viernes, 5 de mayo de 2023

La estrategia de los nombres

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La estrategia nominal de Podemos / Unidas Podemos y demás nombres que hayan podido usar en cualquier momento de su vida política se vuelve contra ellos tras la decisión de dejarles fuera de los tiempos concedidos gratuitamente a los partidos políticos.

La estrategia nominal es clara en el caso de Podemos: cambiar de nombre para renacer de sus cenizas. Los partidos puede jugar a la estabilidad del nombre (el lema "Cien años de honradez" que utilizó en su momento el PSOE) con lo que asumen su propia historia o, por el contrario, pueden cambiar de nombre de forma constante en un intento de sentimentalizarlo para convertirlo en algo directo. Cada una de las siglas del PSOE significa "algo", de "partido" a "español", en cambio qué ¿significa "Podemos"? A la ambigüedad se le suma la variabilidad.

Con la "nueva política" llegó esta moda del "partido anti partido", donde la esencia estaba en la diferencia, mezclado todo ello con las técnicas del "marketing anti marketing", otro giro de cara a la galería. Frente a los partidos que construyen su imagen, en Podemos se trabajaba con la elasticidad de las burbujas. En RTVE.es nos explican su monumental enfado:

En el caso de Unidas Podemos, el argumento para quedarse sin spots en la televisión y radio públicas es que sus candidaturas no llegan a presentarse ante al menos el 50% de la población española, como exige el artículo 188 de la Ley Electoral. Y esto es así porque el partido morado y las coaliciones en las que participa, que son mayoritariamente con IU, adoptan nombres de lo más diversos en las comunidades autónomas y municipios. De modo que no existe una denominación unitaria.

Por este motivo, Unidas Podemos ya se quedó fuera ayer del reparto primigenio de tiempos que se abordó en la sede de RTVE en Madrid, donde se aplicaron las directrices y los criterios marcados por la Ley Electoral. Ese borrador se ha aprobado ahora, un día después, con el respaldo de 15 formaciones políticas y con las únicas oposiciones de Unidas Podemos y UPN. Por contra, a favor se han expresado partidos de todo tipo, como PSOE, PP, Vox, Ciudadanos, ERC, EH Bildu, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias o BNG, entre otros.* 


Jugar con nombres es jugar con fuego. La ley es muy clara, como lo es el sentido común. Tras el nombre hay algo estable. No se puede tener un nombre y después presentarse con otro cada vez en cada sitio, un multiverso político. Sobre todo es importante porque en política, como en tantas otras cosas, hay que saber a quién reclamar y el nombre nos hace ser consecuentes con nuestros errores y asumir responsabilidad. Pero si yo la pifio con un nombre y en las siguientes elecciones me presento con otro, ¿a quién reclamo?

Es la misma ambigüedad que han mantenido en el gobierno. Ha hecho y sigue haciendo oposición al gobierno del que forma parte. Solo busca apuntarse lo suyo, rechazar sus errores (algunos muy gordos, como la chapuza de la ley del solo sí es sí, que ha colmado el vaso) y atacar al resto del gobierno. Podemos gobierna y hace oposición, una estrategia que le ha valido más problemas. Pero todo ello deriva de la misma mentalidad y de la obsesión de la "nueva política", el bipartidismo, al que acusa de dejarle fuera.

Un partido puede permitirse el lujo de no tener ideas, pero no de estar sin enemigos. Los enemigos son los mejores amigos del populismo. Para Podemos es la etiqueta "bipartidismo", en la que encierran al PSOE, su socio de gobierno, y al PP, socio conspiratorio de sus socios gubernamentales, a la vez cautivos de Vox. Todo es un guion muy bien preparado para justificarlo todo, pero cuya ambigüedad choca con la realidad de la ley.

Podemos necesita, claro, enemigos y el "bipartidismo" tiene su concreción en RTVE, en cuyas pantallas no podrán estar al quedarse sin minutos en el reparto. La ministra Belarra dio su mitin en televisión explicando al mundo la injusticia, aprovechando esos minutos gratuitos que todavía le dan. En ABC nos cuentan lo ocurrido, las palabras de Belarra y la réplica en directo:

«RTVE deja fuera de los spots electorales a la coalición de Podemos e Izquierda Unida. Vamos a recurrir inmediatamente esta decisión anti democrática. El PSOE y el PP controlando la televisión pública para blindar el bipartidismo», escribió en twitter, antes de comparecer en 'La Hora de la 1'.

«Yo siempre he creído mucho en esta casa, admiro mucho a los profesionales que trabajan en ella, y creo que como es de todos los españoles, es importante que responda a sus objetivos, que son del bien común: dar una información veraz a los españoles. No entiendo por qué se nos ha excluido de esos spots electorales y me gustaría que esa decisión se rectificara», argumentó antes de responder a las preguntas de la periodista, Silvia Intxaurrondo.

Marc Sala interrumpió a Belarra, que quería seguir dando su visión al respecto. «Permítame recordarle algunas cosas, también a los espectadores que han visto cómo están mostrando desde el entorno de Podemos esa preocupación por lo que ha pasado», terció el copresentador del programa.

«Radiotelevisión española no decide nada, Radiotelevisión española se ajusta a los criterios que marcan la Junta Electoral Central basándose en la LOREG (Ley Orgánica de Régimen Electoral General), que está en manos de los políticos. Después cuándo ustedes la quieran modificar, ya saben que en esta casa los profesionales lo decimos siempre, estamos dispuestos a esa modificación», recordó Sala.**


Pero el discurso de Belarra es característico del victimismo populista de Podemos. La mejor publicidad es mostrarse como víctimas de los grandes. El bipartidismo, RTVE... son los enemigos grandes que necesitan, los molinos contra los que arremeter.

La repuesta de Marc Sala es clara: RTVE se limita a hacer lo que les dice los responsables aplicando la ley existente. No pinchan ni cortan en el asunto. ¿No lo sabe Belarra? Pues probablemente sí, pero no creo que le importe mucho. Es preferible vender fantasías a reconocer que la estrategia política que han mantenido se puede volver en su contra porque, una chapuza más, ignoran la realidad. Quizá el nombre de podemos" se les ha subido a la cabeza y creen que es posible hacer cualquier cosa. Quizá sería bueno cambiar de nuevo el nombre a ¿Podemos? Es bueno saber qué se puede y qué no se puede hacer o, si se prefiere, saber las consecuencias de las propias acciones.

Pero Ione Belarra tiene ya su mapa hecho:

"El bipartidismo controla RTVE y lo hace para blindarse, pero no se puede permitir esa imagen", se ha quejado, al tiempo que ha denunciado que los candidatos de Unidas Podemos "no han estado representados" en el Canal 24 Horas.

Además, Belarra ha insistido en que la Junta Electoral Central no ha tomado en este momento ninguna decisión formal y que la propuesta se la ha hecho RTVE de forma "unilateral" a la JEC, que será la que en última instancia decidirá.***


Podemos tratará de sacar todo el provecho posible. Es la forma de atraer las miradas para compensar la pérdida de los espacios electorales gratuitos en RTVE. Para poder sacarle provecho necesita atraer toda la atención sobre el "agravio" y venderlo como la venganza del "bipartidismo", la forma de poder aprovechar el caso para robarle votos al PSOE y retener a sus votantes.

El fragmentarismo político empieza a pagar el caos de nombres poético-alegóricos con los que se han camuflado los viejos partidos que fueron quedan apartados por minoritarios. Siempre se habló de los partidos bisagra cuando ejercían un papel mediador entre los partidos mayoritarios opuestos. Al sacrificar al centro, las bisagras están escoradas a los extremos, Podemos y Vox. La diferencia es que Vox ha mantenido su nombre y no se ha dedicado a rebautizarse en cada elección, en cada autonomía, en cada pueblo de España. Hoy tiene sus espacios conforme a la ley y Podemos, perdido en el mar de las metáforas, no. La política fragmentaria de Podemos (que el PSOE les necesite) tiene una segunda cara, como hemos visto con el nuevo Sumar, Se trata de ser el mayor de los pequeños, lo que le da control sobre los más débiles y ser la fuerza mayoritaria que entre en los pactos en caso de formación de gobierno por parte de la izquierda. Pero las cosas no siempre salen como se dibujan en el papel.

Hizo bien el periodista de RTVE en decirle a Ione Belarra que tiene que buscarse otros enemigos, mejores excusas, y no el ente público. 


* Álvaro Carvajal  "Unidas Podemos se queda sin espacios gratuitos de propaganda electoral en RTVE con el voto casi unánime de los partidos" El Mundo 04/05/2023 https://www.elmundo.es/espana/2023/05/04/6453a0d3fdddff014d8b4586.html

** David Sánchez de Castro "Enganchón entre Belarra y RTVE por los spots electorales: ¿por qué no se emitirán anuncios de Podemos durante la campaña?" ABC 04/05/2023 https://www.abc.es/espana/belarra-rtve-anuncios-electorales-polemica-20230504122527-nt.html

*** "Belarra pide a RTVE que incluya a Podemos en los spots electorales y la Corporación defiende que aplica la ley" RTVE.es 04/05/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230504/belarra-califica-veto-bolanos-ayusada/2443532.shtml

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.