Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La BBC
nos trae una curiosa relación en un artículo titulado "Las diez mejores
películas que nunca se filmaron". La lista de "películas" que no
consiguieron pasar de proyectos incluye títulos como la versión de "Una
tragedia americana", la famosa novela de Theodor Dreiser, que quería
realizar en los Estados Unidos Serguéi Eisenstein; un "Napoleón", de
Stanley Kubrick; una versión de "En busca del tiempo perdido", que
deseó hacer Luchino Visconti; y un "El corazón de las tinieblas" la
novela de Joseph Conrad, deseada por Orson Welles, entre otras.
La
lista de películas deseadas podría perfectamente ser superior a la de las ya
realizadas, pues es probable que por cada proyecto que se realiza, se queden
muchos otros en el tintero. Es casi una ironía hablar de las "mejores
películas" si estas no han llegado a hacerse realidad. Como proyectos sin
realizar, esas "películas" se encuentran en un indefinido estado de evaluación.
¿Quién sabe si estos extraordinarios proyectos no habrían hundido a sus
directores? ¿Quién sabe si Stanley Kubrick no habría fracasado estrepitosamente
con su "Napoleón" soñado, por ejemplo? En el
caso de Orson Welles, se nos dice de su primer proyecto en el cine:
Para la primera película, Welles eligió
adaptar la novela de Joseph Conrad "El corazón de las tinieblas".
Welles se encargaría de interpretar a Marlow, el narrador.
La idea era utilizar una cámara
subjetiva, donde el espectador vería las imágenes desde el punto de vista del
narrador. Pero el proyecto resultó muy costoso en su planeación, así que el
director decidió concentrarse en la otra película que podía hacer sin
problemas: "Ciudadano Kane".*
La historia del cine, quizá la de todo arte, es también la
de los proyectos que se quedan por el camino. ¿Quién sabe qué hubiera ocurrido
con la carrera de Welles si en vez de rodar "Ciudadano Kane", hubiera
realizado su proyecto inicial?
Materializar los sueños es la lucha cotidiana del artista;
pasar del estado visionario al estado de obra sensible. Sueño, proyecto, obra es el recorrido. El cine es quizá uno de los
campos en los que el deseo está más
condicionado por elementos externos. Su carácter industrial y colectivo hace
que cualquier proyecto tenga que pasar por el doble filtro de lo económico y de
convencer a los demás de que se embarquen en el proyecto. Es difícil hacer una
película solo y sin dinero. No sé si imposible, pero sí que es difícil.
En la lista de la BBC hay proyectos en distinto grado de
concreción. Algunos se comenzaron a rodar y otros no pasaron del papel, como en
el caso de "Una historia americana", de la que Eisenstein tenía ya el
guión escrito cuando a su productor americano le pareció "deprimente, según
afirma el artículo. También se quedó en papel la historia de David Lynch que
había escrito para ser su segunda película tras "Eraserhead", una
primera película que le costó seis años, subvenciones y sablazos a los amigos y
familiares. A los productores les pareció con poco futuro el extraño proyecto
que Lynch les propuso, "Ronnie Rocket", y realizó "El hombre
elefante", que fue un gran éxito. El autor del artículo señala que la
trama de "Ronnie Rocket" se fue filtrando en posteriores obras de
Lynch.
En otros casos, como el "Don Quijote" de Orson
Welles, la película se convirtió en un largo proceso, un penar inacabable sometido
a todo tipo de problemas. Hay algo más que "un proyecto" en este caso; se filmaron
muchas escenas, pero se quedó en el territorio de lo inacabado, finalmente
montado por terceros para que aquel material acumulado durante años y visitas a
España no se perdiera definitivamente.
Consideramos el arte por las obras que nos quedan. Evaluarlo
por los proyectos que se han quedado en tierra es muy complicado, aunque
podamos soñar con cómo hubieran sido esas películas de haberse rodado. No es
mal ejercicio imaginativo, aunque no demasiado práctico.
Ocurre aquí lo del vaso medio lleno o medio vacío. Podemos
lamentarnos por todo lo que se quedó por el camino o celebrar que echamos en
falta esos proyectos porque sus autores nos han dejado muestras suficientes de
su arte. No echaríamos de menos esos proyectos no natos si no valoráramos a los
Welles, Hitchcock, Lynch, Kubrick, Eisenstein, etc., que la lista de la BBC nos
recuerda.
Pero la lista también nos recuerda algo. Más importante que
la relación de "las mejores películas que nunca se filmaron" es asegurarse
que las "mejores películas que sí fueron filmadas" sean vistas por el
público. Si dejamos de ver las que sí se hicieron, pronto dejarán de
importarnos unas y otras. Solo lamentamos lo que no se hizo si somos capaces de
valorar el legado que nos dejaron.
La historia del Arte es la de las obras realizadas. La historia de los artistas es tanto la de sus logros como la de sus frustraciones y luchas por sacar adelante proyectos. Sus fracasos son materiales importantes para sus éxitos.
* "Las diez mejores películas que nunca se
filmaron" BBC Mundo
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/04/140403_grandes_peliculas_no_realizadas_finde_amv.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.