Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
historia del avión ruso y sus desgraciados 224 viajeros muertos es una de esas
líneas que ayudarán a los futuros paseantes del camino de la Historia a
comprender lo que nunca se debe hacer en la gestión de las crisis. Existe toda
una disciplina —la gestión de crisis— de la que se pueden extraer sabios pasos,
probados en casos anteriores, para evitar los errores fatales. Pero todos los
consejos y protocolos se convierten en papel mojado si se ignoran continuamente
los errores propios o simplemente las situaciones en las que se dan los hechos.
Es muy difícil salir de una crisis sin reconocerla.
Egyptian Streets publica hoy un dolido y airado
artículo, con el título expresivo "The Washington Post Should Immediately
Apologize to Egyptians"*. Por boca de un licenciado en Economía política
se expresa el sentimiento que muchos egipcios pueden sentir ante esta situación
de arrinconamiento tras el atentado del avión ruso:
To start with, it is beyond doubt that the
Egyptian government has its flaws in managing the economy, its overflowing and
corrupt bureaucracy, and its lack of respect for human rights. But things have
come to a point where the western media needs to be put in its proper place.
I was surprised by the over-dramatic coverage
of the crash by the Western media, but I found one article in particular quite
shocking. In a recent Washington Post editorial titled “Russian and Egyptian
officials are not to be trusted over airline crash”, it concluded that “the
Egyptian and Russian regimes are far less adept at fighting terrorism than they
are at lying”. This conclusion comes based on the Post’s belief that the
Egyptian government will seek to cover up the bombing of the Russian airplane
that crashed in Egypt’s Sinai, as it would signal Egypt’s ineptitude in the
fight against terrorism.
I find this editorial one of the most sickening
pieces I’ve read in my life. The Post, walking the line of most of the western
media, believes it has such a high moral stance that it can pass on judgements
about a government that lost 224 of its citizens in a plane crash, and another
that will suffer severe consequences in its tourism industry due to it. Instead
of showing solidarity and support for a country that is struggling to get back
on its feet, the western media seems almost cheerful that this accident took
place. They are taking the opportunity to politicize the misery, in an attempt
to undermine the Egyptian and Russian governments – falling so low as to accuse
them of being liars.*
El artículo es sobre todo una rabieta ante la impotencia de
los que se ven atrapados en la necesidad de creer lo que les dicen. Lo que hace ahora el autor del texto, Hassan Fayed, es tratar de
conjurar algo que no es exclusivo de The
Washington Post, sino —como él mismo señala— de los medios extranjeros.
La
discrepancia entre la visión egipcia y la del resto del mundo es prácticamente
absoluta desde hace tiempo. Es lo que ocurre cuando se van silenciando las voces críticas, cuando
se eligen parlamentos para apoyar a los presidentes y cuando se acosa a los
medios discrepantes. Esto es, por decirlo así, una muestra más del aislamiento distorsionado al
que se ha llevado a Egipto. Lo que hace el señor Fayed es lo que lleva haciendo el
gobierno egipcio desde que se tomó el poder: imponer una visión interna de los
problemas no reconociendo sus propios fallos.
Lo que resulta interesante en el texto es esa unión sentimental entre
Rusia y Egipto. Rusia ha hecho lo mismo que los demás, ha retirado a sus
pasajeros tras la recomendación de sus propios servicios de inteligencia. Es lo
sensato. El mantenimiento de otro tipo de discursos, como hemos analizado estos
días, es porque Rusia no puede admitir que los servicios secretos de otros
países le digan en qué han fallado los suyos.
Por más que Vladimir Putin le
haga el regalo a Egipto de millones de turistas anuales, tal como le prometió,
no deja por ello de ser responsable ante su ciudadanía. Como señalábamos ayer, Putin tiene un límite:
la responsabilidad ante sus ciudadanos de garantizar su seguridad y mandarlos a
un lugar inseguro, por muy amigo que sea, sería un suicidio político. Por eso
se mantiene en la línea de que todavía no hay suficiente información, aunque
hayan puesto en marcha toda la maquinaria y suspendido los vuelos. Eso no se
hace si no se tiene la seguridad, en términos suficientes, de que ha sido un
atentado. El corresponsal del diario El Mundo señala que los equipajes de los
viajeros rusos son evacuados en aviones distintos a los que toman los pasajeros.**
Moscú sabe, como decíamos ayer, la distancia existente entre los hechos y las
palabras, entre lo que hay que hacer y lo que hay que decir, dentro y fuera de Rusia.
Los egipcios no deberían pensar que se trata de un agravio
contra ellos. Nadie les desea mal alguno. Ellos son las primeras víctimas de la
incompetencia de un gobierno que no es más que una prolongación de un estado
ineficaz que no ha cambiado nada. Los propios egipcios se levantaron contra una
situación de décadas (no solo las de Mubarak) en la que se acumulaban la
desidia, el abandono institucional y el deterioro progresivo de todos los
sectores.
Hay un patriotismo retórico y facilón con el que se les engancha para
que dejen de ver la realidad. Cuando las evidencias son insoslayables, el dedo
del dirigente egipcio sabe que no tiene más que apuntar a las conspiraciones,
envidias, maldades de Occidente o de los proscritos interiores de turno. Todo
es conspiración. Ellos están allí para defenderles. No deben temer, deben confiar... Hasta la siguiente.
Con el título "El Ejército toma el aeropuerto de Sharm
El-Sheij", Francisco Carrión, en El Mundo, nos cuenta el trasiego de ese
aeropuerto en el que aparentemente nunca pasó nada:
Los uniformados levantaron un
imponente muro de seguridad en las inmediaciones del lugar ocasionando
extramuros una cola kilométrica de coches y autobuses. Agentes encapuchados
montaron guardia en unos accesos acotados con alambradas de púas y sometieron a
los vehículos a exhaustivos y lentos controles. Los soldados también se
hicieron cargo del registro de los pasajeros rusos antes del embarque. Las
fuerzas de seguridad abrieron una investigación interna centrada en los
empleados locales involucrados en las tareas previas al despegue del trágico
vuelo KGL9268 a pesar de haber censurado las informaciones de la inteligencia
británica que, en los últimos días, han apuntado a algún trabajador del
aeropuerto como responsable de colocar un artefacto explosivo en la bodega del
aparato.
La medida, desvelada por varios
funcionarios a Associated Press, contempla el interrogatorio de todo el
personal que trabajó el día del siniestro. Para reconstruir sus pasos, se están
analizando además las imágenes capturas por las cámaras de vigilancia en busca
de "alguna actividad inusual entre policías o personal del
aeropuerto", reconocieron fuentes de seguridad citadas por Reuters.
La investigación -que pone en
entredicho la versión oficial que ha mantenido hasta ahora la tierra de los
faraones- suscitó un auténtico clima de caza de brujas. "Aquí todos nos
conocemos. En muchos casos, llevamos años trabajando juntos y sabemos de la
orientación política o religiosa que tiene cada uno", relató este sábado a
este diario un empleado que rehusó proporcionar su nombre. "Por esa razón
creo que no fue posible que nadie de nosotros colocara la bomba", agregó
tras reconocer que la laxitud marca algunos de los procedimientos de seguridad
en el aeropuerto.
Unas brechas de las que ya
alertaron funcionarios británicos a principios de este año y que afectarían a
la escasa formación de los agentes y los mal mantenidos e incluso caducos
equipos de rayos X y de detección de explosivos, entre otros. Esta alarmante
realidad, añadida a la hipótesis del atentado terrorista, habría empujado a
Reino Unido y Rusia a la suspensión de los vuelos.**
De nuevo las discrepancias entre lo que se hace y se dice.
Cuando se producen los hechos, la investigación al personal, parece que fuera
una especie de ofensa a Egipto, cuando son sus propios servicios de seguridad
quienes la realizan, como no puede ser de otra manera.
Salen entonces la lista de reclamaciones y avisos no escuchados,
como ocurre ahora. ¿Dónde está la investigación de los turistas mejicanos
muertos, bombardeados por el Ejército egipcio? Cuando The Washington Post dice
que "no son de fiar", en el caso egipcio se refieren precisamente a
esa vieja y frecuente costumbre de tapar los errores.
Shaimaa al-Sabbagh murió de
un disparo policial a bocajarro por estar demasiado delgada, según el forense;
sus compañeros fueron detenidos como sospechosos. Los ocho muertos en un mismo
hospital psiquiátrico este verano más dos en una comisaría lo fueron por la ola
de calor y no por las pésimas condiciones de las instalaciones.
Los muertos por
las inundaciones de Alejandría lo son por los sabotajes de los Hermanos
Musulmanes y no por la ineficacia gubernamental y el abandono de la ciudad,
cuyo patrimonio tienen que proteger de la especulación los ciudadanos. En Egyptian Streets señalaban: "Despite the recurrence of heavy rains
in Alexandria during the wintertime, the city remains unequipped with a proper
drainage system to overcome the consequent floods which damage the streets and
stores. This caused many citizens to express their utter anger at the governor
of Alexandria, Hany el-Messeri, for failing to prepare the city for such
foreseeable weather conditions, as shown in a circulating video on the social
networks."*** Todavía siguen sin resolverse los efectos de las riadas.
Los médicos están ahora en huelga por la muerte de una
doctora de 28 años expuesta a las infecciones por carecer del material de
protección necesario. Egypt Independent señala: "Meanwhile, the Health Ministry
has said that it is not sure Dr. Mehrez died of meningitis, adding that she had
an accident two years ago which led to epileptic seizures."**** ¿Cabe
mayor despropósito? Los muertos siempre tienen la culpa a los ojos del gobierno egipcio: los disparados a quemarropa, los ahogados, los hacinados, los enfermos... Siempre culpables.
Para todo tiene excusa el gobierno egipcio. Nada hay que
ocurra por su incompetencia, falta de medidas, etc. Los egipcios hicieron una
revolución porque estaban hartos, porque nada funcionaba. Nada se ha cambiado;
siguen los mismos haciendo lo mismo: nada. El dinero se va en absurdas obras
megalómanas y no en hacer mejor la vida de los egipcios, ya bastante
dificultosa. Los ministros de antes y los de ahora entran en las cárceles por corrupción.
El episodio del avión ruso es un límite y los avisos a la
presidencia se suceden desde la calle y los que van saliendo a través de la
prensa. Tratan de avisar del deterioro y de la pérdida de los egipcios que se
ha traducido en la participación electoral. Los que la han interpretado como
confianza ciega en el presidente son una muestra más de incapacidad de afrontar
una situación cada vez más delicada.
El avión ruso ha sido un objetivo
meticulosamente escogido porque concentraba en él una serie de efectos expansivos
muy meditados. Algunos prefieren pensar que el Estado Islámico no tiene tanta
capacidad de "pensar" estratégicamente. Allá ellos; estarán expuestos
a más sorpresas cada día.
Ha hecho daño a los dos países, Rusia y Egipto, en sus
lugares más delicados. Cualquiera que piense que no se es sensible a las
muertes de los turistas rusos o de la delicada situación en que queda la
economía egipcia, que afecta a millones de personas que viven del turismo, se
equivoca. Ojalá el mundo estuviera en paz y fuera posible moverse por él con
total tranquilidad sin tener que ir prevenidos. Desgraciadamente no es así.
Negarlo solo sirve para hacerse responsable del siguiente desastre, del
siguiente atentado, de la siguiente muerte de un médico, de la siguiente muerte
de un fiscal, de la siguiente riada...
La lucha que Egipto tiene contra múltiples enemigos es real,
pero también es contra sí mismo, contra sus fantasmas y cegueras. En lugar de
estar constantemente hablando de conspiraciones contra ellos, deberían aplicar
todas sus energías y esfuerzos a tratar de hacer lo que los propios egipcios
pidieron a su gobierno: acabar con la desidia y las falsedades que las cubrían.
Para eso salieron a las calles en enero de 2011 y a eso se comprometieron los
que lo hicieron un 30 de junio. Hoy ese gobierno ha quedado internacionalmente en
solitario, sosteniendo posturas que van a la contra de todos.
La imagen que ilustra el articulo de Egyptian Streets es la de un hombre dejando flores entre los restos del avión. Tras esas flores estamos todos, pero el horror ante el acto no debe bloquear a nadie ni anteponer los intereses al esclarecimiento cuando hay vidas en juego. Por eso el ejército egipcio ha tomado el aeropuerto y está revisando todo el material existente para encontrar a los responsables. Es lo lógico. La ministra de Inmigración, por su parte, ha pedido a los egipcios en el extranjero que vuelvan a pasar sus vacaciones a Egipto para compensar la pérdida de turistas. Una vez más, lo egipcios responderán con patriotismo a las carencias. Como siempre. Los egipcios responden siempre, tanto para regresar durante sus vacaciones como para pagar un canal con su dinero.
Decir que un sitio es seguro no lo convierte en seguro. Quien debe pedir disculpas a los egipcios es su gobierno, no
The Washington Post. Nadie ha ofendido al pueblo egipcio, solo los que le mienten.
* "The
Washington Post Should Immediately Apologize to Egyptians" Egyptians
Streets 8/11/2015
http://egyptianstreets.com/2015/11/08/the-washington-post-should-immediately-apologize-to-egyptians/
** "El ejército toma el aeropuerto de Sharm el
Sheij" El Mundo 08/11/2015 http://www.elmundo.es/internacional/2015/11/08/563e6cc022601d47128b45d1.html
***
"Alexandria ‘Drowned’ by Floods, Leaving Seven Dead" Egyptian
Streets 25/10/2015
http://egyptianstreets.com/2015/10/25/alexandria-drowned-by-floods-leaving-seven-dead/
7/11/2015 http://www.egyptindependent.com//news/doctors-syndicate-calls-strike-until-infection-prevention-drugs-are-available
****
"Doctors' Syndicate calls for strike until infection prevention drugs are
available" Egypt Independent
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.