Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Solo a
un régimen como el egipcio actual se le ocurriría celebrar una conferencia
sobre "Teatro y censura". Puede que no se les haya ocurrido a ellos,
claro, pero están tan pagados de sí mismos que han pensado que lo sustancial era
la censura. Es decir, como si los presos de una cárcel se amotinaran para pedir
que les aumentaran las penas. Es una muestra más de la pericia política
demostrada por un régimen que cada día está más alejado de la realidad y en el
que algunos van despertando para asistir al esperpento.
Ahram
Online nos contaba el evento:
The opening ceremony, held at Hanager Arts
Centre in the grounds of the Cairo Opera House, was attended by many notable
Egyptian artists, academics and intellectuals, in addition to an array of Arab
and international participants from three continents.
The organisers screened a short film they had
produced which documented Egypt’s journey with official censorship, starting
with a decree by Khedive Tawfik in 1881 as part of his attempt to control
political criticism.
Although the film clearly states that
censorship was connected from the start to the political control of expression,
later presentations seemed to ignore this connection, reducing censorship to
issues of morality and freedom of the body.
Minister of Culture Abdel Wahed El-Nabawy in
his welcoming speech argued that censorship was "helpful to Egyptian
theatre as it encouraged artists to create a wide range of theatre forms."*
Las palabras del ministro de Cultura —el mismo ministro que
recomendó que pusieran a subir escaleras a una funcionaria con sobrepeso cuando
intento interesarse por su petición de aumento de suelto— debieron resonar por
la sala, como diría Stendhal, como un pistoletazo en un concierto.
El hecho de que un ministro salga con la mayor naturalidad
del mundo a defender los valores de la censura ante los artistas demuestra que
el sentido de la realidad —espacio y tiempo— se ha perdido. Frente a las
reivindicaciones de libertad que presidieron las manifestaciones de la
revolución del 25 de enero de 2011, la mal llamada "revolución del 30 de
junio" no ha traído más que un retroceso en las pocas libertades que los
egipcios han podido disfrutar de forma peligrosa y centelleante, un visto y no
visto.
Salido del Al-Azhar, el ministro de Cultura tiene la visión
retrógrada de la cultura que era de esperar en alguien que considera que las
personas deben ser llevadas toda su vida por los "guías espirituales"
que han de vigilar por su salud espiritual. La otra es menos importante y de
otros ministerios. Poner al frente del Ministerio de Cultura a alguien que
reivindica la censura como forma creativa es un despropósito tan grande como
poner a un ministro de Justicia que creo que los pobres no deben llegar a
jueces. Egipto ha cumplido con ambos. A uno le cesaron (para poner a otro que
cree que solo deben llegar a jueces los hijos de los jueces) a este parece que
le queda larga vida para ir pontificando de congreso en congreso sobre las
bondades de la censura.
Es importante resaltar que el gobierno egipcio no trae a sus
ministros de otros planetas, sino que salen de la misma sociedad contradictoria
que reflejan sus dirigentes. De ahí que consideren que pueden hacer este tipo
de manifestaciones en público y ante parte de los afectados. Digo "parte"
porque algunos de los presentes se debaten entre el amor al poder y las
subvenciones que supone pertenecer al nuevo régimen, por un lado, y la
independencia creativa para poder criticarlo debidamente, por otro. De ahí que
sucediera lo que nos cuentan asombrados desde Ahram Online:
The first session, titled “The Role of
Censorship between Past and Future,” was an explosive one, and it was followed
by a heated discussion between supporters of official governmental censorship
and opponents of all forms of censorship.
Egyptian researcher Wissam Nabih Nasr
summarised her paper on the topic, while Egyptian director Gamal Yaqout spoke
about “Censorship and Value Reference in Modern and Contemporary Theatre.” They
were followed by Abdel Sattar Fathy, head of the Censorship Institute in Egypt
who spoke about the role of censorship historically. Finally a Sudanese
actor/director presented a paper on “The Prospects of International Cooperation
and Global Content of Censorship, and Mechanisms of Optimal Use of Public
Censorship Terms.”
It is understandable that the head of the
censorship authority would defend the role of his institution, but it was
shocking to hear the contradictory statements by artists who claimed to oppose
the notion of censorship, yet find some form of it “necessary” in the current
situation. And the attendees responded with enthusiasm.
Yaqout seemed to express two contradictory
ideas. He said he is against censorship, yet feels that "as a society we
need censorship at this transitional phase," giving examples from choices
he made in his plays to avoid presenting explicit scenes on stage. He reduced
the issue of censorship to protecting the audience from “unnecessarily explicit
sexuality.”*
Partiendo de que el título de la sesión da por descontando que
la censura tendrá un papel en el futuro, es difícil no imaginarse lo que allí
pudo ocurrir, lo que se escuchó y lo que no se escuchó. Como bien dice el
periodista, es comprensible que los censores defiendan la censura, pero que lo
hagan los "artistas" nos deja en ese "shocking", por no
decir otra cosa.
Egipto sigue viviendo en la confusión profunda de creer que
es un régimen de espíritu democrático cuando no es más que un régimen
autoritario vergonzante, es decir, no puede asimilar que su golpe de estado le
lleva a una dictadura cada vez más intensa para tratar de evitar que la verdad,
"su" verdad, salga a la luz. En términos freudianos, Egipto reprime
sus vergüenzas haciéndolas aceptables mediante formas de sublimación retórica.
Son mecanismos de racionalización para poder hacer "aceptable" sus
propias acciones y que la represión haya llegado a extremos no vistos
anteriormente, creando una espiral de violencia que sirve para justificar sus
acciones.
La conferencia sobre la censura y el teatro es una
escenificación más de la "teatralidad" del régimen egipcio. El
paternalismo que rezuman todos los ministros y autoridades es superior al del
"padre Mubarak" dirigiéndose a sus "hijos e hijas" en su
última alocución antes de que sus compañeros de armas le pidieran que se tomara
un descanso a cuenta del Estado. Pero esta apelación a la infancia tiene un
elemento literal: se usa a los niños como excusa para la censura. Esto es algo
más que una desvergüenza viniendo de un estado que permite la existencia de
cientos de miles de niños en la calle sometidos a todo tipo de abusos y en
pobreza extrema, denunciado por múltiples organizaciones nacionales e internacionales. ¡No usen a los niños como excusa! Que se hable de la censura como de una forma de protección de
la "infancia" es cuanto menos un escándalo por la hipocresía que
supone. A menos que se consideren "niños" a todo el pueblo egipcio,
que es lo que supone el control político y religioso de las artes, el argumento
se cae.
En la reunión los censores y amigos de la censura egipcios
tuvieron que soportar algunas lecciones, entre ellas la de los artistas
tunecino, los que supieron sacar adelante su "primavera" y traducirla
en mejores resultados, defendiéndola con la fuerza democrática cuando la vieron
en peligro por los islamistas.
The clear voice and vision of progressive
Tunisian artists seemed to suggest that when it comes to issues of freedom and
censorship, the answer is still “Tunisia!"
Lassaad Jamoussi, Tunisian artist and head of
Carthage Theatre Festival, said he supports all censorship for “works presented
for children” but vehemently rejected that the whole of society to be treated
like children by whoever is placed in the position of power.
Another passionate voice in support of freedom
of expression was Tunisian artist Meriam Bousselmi. She disagreed with Gamal
Yaqout’s argument that lumped up television, social media, and theatre into one
category. Asserting that the kind of theatre she believes in is of a completely
different rank, by definition it is out to effect change, and challenge the
status quo. She said that speakers mix up notions of self censorship and
responsibility.
In the other camp, some attendees thought
freedom and abolishing censorship would translate into “destroying society and
its moral code” and strongly defended the role of censorship in society, as
they believed it is much needed.*
Sí, la respuesta es "¡Túnez!". La respuesta es la
dada por Lassas Jamoussi: la sociedad no puede ser tratada como niños. El
problema egipcio es que una parte de su sociedad, una combinación de élites
aprovechadas y de ignorantes desaprovechados, quiere seguir manteniendo su
estatus promocionándose como "guardianes" de unas costumbres que,
hasta el momento, han consistido en reprimir a los demás imponiéndoles sus
propios criterios.
La destrucción de la "sociedad" y su "código
moral" es la que intenta proteger a la infancia y la deja arrastrase por
la calles, o no quiere desnudos pero acosa al 95% de sus mujeres. Es su código
moral lo que debe revisar porque no es moral sino penal. Es la forma de tratar
a los que disienten dejando libres a los que abusan de la corrupción, la
sexualidad o la violencia. Si ese es el código moral que hay que defender o la
sociedad que van a destruir la libertad de las artes, se debería pensar en ello
porque Egipto se convertirá no el paraíso de la virtud que ya creen algunos ser, sino en una gigantesca cárcel en
la que algunos jurarán vivir felices.
En los días que siguieron a la revolución, en marzo de 2011,
El mismo Ahram Online decía lo que hoy parece mucho más complicado decir, en un
artículo titulado "Egyptian Theatre in need of its own revolution":
Prior to the 25 January Revolution, Egyptian
theatre productions were totally isolated and distanced from the social and
political situation in the country. Theatre did not hear the social voices
calling for democracy. On the contrary, all social needs were silenced as a
result of direct censorship placed on the theatre by the Ministry of
Culture.
Limitations and rigid censorship was among the
many reasons that stopped the theatre from giving rein to free expression. Many
people considered the theatre as an important professional means of art, but
could not transfer their theatrical visions of today and tomorrow and were
unable to implement a large number of theatrical practices.
Censorship is one of the main reasons behind
the limitations of contemporary theatre in Egypt. On the one hand, governmental
censorship and on the other hand, religious censorship (such as that imposed by
Al Azhar) put a red line through many essential themes which needed to be
tackled in all artistic expressions, including theatre. These limitations were
obstructing topics extremely close to social needs, such as religion itself.
There was an obvious “secret deal” between the
government and religious influences, which was controlling the realisation of
many artistic and cultural productions. During the last decades, theatre was
presenting works in a very conservative manner, while many productions had
mainly entertaining angles and carried poor esthetical and artistic values,
whilst the contents of those presentations were negated.**
A poco más de un mes y medio del inicio de la revolución,
con las calles calientes todavía, se podía decir claramente lo que ahora no se
puede: que la cultura egipcia permanece en un estado de represión por la
alianza civil-religiosa que se apoya mutuamente para que la sociedad no pueda
evolucionar en su conjunto. El arte es crítico y pronto se vuelve contra los
hipócritas y tartufos, una especie abundante.
Entre estos dos artículos se encuentran los límites de los
sueños egipcios, los límites de lo que pueden representar en un escenario sin
riesgo de acabar mal. Sí, el teatro egipcio necesita de su revolución, como el
pueblo egipcio necesita recuperar la suya, al menos aquellos que siente le
deseo de expresarse libremente. Para los que son mera "cla", aplaudidores
vocacionales del poder, es suficiente con lo que tienen y lo disfrutan.
Todo es puro teatro, un teatro que hubiera encantado a los admiradores de Moliere.
* "Cairo conference on theatre and censorship kicks off with stormy debate" Ahram Online 26/05/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/5/35/131092/Arts--Culture/Stage--Street/Cairo-conference-on-theatre-and-censorship-kicks-o.aspx
** "Egyptian Theatre in need of its own revolution" Ahram Online 10/03/2011 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/5/35/7390/Arts--Culture/Stage--Street/Egyptian-Theatre-in-need-of-its-own-revolution.aspx
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