Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Si la
primera parte del discurso mostraba la confianza en el comienzo de una nueva
era, un futuro vinculado a la inevitabilidad del éxito de los Estados Unidos en
su camino, en la segunda parte del tono cambia y la mirada se dirige hacia las
dificultades, los obstáculos que ese proyecto, es destino ha tenido.
Los
obstáculos y problemas que se definan servirán para justificar el estado
anterior negativo y, especialmente, servirán para justificar acciones futuras
que no podrán ser evitadas.
Hay en
el fondo una idea persisten de la "bondad", "generosidad"
norteamericana, un planteamiento que convierte al resto del mundo en parásitos
que han abusado de esa bondad generosa. Los "malos gobiernos"
norteamericanos de han dejado engañar, seducir o, simplemente, ha incumplido la
idea del avance que natural en el país. La idea de progreso debe llevar a los
Estados Unidos a su lugar predestinado, es decir, al lugar que le corresponde.
Este
lugar supone la inferioridad de los otros, sus trampas, sus acciones
consentidas. Trump empieza a descargar andanadas contra el mundo, que trata de
frenar lo que con él ya no podrán hacer.
Las
explicaciones de retraso es precisamente esa maldad exterior que trata de evitar,
parasitando, el éxito y el dominio norteamericano. Estados Unidos es el paraíso
al que todos tratan de acceder y el lugar al que el mundo manda lo negativo, lo
que no tolera en sus propios espacios nacionales. Así podemos escuchar que los
Estados Unidos
[...] está siendo un refugio para muchos
delincuentes. Muchos vienen de centros psiquiátricos que han entrado en nuestro
país de manera ilegal, provenientes de todo el mundo. Tenemos un Gobierno que
ha dado financiación sin límite a la defensa de fronteras extranjeras, pero que
se niega a defender las fronteras de Estados Unidos o, lo que es más
importante, a sus propios ciudadanos. [...]*
En esas pocas líneas Trump descalifica a los que llegan de "todo
el mundo": son delincuentes, enfermos mentales, parásitos... Esta tesis no
de Trump, no solo es una barbaridad xenófoba, sino que ignora una realidad: los
Estados Unidos han estado despoblando de genio a muchos países a base de
compras, a golpe de talonario. Esas personas han buscado o han sido buscadas.
El dinero norteamericano se ha hecho con cientos de miles de personas que
podrían haber sido útiles para el desarrollo. No todos son criminales o
tarados.
El planteamiento de esta parte es claramente injusto con lo mucho que
los inmigrantes han aportado al crecimiento. El sistema económico se ha
aprovechado de sus miedos y carencias para explotarlos. No es el único país que
lo hace, por cierto. Muchos siguen este modelo de explotación. Ahora son
criminales y tarados, pero "baratos".
El argumento de la defensa de las fronteras es sibilino y retorcido,
porque tiende a señalar que toda esa "invasión" se produce porque la
generosidad norteamericana protege a otros antes que a ellos mismos. La falacia
es enorme. Estados Unidos se ha expandido por medio mundo precisamente para
controlar espacios más que por "defenderlos", aunque este sea el
argumento oficial que ha justificado tener bases por medio mundo desde las que se
vigila y controla. Esto, evidentemente, tiene un precio, pero no es desde luego
la generosidad sino la constitución de una forma de imperialismo vigilante que
ahora se presenta como nocivo. Las bases norteamericanas están repartidas por todo el mundo y sirven como primer frente
para vigilar a los rivales estratégicos. Si ahora se vuelve a sus bases locales
es para vender la defensa y exigir mayores inversiones en armas, algo que
favorece a sus empresas armamentísticas, algo que quedó evidencia cuando se
planteó la necesidad de un ejército europeo con armamento europeo. La
irritación de Trump fue notable.
Quizá los límites de la hipocresía se alcance cuando se lamenta de las
consecuencias de los desastres, como los recientes incendios de California.
Viniendo de un negacionista militante contra la idea de cambio climático es
todo un ejercicio de cinismo, casi un sarcasmo
Nuestro país ya no puede prestar servicios
básicos en momentos de emergencia, tal y como hemos visto hace poco. Los
maravillosos ciudadanos de Carolina del Norte han sido tratados de manera
horrible. Otros estados siguen sufriendo por un huracán que ocurrió hace muchos
meses o hace menos tiempo. Recientemente, en Los Ángeles, estamos viendo que
los incendios han creado un desastre llegando a casas, hacia barrios e
incluso afectando a algunas de las personas más ricas y poderosas de este país.
Algunos están aquí sentados y ya no tienen casa. Es interesante. No podemos
permitir que ocurra. Nadie ha podido hacer nada al respecto y eso va a cambiar.
Nuestro sistema sanitario no está cumpliendo ahora, en este momento, este
desastre. Gastamos más que ningún país del mundo. El sistema educativo, lo
mismo. A nuestros hijos se les enseña a odiar nuestro país. Todo esto va a
cambiar y esto empieza hoy y va a cambiar rápidamente. [...]*
Hay que compadecerse de los ricos y no de los pobres; hay que hacerlo
de esas mansiones arrasadas, que no han podido ser salvadas, viene a decirnos
porque los fondos sociales van a "proteger" a quien no debe.
La amenaza al sistema educativo es clara. La acusación de que se enseña
a "odiar nuestro país" es de nuevo una identificación de las ideas de
Trump como las "nacionales", correctas. Si no se siguen, se actúa
contra el país. Me imagino que ese "odio" se debe a cosas como, por
ejemplo, la responsabilidad ante el cambio climático. Después del "canto
petrolífero" que el discurso hace expreso —"Vamos a perforar,
perforar, perforar", dice, además de la promesa de acabar con el
"coche eléctrico"—, se avanza una presión típicamente autoritaria
sobre la educación, digna de las dictaduras. Estados Unidos deberá aceptarla en
nombre de su grandeza, en las aulas se deberá aplaudir la grandeza que Trump le
ha devuelto.
En el discurso, tras las ataques a los malos tiempos y a sus causantes
—inmigrantes y traidores— se produce un momento lírico de desfachatez,
invocando el Día de Martin Luther King, en el que se está produciendo el
discurso. El presidente xenófobo hace un demagógico canto a la unión de razas y
religiones, niega que en Estados Unidos exista el racismo, algo que ya
escuchamos a alguna candidata republicana, Es un insulto a la inteligencia y
especialmente a la propia historia norteamericana.
Tras definir el frustrante pasado, Donald Trump aborda la perspectiva
de futuro con un nuevo "canto al yo":
Mi elección es un mandato para dar la vuelta
completamente a una venganza horrible y muchas otras que han ocurrido. Vamos a
devolver a la gente su fe, su riqueza, y vamos a devolver su democracia y de
hecho, también su libertad. Desde este momento, el declive de Estados Unidos
ha terminado. Nuestras libertades y el destino glorioso de nuestra nación
ya no volverán a ser negados. Y vamos a restaurar inmediatamente la competencia
y la lealtad del Gobierno de Estados Unidos.
[...] El
20 de enero de 2025 para los ciudadanos de Estados Unidos es el día de la
liberación. *
La exposición del discurso ha mostrado claramente la línea que va de un
pasado frustrado a un futuro glorioso bajo su guía. La idea del "día de la
liberación" introduce un tono que es algo más que demagógico, es
amenazante para dentro y fuera del país. la idea de "liberación" es
claramente agresiva por lo que supone después de haber señalado a los
"culpables", a los que acusa de antipatriotas, algo que debemos ir
acostumbrándonos a escuchar en la política del día a día norteamericana, pues
lo escucharemos cada vez que alguien se oponga o critique sus medidas.
Acabamos de tener un primer ejemplo. En la ceremonia interreligiosa de
la celebración, Trump y Vance tuvieron que escuchar su primer discurso crítico,
el de la obispa episcopaliana, la reverenda Mariann Edgar Budde:
Las cámaras registraron la cara de desagrado que puso el presidente al escuchar a la oficiante de la ceremonia de oración pedir compasión con los inmigrantes que Trump quiere devolver al país.
En una misa en la que Trump asistió junto a la primera dama, Melania Trump, y se sentó junto al vicepresidente, JD Vance, y su esposa, Usha, la obispa pidió a ambos tener "misericordia" con "los gais, lesbianas y niños transgénero", así como por los que "recogen nuestras cosechas y limpian nuestras oficinas, los que lavan nuestros platos en un restaurante o los que hacen los turnos de noche en los hospitales".
"Puede que no sean ciudadanos o puede que no tengan la documentación apropiada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son criminales", recordó Budde, ante la incómoda mirada de Vance, que en un momento buscó a Trump.**
La prensa de hoy ya recoge la reacción inmediata de Trump acusando a la
obispa de "radical", de "anti Trump", etc. las respuestas
características ante los que le plantan cara. Trump es mal enemigo, vengativo.
Los que se le enfrenten deberán vencer ese miedo a las respuestas del nuevo
presidente y enfrentarse a las iras de sus seguidores, algo que puede empezar a
ser un problema tras ver los indultos masivos a los asaltantes del Capitolio,
un mal ejemplo convertido en patriótico.
Nos llegan los primero avisos. Elon Musk ha empezado a hablar de "MEGA",
donde la "A" de "MAGA" es sustituida por la "E"
de Europa. Los que piensen que esto no nos afecta descubrirán pronto lo
contrario. Musk ya empezó a apoyar a la ultraderecha alemana y los invitados a
la toma de posesión dejan pocas dudas sobre sus apoyos futuros.
Trump tiene razón en una cosa: ha comenzado una nueva época. Lo que
tenemos claro es que para muchos no será "dorada". Serán los más
débiles los que sufran sus consecuencias. Comienza una era, según se deduce del
discurso, de proteccionismo fuerte, pero también de expansionismo basado en la
fuerza. No hay más que un objetivo: que la fuerza de los Estados Unidos se
traduzca en hechos, en políticas, que aseguren su dominio.
Tras esas palabras se medio esconden las industrias, las grandes
empresas, etc. que ahora serán consideradas patrióticas y contarán con el
aplauso del gobierno y de todos aquellos que creen que es salvar el mundo. Estados
Unidos busca, con la fuerza que les asiste, sus nuevas colonias y mercados.
* "El discurso íntegro de Donald Trump al jurar como presidente de
Estados Unidos por segunda vez" RTVE.es 20/01/2025
https://www.rtve.es/noticias/20250120/discurso-integro-donald-trump/16415002.shtml
** "Trump exige disculpas a la obispa que le pidió
"misericordia" con la comunidad LGTBI, los niños y los
inmigrantes" RTVE / Agencias 22/01/2025
https://www.rtve.es/noticias/20250122/trump-exige-disculpas-obispa-misericordia-comunidad-lgtbi-ninos-inmigrantes/16417390.shtml
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