Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
publicación egipcia Mada Masr ha estado publicando estos días, con motivo del
cuarto aniversario del "30 de junio" y el "no-coup" una
serie de reportajes sobre las posiciones de los agentes intervinientes entonces
y sobre su actual perspectiva.
Hasta
el momento, los repasos de la evolución han tenido como objeto "Pro-democracy
political forces, the Salafi political movement, Coptic communities and the
Coptic Church and Al-Azhar"*. La pregunta que se hacen respecto a los grupos participantes es "What
did they want back then, and where are they today?"
Cuatro años son suficientes para tratar de comprender lo que
ocurrió entonces y tratar de entender lo que está ocurriendo. El desfase entre
lo que ocurre y su comprensión es un problema "histórico": la
traducción a un discurso coherente de los múltiples hechos que configuran el "acontecimiento histórico", del
que desconocemos en gran medida su elaboración y la gran cantidad de conexiones
que puede tener.
Esta vez le toca contestar al grupo de fuerzas pro-democráticas que apoyaron la destitución de Morsi. Las
preguntas permiten saber el grado de descontento o de aceptación de lo ocurrido después, es decir, saber si sus
expectativas se han cumplido. De todos los grupos preguntados, es este el que
más interés adquiere ya que sirve para confrontar la idea del régimen de que se
ha cumplido la "hoja de ruta hacia la democracia", tal como afirmó el
presidente al-Sisi con la elección de un parlamento.
Son los que tenían unas esperanzas e ilusiones los que deben
confrontar estas con lo que tienen delante. El primero al que preguntan, Mohamed
Abul Ghar, ya dio en cierta forma una respuesta cuando dijo retirarse de la
vida pública silenciando voluntariamente su propia voz discrepante. Aquí hemos
recogido en diversas ocasiones sus opiniones a través de múltiples artículos publicados
en diversos medios. Recogen en Mada Masr su opinión:
Mohamed Abul Ghar is a physician and founder of
the Egyptian Social Democratic Party, one of the earliest political entities
that turned the momentum of the January 25, 2011 revolution into a structured
political project. Abul Ghar describes June 30, 2013 as an “opportunity” in
which military leaders listened to the demands and vision of democratic forces.
But he also sees it as a wasted opportunity, because of a lack of planning and
organization within the June 30 movement.
Abul Ghar speaks specifically about the
National Salvation Front, which was formed in 2012 after Morsi issued a
constitutional declaration expanding his powers. “The problem with the front is
that it was a front of leaders. We did not have weight on the ground, and hence
were floating in thin air,” he says.
There was also a weakness in decision-making
processes, especially among those who became the faces of the front, like
Mohamed ElBaradei, the founder of the Dostour Party — also one of the political
entities that emerged after January 25, 2011.
Abul Ghar reproaches ElBaradei for his
reluctance to take organizational decisions that would have given the front a
more solid negotiating power with the military. For example, there was a moment
when Abul Ghar called on all party leaders to resign from their individual
parties and join forces under one umbrella in a single national organization,
using the Wafd Party in the early 20th century as his reference. ElBaradei,
however, showed a lack of enthusiasm for the idea, or may have feared it,
according to Abul Ghar.
Another problem he cites is a lack of political
alignment between the different groups that took part in the front. “There were
those who attended our meetings and then went to coordinate with the
Brotherhood before June 30,” he says.*
Creo que la evaluación de Mohamed Abul Ghar la asumen muchos
egipcios. Lo que comenzó intentando poner freno a los desmanes autoritarios de
Mohamed Morsi y la Hermandad Musulmana se torció por un doble déficit, la falta
de voluntad democrática de los militares y el protagonismo de los líderes
empeñados en ponerse al frente del movimiento.
Los que critican ahora el modelo de la "transición
española" deberían prender sobre lo
mal que se pueden hacer las cosas. El protagonismo es uno de los males de la
política egipcia. Son las personas las que se crean alrededor unos grupos que
les adulan y aspiran a que sus jefes prosperen para prosperar con ellos.
El término "Frente de Líderes" aplicado al frente
que surgió para resistir a la Hermandad es muy adecuado y explica en gran
medida muchos de los problemas de la política egipcia antes y ahora, la
dificultad del diálogo constructivo. Mucha gente sigue responsabilizando a
Mohamed El-Baradei (como hace Mohamed Abul Ghal) por su salida del gobierno
tras las matanzas policiales contra las sentadas.
La ventaja de militares e islamistas es que tienen una
organización detrás, un orden férreo. Frente a esta eficacia, el resto solo
opone sus disputas, rencillas y ambiciones, en la mayoría de los casos. La
prensa —muchos de cuyos editores juegan a la política— se encarga de destrozar
a cualquier opositor o persona que sea mínimamente crítico.
La falta de resultados de los partidos democráticos tras las
elecciones que dieron el 70% de los escaños a los miembros de la Hermandad y a
los salafistas ya fueron el primer resultado de esta falta de acuerdo. Lo
demás, vino rodado.
La gran fractura tras el 30 de junio se produjo
evidentemente con empleo de la fuerza. La violencia contra los asentamientos
islamistas se cobró cerca de mil muertos y creó una situación que se parece
bastante a lo que se quería evitar: un derramamiento de sangre en una guerra
civil.
Señalan en
Mada Masr:
But the turning point that showcased Egypt’s
new rulers’ lack of interest in the participation of pro-democracy groups in
the process became evident on July 24, 2013, when Sisi addressed the people in
a speech calling upon them to give the military a mandate to confront
Brotherhood violence. ElBaradei had just been appointed vice president for
foreign affairs and learned about this mandate via the speech just like
everyone else, says Harb. It was another alarm bell of political exclusion.*
Hasta el momento, se había intentado llevar por una senda
pacífica el proceso. Lo que el movimiento Tamarod —del que posteriormente
surgieron serias sospechas sobre su colaboración con los militares— pedía la salida
de Morsi y la convocatoria de elecciones anticipadas para que no hubiera vacío.
Eso fue lo que la gente firmó y manifestó. Pero la resistencia islamista fue
mayor, más violenta y más organizada de lo previsto. Quizá pensaron que la
presión internacional haría desistir a los militares. No fue así.
28 de junio 2013 |
Tras varias versiones sobre qué ocurrió, Mada Masr regresa a
Abul Ghar, quien señala:
Thinking about the lack of real opportunity for
pro-democracy groups, Abul Ghar says, “The Egyptian state has not welcomed
national organizations since 1952. The only organization the state negotiated
with was the Brotherhood. The democratic faction is difficult to negotiate with
because it is cultured and tends to embarrass the state.”*
La observación final se retrotrae al origen mismo del Estado
egipcio. En efecto, desde los orígenes mismos de la república están ya
presentes las relaciones entre la Hermandad y el estado que surgió de los
militares y del que se ha mantenido como propietarios. Los partidos creados
desde el poder han servido para crear el "estado" necesario tras el
Ejército.
No ha habido posibilidad de generar una sociedad organizada
que sea capaz de producir una democracia. Está el "otro lado", el que
está excluido, por un lado; y después, por otro, una resistencia democrática que se diluye entre protagonismos y
rivalidades. Lo demás, como en la época de Hosni Mubarak es solo una apariencia
destinada a satisfacer los contactos exteriores sin crear recelos.
La pregunta final a los participantes es la única posible:
"And now what?". La respuesta no es sencilla. Algunos, como Sabbahi
ya anunciado su presentación a las próximas presidenciales. Otros ven hacer
esto como una legitimación del régimen. La disparidad está en la evaluación de
las posibilidades.
Hace tiempo que no se habla de las encuestas de popularidad
del presidente. Casi podría decirse simplemente que "no se habla",
dado el nivel de silencio que se va extendiendo. Como señalamos hace tiempo, el
crecimiento del silencio es la única alternativa que el régimen tiene ante el
deterioro de la situación política, económica y al fallo en la seguridad, que
era una de sus justificaciones del régimen.
El deterioro hace ver oportunidades allí donde antes solo
estaba la figura de al-Sisi como incombustible. Ya no hay sisimanía.
But Sisi’s recent ratification of the maritime
demarcation agreement with Saudi Arabia, by which Egypt has conceded the islands
of Tiran and Sanafir to the Kingdom with the blessing of Parliament despite
popular discontent and an opposing ruling by the Administrative Court, created
a new perspective on what the future might hold.
“We now have a president who could be put to
trial if he leaves power because of the case of Tiran and Sanafir, so I do not
think there is any doubt that his rule will continue for a second term,”
Moannis says.
Even so, he still sees the importance of
forming a new front for those in the democratic faction that can build and
rally around a political project to challenge the status quo.*
Es triste que las únicas puertas de salida sean por los
desastres que han salpicado el mandato del militar. La incapacidad de ofrecer
una alternativa democrática que permita salir a la sociedad egipcia del impase
en el que se encuentra es una de las bazas más importantes para el triunfo del
radicalismo o del autoritarismo.
La ingenuidad de pensar que la decisión de las islas ha sido
tomada sin respaldo militar hace ver las ilusiones sobre las que se funda la
política egipcia. Es más fácil esperar la caída del contrario que construir uno
mismo una opción posible de desafiar al poder. Cuentan más con los errores
ajenos que los aciertos propios. Muchos egipcios esperan algo más que grandes errores. Ya han tenido muchos.
El año pasado, la prensa recogía celebraciones del 30 de mayo, señalando que la Policía las había protegido. Este año apenas ha habido celebraciones. Quizá no hay tantas ganas de celebrarlo o el temor a que no se pueda controlar.
junio 2016 |
* "The
pro-democracy movement and June 30: Then and now" Mada Masr 1/07/2017
https://www.madamasr.com/en/2017/07/01/feature/politics/the-pro-democracy-movement-and-june-30-then-and-now/
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