Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los cánticos patrióticos exaltados se van mitigando y la triste
realidad comienza a aparecer ante los ojos de los espectadores egipcios. Muchos
llevan su frustración en silencio, avergonzados de compartirla por temor a ser
ellos los únicos que ven las grietas. Cuesta desdecirse de las ilusiones
manifestadas, de la euforia vivida, ver cómo se ha frustrado el camino. Son
demasiadas piezas del puzle encajadas como para no intuir con claridad la
figura resultante. El espectáculo no es lo que prometía y los magos
En el mismo día en que los tribunales liberan a dos ex
ministros de Hosni Mubarak acusados en un caso de corrupción en el llamado caso
de las "matrículas", un chanchullo de comisiones y encarecimiento de
las placas de matrículas obligatorias en connivencia con una empresa alemana,
se condena a dos conocidos activistas de la revolución, Alaa Abdel Fattah y
Ahmed Abdel Rahman, a cinco años de cárcel por haber protestado contra los
juicios militares a civiles. Junto a ellos, otras 19 personas fueron condenadas
a penas inferiores por protestar contra las detenciones, en aplicación de la
ley antiprotestas, la varita mágica de la represión. Un toque con la varita de
la ley te convierte de un reivindicador defensor de los derechos humanos en
un peligroso, antisocial y
antipatriótico energúmeno que desafía los poderes del sacrosanto Estado egipcio
y de sus valientes servidores, los militares.
Que en las cárceles egipcias entren por una puerta los
activistas y salgan por la otra los acusados de corruptos y criminales del
régimen anterior, muestra hasta qué punto se ha llegado en el retorno a la
casilla original del juego político. De ser el objeto de chistes e iras
populares, Hosni Mubarak ha vuelto a ser el padre amable de millones de
egipcios que se emocionan con él y bendicen a los justos tribunales que lo
rehabilitan. A él, a su familia y a sus acólitos. Dice el abogado defensor del general Habib Al-Aldy:
“He was acquitted in the licence plates, profiteering, money laundering and
killing protesters cases, and he also served his sentence in the forced labour
case and there is nothing further that allows continuing his jailing.”* Los
lavados no solo son de capitales sino
de historiales. Los jueces han dicho para exculparlo que no tenía conocimientos financieros como para
saber que se estaban vendiendo matrículas por encima de su valor de mercado.
¡Bendita ignorancia!
Unos entran y otros salen, sí. Los que entrarán pronto serán
más que los que salen. Quince organizaciones de defensa de los Derechos Humanos
han realizado un manifiesto advirtiendo de los peligros que se ciernen con la
aprobación por parte del presidente Al-Sisi de la nueva ley antiterrorista.
Escriben en Mada Masr:
The law’s 10 articles focus on defining
terrorist entities, listing such groups and bodies, and stipulating the legal
processes for appealing these lists.
The law has been widely criticized since it was
first drafted, with some claiming it restricts civil liberties.
Article one defines terrorist entities as: “any
association, organization, group or gang that attempts to, aims to, or calls
for destabilizing public order; endangers the wellbeing or safety of society;
harms individuals or terrorizes them, or endangers their lives or freedoms or
rights or safety; endangers social unity; harms the environment or natural
resources or monuments or communications or transportation or funds or
buildings or public or private property, or occupies them; obstructs the work
of public authorities or the judiciary or government entities or local
municipalities or houses of worship or hospitals or scientific institutions or
diplomatic missions or international organizations; blocks public or private
transportation, or roads; harms national unity or threatens national peace;
obstructs the implementation of the constitution or laws or bylaws; uses
violence or power or threats or acts of terrorism to achieve any of its goals.”
The second article gives the prosecution the
right to draw up lists of identified terrorist entities, including those who
have been ruled against in the courts but not officially designated as
terrorist organizations. The prosecution will also be tasked with generating
lists of “terrorists” found guilty of organizing identified terrorist groups.**
Solo con esos dos artículos se puede manejar un país entero.
No hacen falta muchas más. Sorprende la definición de grupo terrorista y como
por su prolijidad deja de ser precisa y se transforma en lo peor que puede ser
una ley: arbitraria. El primer artículo entremezcla daños e intenciones,
combina actos con valoraciones. ¿Qué es amenazar la "unidad social"? Según
esta definición, puede ser acusado de terrorismo alguien que "participe"
en un atasco, algo frecuente en El Cairo.
Con esta ley aprobada por el presidente y con la ley
antiprotesta en vigor, se ha montado un sistema de cepos para atrapar no solo a
los terroristas, sino a la disidencia que será convertida en criminal bajo
acusaciones peregrinas y se cortará el intento de apoyo social a sus causas
mediante la aplicación de la ley antiprotesta. El artículo segundo aprobado es
carta blanca para que la fiscalía pueda decidir quién es "terrorista"
sin demasiadas justificaciones y controles.
Los argumentos gubernamentales —Egipto es un país legalista—
son que los jueces hacen cumplir las leyes. Soslayan que las leyes pueden ser
injustas y los jueces psicópatas arbitrarios como el llamado "executions
judge", el señor Nagy Shehata. Así nos lo describía hace unos días Daily News Egypt:
Hundreds of people’s lives were
sent to their end this past year by a judge known for his black sunglasses, and
even more so for his harsh verdicts.
Behind Egypt’s
latest mass sentence is Judge Nagy Shehata.
Despite being on
the list of judges responsible for forging the 2005 parliamentary elections in
favour of the former ruling National Democratic Party (NDP), Shehata was given
responsibility heading one of six special judiciary circuits dedicated to
terrorism and violent crimes formed in December 2013.
The judge is
currently presiding over five high-profile cases.
“Nagy Shehata is famous for his rivalry to the
revolution, which he constantly declares,” said Amr Imam, a lawyer with the
Hesham Mubarak Law Center.***
Las irritaciones de los políticos egipcios cuando se les
recrimina la política contra los derechos humanos en sus acciones represivas,
es uno de los mayores ejercicios de hipocresía jamás visto. Los rasgados de
vestiduras de sus dirigentes diciendo que ellos son ciudadanos respetuosos de
la Ley y que en Egipto se respeta la independencia judicial, soslayan que las
leyes puedan ser injustas, poco respetuosas con los derechos reconocidos
internacionalmente o que pueda estar en manos de jueces como Nagy Shehata.
Egipto no depuró el antiguo régimen, el corrupto, arbitrario
e injusto de Mubarak. Y no lo hizo porque el régimen no "cayó" nunca.
Solo se ganó tiempo para poder recuperar el control social con el mínimo de
riesgos. Los egipcios ven conspiraciones por todos lados menos la más evidente:
la que ellos mismos han fabricado ante sus ojos. Mubarak no cayó por la
revolución sino por un acto de prestidigitación. Fue metido en el sombrero de
copa o en la gorra militar para hacerle desaparecer ante los ojos del público
que aplaudió a rabiar el número. Pero el conejo reapareció en el otro lado del
escenario para sorpresa del público que se preguntaba sobre el poder de la
magia redendora.
Hoy los actos de prestidigitación siguen haciendo
desaparecer gente, pero esta vez son los activistas a los que se mete en las cárceles.
Como hacen los buenos magos, distraen con su mano izquierda señalando a los
terroristas reales, mientras mandan a la cárcel a los opositores con la otra
mano. Los magos tienen como ayudantes a medios de comunicación y jueces, que
distraen la atención del público. Incluso tienen algún cómplice entre el
público, por si hay que pedir algún voluntario.
Afortunadamente, la ilusión no afecta a todo el mundo. Hay
muchos que ya les han pillado el truco al mago y a sus cómplices. Pero corren
el riesgo de ser sometidos al número de hacerlos desaparecer en un baúl
atravesado por sables o ser cortados por la mitad ante los ojos del público que
aplaude pensando lo bueno que es el mago y la eficacia de su magia para hacer
desaparecer gente. Pero el número no se acaba nunca y cada vez desaparece más
gente en la gorra militar del mago.
Daily News Egypt
entrevista a Saad Edin Ibrahim, presidente del Patronato del Centro Ibn Khaldun
para Estudios de Desarrollo. La entrevista se centra en la cuestión de los
Derechos Humanos en Egipto y sitúa al entrevistado entre los que intentan hacer
que el público asistente despierte de la hipnosis colectiva al que se le tiene
sometido:
Are there human rights
violations in Egypt at present?
We have suffered from human rights abuses in
Egypt for years now, and the government hasn’t taken any action to curb them. I
am amazed at those who do not think human rights abuses are taking place in
Egypt, and I say to them, you are blind. Abuses in prisons, places of
detention, and police stations and are ongoing, as well as the confiscation of
freedom of expression.****
Pero no hay peor ceguera que la del que se ha fabricado su
propia ilusión, la del que ha racionalizado lo que ha ocurrido ante sus ojos
para evitar reconocerlo como tal. Todos los que han justificado lo ocurrido se
ven ahora en la tesitura de reconocer su error o seguir adelante con su
ceguera. Cuanto más claras sean las evidencias de la situación, las mentes se
cerrarán más para no reconocer lo que tienen delante. En eso consiste la
racionalización justificadora, esa ceguera de la que habla Saad Edin Ibrahim en
la entrevista.
Cuanto menos se acepte el estado en que se encuentra, más se
acusará a cualquiera que lo cuestione, que pasará a ser un enemigo del pueblo,
un traidor, un cómplice que debe acabar en la chistera junto a los otro conejos
peligrosos y desafiantes al orden imaginado. Allí en la siniestra chistera se
encontrarán con jueces como el magistrado Nagy Shehata, que les mostrará su
desprecio y los enviará a la cárcel o a la tumba, según tenga el día. Y todos
se sentirán satisfechos porque en Egipto se
cumple la ley.
Lo hemos repetido muchas veces: no se puede hablar de democracia si se
usan los métodos de las dictaduras y se promulgan leyes que, como la antiterrorista
que se acaba de aprobar, crean una nebulosa en la que es posible hacer
desaparecer a los conejos en la chistera.
Mohamed
Abul Gahr, el médico, académico y portavoz del partido socialdemócrata, escribió
en su artículo —un nuevo mensaje al presidente— de ayer en Egypt Independent,
titulado "Egypt, a story of grief and frustration":
After 25 January, I imagined that we were
finally free, but the Muslim Brotherhood hijacked the revolution and I lost my
dream of freedom and democracy. Then came 30 June where the Egyptian civilians
united to overthrow the Brotherhood, which happened with the help of the army.
I was happy that Morsy was ousted.
Then came a hugely popular president who is
honorable and loyal to the homeland. We all supported him. Yet he was soon
faced by internal and external terrorist forces and by pressure from the West.
And instead of relying on all civil spectrums of the Egyptian society for
support, he used emotional pleas that only have a temporary effect. For his
aides, which were the same aides of Mubarak, convinced him that freedom for
Egyptians is a dangerous thing and that we cannot afford democracy.*****
Es un intento de mostrar el camino recorrido con sus
ilusiones iniciales, pero también con el reconocimiento de que el camino
emprendido entra la denostada Revolución del 25 de enero de 2011 y la llamada
revolución —el "no-coup"— del 30 de junio de 2013 ha sido frustrado
por la falta de honestidad de unos y otros. Egipto se da cuenta de que se
encuentra atrapada entre dos frustradas democracias, fallidas porque quienes
dicen dirigirlas escamotean el conejo más importante, la libertad.
Las llamadas intentando salvar la revolución y los deseos de
justicia y libertad que la motivaron se repiten cada día desde el interior del
propio Egipto. Los viejos luchadores y los jóvenes se unen en el deseo de ver
realizado su sueño de un Egipto más libre y próspero. Hasta el momento no lo
logran, pero al menos ese sentido de lo frustrante de la realidad, de lo poco
que se consigue con tanto esfuerzo y sacrificio, social y personal, sirve de
unión intergeneracional. Es triste comprobar que a los números de magia ilusionista
le siguen más números de prestidigitación, que la realidad no acaba de hacerse
presente sobre el escenario de la vida.
Prestidigitadores, hipnotizadores y escapistas componen la
gran velada de la magia en Egipto. Y cuando el público se aburre, salen los
forzudos.
*
"Court acquits Al-Adly and Nazif of profiteering" Daily News Egypt
24/02/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/02/24/court-acquits-al-adly-nazif-profiteering/
**
"Sisi passes anti-terrorism law" Mada Masr 24/02/2015
http://www.madamasr.com/news/sisi-passes-anti-terrorism-law
***
"The ‘executions judge’ Nagy Shehata" Daily News Egypt 16/02/2015
http://www.dailynewsegypt.com/2015/02/16/executions-judge-nagy-shehata/
****
"We have human rights violations, whoever overlooks them is blind: Saad
Eddin Ibrahim" Daily News Egypt 24/02/2015
http://www.dailynewsegypt.com/2015/02/24/human-rights-violations-whoever-overlooks-blind-saad-eddin-ibrahim/
*****
"Egypt, a history of grief and frustration" Egypt Independent
24/03/2015
http://www.egyptindependent.com//opinion/egypt-history-grief-and-frustration
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