Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
presidente Morsi acaba de ofrecer una de las situaciones políticas más
surrealistas de las últimas décadas en política internacional. La situación se ha
producido con motivo del conflicto entablado con los etíopes que han
decido, sin contar con Egipto, construir una presa en la parte del
Nilo que les corresponde. Esa acción ha producido inquietudes y malestar entre
los egipcios que ven cómo su bien más preciado desde sus mismísimos orígenes,
el Nilo, puede verse modificado en su caudal. Se tiende a identificar el Nilo con Egipto, pero ese es solo una parte del recorrido.
El
tratamiento de este tipo de conflictos fluviales suele ser diplomático puesto
que lo que uno hace en su parte del río le llega a los de más abajo. El Nilo es egipcio
en Egipto, pero primero etíope en Etiopía y, en esto de los ríos, "el que
da primero, da dos veces", mandando el problema río abajo con la corriente. Etiopía,
en la versión egipcia, ha decidido unilateralmente construir su presa y eso ha
causado revuelo e indignación.
Como
nada parece ir por sus cauces de normalidad en el Egipto de Morsi, al
presidente no se le ocurrió otra cosa que crear un "comité nacional"
y celebrar con las fuerzas políticas una reunión para hablar de la cuestión. Me
imagino que quería transmitir al país la sensación de que algo se estaba
haciendo ante la magnitud del problema. La cuestión, en este caso, es que se
pasaron de transmitir.
En un
exceso de celo propagandístico, a alguien se le ocurrió que un encuentro de tal
magnitud, con tanto liderazgo sobre la mesa, debía ser transmitido a los
millones de egipcios que piensan que Morsi no da una a derechas y que Egipto vive en el caos gubernamental. Había que mostrar al nuevo "rais" en sus
funciones de liderazgo ante la crisis y que el país —el mundo entero— lo viera.
El
problema es que eso no lo sabían los intervinientes, que se encontraron después
con que aquella reunión había sido pública al ser retransmitida por la televisión en su integridad. Nadie sabía que se estaba dando en directo.
Lo que nos cuentan los medios
egipcios al respecto no tiene desperdicio y es más revelador del mundo de la
política egipcia actual que lo que puedan contarnos los políticos tras un curso
de liderazgo. En el Daily News - Egypt nos cuentan:
During the meeting Ayman Nour as well as
Al-Wasat Party Chairman Abu Elela Mady suggested military action against
Ethiopia; others talked about using actors and sports figures to negotiate
while Al-Azhar representative Sheikh Hassan Al-Shafei suggested embarrassing
Ethiopia through international pressure.*
Hay que reconocer que con unos políticos que oscilan entre
la guerra abierta y el envío de artistas y deportistas a solucionar un problema
tiene que ser complicado entenderse. No sé si se están sopesando ambas acciones
para ver qué decisión tomar y a qué ministerio le corresponde la invasión, si al del Ejército o al de Cultura.
Los detalles que aporta el diario Egypt Independent son, por
precisos, todavía peores:
The most controversial contribution was made by
Ayman Nour, chairman of Ghad al-Thawra party, who suggested that Egypt
disseminate rumors that it is seeking advanced aircrafts. He said this is an
intelligence technique of intimidation. “It might not be realistic, but it will
bring results on the diplomatic path”. Nour, however, said he believes
diplomatic efforts will not yield great outcomes: “Ethiopians have taken the
decision, and it is highly difficult for them to backtrack”.
On his part, Mohamed Saad al-Katatny, former
parliament speaker and chairman of the Muslim Brotherhood’s Freedom and Justice
Party, said all options are available in handling the crisis. He added that a
report submitted by a panel of experts on the dam raises concerns.
Younis Makhyoun, chairman of the Salafi Nour
Party, said the last chip Egypt has is using its secret services to demolish
the dam, describing the project as a declaration of war.
Chairman of the moderate Islamist Wasat Party,
Abul Ela Mady, suggested sending army destroyers to the Bab al-Mandab strait
and spreading rumors that Egypt is about to strike the dam.**
Creo que si, después de esto, los egipcios siguen creyendo
en los partidos políticos, la verdad es que tienen mucho mérito. Me imagino los
encendidos debates entre los espectadores en los cafés de El Cairo, Alejandría
o cualquier otro punto del país, sobre qué medida era mejor, si la modernidad de
la guerra psicológica expandiendo rumores sobre la compra aviones, los comités
de expertos, el uso de los servicios secretos pata volar la presa o
directamente y a la brava envío de fuerzas militares.
Lo que se intentaba que fuera un acto de liderazgo en directo
se ha convertido en un especie de versión política de "The Office",
con el presidente Morsi al frente. Cuando se les dijo que habían sido
contemplados "al natural" por todo el país, lo intervinientes
manifestaron su sorpresa y algunos su indignación, aunque no sabemos muy bien
por qué, si fue porque se les quedaban soluciones más imaginativas en el
tintero o porque, al contrario, habrían exhibido ideas más moderadas.
Los grandes beneficiados han sido, obviamente, los que se
negaron a asistir a ese Comité por entender que era un acto propagandístico del
presidente, que ve disminuir su popularidad y aumenta su rechazo mediante la
recogida de firmas y una amplia gama de actos. Ni El Baradei ni Sabahy fueron a
esa reunión que quedará en los anales de la información televisiva mundial. El
Baradei ha pedido disculpas en nombre del pueblo, más que del gobierno:
“Sincere apologies to the people and
governments of Ethiopia and Sudan for the irresponsible utterances at the president’s
‘national dialogue’,” said National Salvation Front (NSF) and Al-Dostour Party
leader Mohamed ElBaradei via Twitter on Tuesday.
Mientras el Presidente Morsi sigue acumulando buena imagen
encarcelando a los miembros de las ONG internacionales que defienden la
aplicación de los derechos humanos para aislar el apoyo que puedan darle a sus
opositores. Los islamistas de la Hermandad no quieren más presencia que la
suya. También, dentro de sus acertadas campañas de imagen, ha salido diciendo
que las revueltas en Turquía frente al autoritarismo de Erdogan y la actuación
desmesurada de la policía —por las que el mismo Erdogan ha pedido disculpas— no
son más que campaña internacionales para desprestigiar los grandes logros del
islamismo en el mundo.
El episodio de la televisión egipcia hay que encuadrarlo en
el intento magnificar el gobierno de Morsi y la Hermandad al año de su ascenso
al poder. Libros, artículos y documentales ensalzando su figura y liderazgo
esperan a los egipcios en los días de aniversario, a finales de mes. Los
egipcios, por su parte, buscan reunir quince millones de firmas —a través de la
iniciativa "Tamarod"— para decirle que ha ignorado los ideales de la
Revolución del 25 de enero, llevando al país hacía el caos en el que vive, y aislándolo internacionalmente por sus medidas regresivas y autoritarias.
La teatralidad del acto y su difusión televisiva convirtió la reunión del Comité en
una especie de "Gran Hermano Musulmán", en un "reality"
político con el efecto contrario al que se buscaba, a mayor gloria del gobierno islamista y su capacidad de liderazgo.
Los peligros del directo, que se dice en estos casos. Aunque
estos políticos también son un peligro en diferido.
*
"Morsi forms committee on dam, meeting mistakenly televised" Daily
News Egypt 4/06/2013 http://www.dailynewsegypt.com/2013/06/04/morsi-forms-committee-on-dam-meeting-mistakenly-televised/
**
"Morsy’s talks with politicians, Ethiopia “war” broadcast on TV spurs
criticism" Egypt Independent 4/06/2013
http://www.egyptindependent.com/news/morsy-s-talks-politicians-ethiopia-%E2%80%9Cwar%E2%80%9D-broadcast-tv-spurs-criticism
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