Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Es
complicado loar a la revolución del 25 de enero de 2011 mientras se encarcela a
sus partidarios; es complicado hablar de los muertos de entonces cuando en el
aniversario del año pasado se mató a sangre fría a quien llevaba una corona de
flores en su memoria. Es muy complicado hablar de la democracia cuando tienes
las cárceles llenas, más llenas que bajo el régimen que la revolución trató de
derribar.
Sin
embargo, el presidente Abdel Fattah El-Sisi, el militar que se hizo con el
poder y al que dieron su apoyo inicial muchas de las fuerzas moderadas del
país, lo hace. Pero es complicado hacerlo cuando se te han ido todos aquellos
que creyeron inicialmente que no volvería a haber un militar al frente de
Egipto porque les prometió que no tenían él ni la institución militar ningún
interés en acceder al poder. Pero Egipto es el país de la contradicción
permanente, del decir y el hacer distintos, cada uno por su camino. Eso se
simboliza —Egipto es un país de símbolos— en que el 25 de enero se celebra el
aniversario de la revolución y simultáneamente el Día de la Policía, la misma
que la reprimió y en la que nada ha cambiado. Bueno, sí, algo ha cambiado:
antes los egipcios no se sentían en la obligación patriótica de amarla. Ahora sí.
El
discurso del presidente El-Sisi que los medios reproducen contiene esa
contradicción permanente con la misma naturalidad de siempre. Es el "orden
de los discursos" foucaultiano. Los discursos constituyen la superficie de
la realidad dando lugar a la Historia, que no es lo que ocurrió, sino lo que
se cuenta en un régimen del decir lleno de retórica que dibuja la nueva
realidad que emerge de ellos.
Dice el
presidente El-Sisi en palabras en el estatal Ahram Online:
"The people who revolted for their freedom
and dignity [on 25 January] corrected the path and vision on 30 June
[2013]," El-Sisi said.
Although he didn’t mention the now-banned
Muslim Brotherhood directly, the president criticised the group’s rule of the country,
saying that since they were ousted from power, “Egypt has turned from a country
that belongs to one group to a country for all.”
"The fair and objective assessment of what
Egypt has accomplished in less than two years is that it turned from having an
authority that was hostile to the people and the rest of state’s facilities, to
an authority that now respects people's choices and aspirations," El-Sisi
said.
He addressed the youth, describing them as the
main element for the development of the country.
"If the Egyptian people are the weapon of
the country to face challenges, you [the youth] are its ammunition,"
El-Sisi stated.*
Habrá seguidores fieles que se emocionen con estas palabras,
pero para aquellos que mantengan un mínimo de sentido de la realidad habrán
sido sorprendidos por ellas. Se sigue usando eufemísticamente el verbo
"corregir" para llamar al golpe de estado que derrocó a Morsi y a los
islamistas. Hay que insistir en que lo que la gente reclamó entonces fue la
dimisión de Morsi y la convocatoria de elecciones. Lo que se le dio, en cambio,
fue la creación de una fisura histórica y una situación de violencia constante,
tanto por parte de los islamistas como por el Estado, que se consideró legitimado para ejercer una brutal
represión. A diferencia de la violencia mantenida
durante el régimen de Hosni Mubarak, la ejercida por el régimen de El-Sisi
busca la legitimación pervirtiendo el principio mismo de una democracia
posible.
La metáfora elegida, la del arma, es terriblemente
reveladora de la mentalidad que hay tras ella: la violencia. ¿Es el pueblo
egipcio un "arma", son los jóvenes la "munición"? ¿Contra quién? Y, sobre todo, ¿quién sostiene
el arma, quién apunta y quién aprieta el gatillo? Pocas veces es una metáfora
tan reveladora de una mentalidad existente.
La campaña de propaganda oficial trata de cantar los
logros de un régimen que tiene muy poco argumentos a su favor. Por eso es
necesario recurrir a mostrar el desastre de los países que rodean a Egipto,
presentarlos como destruidos por la falta de unidad, las luchas civiles, el
terrorismo, etc. Así se valora la "mano firme" que gobierna el país y
por la que todos los egipcios deberían dar las gracias ya que se trata de un
enviado, como sancionan las instituciones religiosas al servicio del Estado y
que consiguen su cuota de poder social.
El régimen de El-Sisi no es una democracia y así lo consideran
todos las instituciones internacionales que un informe tras otro condenan las
prácticas realizadas, las detenciones, desapariciones, retenciones sin juicio,
censura creciente, ataques a la prensa, la violencia desmedida, leyes represivas, etc.
Daily News Egypt titula "Public figures demand release of
activists arrested ahead of 5th anniversary of 25 January Revolution". En
el artículo se recogen las peticiones de intelectuales, nada sospechosos de
islamismo, que confirman la triste realidad, el régimen no ha profundizado en
la democracia, como el presidente sostiene, sino que ha creado un simulacro
paródico. Nos cuenta el diario:
Twenty Seven public figures signed on Saturday
a statement that demanded the state to release activists arrested within the
last two weeks on accusations of planning mass protests and to cease the
stringent security measures the state has implemented ahead of the anniversary of
the 25 January Revolution.
Notable signees to the statement include TV
anchor Bassem Youssef, lawyer Khaled El-Balashy, politicians Alaa Al-Aswany and
Osama Ghazly Harb, and National Council for Human Rights member George Ishak.
The statement came two days before the fifth anniversary of the revolution.
The joint statement condemned the state’s
actions as inducing a state of fear and panic and emphasised the public’s
political right to protest, as guaranteed by the Egyptian Constitution. It
further contended that the arrests will not deter people from expressing their
political will; to the contrary, the state’s efforts to stifle political agency
will only further abet dissatisfaction.
The public figures noted an upwelling of
revolutionary nostalgia as dozens of people expressed their pride in
participating in the revolution on social media pages.**
Lo doloroso para el régimen de El-Sisi es que los firmantes
fueron personas que apoyaron la salida de los islamistas del poder. Por mucha
campaña de desprestigio que los periódicos pro régimen quieran lanzar contra
ellos, todo sonará absurdo. El manifiesto de los intelectuales desmorona el
"Egipto idílico" que El-Sisi pretende inventar a través de sus
discursos desconectados de la realidad, más bien su negativo fotográfico.
Los discursos de El-Sisi tienen la virtud de mostrar lo contrario de lo que ocurre, por lo que
funcionan como indicadores de las acciones y de las carencias. Su discurso
sobre la necesidad de reformas religiosas se traduce en el aumento de los
detenidos por "difamar la religión islámica"; sus discursos sobre el
positivo estado económico del país indican la inflación galopante, la
depreciación de la libra, el aumento del desempleo, la caída del tráfico en el
canal, etc. El canto a la democracia egipcia es la confirmación de la dictadura
existente; el canto a la libertad, el indicador de la represión; los cantos a
la revolución con la ocupación militar del perímetro de Tahrir para evitar que
se produzca la manifestación de los que quieren recordarla.
La obsesión porque no se lleven adelante celebraciones de la
revolución que no puedan ser camufladas como actos islamistas, como ocurrió el año anterior con la muerte, de un
disparo a bocajarro, de la activista socialista Shaimaa al-Sabbagh, ha llevado
a actuaciones tan absurdas como las de la Universidad de Al-Azhar declarando
contra el islam la celebración de la revolución, algo que deja a la institución
en evidencia.
Los titulares de Ahram
Online dejan otra huella: la petición de los salafistas de Al-Nour de que
no se manifieste nadie. Los salafistas son los restos testimoniales del
islamismo posible que el régimen mantiene vivos para asegurarse interlocutores
en las bases del islamismo. No les ha servido de mucho, como se ha podido
apreciar en las elecciones; el electorado islamista no vota a
"traidores", dentro de las peculiares interpretaciones que todos
hacen unos de otros.
The ultra-conservative Nour Party urged
Egyptians on Sunday not to heed the calls of protests on Monday, which marks
the fifth anniversary of the 25 January uprising that toppled long-time
autocrat president Hosni Mubarak.
No established political groups or movements
have endorsed calls for protests on 25 January.
However, police, aided by army personnel, have
upped security in Cairo and nationwide in anticipation of possible protests.
"Protests, at a time like this, will be
used to cause havoc in the country, and will cause clashes leading to
bloodshed, deaths and injuries," the party's statement read.
Such protests, according to Nour Party, will
cause societal division and more damage and destruction.
Nour is the only Islamist party that supported
the 30 June 2013 protests and the ouster of the Muslim Brotherhood president
Mohamed Morsi.***
Son las paradojas de Egipto. Los que han quedado dentro del
sistema no van a reconocer que existe fuera otra realidad diferente a la que
ellos cuentan. Fuera están esas indefinidas fuerzas del mal, capaces de derruir
el orden, la undécima plaga.
El peligro de manifestarse ha hecho que cada medio elija una
forma de conmemorar el aniversario de la revolución. Los medios lo han hecho de
forma escalonada en estos días. La gente lo ha hecho a través de la iniciativa
de la que dimos cuenta aquí: recordar con fotografías e historias en las redes
sociales lo que parecía que no había tenido lugar. Muchos periódicos dieron
cuenta de ello reproduciendo los tuits y las entradas de Facebook. Han sido
testimonios que quieren reescribir la Historia al margen de la escritura
oficial.
El activista largo tiempo encarcelado Alaa Abd El Fattah
publicó ayer en Mada Masr una interesante visión de lo ocurrido estos cinco
años y de lo que llama la "batalla de la narrativa" de la revolución,
que es lo que hemos estado señalando:
After the fall of Mubarak, the battle over
narrative grew in importance. The state was forced to compromise with the
revolution while trying to contain it by appropriating its story. We
articulated why we continued to protest and indeed why we ever protested at
all. Are the kids who threw stones at the police revolutionaries or saboteurs?
Should the prisoners who died in prison riots be counted among the martyrs of
the revolution or not? What’s the role of the military in the Mubarak regime?
Should education continue to be free in public universities? Do we need a new
constitution? If so, who should write it? And so on. I wrote and wrote and
wrote, mostly in Arabic, mostly on social media but sometimes for a national
daily. I was mostly talking to fellow revolutionaries and my voice became
increasingly cautionary: how fragile the revolutionary moment was and how
precarious our situation was were my main themes. And yet I couldn’t shake off
the sheer sense of hope and possibility — despite setbacks, our dreams
continued to soar.****
El primer intento de escritura de esa narrativa de la
revolución fue el preámbulo de la Constitución de los islamistas. El canto
glorioso que se entonaba allí en nombre de la revolución, ya lo escribimos
entonces, era su sentencia de muerte. Militares e islamistas han estado en
contra de la revolución del 25 de enero por razones distintas pero
confluyentes. Para los militares era abandonar el poder; para los islamistas,
el triunfo del laicismo, de los derechos humanos que representan la libertad de
conciencia. La revolución quería convivencia y tolerancia, un Egipto para
todos, sin sectarismos.
Las preguntas que se hace Alaa Abd El Fattah son las que dan
respuestas al etiquetado de la realidad, que se nos presenta como hechos y a
los que asignamos sentidos para construir esa narrativa cuya última versión es
la distorsionada del régimen de El-Sisi. Su escrito o el manifiesto de los
intelectuales reclamando la liberación de los detenidos son escrituras
paralelas a la oficial, que pretende ser la única e imponer su voluntad de verdad. Para ello la
refuerzan Al-Azhar a los salafistas con sus apoyos y reconocimientos.
El escrito de Alaa Abd El Fattah después del repaso de cómo
se han ido tergiversando, año tras años, los recuerdos de la revolución y del
espíritu que la animó, concluye:
But one thing I do remember, one thing I know,
is that the sense of possibility was real. It may have been naive to believe
our dream could come true, but it was not foolish to believe that another world
was possible. It really was. Or at least that’s how I remember it.****
La fuerza necesaria para mantener la memoria no es poca. Contra
ella actúa un pasado constantemente reescrito. Es necesaria una gran fuerza
para no sucumbir a la presión constante de una reescritura triunfal que trata
de encubrir una realidad defectuosa. Los objetivos de la revolución, conseguir
una democracia moderna, no se consiguieron. La narrativa oficial afirma, por el
contrario, que el régimen actual es el heredero de aquellos momentos, de
aquellas ilusiones. Pero es falso; es solo un intento burdo de falsificar la
historia. Las palabras de El-Sisi, que en estos momentos "gobierna el
pueblo egipcio", son tan ciertas
ahora como lo eran en la época de Hosni Mubarak. Los hechos, cada día, dicen lo
contrario.
Los que han denostado estos días en el parlamento la memoria
de la revolución calificándola de conspiración norteamericana contra Egipto,
aún en su falsedad, son más sinceros que lo es aquellos que dicen hablar en su
nombre.
Alaa Abd El Fattah la ha llamado "sueño" y quizá
lo fue, pero sueño de esperanza en un mejor Egipto. Hoy no es eso lo que se
percibe, por más que muchos lo quieran creer. La revolución sigue viva como sueño, luchando porque no la tergiversen
los que se encargaron de que se perdiera.
Los festejos quedan para los que quiere hacer ver que se ha
cumplido aquel sueño. Pero en su interior, muchos egipcios siguen pensando que
esta realidad se parece demasiado a la que había antes de la revolución.
*
"Egypt's President Sisi praises 25 January revolution ahead of 5th
anniversary" Ahram Online 24/01/2016
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/185795/Egypt/Politics-/Egypts-President-Sisi-praises--January-revolution-.aspx
**
"Public figures demand release of activists arrested ahead of 5th
anniversary of 25 January Revolution" Daily News Egypt 24/01/2016
http://www.dailynewsegypt.com/2016/01/24/public-figures-demand-release-of-activists-arrested-ahead-of-5th-anniversary-of-25-january-revolution/
***
"Salafist Nour Party urges Egyptians not to protest on revolution
anniversary" Ahram Online 24/01/2016
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/185814/Egypt/Politics-/Salafist-Nour-Party-urges-Egyptians-not-to-protest.aspx
****
"Jan 25, 5 years on: The only words I can write are about losing my
words" Mada Masr 24/01/2016
http://www.madamasr.com/opinion/politics/jan-25-5-years-only-words-i-can-write-are-about-losing-my-words
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