Joaquín Mª
Aguirre (UCM)
Rasheed Abou-Alsamh es un periodista saudí radicado en
Brasil, país muy distinto del suyo en muchas cosas, desde luego. Nos enteramos
por un artículo suyo en Arab News que,
como él señala, las elecciones municipales saudíes están a la vuelta de la
esquina. Y de otra novedad: las mujeres podrán votar y ser elegidas en los
municipios. El periodista nos cuenta emoción que sintió cuando pudo votar por
primera vez:
When I voted in the first
municipal elections in 2005 I felt the excitement of participating in a
historic event of the Kingdom. I registered and was given a voter’s ID card
with my photo on it. I recall not liking many of the candidates, but felt it
was my duty as a Saudi to participate and vote for the 50% of Jeddah’s
municipal council that were being picked by male voters. The other 50% of all councils across the
country were being appointed by the Ministry of Municipal Affairs.*
Diez años después, los saudíes podrán votar tras
registrarse. Según señala, el hecho de que las mujeres pudieran votar ofrecía
problemas técnicos (logistical reasons)
cómo, por ejemplo, dónde podían votar, pues debían estar separadas de los
hombres. Él ofrece, como solución rápida, los colegios destinados a las chicas,
en los que podrán instalarse las urnas destinadas a las mujeres. Abou-Alsamh se
felicita de que por fin haya mujeres en los municipios porque así podrán
incorporarse esos toques femeninos,
olvidados hasta el momento, "[...] as improving public spaces for children
to play in, and transportation solutions for women who work."*
El periodista —al que sin duda Brasil ha cambiado— realiza
una reflexión sobre un aspecto que le parece grave:
Now news that female candidates
won’t be allowed to use their photos in campaign materials is being raised as
an issue that makes for an uneven playing field between male and female
candidates. It is true that humans are extremely visual beings, so having an
attractive face on your election posters can be a vote drawer. Perhaps men should also be banned
from using their photos on election campaign material, that way voters can
focus on matters of real substance such as a candidate’s platform and
philosophy rather than on their looks.*
El problema, como se aprecia, se puede enfocar desde la
perspectiva de que siendo los seres humanos "extremadamente visuales",
las mujeres se vean perjudicadas como candidatas al no poder aparecer
fotografiadas más que detrás de un velo igualitario que las convierte en un
"todos a una". Es extraño que no mencione la posibilidad de que todas
las candidatas se presenten bajo una misma fotografía, ya que son
indiferenciables. Esto supondría un abaratamiento de la campaña notable,
teniendo en cuenta el peso económico que la parte gráfica tiene en las
campañas. Así, bastará con cambiar los nombres bajo la misma fotografía.
Desde Brasil, en cambio, se ve todo de otra manera. El que
se le prohíba a las mujeres mostrar su cara puede ser un momento interesante
para el mundo de las campañas electorales, ya que si se prohíbe también a los
hombres mostrar sus rostros, para así compensar su ventaja ancestral en lo
facial, los votantes, no se distraerán con veleidades o fruslerías y se concentrarán
en lo importante de las elecciones: el mensaje.
De todas formas, me parece que la interpretación que hace el
periodista saudí es un poco distorsionada porque no se prohíbe a la mujeres
aparecer fotografiadas, según parece, sino mostrar su rostro. Para ser
realmente equitativos, habría que "velarlos" también a ellos, lo que
me parecería más ejemplar y equitativo. No creo que el Reino esté por la labor
y si lo estuviera, me imagino que la lucha sería para entrar en el cupo de los
designados directamente sin necesidad de campaña.
El argumento de que en las votaciones uno se deja seducir
por el "look" antes que por "matters of real substance such as a
candidate’s platform and philosophy" es algo que debería uno utilizar
después de un poco más de experiencia en ello. Me refiero a experiencia
democrática, claro, algo que no abunda en Arabia Saudí. Si empezamos ya a
ponerle pegas, pues...
Parece ser que al señor Rasheed Abou-Alsamh, en su oasis en
el distante desierto brasileño, no le parece suficientemente filosófico el problema de que las
candidatas tengan que ir como les dicen, cubiertas de arriba abajo. Eso es más
bien extra filosófico, porque está por encima del pensamiento y entra en lo
incuestionable. Tampoco le parecen filosóficas
los cuestiones relacionadas con decidir aquello para lo que las mujeres están
capacitadas para afrontar en los consejos municipales. Él ya ha señalado dos
tareas: espacios para que los niños jueguen y la forma en que las mujeres se
puedan desplazar al trabajo, dada la prohibición de que conduzcan debido a los males
teológicos y fisiológicos que supone ponerse al volante. Es algo que debe
solucionarse con urgencia porque muchos saudíes no están dispuestos a que
además de que quieran trabajar tener que llevarlas y traerlas. Todo lo demás le debe
parecer que excede las competencias filosóficas
de las candidatas.
Con todo y en términos relativos, el periodista saudí es un revolucionario porque considera que el hecho de que las mujeres
voten es un avance, acepta que haya mujeres que trabajen, aunque eso cause problemas, como qué hacer con los niños
y cómo traerlas y llevarlas. Seguro que si dedica un poco más de su filosófico
tiempo brasileño, se le ocurren algunas respuestas a qué hacer con los niños y
cómo pueden ir por sus propios medios al trabajo. Espero que vote a alguna
candidata. Ahora la cuestión es saber cuántas saudíes logran salir de las urnas y continuar sus cambios, los que ellas estimen y no tanto los que les dejen, aunque esa barrera la van a tener delante. Pero las electas en 2015 seguro que harán como las que cogen el coche y se lanzan a la carretera a demostrar que no les pasa nada. Reciben insultos de unos y aplausos de otros que las jalean desde su automóviles al cruzarse con ellas. Pero así es la vida de las pioneras.
Seguro que las que resulten elegidas ofrecen ideas en más campos que los que algunos tienen en mente. No olvidemos que las primeras mujeres que juraron sus cargos
como miembros del consejo de la Shura, hace ahora un año, fueron tildadas públicamente
de "prostitutas" por algunos clérigos que incluyen en esa categoría
laboral todo lo que sea salir de casa. Así de duro. Pero ellas siguen, con foto o sin foto.
*
"Women’s participation will give a booster shot to Saudi election"
Arab News 23/02/2014 http://www.arabnews.com/news/529821
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