Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Que la
Universidad de Al-Azhar, la máxima institución religiosa suní, se manifieste en
contra de la aprobación del matrimonio homosexual en los Estados Unidos,
entraría dentro de lo normal de no ser por su virulencia y las dosis de marcada
paranoia conspiratoria que preside la vida egipcia desde hace mucho tiempo.
Los
ataques confirman la idea que hemos ido exponiendo desde hace tiempo, cuando se
empezó a percibir el distanciamiento de los socios liberales, demócratas, etc.
que tuvo el gobierno tras del derrocamiento del gobierno de Mohamed Morsi, y la
caída en manos de los clérigos de la Universidad de Al-Azhar. Al-Sisi ha
liberado un poder que sus predecesores en la presidencia tuvieron más o menos controlado,
pero que ahora tiene sus exigencias conservadoras de control social. Se le ha
dado el control sobre las mezquitas y los discursos que se hagan en ellas; se
han deshecho de los miles de libros que han considerado peligrosos para que
quede una versión única del islam oficial controlada por ellos. Al-Sisi intenta
controlar las calles y los clérigos de Al-Azhar tratan de controlar las mezquitas,
es decir, las mentes de los tradicionales egipcios. Es un diseño de represión
doble; uno quiere acabar con la violencia y el otro con el extremismo. Sin
embargo es difícil que un plan así no traiga más violencia (como está
ocurriendo) y más extremismo, como también está ocurriendo.
Ahram
Online publica la reacción de la Universidad ante la aprobación del matrimonio
entre personas del mismo sexo:
Egypt’s highest Islamic institution, Al-Azhar,
has slammed what it called “a campaign by international powers and
organisations,” as well public figures in Egypt, to promote and legalise
homosexuality.
In a statement released on Thursday, Al-Azhar
rejected same-sex marriage, stating that marriage in Islam is only between a
man and woman, and that Islam prohibits all “sinful” extramarital affairs,
referring to the recent decision of the US Supreme Court to end the same-sex
ban.
The Islamic institution also said it rejected
all campaigns to spread and legalise homosexuality and same-sex marriage in the
Muslim world. Social media users
worldwide have declared support for same-sex marriage, launching “Rainbow
avatars” and "#Lovewins” online campaigns.*
La obsesión egipcia con las conspiraciones internacionales
por destruirles desde la construcción de las pirámides no es más que una forma
tradicional de cerrar el país a cualquier influencia o presencia que haga ver a
los egipcios que el mundo es de forma distinta a cómo se lo cuentan. Es la
forma paradigmática del control social a través de sembrar la animadversión
hacia lo diferente.
La creencia en que ellos son la "verdadera cara del
islam" frente a cualquier otra posibilidad, significa el inmovilismo para
evitar cualquier apertura o cambio en las mentalidades. El documento del que
mostrábamos ayer una de sus páginas insistía en que no se confundieran los
términos. Decían en sus
recomendaciones a la prensa:
Fundamentalists,
puritans, literalists:
a person who follows strict moral rules and read the scriptural texts in a
rigid and direct way which has no room for interpretation or contextualization.
Los tres términos tienen connotaciones negativas para
cualquier sociedad que tenga un mínimo de dinámica interna. El documento trata
de evitar que estos términos se apliquen a los "terroristas",
manteniendo que son, por tanto, positivos. El problema es que esas actitudes no
afectan a la persona sino al conjunto de los ciudadanos a los que se les
imponen considerándolo impíos, blasfemos, etc., personas a las que hay que
encerrar, como de hecho se hace en Egipto y por lo que es denunciado cada día
por las instituciones y organizaciones de Derechos Humanos. El problema es
siempre el mismo: no es una opción individual, sino una imposición social. El
que se sale de esas lecturas "fundamentalistas, puritanas y
literales", es perseguido y separado de la comunidad, denostado
socialmente.
No solo el matrimonio entre personas de un mismo sexo es
rechazado, nos dice Ahram Online, Al-Azhar también rechaza cualquier tipo de
relación extramatrimonial. El problema es que sus ideas rígidas se transforman en leyes y sanciones
para las personas que las incumplen. No hay separación entre los ámbitos religiosos y los civiles.
Acusando a no se sabe muy bien quién en el plano
internacional y señalando como sus cómplices a aquellos egipcios que han
defendido que la homosexualidad no sea un delito y que no se persiga a las
personas, Al-Azhar actúa como un verdadero poder inquisitorial que tiene la
tendencia a disfrazarse de moderación. Para ello le es imprescindible la barbarie
del Estado Islámico, frente a la cual se presentan como la verdadera cara de un amable islam que no lo es tanto en realidad,
pero permite sentirse como buenos y
piadosos ciudadanos cuando muchos comparten la misma intransigencia de su
conservadurismo social y religioso.
Pero la cuestión no afecta solo a los musulmanes. La
jerarquía de los coptos ha optado por el mismo sistema de control social para
todos aquellos que han caído bajo su control. Tras la opinión emitida por
Al-Azhar, señala el periódico:
The Egyptian Orthodox Coptic Church also shares
the same opinions when it comes to same-sex marriage and relationships in
general.
“Humanity already is having a huge moral and
religious crisis, as well rebellion, which is an entry to atheism and all forms
of extremism, including same-sex marriage," said Pope Tawadros II at his
meeting with Orthodox Coptic churches in Alexandria earlier this week.**
Los cristianos coptos están obligados a obedecer a sus
jerarquías como los musulmanes a las suyas. Podría pensarse que eso implica un
grado mayor de liberalidad. No es así y las protestas de muchos ciudadanos
coptos contra el inmovilismo de su jerarquía es el mismo de aquellos que
disienten de las islámicas.
El extremismo, el terrorismo, el ateísmo, el matrimonio
homosexual, etc., todo se mete en el mismo puchero para cocinar la imagen del
fin del mundo del que la única oportunidad de salvación es la obediencia ciega
a las iglesias copta y musulmana. Por eso las leyes egipcias, que reconocen las
tres religiones, dicen que los que pertenecen a cada una de ellas se regirán
por sus normas. No hay salida ya que declararse ateo te lleva directamente a la
cárcel como terrorista.
Para los estudiosos de estos fenómenos de resistencia histórica
al cambio, este se evita glorificando la situación inicial, frente a la que
cualquier desviación es sancionada; en un
segundo paso se eliminan en nombre de la pureza ideológica cualquier
tipo de disidencia, que se señala, llevaría al colapso absoluto. El miedo a la
Revolución que supuso la Primavera árabe ha hecho que se refuercen los
controles ideológicos y religiosos, que se retroalimentan el uno al otro, como
muestra el caso paradigmático de Egipto. El político se deshace de los
opositores al poder y el religioso de los que intentan controlar las bases. Es una
alianza sacro militar. Las dos instituciones
fuertes evitando que surjan otras, como ocurre con los partidos políticos —condenados
a la débil oposición— o la renovación religiosa —condenados a la herejía—.
Todo esto se refuerza con los ataques desde los medios de
comunicación dirigiendo la opinión pública contra las personas que osan
disentir y dar su opinión. Señalan un caso en la misma información:
Renowned Egyptian actor Khaled Abu Naga
recently came under fire in the Egyptian media for showing his support for
same-sex marriage on Facebook.
Several TV talk shows and newspapers attacked
Abu Naga, accusing him of spreading immorality and homosexuality in Egypt.*
Cualquiera que les defienda corre el riesgo de ser objeto
del mismo tipo de campaña o persecución. Esas campañas, como las palabras
mismas de Al-Azhar, son una forma de calentamiento de la opinión pública y
refuerzo de su superioridad frente a la imperfección de los disidentes. El
mundo está equivocado y solo Egipto tiene razón, que es el mensaje que
constantemente se envía a través de los ministerios. De ahí esa didáctica
absurda con la que se pretende educar a instituciones que van desde la ONU a
Amnistía Internacional que, por supuesto, está infiltrada por la Hermandad
Musulmana.
Una visión conspiratoria del mundo es fácil de promover
cuando se ha tenido ese sentido de unicidad de Egipto, que le convierte en
líderes en cualquier, algo que se debe demostrar y que los hechos hoy no
permiten corroborar. La regresión, incluso respecto al régimen de Hosni
Mubarak, es señalada por muchos. La prensa —como hemos recogido estos días
anteriores— es la que lo está padeciendo, pero igualmente cualquiera que se
salga del guión en su página de Twitter o Facebook.
Enterraron la revolución convirtiéndola —otra más— en una conspiración occidental para hundir
Egipto y llenarlo de impíos, ateos y homosexuales. La alternativa es lo que
vemos.
El político liberal Mohamed Nosseir se preguntaba hace unos
días en un artículo titulado "Another revolution is improbable – but
social explosion is increasingly likely", publicado en Daily News Egypt
sobre el destino de Egipto. Y
señalaba:
The president has blocked all channels that
could lead to another uprising or revolution, claiming that his assumption of
responsibility for ruling the country has satisfied the vast majority of
Egyptians. However, state instability and popular uprisings do not always take
the form of revolution; the current dysfunctional government and extensive
social disintegration put the Egyptian state at risk of failure. Additionally,
Al-Sisi’s opponents are fuelling the negativity that is already inherent in our
society to realise their goal of hastening the collapse of the state.**
Una situación cuya descripción dista mucho del optimismo que
en ocasiones le gusta exhibir al gobierno egipcio. La condena de Al-Azhar les hará ver a mucho lo malo que es el mundo y lo bien que se vive en Egipto. Si logras desprenderte de los conspiradores, claro.
La anécdota la ha traído la periodista Mona Iraqi, denostada por protagonizar la redada antigay celebrada en unos baños públicos de El Cairo, en la que ofició como presentadora televisiva en directo. Ahora ha salido defendiendo el matrimonio gay. No sabemos si es fruto de alguna terapia, de un sentimiento sincero o sencillamente de una tendencia natural a llevar la contraria. Esta vez también los ataques han sido furibundos, pero cambiando de orientación.
Iraqi ha dicho en un tuit que todo el mundo tiene el derecho a vivir y a quererse. Y le han dicho de todo. La BBC, en una noticia de 2002, señalaba que los grupos de derechos humanos no defendían a los homosexuales por el fuerte odio que se sentía contra ellos en la sociedad egipcia. Al menos ahora existen voces osadas que les defienden públicamente, como hizo la actriz Mona Hala y que aquí recogimos en su momento. No es la única que considera que los derechos son de todos.
*
"Egypt's Al-Azhar condemns same-sex marriage campaign" Ahram Online
9/07/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/134949/Egypt/Politics-/Egypts-AlAzhar-condemns-samesex-marriage-campaign-.aspx
**
"Another revolution is improbable – but social explosion is increasingly
likely" Daily News Egypt 5/07/2015
Resumen de noticias de la BBC 2001-002 |
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