Joaquín Mª Aguirre (UCM)
¡Fue
fulminante! Fue poner en la página de F-B el enlace al artículo recién colgado
en el blog cuando saltó el mensaje avisando de su eliminación. Como a ningún
humano le habría dato tiempo a leerlo, deduzco que ha sido eso que llaman
"nuestra tecnología" con cierto orgullo, por cierto, infundado.
Días
antes había sucedido algo similar. Había puesto un link al artículo de mi
querida Ebbaba Hameida, un artículo aparecido sin problema alguno en la web de
RTVE.es, es decir un medio profesional visto por decenas de miles de personas
diariamente, la web de un medio estatal, un artículo sin problema alguno para
cualquiera con dos dedos de frente. Pero las IA no tienen "frente" ni
evidentemente "dos dedos" de la misma. Le envíe a la autora una
captura de pantalla en la que se "explicaban" lo listas que son las
máquinas, los que las diseñan y los que las ponen al frente de sus redes y, por
el contrario, lo tontos y perversos (esperemos que estas dos palabras no
despierten a la bestia) que somos los usuarios.
Como
estás cosas no pueden parecer arbitrarias, la IA nos da muestras de su "infalible",
de su "superior" razonamiento, dejándonos a los humanos al nivel del
betún. En el caso del artículo en RTVE.es se decía "Qué ha sucedido.
Nuestra tecnología ha demostrado que esta publicación se parece a otras que
infringen nuestras Normas comunitarias de Contenido violento y gráfico",
resaltado en negrita azul esto último. Y seguía: "No permitimos que nadie
en Facebook comparta contenido que muestre violencia gráfica".
Han decido, como una forma de censura, enviar "más abajo" el enlace, hacerlo "desparecer en el pasado", por decirlo así. Otra decisión arbitraria y autoritaria,
Cada vez que lo leo me quedo más sorprendido ya que el artículo, como puede verse en la imagen, se titula: "El cerco a la libertad de prensa; legado de López Obrador: señalamiento descalificación y..." (no se mostraba el título completo). ¡Irónico!
Es sorprendente el lenguaje usado, la rotundidad (que podría ser "soberbia", de no ser una máquina) de las expresiones, la "seguridad en sí misma". Ese "nuestra tecnología ha demostrado" parece el inicio de una nueva era, de un tiempo más allá de 2001, un tiempo en el que la IA siempre tiene razón, un mundo más allá de lo humano, en el que la "IA" solo quiere ser "I". Sin embargo, esta "I" es ridícula, presuntuosa y, especialmente, errónea.
La cosa no mejora nada en el "incidente" de ayer, un artículo irónico dedicado al affaire de "Pedro y esposa" (a la que no se menciona en ningún momento), a su papel en la campaña electoral y el ruego de que por favor se dediquen a Europa. La mitad de los artículos esn España tratan de lo mismo.
Aquí el "juicio sumarísimo, la condena y la ejecución" fue visto y no
visto. Las razones son estas: "Por qué ha sucedido. Parece que has intentado
obtener Me gusta, seguidores, contenido compartido o reproducciones de vídeo de
forma engañosa". Y un poco más abajo: "tu publicación infringe la
política sobre spam de nuestras Normas comunitarias". ¡Más sorpresas,
porque no hay vídeo alguno! La acusación sobre mi deseo de obtener
"likes" de "forma engañosa" no solo es ridícula por infundada, sino que
es incapaz de determinar que la conexión es con un texto mío, otro de los más
de 5.100 artículos publicados en el blog. Cada uno de ellos tiene su enlace
desde hace más de 13 años sin problema alguno.
La I de
la IA se pasa de lista. Es orwelliana, es decir, totalitaria y absurda, Es la
bota que te pisa la cabeza sin motivo ni explicación, a menos que alguien
considere "explicación" las "acusaciones" sin fundamento
alguno.
Las IA
contestan por sí solas. Insisto en el hecho de que toman decisiones automáticas
y, si acaso, alguien ve las reclamaciones, que pueden ser millones actuando de
esta forma absurda.
El
aumento de la IA en distintos sectores puede ser de alto coste. Guiados por
reducir los costes humanos, las empresas no evalúan el otro coste, el daño que
les puede hacer esta presencia autorizada y autoritaria de la IA. El mismo
vocabulario, la forma de expresarlo y, especialmente, la falta absoluta de la
posibilidad de equivocarse, muestran un profundo desprecio por los usuarios,
que son los que le dan sentido y vida a algo llamado "red social".
Los usuarios son algo más que piezas del mercado, algo que puede mover en el
sentido que te apetezca. No sé por qué me siento más ofendido, si por las formas
o por las "razones" que la IA se molesta, condescendiente, en dar.
Los artículos sobre casos, "patinazos", de estas IA autoritarias y seguras de sí mismas son ya muchos. Describen casos absurdos. Me asalta una duda: ¿fue el uso de la palabra "amor" en el titular lo que despertó el recelo? Es inútil tratar de saber cómo "piensa" una máquina sin la capacidad de interpretar la ambigüedad, la ironía, la polisemia, los contextos, etc.
No se puede tener un IA activa sobre los usuarios con este nivel de error, tan agresiva sin fundamento, tan ofensiva. Esto no es "IA"; esto es despotismo automatizado. Más "GH" que "IA".
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