Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
diplomacia norteamericana sigue acumulando despropósitos. La aparición en YouTube
de un vídeo con la reproducción de una conversación entre funcionarios de la
administración de los Estados Unidos sobre la situación en Ucrania vuelve a
plantear nuevas dudas sobre sus maneras y actuaciones. Nos dicen en The New York Times:
The tape captured a four-minute telephone
call on Jan. 25 between Victoria Nuland, the assistant secretary of state for
European affairs, and Geoffrey Pyatt, the ambassador to Ukraine, trading their
views of the crisis, their assessments of various opposition leaders and their
frustrations with their European counterparts they see as passive. At one point, Ms. Nuland used an
expletive to describe what should happen to the European Union, a comment for
which she apologized Thursday.*
El caso
es serio en varios niveles y nos lleva de nuevo a una historia de espionaje,
tan de moda. Las declaraciones del presidente Obama sobre "espiamos porque
podemos" quedan como un principio general del que todo el mundo puede
beneficiarse. Del espionaje de ocultación estamos pasando al de exhibición. Es
de mal gusto no hacerlo si puedes. La mentalidad del espionaje empieza a ser donjuanesca: se espía para contarlo
después. Si no, ¿qué gracia tiene? Lo de ahora es un intervención clásica, un
pinchazo telefónico, que es mucho más eficaz que esos espionaje a granel de las
redes sociales. Todo el mundo da por hecho que hay que espiar. Y los que lo
hacen, como en las obras de carretera, se disculpan por las molestias. Nada
más.
Lo más
irónico del caso de la grabación de la subsecretaria Nuland y del embajador Pyatt
no es su conversación decidiendo a quién les parece bien "poner" en
el gobierno futuro y a quién no, y que ha servido para que Rusia muestre a los
opositores ucranianos como una especie de marionetas ("Puppets of
Maidan") manipulados por Estados Unidos. Lo sorprendente, sobre todo, es que
se hable de lo mal hablada que es la
señora Victoria Nuland, algo que han resaltado todos los medios norteamericanos.
De hecho, la única censura realizada a los planes secretos norteamericanos son
la inclusión del asterisco vergonzante en "f*". Todo lo demás se
puede mencionar sin problemas.
The Washington Post señala:
The top U.S. diplomat for Europe apologized
Thursday for comments about the European Union that were — to put it lightly —
undiplomatic.
“F--- the E.U.,” Assistant Secretary of State
for European and Eurasian Affairs Victoria Nuland said in a private telephone
call that was intercepted and leaked online.
In the call, Nuland, a former U.S. ambassador
to NATO and State Department spokeswoman, was dismissively referring to
slow-moving European efforts to address political paralysis and a looming
fiscal crisis in Ukraine. But it was the blunt nature of her remarks, rather
than U.S. diplomatic calculations, that seemed exceptional.
Nuland also assessed the political skills of
Ukrainian opposition figures with unusual candor and, along with the U.S.
ambassador to Ukraine, Geoffrey Pyatt, debated strategy for their cause, laying
bare a deep degree of U.S. involvement in affairs that Washington officially
says are Ukraine’s to resolve.
State Department spokeswoman Jen Psaki
acknowledged that the recording was authentic and said Nuland had apologized to
E.U. officials. But U.S. officials were also quick to point the finger at
Russia, which has bristled at U.S. involvement in Ukraine.**
Que Estados Unidos sostenga públicamente que Ucrania debe
decidir su futuro y luego lo estén decidiendo ellos en charlas despreocupadas,
no deja de entrar dentro de lo razonable en esto de la manipulación del mundo,
sea eficaz o no, porque una cosa es charlar con tu embajador y otra cosa la
realidad. Lo extraño es que se pidan disculpas por las malas formas en una
conversación espiada, que es como disculparse por salir despeinado o sin
maquillar en una fotos tomadas desde lo alto de un árbol por un espía fotográfico
o por no haberse lavado las manos antes de estrangular a alguien. Puede que el
temor a estar siendo grabados haga que, por fin, la gente se decida a vigilar
su vocabulario.
Junto al artículo, The
Washington Post incluye un vídeo cuya imagen de entrada nos muestra a la
diplomática mal hablada en actitud piadosa y recatada cubierto el cabello con un
chal y encendiendo unos cirios, no sé si como penitencia impuesta por sus
palabras ofensivas. El pie que
da entrada al vídeo dice: " U.S. Assistant Secretary of State Victoria
Nuland used profanity in private conversation when referencing the European
Union." Sus planes para decidir quién formará parte del
futuro ucraniano quedan eclipsados por ese "f* the EU", algo lógico
pues es la responsable de la diplomacia norteamericana en Europa. En Washington
han tenido que pedir disculpas a Europa por la lengua de la persona que representa las relaciones de su país con
los que estamos aquí.
Estados Unidos ha contraatacado rápidamente diciendo que se
ve la forma de actuar de Rusia. La
verdad es que no se entiende muy bien esta queja después de pincharle el móvil
a Angela Merkel y a unos cuantos presidentes latinoamericanos, que sepamos por
ahora. Parece como si a Estados Unidos le pareciera mal que se difundieran
incumpliendo la regla no escrita del espionaje: los secretos son secretos;
entérate, pero no los cuentes. Eso era antes. Ahora se espía para contarlo,
porque las bombas se lanzan sobre la "imagen", sobre la "marca",
que decimos por aquí. Es la guerra mediática.
No sé
si en Estados Unidos se practica el estilo español de confirmar en el cargo a
los que meten la pata de esta manera, pero la señora Nulan debería hacer
servicios sociales en su comunidad una temporadita. Más allá de sus maneras
—que, la verdad, allá ella— lo que han hecho ambos es dejar en evidencia una
forma de actuación que siembra el recelo especialmente entre los ucranianos,
además de los europeos, hacia Estados Unidos.
Si
Estados Unidos no ha hecho más que crearse problemas en todo Oriente Medio por
las actuaciones de sus embajadores en las revoluciones árabes —recuérdese el
caso de la embajadora Patterson en Egipto— y por sus apoyos a los gobiernos
islamistas; si se ha puesto en contra a toda Europa por el espionaje masivo a
sus ciudadanos y personalizado a sus líderes políticos, este nuevo caso vuelve
a mostrar que algo falla en la administración Obama y en sus relaciones con el
resto del mundo.
Una vez
más, Rusia se la ha jugado. Putin no le perdona su visita a repartir galletas a los resistentes ucranianos. Ha querido mostrar el otro lado de la "galleta", las conversaciones sobre quién les parece bien de los opositores. No deja de ser curioso que después de presumir de
controlar las redes sociales de todo el mundo, te cuelguen un vídeo en YouTube que te saque los colores de
nuevo.
*
"Russia Claims U.S. Meddling Over Ukraine" The New York Times
6/02/2014 http://www.nytimes.com/2014/02/07/world/europe/ukraine.html?hp&_r=0
** "In
recording of U.S. diplomat, blunt talk on Ukraine" The Washington Post
6/02/2014
http://www.washingtonpost.com/world/national-security/in-purported-recording-of-us-diplomat-blunt-talk-on-ukraine/2014/02/06/518240a4-8f4b-11e3-84e1-27626c5ef5fb_story.html?hpid=z2
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.