sábado, 2 de mayo de 2015

La felicidad y el olvido

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Puede que no sepamos muy bien qué es la felicidad, pero parece que podemos mediarla. Lo realmente importante es que hacen una lista con algo que llaman "felicidad" y tu país, sube o baja cada vez que se hace el informe.
Los que cuentan la felicidad de los países en este caso son las Naciones Unidas con el Informe Mundial sobre la Felicidad. Contra los que creen que la felicidad es del presente, pienso que esta no puede ser plena si no se tienen perspectivas de futuro, que es lo que produce angustia. Ser feliz por autosugestión no vale; es trampa.
Los que no necesitan sugestión alguna son los egipcios, que pese al fragor patriótico y tener un presidente que lo va a solucionar todo (de ahí la "sisimanía") han dado un bajón en las encuestas de las Naciones Unidas. Nos lo cuenta Egypt Independent:

Among the 158 nations surveyed in the report, Egypt had the greatest decline in happiness levels compared to previous years. It ranks 135th place in the years between 2012 and 2014.
This shows that the country's overall happiness ranked five places lower than in the UN’s same report between the years of 2010 and 2012, which placed Egypt 130th among the 156 nations polled in that period.
The report suggests that the recent political unrest sweeping the Middle East and North Africa has had a dramatic impact on citizens' emotional well-being, particularly in Egypt.
“In the countries of the Middle East and North Africa, every cohort saw substantial losses in life evaluations from 2007 to 2013. These declines were led by Egypt, which was seen to have been second only to Greece (-1.2 vs. -1.47) in terms of drops in life evaluations between 2005-07 to 2012-14.”  
Egypt’s substantial fall in happiness scores can be attributed to several factors, according to Amr al-Shobaky, expert at the Al- Ahram Center for Political and Strategic Studies and former member of parliament.*


Al-Shobaky no es experto en felicidad; es experto en política y por eso centra sus explicaciones en las frustraciones políticas de sus conciudadanos, que son muchas, desde luego. Toda la zona ha quedado impactada por las frustraciones provocadas por los conflictos actuales. Pero creo que es diferente la falta de felicidad por los conflictos a la falta de felicidad por las frustraciones ante los conflictos. Son los conflictos se pueden afrontar con muchas actitudes, pero la conciencia de haber dejado pasar una oportunidad histórica es más dolorosa. Y creo que eso es parte de ese descenso en la percepción de la felicidad: el sentimiento de que se ha escapado la solución a un problema.
Ayer contábamos cómo los egipcios se están apuntando a un país ficticio llamado "Liberland", creado por un joven checo. De las cincuenta mil solicitudes de inmigración virtual recibidas, veinte mil son de egipcios, el 40%. Cuando leyó el titular, una amiga egipcia comentó: "¡Todo el mundo quiere ir allí!".
El hecho de que vayan quedan poco espacios para la felicidad es decisivo, porque la angustia va produciendo un desgaste importante y crea una espiral pesimista. Por decirlo así, la angustia se retroalimenta: aumenta porque todo se percibe desde ella. La oscuridad trae oscuridad.


La gran explosión de la Revolución del 25 de enero de 2011 supuso la ruptura del estancamiento en que se vivía bajo el mandato de Hosni Mubarak desde hacía treinta años. Mubarak era el tiempo detenido, el eterno presente, una momia más. El estallido contagioso de la Primavera árabe sacó a mucha gente a la calle, gente que sabía que no había futuro sino un presente cada vez más deteriorado al que muchos se habían acostumbrado y del que se desahogaban mediante chistes y alguna pequeña manifestación. El que se aburría o quería hacerse un futuro al margen del régimen se iba fuera a buscarse la vida y regresaba de vez en cuando para constatar que nada había cambiado. Seguían vigentes los mismos chistes sobre Mubarak.
Pero el levantamiento de 2011 ha creado un sentimiento de frustración muy grande porque ha mostrado los límites de la sociedad y, sobre todo, del individuo en ella. Los diferentes destinos de las revueltas en los países árabes ha dejado a Egipto en una posición históricamente extraña: no ha salido adelante una democracia y no ha llegado a producirse una guerra civil absoluta, aunque sí un violento enfrentamiento y aumento de la represión. Les ha dejado en un estado de intransigencia e irritación, de angustia y pesimismo.

Por encima de la propaganda y discursos oficiales, los egipcios saben que la revolución, el momento en el que ellos pensaban que su destino estaba en sus manos, fue una  ocasión perdida. El regreso de las figuras del antiguo régimen, la exoneración de todos aquellos que se beneficiaron del alto nivel de corrupción, debe ser una frustración para aquellos que conserven una ligera memoria histórica.
Lo ocurrido desde entonces no ha hecho sino actuar como un acordeón. De nuevo la euforia tras la salida de los islamistas del poder se transformó poco a poco en frustración, tanto por los métodos usados para la represión como por la filosofía política que se estaba consolidando. Frente a la indiferencia del régimen de Mubarak, este del que es cabeza Al-Sisi se caracteriza por el desarrollo de un conservadurismo religioso que le permite no ser acusado de anti islámico o herético. Los votos obtenidos por los islamistas (Hermanos y salafistas) fueron demasiados como para pensar que la religión no debía tener un peso determinante en el gobierno. Los que aspiraban a un Egipcio más moderno y respetuoso con las personas y sus derechos, se encontraron con que la religión se usaba, a través de Al-Azhar, para controlar a los extremistas, sí, pero también para reprimir a los opuestos, los llamados "ateos", que la Universidad islámica contó con insólita precisión suiza, llegando a la conclusión de que eran 886 en Egipto.
Hoy, Mada Masr no trae la noticia de la creación de un nuevo partido, el ESP (Egyptian Secular Party), para promover la separación de poderes religiosos del estado y reformar la constitución. Se recoge en la publicación:

Hesham Ouf, the party’s founder, told Mada Masr that the group’s aim is to encourage the separation of religion from politics and the state. He explained that Egypt has suffered from attempts to impose a theocratic state under the governance of the Muslim Brotherhood.
“The Brotherhood was acting as if their people were God’s chosen nation. The conflict between the theocratic and secular state was settled ages ago in the civilized world. Religion is only inside the mosque and the church,” he explained. His party calls for equality between all citizens, with no discrimination due to gender, religion, race or color, Ouf added.
Ouf and the party’s other co-founders are in the process of collecting the 5,000 endorsements required by the Political Parties Affairs Committee to officially register. He says now is the optimal time to establish such a party, given what he describes as the growing role of Al-Azhar, particularly since the removal of former President Mohamed Morsi from power in July 2013.
“We believe Al-Azhar should stay as a religious institution tasked with fatwa, preaching and jurisdiction. Grand Sheikh Ahmed al-Tayyeb should not enjoy the powers he has now. He has been intervening to ban books, television shows and movies. Al-Azhar has become a state within the state,” Ouf claimed.**


Ouf tiene razón al referirse a la Hermandad, pero se queda corto. Ese sentimiento de "pueblo elegido" es con el que ha estado jugando el discurso oficial actual desde el principio aprovechando la religión.
El ataque a los que no son creyentes considerándolos criminales o enfermos a los que hay que enviar a cárceles y psicólogos, como se ha hecho oficialmente al crear dotaciones ministeriales para evitar la enfermedad secular, es una aberración en todos los órdenes que no creará más felicidad sino más frustración en las personas, más conflicto social.


En Egypt Independent, Hassan Hanafy escribe un artículo titulado "From Tahrir Square and the revolution to cafeterias and restaurant". Se queja en él de que en la Plaza se sepulte su historia con la excusa del comercio en la zona:

And what Tahrir Square has always stood for has not changed since 1952 despite numerous attempts. It has witnessed the student protests of 1971 to force the regime to liberate Sinai, which came true in October 1973. The square has thereafter become a symbol of the revolutionary demands of the people if the regime fails to do its national duty. It has become that symbol for the Arab world and for the rest of the world after the January 2011 revolution.
Cafeterias and restaurants cannot deter the revolution of the masses of young people. The present cannot overtake the past and obliterate memories. It is a fragile present that is afraid of the place and of its name. For layers of concrete underground cannot defeat underground resistance. They may shake buildings above the ground, but the underground resistance can shake the whole political life.
Tahrir Square cannot be conquered with cafeterias, restaurants or parking lots. It cannot be closed because the masses can access it from the river or from any of the streets leading to it. The icon that embraces the old and the new of the city cannot be closed.***


Algunos pretenden llegar a la felicidad mediante el olvido. Intentan olvidar que hubo un momento en que tuvieron sueños y salieron a tratar de hacerlos realidad. Pero la realidad hoy es que sigue cerrada la estación del metro de la Plaza por temor a que la gente llegue fácilmente y no sirvan de nada los cercos que se establecen. La realidad es que se trata de hacer olvidar el lugar y su sentido histórico.
Es cierto que a veces la felicidad se consigue olvidando. Pero lo que es evidente es que nadie es feliz si te obligan a creer o te obligan a olvidar. La gente es más feliz, incluso en circunstancias adversas, cuando piensa que el destino está en sus manos y cree que puede hacer algo. Pero nadie es feliz si se siente permanentemente coaccionado en su vida, si se le está repitiendo que todo el que piensa de otra manera busca su destrucción o que lo que vivió no era real. No sé si la gente será más feliz acudiendo a la Plaza de Tahrir a tomar refrescos en vez de ir a protestar por lo que consideran que son sus derechos.
Los egipcios tienen derecho a ser felices sin necesidad de tener que vivir en el olvido.



* "World Happiness Report: Political unrest squashes Egyptians' happiness" Egypt Independent 02/05/2015 http://www.egyptindependent.com//news/world-happiness-report-political-unrest-squashes-egyptians-happiness
** "New secular party to 'challenge religious dominance'" Mada Masr 39/04/2015 http://www.madamasr.com/news/new-secular-party-challenge-religious-dominance 
*** "From Tahrir Square and the revolution to cafeterias and restaurants" Egypt Independent 01/05/2015 http://www.egyptindependent.com//opinion/tahrir-square-and-revolution-cafeterias-and-restaurants





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