Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Durante
un tiempo se habló de la "uberización" de la economía. La empresa
Uber llegaba como emblema de una serie de movimientos de los que se vendía una
reactivación de las economías tradicionales introduciendo un nuevo tipo de
competencia basados en el desarrollo de las aplicaciones, el uso de las redes
sociales y la eliminación de pasos, permitiendo que cualquiera con un coche y
un teléfono formara parte de una iniciativa empresarial.
Cuando buscamos el término "uberización", en Maldita.es se nos habla de la historia de la empresa desde 2010, para concluir después de diversas explicaciones:
En resumen: se utiliza el término uberización
para hacer referencia a esas empresas de nueva creación que
tiran los precios de mercado para hacerse con él y una vez convertido en un
monopolio lo suben y dictan sus propias reglas. La clave está en ese
concepto de “economía colaborativa” donde no hay intermediarios y los
particulares hacen uso de un bien o servicio a través de plataformas
tecnológicas.*
La
propia explicación de la trayectoria que se nos ofrece incide en el carácter
negativo que el término ha creado a su alrededor. "Uberización" se ha
convertido en una forma de decir "explotación" de las personas,
"precarización" y pseudomodernidad digital. Digo "pseudo"
porque la explotación no es un invento nuevo y es en lo que ha quedado su imagen,
su característica principal; básicamente en algo que cada vez se echa más en
falta, la protección de los trabajadores. Pronto lo descubrieron los que se las
prometían felices al volante con un empleo que cada día les dejaba menos y les
pedía más.
Hoy en RTVE.es se nos cuenta algo más, cómo la empresa logró sortear normativas y navegar por vacíos legales en el mundo. En el artículo titulado "Una filtración revela que Uber incumplió leyes y presionó a políticos para establecerse en ciudades de todo mundo", se nos explican los entresijos y manejos de la empresa:
La empresa de movilidad estadounidense Uber logró penetrar en las principales ciudades del mundo gracias a una estrategia que pasaba por incumplir leyes, engañar y ejercer presión en las más altas esferas, según una filtración del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Los más de 124.000 documentos que componen los Uber Files dejan al descubierto las prácticas éticamente cuestionables de la compañía que dirigía entonces Travis Kalanick y que pasaban por cortejar a primeros ministros, presidentes, millonarios, oligarcas y magnates de los medios de comunicación.
Los documentos filtrados están datados entre 2013 y 2017 e incluyen comunicaciones del propio Kalanick con sus directivos. Uno de ellos reconoce que se comportan como "piratas" y en otro documento filtrado dice que "simplemente somos jodidamente ilegales".
Hay 40 países afectados por los documentos reunidos por el diario británico The Guardian, que ha compartido los mismos con 180 periodistas de 29 países. En respuesta, desde Uber han señalado que "no hemos puesto ni pondremos excusas por los comportamientos pasados que claramente no son coherentes con nuestros valores actuales". "Pedimos que nos juzguen por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y por lo que haremos en los próximos años", ha señalado.**
¿Ya? ¿Tan sencillo? Es el argumento más utilizado del universo —ya no soy el que era—, que se lo escuchamos tanto a un asesino en serie como a un partido político.
El gran misterio sigue siendo la facilidad con la que las cosas malas avanzan y la lentitud de lo bueno. El problema de Uber no ha sido lo que quedaba en las sombras —unos delincuentes desvergonzados— sino el modelo de éxito que se vendió, el modelo que había que imitar y su facilidad: una app y pocos escrúpulos.
Durante estas últimas dos décadas —pueden ampliarlo un poco más si quieren— se nos ha vendido el modelo del joven emprendedor que con una idea, ingenio y arrojo era capaz de poner el mundo a sus pies. Algunos han aprovechado para pisotearlo ya que lo tenían a mano.
Se nos mostraba el emprendimiento, pero se incidía poco en la ferocidad de esos jóvenes emprendedores, su falta absoluta de empatía o solidaridad con millones de jóvenes a los que trataban como basura si los tenían a su servicio. En otros casos, hemos visto la manipulación del universo creado, tal como ha ocurrido con Facebook, del que han salido todo tipo de escándalos sobre sus manipulaciones internas para conseguir a los usuarios. No hay red social prácticamente que no acumule denuncias y escándalos por una cosa u otra, explotar a sus trabajadores y manipular a sus usuarios. En algunos casos, por ambas.
La llegada de las redes sociales nos ha cambiado el mundo. Se han convertido de utopía inicial, como ocurrió hasta los 90, en infierno de mercadeo en el que todo vale, donde proliferan muchas empresas sin escrúpulos. Quizá, como decíamos al principio, no ha cambiado nada y solo han posibilitado lo mejor y lo peor en nuevos formatos. Pero sí hay algo que tener en cuenta, esa capacidad de generar rápidamente monstruosos entramados económicos de nuevo tipo que son difíciles de controlar precisamente por su internacionalización rápida. Van muy deprisa, aunque no es posible creer que desconocen los vacíos legales. Más bien los utilizan mientras retrasan la aprobación de medidas que les limiten las ganancias. De eso nos hablan esos miles de documentos, los Uber Files que van saliendo a la luz.
* "¿Qué significa "uberización"?" Maldita.es 10/8/2020 https://maldita.es/malditatecnologia/20200810/que-significa-uberizacion/
** "Una filtración revela que Uber incumplió leyes y presionó a políticos para establecerse en ciudades de todo mundo" RTVE.es / Agencias 10/07/2022 https://www.rtve.es/noticias/20220710/uber-incumplio-leyes-presiono-lideres-politicos/2387810.shtml
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