Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Concluida
una nueva fase de las elecciones egipcias, cada vez se confirma más que el
retroceso hacia la época de Mubarak, Un gran número de los electos en esta fase
son miembros de la élite económica contra la que se sublevaron los egipcios y a
los que hacen entrar gracias a la abstención y a la compra de votos.
Ya lo
habían advertido. Los negociantes de la época de Mubarak estaban dispuestos a
entrar en el juego político. Es lo que quedaba una vez descartada la oposición
islamista, excluida del juego político, y retirada por aburrimiento, desencanto
o asco la de aquellos que tenían que decir algo sobre el futuro de Egipto. La política ha sido reducida a los negocios, ni tan siquiera a la "economía".
El
diario estatal Ahram Online da cuenta
de esta este regreso de las figuras del partido de Mubarak y de su entorno de
negocios:
When the Higher Elections Committee (HEC) in
charge of supervising Egypt's elections announced the results of the second
stage of the polls on 25 November, it was a surprise for many that dozens of
figures prominent under former autocratic president Hosni Mubarak were able to
qualify for the run-off round, scheduled for Tuesday and Wednesday.
Figures prepared by Al-Ahram Centre for
Political and Strategic Studies (ACPSS) show that an estimated number of 100
Mubarak-era figures were able to beat their rivals by wide margins and qualify
for the run-offs.
Yussri Al-Azabawy, chairman of ACPSS's
Parliamentary Forum Unit, said in a television interview that ACPSS's study of
the results of the first round of the second stage of the polls, held between
21 and 23 November, show that many high-profile figures who were affiliated
with Mubarak's now defunct ruling National Democratic Party (NDP) showed a
strong performance.
"The majority are either businessmen,
former politicians, or former long-time NDP MPs," said Al-Azabawy.
Al-Azabawy also noted that diehard Mubarak-era
figures ran either as independents or as affiliated with political parties.*
El ciclo se consuma. La revolución del 25 de enero de 2011,
la que se realizó a imagen de la tunecina y que tantas expectativas creó, con
tantos gestos de valor y entrega, queda enterrada entre la apatía y el
fatalismo. ¿Qué puede cambiar? El regreso de los que hicieron sus fortunas en la corrupción se hace ahora —y eso es peor— mediante el paso por las urnas.
El poder —es la lección— siempre está ahí; solo te queda que te dejen ser
uno de los favorecidos por sus migajas. Si algo ha calado como enseñanza en
todo este proceso es el eterno retorno de los poderosos, su incombustibilidad. Los votos no cambian nada; solo son
canjeables en ventanilla. Es la peor lección que se puede aprender en una
democracia. La consecuencia es la muerte de la ilusión y la perversión de todos
los actos que se derivan de esta situación, que nacen viciados. ¿Qué
independencia, qué reformas, etc. va a abordar un parlamento que nace así,
lleno de intereses e interesados, de personas que sumieron al país en la corrupción
económica y política, que lo dejaron abandonado a su suerte? Y sin embargo regresan
por la puerta grande parlamentaria, la de los votos, comprados o no.
Desde las
mismas páginas de Ahram Online, el presidente al-Sisi se pregunta en titulares: " 'Work,
build and develop, what are you afraid of?': Egypt's Sisi reassures businessmen".
La respuesta es bastante clara: miedo a que todo siga igual. Es el miedo de los inversores extranjeros que ya se conocen el panorama.
Algunas explicaciones a este proceso de retorno muestran
perfiles más más oscuros. Desde Daily News Egypt
dan algunas claves en el artículo titulado "Businessmen and the state: A
confusing relationship":
One of the main reasons behind the toppling of
Egypt’s autocrat former president Hosni Mubarak in 2011 was corruption, as his
last two governments had encompassed businessmen, who were involved in
corruption allegations in ministerial positions. Mubarak was removed, but
businessmen are still at the forefront of the political scene taking positions
in the current government.
Even though President Abdel Fattah Al-Sisi’s
government is relying on investors to stimulate the economy, offering them
unprecedented incentives through the New Investment Law, some economists
forecast a “hidden war” between the state and businessmen, due to the recent
targeting of famous tycoons.**
Según esta versión del caso, la guerra entre los magnates
egipcios sería la que ha estado llegando a los titulares en los últimos meses, con la detención o enjuiciamiento de determinados empresarios (algunos vinculados
con los medios de comunicación). Estos episodios serían parte de esa guerra.
¿Cuál es su objetivo? Eso es lo que queda menos claro, aunque sí su fin: el poder.
Los procesos económicos
que se desencadenaron desde 2011 son confusos y han tenido muchos de ellos que
ver con las guerras empresariales, es decir, las que se disputan por los negocios
del estado, los impuestos impagados y el mirar hacia otro lado en determinadas
situaciones irregulares. Sería parte de esa "guerra oculta" entre empresarios y el
Estado.
Es lo que ocurre cuando las instituciones que deberían ser limpiadas se
ocupan ellas mismas de la limpieza. Pero los gobiernos que se sucedieron, incluidos
los islamistas, se ocuparon más de repartir nuevos negocios con los adeptos que
de reformar el Estado. No parece que nunca haya tenido nadie el deseo de
cambiar algo, solo de quitarse unos a otros los negocios. La tesis de la guerra entre el gobierno-ejército y los empresarios y magnates es sostenida por distintos medios y analistas, que recogen los movimientos para ganar o recuperar influencia política y económica.
Ahram Online consulta a algunos especialistas sobre este
fenómeno de la entrada de los hombres de negocios en el parlamento:
Saeed Sadek, a political science professor with
the American University in Cairo (AUC), told Ahram Online that he believes that
"political money" was highly influential in the second stage.
"As a large number of businessmen and
merchants competed in this stage, and as election laws do not impose any
penalties on vote-buying, it was natural for political money to
proliferate," said Sadek, adding that "there were exceptions to this
rule." "In East Cairo's commercial community of Nasr City, political
analyst Samir Ghattas was able to win firsthand and without a run-off, beating
all his business rivals who spent millions to get a seat in parliament,"
said Sadek.*
Siempre habrá excepciones, claro. Lo malo es la tendencia y
esta parece marcada por los que Sadek llama "political money". La
compra de votos devuelve al sistema egipcio al pasado, a la época en la que los
arregladores de elecciones para Mubarak cumplían sus funciones con total
impunidad. Parece que vuelve a suceder.
¿Servirá de algo un parlamento así? ¿Es esta la democracia tras el final de la
"hoja de ruta" a la democracia? Tras el 30 de junio, Egipto no ha
satisfecho ninguna de sus expectativas de mejora: solo descreimiento y
despolitización que únicamente benefician a los que instrumentalizarán las instituciones
en su favor. Desde esta perspectiva, las llamadas del presidente a los
inversores no tendrán un efecto notable.
Queda al margen cada vez más población desilusionada con el
proceso político, del que esperaban otra cosa bien distinta, una modernización y
democratización del país. La entrada de los empresarios de la era de Mubarak en
el Parlamento es una mala señal, muestra que quedan muchas cosas por hacer y
que hay muchos interesados en que no se hagan.
Lo malo es que las probabilidades de que de un parlamento
así salga algo bueno para la totalidad del pueblo egipcio son muy bajas. Ni en
lo político ni en lo económico parece que se vayan a producir avances si son
los magnates los que se convierten en padrinos
más que en padres de la patria.
*
"Diehard Mubarak-era figures gain ground in 2nd stage of Egypt's parliamentary
polls" Ahram Online 28/11/2015
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/164/172001/Egypt/Egypt-Elections-/Diehard-Mubarakera-figures-gain-ground-in-nd-stage.aspx
**
"Businessmen and the state: A confusing relationship" Daily News
Egypt 21/11/2015
http://www.dailynewsegypt.com/2015/11/21/businessmen-and-the-state-a-confusing-relationship/
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