jueves, 5 de mayo de 2016

¡Levanta la cabeza, eres periodista!

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Titulábamos el otro día "Sin precedentes pero con consecuencias" señalábamos que era un punto de inflexión en el sisismo. La entrada en el Sindicato de Periodistas se consideraba un hecho sin precedentes, tal como lo calificaron casi todos los medios. Pero la actuación descarada de la Policía tenía todavía otro error garrafal: el envío por error a los medios del documento con la estrategia para poner en marcha la difamación y el control mediante la manipulación de los canales de televisión afectos y voceros del régimen. Lo contábamos ayer mientras se seguían sucediendo los acontecimientos.
Hoy se han sucedido los ataques a los periodistas por parte de matones y "honrados ciudadanos" que les recriminan que defienda el derecho a la libertad de información y expresión. Son los hijos del régimen, los honestos y piadosos, los que pidieron sangre para erradicar de Egipto a todos los que piensan de forma diferente, los que se siente tranquilos con cada desaparición porque ellos nunca, nunca desaparecerán de la faz de Egipto. 

Autobuses para ir a protestar contra los periodistas

Terrible situación la de un pueblo cuyos ciudadanos se lanzan contra los que defienden las libertades de todos. ¡Terrible Egipto! Los que quieren libertades se tienen que disculpar y defender ante los que quieren esa farsa que les hace besar extasiados la mano que les oprime. Los medios informan de cómo se permitía pasar a los partidarios del gobierno, llevados en autobuses especiales hasta las puertas del Sindicato, y cómo se detenía en cambio a los que querían defender a la prensa y el derecho a informar. ¡Terrible! "¡Levanta la cabeza, eres periodista!", cantan en el Sindicato. Es la nueva versión de aquel olvidado canto de la Revolución, "¡levanta la cabeza, eres egipcio!". No son muchos los que hoy quieren o se atreven a levantarla.

A los periodistas, se sumaban en su protesta otros grupos sindicales —médicos, ingenieros, abogados, etc.— o personalidades como Alaa Al-Aswany, que están ya hartos de tanto desaire y prepotencia de este estado policial disfrazado de no se sabe muy bien qué. 
La tenaza gubernamental acoge policía, jueces, militares, empresarios de comunicación, los clérigos de Al-Azhar y los políticos de vía estrecha que el gobierno ha congregado a su lado. Con este cortejo, el presidente El-Sisi se permitía ayer dar otra lección doctrinal diciendo que los derechos humanos, tal como los entiende Occidente, no tienen sitio en Egipto. Y se quedó tan satisfecho. Pero mucho me temo que ha ido demasiado lejos. Hay demasiada gente en la cárcel, demasiados desaparecidos, etc. como para ir dando lecciones de nada. Y menos de libertades. El descrédito exterior es absoluto.


Las reacciones se han disparado aprovechando el impulso unas de otras. Uno de los aspectos más destacados de este movimiento ha sido el durísimo editorial del diario estatal Al-Ahram, del que da cuenta la prensa y que mencionábamos ayer.
Egyptian Streets titulaba "Egypt’s State-Owned Al-Ahram Publishes ‘Unprecedented’ Editorial Taking Aim at Interior Ministry". El periódico recoge la esencia del editorial publicado:

The editorial, whose publication coincides with World Press Freedom Day, went on to deride the interior ministry for treating journalists like terrorists, particularly as many families are dealing with their youths languishing “behind prison walls without [legal] cases, but also under the fantasy of working against the state.”
“We still do not know what is this state that the security speaks of and pretends to fight to secure it; have we and our youths become enemies of the state?”
The editorial ended by calling on the ministry to stop playing “this tired game” and for a swift investigation into the incident to resolve the tensions between the interior ministry and the country’s journalists, adding that the interior minister, Magdy Abdel Ghaffar, must step down in the wake of the ministry’s actions.
Although the editorial was published without a byline, it remains an unexpected move by the newspaper, which is widely known for publishing editorials in support of the government an generally falling in line with the state’s discourse.
A recent report by the Committee to Protect Journalists ranked Egypt as the second-worst jailer of journalists worldwide, while Egypt’s government has continuously denied any restrictions on the press and freedoms.*


Todo tiene un límite menos la desfachatez del gobierno egipcio que parece infinita. Egipto —es evidente— se mueve bajo la costra de la corrupción y el autoritarismo, que se respaldan mutuamente por que son hijos de un mismo tronco que se ha incubado durante décadas. La negación de la Revolución de 2011 es un absurdo porque presupone que nada ha cambiado, que nada ha existido. Eso implica que el gobierno, aunque parezca increíble, se cree sus propias mentiras en la medida suficiente como para ignorar sus consecuencias. Otro tremendo error que se pagará.
¿Cree El-Sisi realmente que puede hacer, decir e imponer lo que quiera, como está haciendo hasta el momento? El deterioro al que se ha visto sometida su imagen es enorme. Pero ya no vale hacer una distinción entre el presidente y el gobierno, cuyos ministros entran y salen en crisis permanentes por su inutilidad, por los errores cometidos, por los fracasos del conjunto.
La suma de errores en demoledora. Sobre todo si se piensa que son estas tonterías las que han causado su descrédito nacional e internacional. El hombre que no podía salir de Egipto sin que todos los países le envidiaran, ya simplemente no puede salir de Egipto. Hollande ya se debe estar arrepintiendo de haber ido a vender aviones. Solo los saudíes y algunos otros países del Golfo parecen alegrarse de la proximidad egipcia a la aridez intelectual de la península.
El titular de Mada Masr es un grito de apoyo al sindicato y a la profesión misma: In support of the Journalists Syndicate, in defense of our profession". En un breve texto denuncian la situación que viven los medios independientes en Egipto, incluso la chulería de hacer coincidir los ataques a la libertad de prensa con la celebración del día en que se debería defender:

While people around the world celebrate World Press Freedom Day, we are racing to cover the systematic violations of press freedoms and journalists' rights, along with the few remaining institutions in Egypt that still defend these freedoms.
In recent years, we have sometimes felt alone in our struggle to create a space to facilitate free journalism; an independent, accountable and critical practice. We felt less alone when newborn independent media organizations began emerging, and with journalists in major media institutions pushing boundaries and confronting continual attempts to stifle their work.
We have also felt less isolated when the Journalists Syndicate stood up in defense of journalists' rights, and when it decried violations of press freedoms perpetrated by Egypt's authorities.
We belong to this syndicate, whether through official membership, or through an affinity with an organized body with which we have a mutual desire to defend and uphold our professional rights and freedom of expression in general.
Today, we do not only stand in solidarity with the Journalists Syndicate in its position against the Interior Ministry’s unprecedented raid on its headquarters on May 1. Instead, we consider ourselves part of this confrontation. This incident is the most recent violation in a long list of consistent breaches by police and the justice system against journalists – including arrests, trials, and various other manifestations of censorship.
We consider ourselves part of this confrontation and part of the syndicate’s struggle, reiterating our full support of the syndicate's active role in defending the rights of journalists and not merely providing technical and material assistance.
A strong government should not fear a free and independent media.**


Son las acciones brutales del gobierno contra las libertades lo que está uniendo a la profesión periodística, que se siente atacada en sus derechos —esos que el presidente El-Sisi no considera adecuados para Egipto— y en el ejercicio de la profesión con libertad.
La cuestión clave se plantea en la última línea: ¿es realmente un gobierno fuerte el egipcio? No. No lo es porque es incapaz de entender cuál fue su papel, que era llevar a la democracia, lo único que podría redimir su golpe de estado. Por el contrario, el camino elegido fue el de volver a la dictadura, estableciendo una discordancia absoluta entre los discursos propagandísticos y las acciones llevadas a cabo. El gobierno dice una cosa y hace otra. Pero eso se ha acabado cuando se enfrenta a la prensa, que es quien tiene que construirle los discursos; se enfrenta a los abogados, a los que acosa ignorando la constitución; a los médicos, que deben falsificar sus partes de lesiones para que los agentes de policía puedan ejercer su brutalidad impunemente; se enfrenta a los funcionarios, impidiéndoles manifestarse diciéndoles que va contra el islam, algo que certifican los jueces, esos que opinan que solo sus hijos deberían heredar los juzgados; etc. etc.


El gobierno es débil y por eso ataca a los que pueden debilitarlo más todavía dejando al descubierto sus falsedades, carencias y errores. El gobierno es débil porque tiene que recurrir a la fuerza para imponer lo que nadie cree, ya sea la tortura de un joven italiano que cometió el terrible pecado de interesarse por la suerte de los sindicatos egipcios o el vacío explicativo ante la explosión y caída del avión ruso de pasajeros. Es débil porque solo tiene la imposición del silencio mediante la fuerza o la amenaza como recurso. Es débil porque ya no se puede escuchar, según sus propias palabras, al presidente y este solo manda callar sobre los temas nacionales, como la inexplicable entrega de dos islas a Arabia Saudí. Hasta siete temas de los que los egipcios no deberían hablar le han contado ya. Demasiado silencio.


Por todo ello, la pregunta de Mada Masr es la clave de la cuestión. Y la respuesta está cada día más clara: la confusión de la brutalidad con la fuerza. Es un gobierno débil que solo tiene la brutalidad para imponer orden. Nada más.
La guerra con la prensa es la guerra con lo que no se quiere que se cuenten: sus errores. Si el gobierno funcionara, no habría problema. Por eso los errores funcionan en espiral, cada error hace cometer el de querer acallarlo.
Otro ejemplo de la misma actitud lo tenemos hoy mismo en la in formación que ofrece Daily New Egypt sobre el caso de Giulio Regeni. El diario señala:

A recent memo from the Ministry of Interior, which was mistakenly sent to journalists, revealed that the ministry had suggested a media gag on the Regeni case.
The memo contained the ministry’s plans to handle the media, in particular regarding the current conflict between the ministry and Press Syndicate.***


Como puede apreciarse es el mismo patrón que en el caso de los periodistas del Sindicato y de la cuestión de las islas entregadas a Arabia Saudí. En los dos casos se ha cometido el doble error: tratar de tapar la boca a la prensa y el envío de los planes de acoso a los medios, que acaban contándolos.
El ataque frontal de Al-Ahram contra el ministro, de la prensa independiente contra el gobierno y el sistema en sí, su falta de libertades, etc. van creando un fondo de malestar cada vez mayor. La ficción egipcia se está agotando.


El ministro del Interior está acabado, quemado, y debe pasar a la oscuridad más absoluta, que es su lugar. Algunos periódicos, como muestra Ahram Online, han decidido publicar la foto del Ministro del Interior en forma de negativo. Un simbolismo muy adecuado para hacerle ver que no es el mejor camino el que ha escogido. Pero, tal como evoluciona todo, es del destino de cualquier ministro del interior egipcio. No se pueden permitir un ministro que no haga lo mismo; solo buscar uno que lo haga mejor.
La cuestión está en cuántas piezas se pueden sacrificar antes de que sobre el tablero solo quede un solitario rey sometido a jaque permanente. Muchos no quieren llegar a ese extremo por temor a que el jugador, irritado por el acoso, antes de dar por perdida la partida, tire en ese momento el tablero.



* "Egypt’s State-Owned Al-Ahram Publishes ‘Unprecedented’ Editorial Taking Aim at Interior Ministry" Egyptian Streets 3/05/2016 http://egyptianstreets.com/2016/05/03/egypts-state-owned-al-ahram-publishes-unprecedented-editorial-taking-aim-at-interior-ministry/
** "In support of the Journalists Syndicate, in defense of our profession" Mada Masr 4/05/2016 http://www.madamasr.com/sections/politics/support-journalists-syndicate-defense-our-profession
*** "Phone records of 13 Egyptians sent to Italy in Regeni case: Italian state media" Daily News Egypt 4/05/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/05/04/phone-records-of-13-egyptians-sent-to-italy-in-regeni-case-italian-state-media/
**** "Egyptian papers begin publishing interior minister's photo in negative" Ahram Online 4/05/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/207072/Egypt/Politics-/Egyptian-papers-begin-publishing-interior-minister.aspx


Las barreras policiales se levantan para los que acosan e insultan a los periodistas


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