Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
incidente en Egipto con el periodista francés, Rémy Pigaglio, corresponsal en
Egipto del diario La Croix, no ayuda
nada a la situación del país ni a su proyección exterior. En ningún sentido,
además. No es el primer caso en el que el gobierno egipcio decreta la prohibición
de entrada de periodistas, escritores, conferenciantes o profesores universitarios que le resultan molestos. De
la misma forma autoritaria está denegando permisos de salidas a personas que
quieren silenciar y allí no pueden hablar con la misma libertad que dentro del
país.
Esta
preocupación constante por la imagen del gobierno (no creo que sea realmente
por la del país, ya que estas formas dictatoriales tampoco son útiles para
mejorar su imagen y solo la empeoran) es una característica definitoria de la
mentalidad de este régimen. Tiene la extraña pretensión de que una dictadura
pudiera llegar a ser simpática. Como si fuera un paradójico cuadro de Magritte,
el gobierno obliga a todos a decir
que viven en una democracia y al que intenta decir lo contrario, lo detiene o
silencia.
El
propio periódico de Pigaglio recogía así la noticia:
Rémy Pigaglio revenait de dix jours de vacances
en France, lundi 23 mai. Vers 13 h 45, il s’est présenté au guichet de la
police égyptienne pour quitter la zone internationale avec un visa de
journaliste de six mois, dont la présentation permet habituellement de passer
le contrôle sans problème. Accrédité par le centre de presse égyptien, il est
autorisé à travailler en Égypte où il assure la correspondance depuis août
2014, principalement pour La Croix et RTL.
La police a pris son passeport et Rémy
Pigaglio a juste eu le temps de prévenir par l’application What’sApp
l’ambassade de France et ses collègues journalistes au Caire. Les policiers lui
ont confisqué son téléphone portable après avoir inspecté à deux reprises les
photos qui s’y trouvaient. Il a demandé de parler à l’ambassade, ce qui lui a été
refusé.
Il lui a ensuite été notifié son interdiction
d’entrer sur le territoire égyptien. Ce n’est que le soir que lui a été rendu
son téléphone, et qu’il a pu joindre l’ambassade. Il a pu aussi parler à sa
famille.
L’ambassade de France au Caire a mobilisé
tous les moyens « au plus haut niveau » pour tenter d’obtenir son autorisation
de rentrer sur le territoire égyptien. Plusieurs éléments semblaient indiquer
que les renseignements égyptiens (moukhabarat) étaient à l’origine de la
décision d’expulsion.
Rémy a passé la nuit en cellule et le
lendemain matin, le consul et un responsable de la coopération policière ont pu
le rencontrer. D’autres discussions entre l’ambassade et les autorités
égyptiennes n’ont pas pu permettre de débloquer sa situation.*
La
sospecha de que los servicios de inteligencia estén mandando informes con todo
lo que se dice del régimen egipcio fuera y elaborando listas de personas que no
pueden entrar o las que no se puede dejar regresar, está en la mente de todos
como sospecha creciente. El régimen de El-Sisi es la misma dictadura anterior
con la diferencia de que Mubarak consiguió aburrir a todos y reprimir con
mediana discreción, mientras que ahora se pretende establecer una especie de
fiebre personal (sisimanía) y colectiva (el nuevo nacionalismo orgulloso), los
dos unidos por la idea de que todos en una mano. El problema es que no es
cierto. Nada ha cambiado y también Mubarak tenía una pseudodemocracia y vender
la idea de que estaba protegiendo la paz de la zona mediante Camp David.
Como
las protestas son mayores por la frustración de las libertades reclamadas, los
aparatos del estado tienen cada vez más conflictos intimidando para el
silencio. Eso es lo que ha ocurrido con médicos, abogados, funcionarios... y
especialmente los periodistas que son los que cuentan lo que ocurre.
Para el
régimen de El-Sisi, la prensa es un aparato de propaganda destinado a tapar agujeros
y silenciar carencias. Los conflictos con la prensa han sido inevitables desde
el principio, llevado siempre con la desastrosa actitud del prepotente. Lo han
intentado con un juego combinado de jueces, policías y gobierno. En cuanto comenzaron
las críticas porque la realidad no iba por donde querían, lo intentaron por
arriba, con los editores. No resultó porque muchos consideraron que no se podía
ejercer el periodismo desde un "compromiso" de no criticar a jueces,
militares, policía y gobierno.
La
prensa está pagando este intento de independencia y de ejercer los derechos que
la constitución egipcia reconoció cuando interesaba mostrar al gobierno como
liberal y a los islamistas como "autoritarios". Hoy los islamistas siguen
con su violencia directa o indirecta y el régimen ha aumentado peligrosamente
su autoritarismo mediante una ley similar a la que Mubarak usó durante treinta
años para reprimir al pueblo egipcio, la ley "antiprotestas" que, si
nadie lo remedia, batirá el récord vergonzoso de su precedente.
Pero
estamos en tiempos de "comunicación". El gobierno no asume el
principio de que si se usan los métodos de una dictadura eres una dictadura y
sanciona a todo el que le pone el espejo ante la cara.
El caso
del Periodista francés es uno más. Recordemos que el corresponsal del diario El
País también tuvo que abandonar Egipto de prisa y corriendo ante las
advertencias realizadas.
Las
treinta horas de humillaciones vergonzosas que el gobierno egipcio ha hecho
pasar al periodista francés privándole de su teléfono y aislándolo son maneras
de dictadura. Pero al gobierno egipcio no le gusta el espejo.
La
publicación Mada Masr se puso en contacto con el periodista retenido y después
expulsado:
"I wasn't mistreated. No one interrogated me and I didn't
know and still don't know why the entry ban decision was taken against
me," Pigaglio told his newspaper shortly before taking a flight back to
Paris.
La Croix editor Agnes Rotivel told Mada Masr on
Wednesday, "We received no reason for his deportation. He has been our
correspondent in Egypt for the last two years. He had all his papers in
order."
"I was doing my job as a foreign
correspondent in Egypt. I was telling stories that would probably not be liked
by Egyptian authorities just like other foreign correspondents. We work on the
same issues," Pigaglio told Mada Masr.
In one of his latest stories, Pigaglio reported
on Egyptian journalists mobilizing at the syndicate earlier in May, shortly
after police raided the syndicate's headquarters and arrested two journalists.
Asked whether he would be interested in coming
back to Egypt if the decision is reversed, Pigaglio said, "Egypt was like
home. It's where I lived and worked."**
No es fácil encontrar historias que le gusten al gobierno
egipcio. No es fácil compartir sus puntos de vista ni suscribir sus acciones.
Su tendencia a cometer errores y a querer convertir la "represión" en
"seguridad" no es fácil de digerir y menos todavía de transmitir al
mundo.
Como régimen vive y hace vivir en una fantasía que hace
falta tener muchas tragaderas para compartir. La represión llega ya a los que
no quieren que parte de su país sea regalado al vecino saudí, en esa especie de
esquizofrenia que dice "amar a Egipto" pero regala su territorio y
encarcela y tortura a sus ciudadanos si se quejan de ello.
La humillación a la que se ha sometido a un periodista
extranjero no va a granjear ninguna simpatía a un régimen que carece de esa
cualidad en grado sumo. Los ataques constantes a la prensa y periodistas, tanto
egipcios como extranjeros, hacen ver que el régimen tiene un problema con las
libertades básicas y la verdad. Todo esto ha sido denunciado por todo tipo de
instituciones, pero Egipto sigue viviendo de la patraña de la conspiración
eterna.
Por el contrario, los gobiernos extranjeros tienden a
suavizar las críticas porque una vez más, los militares egipcios —Erdogan
también lo hace—, que son quienes controlan gobierno y país, venden que son
insustituibles para los intereses extranjeros en la zona. Con esto creen que
los demás deben aceptar sus delirios y fantasías sobre su papel en el mundo.
Da igual cuál sea ese papel si no se cumplen las
expectativas de libertades interiores y se puede desarrollar una vida normal,
algo que hace mucho tiempo que no se sabe exactamente en qué consiste.
Expulsando periodistas y escritores, conferenciantes, etc.,
el gobierno de Egipto solo reafirma su carácter autoritario y dictatorial. Las
detenciones de personas que tardan años en ser llevadas ante el juez, que pospone
una y otra vez el juicio, son formas de
tortura de las personas y una burla de la propia ley. Las prohibiciones de
hablar de los casos, como ocurre por los que protestan por la entrega de las
islas, significan que puedes ser acusado de promover la caída del gobierno por
tener una página personal en Facebook. Lo mismo ha ocurrido con dibujantes que
publicaban sus caricaturas en sus páginas personales y han sido acusados y
detenidos por tener en marcha un
periódico sin licencia.
El presidente dijo en 2014, con motivo del caso de los periodistas de Al-Jazeera —como si fuera algo generoso— que no se les debía haber juzgado en Egipto, que bastaba con haberlos deportado. No sé si esto se debe entender como una muestra de liberalismo, humanidad o generosidad. Como se aprecia, ahora que han practicado este estrategia, siguen sin ver la raíz del problema: el autoritarismo galopante y el derecho a que los demás consideren como "verdad" incuestionable" lo que sale de la boca de las autoridades,
El enfrentamiento actual con el Sindicato de Periodistas
sigue abriendo la brecha informativa. Los ataques contra la prensa, el
sindicato y cualquier medio que sea crítico son constantes y no rebajan la
tensión. Como señalamos, se pasó a la estrategia de intentar dividir al
Sindicato mediante el personal de los medios oficiales. No les ha servido de
mucho.
No, al gobierno egipcio no le gusta los espejos. Le gusta
mucho, en cambio, la foto oficial retocada.
* "Égypte, les autorités ont expulsé le correspondant
de La Croix et RTL" La Croix 25/05/2016
http://www.la-croix.com/Monde/Afrique/Egypte-les-autorites-ont-expulse-le-correspondant-de-La-Croix-et-RTL-2016-05-25-1200762698
**
"Egypt detains then deports French journalist on arrival at Cairo
airport" Mada Masr 25/05/2016
http://www.madamasr.com/news/egypt-detains-then-deports-french-journalist-arrival-cairo-airport
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