
"problema de seguridad", quizá solo los que afectan a partido y no a
los manifestantes de otras formaciones. Está bien que se le recuerde que su
deber es garantizar la seguridad de todos. Hay serias sospechas sobre las
medidas tomadas previamente.
Se vuelve a insistir en que las raíces de este atentado
están en la política exterior de Erdogan, algo que parece evidente. Pero sigue
sin entenderse porque el ataque se hace contra los kurdos si se quiere advertir
a Erdogan.
La estrategia del Estado Islámico es sembrar la discordia
entre los enemigos, no poner de acuerdo a los enemigos contra ellos. El
atentado puede entenderse como un primer aviso a Erdogan en la piel de los
kurdos.
Sea con la intención que sea, coloca a Erdogan y su gobierno
en una complica situación ante los aliados en la guerra contra el Estado
Islámico y le obliga a elegir abandonar definitivamente las medias tintas en
sus ataques contra ellos o, por el contrario, reafirmarse en sus ataques contra
los kurdos y seguir diciendo, como Rusia y Siria, que están en plena guerra
contra "terroristas" sin importarles quienes sean. Esto último,
evidentemente es un ejercicio de cinismo solo a la altura de personas como
Putin y Erdogan.
La discusión de estos días sobre las violaciones del espacio
aéreo turco por aviones rusos forma parte de este escenario confuso de una
guerra extraña. El Estado Islámico ha conseguido crear un bastión en el centro
del territorio más complicado del mundo, en un ejercicio de estrategia que
parte del principio de que hay cosas en las que sus opositores difícilmente se
pondrán de acuerdo. Y ellos las aprovechan.
El sangriento atentado de Ankara marca un momento esencial para Turquía en el conflicto. Las decisiones que se tomen ahora no pueden ignorarlo. Hay demasiados "peros", demasiadas preguntas.
* "The
government did not do it, but…" Daily News Hurriyet 12/10/2015 http://www.hurriyetdailynews.com/the-government-did-not-do-it-but-.aspx?pageID=449&nID=89721&NewsCatID=502
**
"Question marks over Ankara massacre" Daily News Hurriyet 12/10/2015
http://www.hurriyetdailynews.com/question-marks-over-ankara-massacre.aspx?pageID=449&nID=89718&NewsCatID=409
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