Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Ponerle
nombre a algo es un acto fundacional, la inserción dentro de la memoria
cultural. Permite hablar de ello, comentarlo, explicarlo. El nombre se
convierte en una referencia de algo existente o imaginario, de algo que fue o
de algo que será, quizá solo de un deseo o de un temor. Pero el acto de nombrar
no siempre clarifica las cosas. En ocasiones lo que ocurre es lo contrario, que
una palabra nos hace discutir interminablemente sobre su significado o lo que
representa. A veces se tiene un objeto y se le pone un nombre, pero en
ocasiones se tiene el nombre y hay que crearle su "realidad" detrás,
tarea no siempre fácil.
Quizá
por eso, la BBC lleva mucho tiempo tratando de explicar qué es el "Brexit",
qué significa o en qué hecho se puede traducir, mientras los políticos tratan
de definir la "realidad" confusa que surgió de una votación, con
informaciones confusas, deseos oscuros y cambiantes.
El artículo de Rob Watson lleva por título "Brexit
latest: I'm confused... what just happened?" y representa la perplejidad
del autor tanto como la de sus lectores ante los acontecimientos del Brexit:
As British politics appeared to descend into
chaos this week, one senior Conservative MP remarked that Brexit had sparked
nothing short of a revolution that had engulfed both the country's major
parties.
Whether that's precisely the right word or not,
it's clear this "revolution" or current crisis was indeed sparked on
23 June 2016 when the majority of voters voted for something - in Brexit - many
elected British politicians then and now think is a catastrophic mistake.
Two and half years on, as Mrs May is finding to
her cost, there's still no consensus among those politicians as to what to do
about the result of that referendum. It's as simple but as seismic as that.*
Esta misma mañana he visto varios vídeos y he leído varias
noticias en las que se nos contaba como todo está bajo control, cómo somos
observados, clasificados, cómo son nuestras acciones previstas, clasificadas,
archivadas y como cualquier red social conoce nuestra vida y nuestros
pensamientos y deseos mejor que nosotros mismos. Otros me hablaban de las
ventajas de confiar en las máquinas para evitar los errores humanos... Y me
encuentro con la noticia de la BBC sobre la incapacidad humana para entender a
estas alturas lo que significa "Brexit", algo que me temía cuando
escuché por primera vez la expresión "Brexit es Brexit", que es lo
más avanzado que tenemos hasta el momento. Si hay algo peor que nadie tenga una
definición de "Brexit" o una idea aproximada es cada uno tenga la
suya. El caso es una muestra más de cómo el diablo carga las palabras.
El caso del "Brexit" se deberá estudiar con
detenimiento para evitar (¡no seamos ingenuos!, seguirá pasando) que las
personas corran detrás de las palabras y no de los hechos o sus consecuencias.
La cuestión es peor: las consecuencias se han explicado después de haber tomado
una decisión y no precisamente por aquellos que pedían el no.
El "Brexit", acabe como acabe, quedará como un
ejemplo de la incapacidad de los políticos de tomar decisiones en unas
sociedades demasiado mediatizadas, por la tibieza ante lo que pueden perder.
Nadie quiso realmente comprometerse con la permanencia en la Unión, esa es la
triste realidad. El miedo a quedar fuera fue demasiado poderoso en una batalla
que requería verdad, decisión y visión de futuro. Los mentirosos camparon a sus anchas. Han sido realmente los
británicos los que han salido con pancartas y camisetas azules con sus
estrellas amarillas a decir que querían seguir estando en la Unión Europea. Ha sido el miedo lo que ha hecho que los descarados antieuropeos se hicieran con la calle. Ahora vemos que no tuvieron pudor en mentir. Y muchos británicos se sienten engañados.
Escribió el poeta "metafísico" británico John Donne (1572-1631):
No man is an island entire of itself; every man
is a piece of the continent, a part of the
main;
if a clod be washed away by the sea, Europe
is the less, as well as if a promontory were,
as
well as any manner of thy friends or of thine
own were; any man's death diminishes me,
because I am involved in mankind.
And therefore never send to know for whom
the bell tolls; it tolls for thee.
Pese a ello, los británicos, una parte de ellos, han elegido
ser de nuevo una isla y ahora están pendientes de intentar ser una isla más
próxima o más lejana, incluso una de esas que dejan abierto un pequeño camino
de arena que la une a la costa cuando baja la marea, mientras que otros quieren
una isla flotante que se deje arrastrar hasta el centro del océano, perdiendo
de vista el Canal. Es importante que los isleños británicos no se sientan una isla y menos una isla alejada. Estar fuera de la Unión tendrá sus consecuencias, pero no más de las necesarias y sobre todo ninguna sanción moral. No hay que dar armas a los que ya han usado el engaño.
Quizá porque lo que Reino Unido pretende es un imposible, ir contra
una tendencia histórica, por más que se pueda lograr de hecho. Pero puede que
esos hechos sean contra natura y con contraindicaciones, como los
medicamentos. Más que un hecho es una
apuesta por lo que ocurrirá al día siguiente después de la firma oficial de la
separación del continente.
No estamos en el mundo de la naturaleza, sino en el de la
cultura. Esto quiere decir que lo que ocurre no obedece a ninguna ley sino a
nuestros aciertos y errores. Estos se pueden enmarañar de muchas maneras y
explicar de muchas otras o, sencillamente, como le pasa al comentarista de la
BBC, no saber qué está pasando no que va a pasar, solo que existe una enorme
división y desconcierto, que es un estado de cosas que no esperaban los más
especulativos del asunto.
Reino Unido no está más unido
tras el Brexit, sino mucha más desunido, con amenazas de secesionismo que antes
no tenía tan acentuadas. La gente ha empezado a ser consciente de lo que ha
hecho mucho más tarde, cuando ha empezado a ver negro sobre blanco los datos
que hasta el momento no se habían puesto sobre la mesa. Aquello que le dijeron
de que todo iban a ser ganancias, se ha dado la vuelta y es raro el campo en el
que no salgan perdiendo. A algunos les quedará Trump, a otros Putin, sus animosas
referencias para el Brexit. Pero aliarse con Trump es salir de Málaga y entrar en Malagón, como explica el refrán. Y
Putin ya ha conseguido lo que quería, la división de Europa; cuanto más
dividida, más fuerte se verá a Rusia.
La incapacidad de los periodistas en explicar qué es el Brexit
o, si se prefiere, la revolución negativa que se está viviendo es un síntoma de
la gravedad del asunto y de un futuro de desconcierto. Lo desordenado, lo caótico
es más difícil de explicar, también de prevenir. Cortar lazos puede ser
complicado, pero ¿se imaginan el caos de tener que establecer las nuevas
legislaciones sobre todo aquello que la europea nos ahorraba? Los reportajes
sobre los problemas de los británicos residentes en la costa del sol son
calderilla en comparación a las que tendrán los propios británicos cuando
tengan que legislar de nuevo todo aquello que queda anulado.
La importancia de la Unión Europea solo es superada por la
importancia de Europa, un concepto del que Reino Unido no puede alejarse porque
es parte esencial de su construcción, como muchos otros países sin los que no
es posible pensar la Europa de las ideas, del arte, de la política... Eso no lo
podrán cambiar porque es parte de una herencia construida entre todos, un
legado. Para bien y para mal, hemos estado juntos y lo seguiremos estando en un
sentido profundo más allá de lo que los que quieren enredarlo puedan lograr.
La canción "No Goodbyes" de la cantante británica
Dua Lipa, por cierto, hija de inmigrantes albanokosovares, suena de fondo mientras
escribo poniendo música a mi propio escrito:
Maybe one day I can see you
We can smile and wave
And it'll be okay
Maybe one day it'll be cool
We could just be friends
Without the complications that it brings
When we start saying things
Yeah, I hurt you, and you hurt me
Yeah, we did some things that we can never take
back
And we tried hard just to fix it
But we broke it more
And so I guess some things are not meant to last
Is it too much to ask
For tonight
Let's love like there's no goodbyes
(No goodbyes)
Just for tonight
Pretend that it's all alright
(All alright)
Why don't we hold each other
Use each other, whisper pretty lies
Just for tonight
Let's love like there's no goodbyes
(No goodbyes)
No goodbyes
No goodbyes
No goodbyes, eh
Bonitas mentiras, promesas de reencuentro, pañuelos
flameando, últimos días, recuerdos, melancolía... ¡No goodbyes! Quien sabe... La isla vuelve a ser isla, ha perdido un
continente, pese a la advertencia de Donne; el continente guarda sus cartas y lame
las heridas de la separación. Nadie es una isla... No goodbyes...
* Rob
Watson "Brexit latest: I'm confused... what just happened?" BBC
15/12/2018 https://www.bbc.com/news/uk-46551986
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