Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En el año 1971, la cantante y compositora Carole King logró
un grandioso éxito en todo el mundo con el lanzamiento de uno de los discos más
vendidos de la historia, Tapestry.
Ese año Carole King se llevó los premios más importantes y dio por cerrada una
etapa de su vida. Durante los sesenta había tenido muchos éxitos en las voces
de otros junto a su marido Gerry Goffin. El dúo Goffin-King compuso canciones
célebres en la década para todo tipo de grupos y solistas. Las cantaron The Beatles ("Chains"),
Blood, Sweat & Tears ("Hi De Ho"), Bobby Vee ("Take good
care of my baby"), The Drifters ("Up on the roof"), Aretha
Franklin ("(You make me feel like) A Natural Woman") y decenas de
versiones del que fue su mayor éxito en la década, "Will you still love
tomorrow?". Esta canción fue el primer éxito de la pareja en los
sesenta, cantada por The Shirelles y constituye una pieza importante en la
banda sonora de la época.
Goffin y King se había consolidado como una pareja compositora,
pero las cosas no iban del todo bien en casa y el matrimonio se separó. Fue al
final de la década de los sesenta cuando Carole King tuvo que reinventarse como
persona, como compositora y como cantante, algo que había intentado a
principios de los sesenta sin demasiado éxito. Un camino duro.
La historia de Carole King tenía todos los ingredientes para
ser un musical y en un musical, "Beautiful". The Carole King
Musical", se convirtió. Se contaba con un fondo musical maravilloso, una
historia de entrega y lucha, emociones... todo lo que podía ser llevado a un
escenario con garantías de éxito. En la página web del musical podemos
encontrar una sencilla descripción de la obra:
She fought her way into the record business as
a teenager and, by the time she reached her twenties, had the husband of her
dreams and a flourishing career writing hits for the biggest acts in rock 'n'
roll. But it wasn't until her personal life began to crack that she finally
managed to find her true voice.
BEAUTIFUL tells the inspiring true story of King's
remarkable rise to stardom, from being part of a hit songwriting team with her
husband Gerry Goffin, to her relationship with fellow writers and best friends
Cynthia Weil and Barry Mann, to becoming one of the most successful solo acts
in popular music history. Along the way, she made more than BEAUTIFUL music,
she wrote the soundtrack to a generation.*
Carole King dio su consentimiento, pero no quiso ir a verlo.
En estos tiempos en los que nadie hace ascos a un escenario, la principal
protagonista de la obra, su referente histórico, no había acudido a una cita
con su propia historia y música. Todo pasó a ser especulación. The New York Times escribió:
It had become a confounding mystery of the
Broadway season: Why hadn’t Carole King come to see the Carole King
musical? Did it mean that she didn’t like the show and was trying to distance
herself from it? Was she just a recluse holed up in Idaho who didn’t like
crowds? **
No era una cuestión de rechazo a los resultados de la obra.
La cuestión era de otro orden. Carole King no estaba emocionalmente preparada, cuarenta
años después, para ver su historia
reproducida sobre un escenario. La perspectiva de estar sentada frente a un
grupo de personas que muestran tu vida, que reproducen tus aciertos y errores,
que viven tus mismos dramas, le daba miedo, no era aceptable para ella. Pero
algo cambió. Nos cuenta The New York
Times:
But on Thursday night, all was forgiven — and
forgotten. After sitting through the show unrecognized in a dark wig and
glasses, Ms. King wandered out onstage just after the curtain call, stunning
the cast and the crowd.**
Disfrazada entre el público, sin que nadie del teatro
supiera que ella se encontraba en la sala, Carole King asistió a la
representación de su vida. Pasó la prueba de conjurar su pasado enfrentándose a
él. La sorpresa de los miembros de la compañía que la vieron aparecer con el
micrófono en una mano sobre el escenario es completamente real. También la
alegría con la que sale al escenario. La compañía ha colgado el vídeo de la
aparición de la cantante y todos parecen dudar de lo que están viendo. Pero es
real.
El momento que vemos es el de la celebración, el de la
alegría de estar allí, finalmente y haber vencido los miedos. Pero la historia
tiene una enseñanza más allá de cómo una persona vence sus miedos. Creo que nos
enseña algo importante sobre la forma de vivir el arte:
Ms. King said she was impressed with Ms.
Mueller’s performance. “She is totally channeling me,” she said. “I put my
hands together and bowed. How did she know that? How did she get that?”
And she was surprised by the scenes that moved
her most: the reconciliation between Cynthia and Barry, when they sing “Walking
in the Rain” and when Carole tells her mother her marriage is over.
“I had steeled myself for the scenes I thought
would be really painful,” she said. “They were not painful for me as Carole who
lived them; they were painful for me as an audience member empathizing with
Jessie playing Carole.”**
La paradoja que se nos presenta es reveladora de cómo
funciona el arte. Un espectador normal hubiera vivido un proceso de
identificación, de empatía, con el personaje sobre el escenario, pero ¿cómo se
vive eso cuando eres el mismo personaje que ha vivido esos momentos en la vida
real?
Carole King vio su historia representada. Los sentimientos
que ella temía revivir fueron revividos pero en un sentido muy diferente a lo
que ella temía. Ella sufrió, sí, pero
no como Carole King, sino como una espectadora más. Ella sufrió, como bien
dice, identificándose con el sufrimiento de la actriz que la representaba. Más
que sufrimiento, fue catarsis, carga
y liberación de ese sufrimiento. Lo que ella pensó que iba a ser una tortura,
se convirtió en una terapia en la que sufrimiento personal se diluía entre los
sentimientos del público. Ella no era ella;
era una más identificándose con quien estaba en el escenario, el
"personaje Carole King". Primero se desprendió de sí misma para acogerse
después como otra "Carole King", la que vivía sus penas y alegría
sobre las tablas. Era y no era ella. Aquello lo había vivido, pero también era
su primera vez. Y es esa emoción de la primera vez la que fue más poderosa; el
aquí y el ahora eran más poderosos que el pasado del que habían salido.
Es la magia del arte, la alquimia de la catarsis. Es lo que
nos permite ser y no ser, ser nosotros y ser otros,
aunque sea —como en este caso— un extraño recorrido. Junto al vídeo que recoge
la presencia por sorpresa de Carole King junto a la compañía, la compositora y
cantante ha escrito unas palabras:
"It was an honor to see Beautiful for the
first time last night. And I was thrilled to help the cast raise a fast $30,000
for Broadway Cares/Equity Fights AIDS. Jessie Mueller and company are fantastic, and it was so
joyous to be there. I couldn't be more proud." -Carole King***
Si emocionada estaba Carole King, no menos lo estaba la
joven intérprete Jessie Mueller, quien da vida a Carole sobre el escenario. El
encuentro con su "personaje" debió ser también una experiencia
gratificante. Las dos cantando juntas, desarrollando una extraña proximidad. Carole
King la abraza, toma su mano. No se han visto nunca pero saben que están
unidas.
El final de la representación de ese día mostró los
emocionantes juegos del arte, juegos de espejos en los que Carole King acabó cantando
You've got a friend sobre un
escenario en el que se acaba de representar su vida junto un público —que no
esperaba encontrarse a la auténtica Carole— cantando con ella. Se puede palpar
verdadera emoción en todos. Los que fueron por amor a la canciones de Carole
King se encontraron con ella. Ella se encontró con su público y con ella misma.
Un momento mágico, sin duda. Me ha dado una gran alegría
verla disfrutar de su propia música, reconciliándose con su vida, tal como ella
nos permitió a los demás reconciliarnos con las nuestras a través de sus
canciones.
Anytime my little world is blue
I just have to look at you
And everything seems to be
Some kind of wonderful.
* Beautiful http://www.beautifulonbroadway.com/about
** "So Far Away. No, She’s in Row K." The New York Times 4/04/2014 http://www.nytimes.com/2014/04/05/theater/so-far-away-no-shes-in-row-k.html?hpw&rref=theater
*** https://www.facebook.com/photo.php?v=230244020515870&set=vb.124300337776906&type=3&theater
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