Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
conflicto entre el gobierno egipcio y la prensa, al menos, parte de ella sigue
abierto y creciendo en intensidad y claridad. Esto último es importante
resaltarlo porque muchas veces este tipo de conflicto se manifiesta de formas
indirectas o veladas. Ahora, en cambio, aunque se recurra a metáforas, los
mensajes son directos por parte de una prensa que se ve cada día más maniatada
en sus posibilidades de crítica y opinión. El famoso pacto de no criticar al
gobierno, la Policía, el Ejército o los jueces tenía que acabar de mala manera,
pues lo que se pedía era que la Prensa dejara de serlo.
El
diario Egypt Independent (Al Masry Al Youm) después de una serie de conflictos
en los últimos días, publica un duro artículo dirigido directamente al poder.
Lo firma un periodista reconocido, editor de diversas publicaciones, Anwar
al-Hawary, y tiene el título "The priests and the pharaoh". En él se
deja clara la postura y función de la prensa y se advierte al poder de las
consecuencias de este enfrentamiento. La forma elegida por al-Hawary, como ya
han hecho otros en ocasiones anteriores, es dirigirse directamente a la cabeza
del poder con una medida retórica:
Believe me when I tell you deep from my heart
that I will not be able to pretend to be a priest, nor will you be able to
pretend to be a pharaoh. For people can read us. They will immediately know
what we are trying to hide.
On behalf of myself and all the priests, from
the highest to the smallest editor, I say to you, unfortunately, that the time
of the priests has ended. We no longer have that extraordinary ability to
mislead people, play with their minds, bedazzle them or adorn the ruler for
them to worship.
People have destroyed the halo around the
ruler. They have broken the fear barrier. They have proved to be no longer
dependent on priests and rulers.
It is the herald of a new history. And we
priests must recognize the new reality and know our limits because we live
among the people and we cannot but wish to win their acceptance and avoid their
anger. For they are the supreme sovereignty and the supreme legitimacy.
The current tension between the media and the
regime is not good for us or for you simply because we cannot criticize you as
long as you work within the framework of the Constitution, respond to demands
in the street, enjoy popularity, meet your promises and achieve your tasks.
It is only the people, not the priests of the
media, that can bring you to account because it was they who brought you to
power in the first place.*
El tiempo de los sacerdotes ha terminado. Es el tiempo del
pueblo. En otras circunstancias, comenzar explicando que el poder reside en el
pueblo podría parecer una obviedad, un gesto retórico presuntuoso. El hecho de
recordárselo al presidente, sin embargo, no lo parece a la luz de las
circunstancias actuales en las que los recortes de derechos y libertades sigue
avanzando. La situación egipcia, con el camino escogido por el poder, no puede
avanzar en una buena senda, sino hacia una creciente represión de unos y
desmoralización de otros. Por eso el comienzo tiene su sentido retórico y
político. La función de la clase sacerdotal ya no es mantener al faraón en su
sitio, sino decirle al faraón las necesidades y aspiraciones del pueblo, el
nuevo soberano.
El camino tomado desde el 30 de junio es incierto para unos
y demasiado claro para otros. Pese a las declaraciones del presidente Al-Sisi
sobre "estar en el buen camino", lo cierto es que no es eso lo que se
percibe mirando en ninguna dirección. La justificación en la seguridad parece
llevar el mismo camino que tomó la ley de excepción del recuperado Hosni
Mubarak, durar treinta años y acabar con las gentes en las calles pidiendo
rabiosamente el fin de una era.
La segunda parte del artículo se centra en los aspectos
concretos del conflicto con el periódico:
It is not good for us or for you to summon the
chairman of a private newspaper for investigation into freedom of publication
issues related to the Interior Ministry. And when the chairman refuses to pay
bail, he is kept overnight in custody with criminal detainees to give him a
lesson. Then he is released, but not before patronizing him to be a friend of
the state and a patriot.
It is not good for us and for you to confiscate
50,000 copies of another private newspaper for something it has published. And
even if that newspaper made a mistake, it was part of its diligence and no
more.
In fact, what those newspapers published was
for your own good because they pointed to daunting challenges that you and us
face together. Those papers have been and will remain with you all the way. It
was not they who have changed. It was the mood of the street that was with you,
then began to fade out of suspicion and distrust.*
La calle ha cambiado. Ese parece ser el principal mensaje.
Ya no se vive el mismo ardor que antes. La euforia por la salida de los
Hermanos Musulmanes y Morsi del poder se está pasando y se empieza a ver la
realidad complicada. Los periódicos se limitan a constatar este cambio de
opinión y actitud.
La continuidad impune de las fuerzas de seguridad tras la
era de Mubarak ha colmado la paciencia de muchos. El intento de unir las dos "revoluciones",
la del "25 de enero" y el "no-golpe" del 30 de junio es
cada vez más difícil. La retórica gubernamental intenta mantenerlos unidos para
así conseguir un margen de actuación y legitimidad. Pero lo cierto es que una
cosa es pedir la salida de un gobierno que recortaba las libertades y otra hacer
lo mismo en nombre del mismo pueblo que lo reclama. Egipto salió a la calle
multitudinariamente a pedir a manifestar su protesta por la promesa incumplida
d de gobernar para todos, que fue lo dicho por Morsi. Salió a reclamar nuevas elecciones.
Su negativa a hacerlo permitió el regreso de los militares. ¿Pecó el pueblo
egipcio de inocente al pensar que lo que traerían los militares sería más
libertad? Probablemente sí. Y tendrá que pagarlo durante mucho tiempo. La
"sisimanía", por decirlo así, tendrá sus consecuencias en la medida
en que se vuelve a caer en el error repetido de trasladar el poder de forma
emocional a una persona o institución en vez de asumir su responsabilidad como
sociedad.
La excusa repetida una y otra vez por al-Sisi es que
"evito una guerra civil" con su intervención. La Historia no se
escribe con posibilidades, sino con hechos. Y los hechos son los que están
sobre la mesa desde entonces. La lucha contra los islamistas se ha extendido
contra todos aquellos que discrepan. Las cárceles están llenas de activistas de
derechos que no quisieron aceptar la absorción del poder por los militares. Sí,
el tiempo de los predicadores ha terminado, pero puede que muchos no se hayan enterado.
Mada Masr recoge como un gran acontecimiento un hecho que
puede parecer ridículo visto desde fuera: el desliz cometido por el diario
Al-Ahram al calificar la "revolución del 30 de junio" como un "golpe
de estado". Con ello se rompe un tabú institucional y psicológico. Señalan
en Mada Masr:
The state's flagship newspaper Al-Ahram has
once again found itself in dire straits, forced to apologize for describing the
General Prosecution as the “coup’s prosecution” in a report published Monday.
The report in the newspaper’s print edition,
titled “From Khanzendar to Khafaga … The Muslim Brotherhood continue to target
justice,” describes an alleged failed attempt to assassinate Judge Moataz
Khafaga earlier this week and compares it with the assassination of Judge Ahmed
al-Khazindar in 1948.
The report’s last paragraph mentions that the
Giza Criminal Court, which is headed by Khafaga, is trying 21 members of the
Ultras White Knights, and that “the coup’s prosecution claims they attempted
the murder of the head of the Zamalek club as well as vandalizing public
property inside the club.”
The gaffe prompted an avalanche of sarcastic
reactions on social media, some suspecting that the newspaper merely copied
that paragraph from a pro-Brotherhood website and neglected to correct it.
Others accused the Muslim Brotherhood of
infiltrating the 140-year-old institution.
The “coup’s prosecution” is a term typically
used by the Brotherhood in their statements and news, in line with the ongoing
media war over whether June 30 was a people’s revolution or a military coup.**
Las discusiones sobre este asunto pueden parecer absurdas,
pero son eternas como otras tantas cosas en Egipto. Se informa a continuación
de las disculpas publicadas por el medio ante ese desliz que ha llevado a hacer
dudar de si la redacción ha sido infiltrada por los Hermanos Musulmanes. Al
menos esta vez —por el momento— no se ha considerado que fuera una conspiración
de Occidente. Aunque sea una anécdota, refleja perfectamente el clima de
tensión constante en el que se vive en Egipto y, en especial, la vigilancia
continua sobre la prensa.
El artículo de Anwar al-Hawary finaliza reafirmando el
compromiso de la prensa con la calle, con las gentes:
It is the duty of the press to reflect the
rhythm of the street. If we only catch the rhythm of the ruler, we will only
sell one copy, which is the free copy that goes to the presidential palace,
unless the budget of the presidency can afford to buy the million copies that
the papers print.
Perhaps the Supply Minister, who takes a
picture with each and every loaf of bread that is produced to the extent that
we are no longer able to distinguish between his face and the face of the loaf,
can then forcibly distribute the copies to the citizens on their ration cards.
In the last 5,000 years of tyranny, we priests
have decorated rulers for people to worship, sometimes relying on the ignorance
of people, other times on the power of the rulers. But those times are gone.
Now, you cannot protect us from the wrath of the people.*
La ironía de que si se escribe para el gobierno, con tirar
un ejemplar para su presidente es suficiente, es una forma aguda de decir
claramente que ellos van a estar con lo que la gente desee. El pacto forzado
para dejar las manos libres al gobierno no podía llevar más que al hundimiento
de ambos. La creencia en que se puede pactar hacer desaparecer las críticas es
solo una idea de alguien que se creyó realmente la "sisimanía", es
decir, que el aura no se desgasta, que la gente lo permitirá siempre todo y que
lo hará durante más tiempo si sabe menos. ¡Gran error! Es una gran ingenuidad
heredada de los tiempos en los que era posible aislar y controlar la
información. Por eso los tiempos de los predicadores y los faraones han muerto.
Son los tiempos de los pueblos.
Las últimas palabras de al-Hawary son muy directas a la
presidencia:
Hear my words. The people are my master and
yours. They can bring me and you to account.
And I hope that God forgives us all on
doomsday.*
La retórica escogida por el periodista elude la acusación
directa y se incluye en la responsabilidad de lo que ocurra ante las futuras
exigencias del pueblo. Ese "nosotros", que incluye al faraón y los
sacerdotes, debe rendir cuentas ante el pueblo que es el "amo".
No sé cuál será la lectura que el poder haga desde su
distanciamiento. Es más fácil secuestrar ediciones de periódicos o tener una
noche en comisaría a un editor que controlar la brutalidad policial o las
injusticias judiciales.
Por lo pronto, ayer mismo Ahram Online nos traía la noticia
de otra suspensión de un programa televisivo: "Egyptian presenter Reem
Maged's new TV show suspended". Se hace eco de la desaparición del programa
tras su segunda entrega. Maged es una periodista que jugó un papel clave en los
medios durante la revolución del 25 de enero, retransmitiendo las historias que
se daban en la plaza. Posteriormente tuvo un papel destacado en la denuncia del
papel de la Junta Militar (la SCAF) que se hizo con el poder en la transición.
Maged pasó al silencio después de 2013, solo roto por sus actos de solidaridad
con presos políticos. Señalan
en Ahram Online:
Her new programme, however, focuses on female
issues in Egypt and presents inspiring examples of women. It started airing on
both ONTV and Deutsche Well’s Arabic channel on 2 May.
Reports in local media suggest that there has
been pressure from the authorities to ban Maged from appearing on Egyptian
channels.
"What makes it painful to me is that I
willingly haven't been working for two years for reasons I have stated before.
During these two years I insisted not to work for a non-Egyptian channel…for
emotional rather than professional reasons," she said.
"I found out I was deprived from working
in an Egyptian broadcaster."***
Una vez más, se calla otra voz. Puede que las múltiples
advertencias que se les están haciendo al faraón no sirvan de mucho. Entonces,
como señala al-Hawary, que Dios nos perdone el día del Juicio Final.
* "The
priests and the pharaoh" Egypt Independent 12/05/2015
http://www.egyptindependent.com//opinion/priests-and-pharaoh
** "Al-Ahram
apologizes for ‘coup’ blunder" Mada Masr 15/05/2015
http://www.madamasr.com/news/al-ahram-apologizes-%E2%80%98coup%E2%80%99-blunder
***
"Egyptian presenter Reem Maged's new TV show suspended" Ahram Online
15/05/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/130340/Egypt/Politics-/Egyptian-presenter-Reem-Mageds-new-TV-show-suspend.aspx
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