Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El día
de hoy me depara una desagradable sorpresa por muchos motivos. El anuncio del
cierre del diario Egipto Independiente
(Al-Masry Al-Youm), que los que hayan seguido este blog saben ha sido la
principal fuente de noticias respecto a Egipto. Este blog nació con la
revolución del 25 de enero y ha seguido la vida egipcia para evitar ese mal del
periodismo que es necesitar un grado elevado de conmoción para dar visibilidad
a las cosas. Me interesa lo que pasa en Egipto porque me interesa Egipto, y no
al contrario.
De
todas las fuentes accesible sobre Egipto, la mejor y más fiable, honesta e
inteligente, ha sido sin duda el diario que ahora cierra ante el estupor de sus
profesionales, gente muy joven y comprometida —y esto es importante— con su
profesión y su país, a partes iguales. Algunos, jóvenes, es ya la segunda vez
que ven cerrarse el periódico en el que están.
En un
mundo informativo adocenado por el culto aburrido al poder, la voz de Egipto Independiente
era refrescante y con algunas piezas del mejor periodismo en su forma de contar
las historias, de acercarse a la calle para rastrearlas, lejos de los despachos,
y con la atracción de analistas jóvenes y preparados que ofrecían sus
interpretaciones sobre la situación y las necesidades y carencias de la
política egipcia.
En el
número que no ha llegado a salir a la calle pero que ellos ofrecen on-line en
formato pdf, tratan de encontrar explicaciones —más que explicar— el sentido de
lo que ha ocurrido, con el convencimiento de que ellos han hecho bien su
trabajo: han hecho buen periodismo y han incrementado el número de lectores. Uno
de los textos incluidos reproduce la conversación entre tres de sus profesionales.
Dos de las periodistas han vivido hace casi exactamente un año el cierre del
periódico Daily News Egypt, otra
fuente en inglés de información sobre Egipto. Es su segunda experiencia de
verse en la calle. Entre la ironía, el desengaño y la indignación desarrollan
un diálogo sobre las causas y los efectos que para ellos y para Egipto tiene
este nuevo cierre:
Shams El-Din: I just cannot believe we will have
to see the same “we are sorry for EI [Egypt Independent], what a loss for
English-language journalism in Egypt” on social media all over again.
Salah-Ahmed: It really shows that the people who
took it upon themselves to launch English-language media outlets have little
knowledge of what’s required to keep these projects sustainable. All of them
have been based on the same business models, which are proving to be old and
stale and doomed to failure.
You’d think that with some very prominent
businessmen behind these media ventures, they’d be able to adapt to changing
economic times and business needs — be able to innovate and restructure. We
never got enough attention from the commercial teams, not at DNE [Daily News Egypt] or EI.
Rabie: That’s exactly the problem, they’re
businessmen. For them to keep a business alive, it has to be profitable.
They’re completely oblivious to any other aspect or potential.
Shams El-Din: Again, the problem is
that they do not look at us as a potential source of revenue — they think of us
as more prestige for them. That is the ugly truth.
Rabie: It’s sad how the editorial side
always ends up bearing the brunt and paying for the mistakes repeatedly
committed by the commercial side.
Salah-Ahmed: The interesting thing is that this
time around, we actually got a chance and time to try and save the paper. And
we did amazingly well.
We proved that we can sell the product to
people because we know what we’re selling and to whom. Unlike the commercial
side, which knows nothing about the content we produce or the audience we’re
targeting.
I really thought that after we miraculously
managed to boost our subscription numbers and copy sales in just two months,
the management would finally see what they’ve been doing wrong, and know that
this has real potential that’s been unrealized. But it seems like the decision
to close has nothing to do with the numbers.
Shams El-Din: Yes. This time, it’s
obviously political. I have no other explanation.
Rabie: I would say it is also very much
financial.
Salah-Ahmed: It’s financial, but there’s something behind
the lack of will and interest in figuring out a solution to the financial
troubles.
Shams El-Din: I also believe it’s
political. The lack of this will you are talking about, Amira, is politicized
in a way.*
Más allá de la crisis del periodismo en otros ámbitos, cuyas
razones son de otro orden, el caso del diario Al-Masry Al-Youm es de gravedad externa e interna. Desde el punto
de vista exterior perdemos una fuente de información honesta y fidedigna sobre
Egipto en un momento en el que se pretende aislar al país por parte del poder
de la Hermandad Musulmana, que ve en los medios de comunicación permanentemente
"afrentas", "delitos" o "atentados", y reacciona
ante cualquier discrepancia o crítica, invocando el honor personal del
presidente, el desprestigio de Egipto o del islam.
Desde el exterior perdemos perspectiva en el lento avance
del estrangulamiento de la información en Egipto. Pero desde el interior, se
pierde la oportunidad de acceder a los análisis constructivos de la realidad
egipcia, frente al delirio islamista. Se pierden voces cualificadas,
profesionales del periodismo e intelectuales jóvenes que han colaborado con sus
análisis y reflexiones, una función esencial del periodismo —servir de tribuna
y foro— en estos momento en un Egipto colapsado por la falta absoluta de ideas
de una generación agostada. Se pierde lo que Egipto no puede permitirse:
verdades e ideas, ilusión y energía, profesionalidad y respeto.
Las tres periodistas ven en el cierre del medio una mezcla
de inoperancia empresarial por incapacidad de comprender los nuevos modelos
periodísticos y el tipo de "negocio" que supone y un trasfondo
político que no dejan de temerse entre la clase empresarial y la política para silenciarlos. El silencio avanza.
Censurado por su propia empresa, prohibida su publicación
impresa, el último número de Al-Masry
Al-Youm ha quedado disponible a través de la edición on-line que los periodistas
han querido que vea la luz a través de las redes sociales (la página de
Facebook) y la edición web.
La muerte de un periódico es siempre lamentable; la muerte
de un buen periódico es dramática porque priva a la ciudadanía de la cohesión
necesaria para comprender la realidad en la que vive, que se le presenta
fragmentaria, incompleta y dispersa. Los es también para sus buenos
profesionales que se ven en la impotencia. Escribe Jano Charbel en uno de los
artículos de este número final:
In Egypt and the Arab world, journalism is
known as “mahnat al-mataeb” — the burdensome profession. Faced with physical
danger, the threat of arrests, growing financial crises, the mismanagement of
news outlets and rising unemployment — along with a host of other problems —
Egypt’s journalists increasingly find themselves paying the price for these
burdens with their own welfare and jobs.**
Son muchas cargas sobre esa "profesión gravosa", “mahnat
al-mataeb”, llena de sinsabores, compensada muy pocas veces por el
reconocimiento general o particular; adulada interesadamente en ocasiones,
atacada en otras; siempre mirada con recelo cuando cumple con su oficio de
informar. Maravillosa profesión, penosa profesión.
Quisiera desde esta líneas resaltar y reconocer el buen trabajo
de esos profesionales jóvenes, con una mentalidad abierta, con un sentido de la
calidad de su trabajo loable, que han vivido el doble enfrentamiento con sus
propietarios —en la edición última dan cuenta de casos—, y con los "nuevos
propietarios" de Egipto, un gobierno y un partido que van secando poco a
poco las discrepancias en nombre de verdades eternas que no necesitan de la
actualidad. El Gran Periódico ya lo tienen escrito; no les hacen falta noticias.
La vida periodística es cada vez más aventurera, no porque
se recorra el mundo, sino porque se va de proyecto en proyecto, de cierre en
cierre. Espero que la tristeza de estos profesionales y de sus lectores se vea
pronto mitigada por la aparición de un nuevo proyecto que permita a Egipto
reconocerse. Sin Egipto Independiente,
el mundo resulta un poco más incomprensible, más ruidoso.
Gracias por vuestro ejemplar trabajo. Seguid intentándolo,
por favor.
Puede descargarse el último número —el que no ha sido
enviado a la imprenta— en formato pdf desde aquí: http://es.scribd.com/doc/137896360/Egypt-Independent-s-50th-and-final-print-edition
*
"Final Issue: Three journalists survive two closures in one year"
Al-Masry Al-Youm 25/04/2013
http://www.egyptindependent.com/news/final-issue-three-journalists-survive-two-closures-one-year
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