Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
cuestión de la entrega —devolución o regalo— de las dos islas de Tiran y
Sanafir se complicará hoy con la celebración de manifestaciones en contra de la
decisión tomada por el ejecutivo, hecha pública durante la visita del rey
Salman a Egipto. Es difícil hacer peor las cosas. Una medida de esta tipo, con
la situación actual (o con cualquier otra) requiere siempre un proceso
meticuloso, con tiempos medidos para evitar que sea convertido en un conflicto grave.
Sin embargo se ha hecho de la peor manera y en el peor momento.
Dejar
caer como una bomba la decisión del presidente, sin que esta haya pasado por
ningún proceso parlamentario en el que los egipcios vieran exponer las razones
y los documentos para después ser ratificada (o no) por el parlamento), hubiera
sido lo lógico. Con el control parlamentario que tiene el presidente no debería
tener problema en ese sentido. Pero el presidente se ha encargado de hacer
recelar del parlamento, de dejarlo en evidencia convirtiéndolo en una
institución desprestigiada y a la que se evita transmitir en directo, por
extrañas razones. Para algunos, esta decisión de silencio forzado obedece que
se quiere evitar que tenga algún protagonismo; para otros, en cambio, se ha
hecho un parlamento con algunos tan impresentables que se le protege evitando
que se vean sus sesiones. Ya hemos dado cuenta aquí de algunos de su números y
de cómo el propio Ahram Online, periódico estatal, llegó a calificarlo como
"circo".
Sin
embargo, el parlamento debía ser donde comenzara el recorrido una decisión de
este tipo. La elección de la visita del rey Salman a Egipto tampoco es una
buena decisión porque tiene toda la apariencia de un regalo por la visita,
igual que se le ha condecorado. Los saudíes, como hemos señalado varias veces,
no gozan de demasiadas simpatías, entre otras cosas porque ha habido y hay
muchos egipcios trabajando en el Reino y otros reinos de la zona y saben cómo
se las gastan. Que el rey llegue a Egipto y salga con dos islas debajo del
brazo no parece el mejor planteamiento en un Egipto en el que se juega la baza
patriótica y nacionalista.
La
situación actual es ridícula e insólita porque es la primera vez que veo una
situación de este tipo, con un presidente intentando convencer a todo el mundo
que su propio país estaba ocupando indebidamente un territorio que no era suyo.
El argumento de que una cosa es ocupar
y otra tener soberanía es realmente
divertido porque supone, como decíamos el otro día, una especie de
"creacionismo nacional", doctrina absurda donde las haya mediante la
que se sostiene que además del día y la noche, los mares y tierras, las
criaturas que pueblan el mundo, se crearon fronteras y se concedieron pasaportes
y que solo la maldad de los humanos y su desprecio de los mapas originales
pervierten.
Cuanto
más se pondere el derecho de los saudíes sobre esas dos islas en litigio, más
injustificable será la anterior presencia egipcia en ellas. Es conmovedora la
reacción de algunos que salieron defendiendo las islas y exigiendo
explicaciones, como es el caso de Ahmed Shafiq, que se ha retractado
públicamente diciendo que le han mostrado pruebas irrefutables y que ahora está
convencido de que toda su vida ha sido un invasor sin él saberlo. No es el
único que lo ha hecho, pues si había pocas divisiones entre los egipcios, la de
las islas inaugura otra que promete traer cola.
Hoy,
viernes, es el día previsto para manifestarse, pero las cosas se han
complicado. Ahram Online nos cuenta:
In the begining of the week, the anonymous
‘Land is the honour’ had called on its fresh followers online to march from 30
different mosques and churches onto Cairo’s Tahrir Square. Supporters of small
January 25 groups of the 6 April Movement and the Revolutionary Socialists
called supported the call for protests.
However, by the end of the week, sentiments to
support the Friday rallies was thrown into disarray when the now-banned
Brotherhood organisation formally endorsed the rallies and called on its
members to take to the streets.
"To all Egyptians, the picture has become
clear. We are facing a group of criminals who are committing a gross violation
against our land and history and honour. This is the time for unity," the
Brotherhood said in a statement on Thursday calling on supporters to join the
planned protests to "save the country," and "launch a spark of
anger."
Immediately after the statement was released on
the Brotherhood's website, many non-Islamist opponents of the Egyptian-Saudi
agreement denounced the Brotherhood's decision to join the rally, accusing them
of attempting to "hijack the movement in order to put forward their own
anti-government agenda."
"We who called for the [protests] on
Friday refuse the attempts of some Muslim Brotherhood members and figures from
other political powers to hijack our event on Friday as they have previously
done throughout the revolution," the admins on "The Land is The
Honour" Facebook page said.
"We will not allow any political current
to exploit this event for its own interests and steer it away from its main
aim, which is to preserve Egyptian land and sovereignty," they said,
warning all participants against raising any brotherhood slogans.*
La Hermandad Musulmana no podía dejar pasar una ocasión como
esta. El intento de canalizar la frustración e indignación que ha causado la
decisión del presidente El-Sisi les permite alzar una bandera y presentarse del
lado contrario. Se repite de nuevo el drama egipcio y se pone en bandeja al
gobierno la posibilidad de descalificar las protestas por las islas
cubriéndolas con el manto de la Hermandad.
En términos prácticos quiere decir
que puede haber muertos en las manifestaciones en cuanto que se diga que hay
terroristas entre los manifestantes o que todos los manifestantes lo son, por
abreviar. No es la primera vez que se acusa a todo el que protesta de ser
simpatizante o miembro de los Hermanos.
La adhesión o capitalización de la Hermandad de la protesta
ha sido rechazada por los que no quieren verse mezclados con ellos. Ahram
Online informa que están intentando separarse de la infiltración de los
Hermanos convocando una manifestación por la tarde. Servirá de poco hacerlo
porque si hay incidentes en la mañana, eso marcará la tarde. Y si no hay
incidentes en la mañana es que se reservan para la tarde. El oportunismo de los islamistas es infinito y carecen de
escrúpulos. Pueden aprovechar la ocasión para complicarle más la situación a
El-Sisi. El presidente, en cambio, se planteará el asunto como una nueva ocasión
de demostrar que es el hombre fuerte que el país requiere para protegerle de
conspiraciones, así podrá combinar el 4GW con los anteriores —1, 2 o 3—
que estime conveniente.
El temor de que se organice una refriega es claro y el
ministerio del Interior se cura en salud advirtiendo:
Some non-Islamist activists have argued they
fear that the Egyptian authorities might use the Brotherhood's participation as
an excuse to crack down on protesters.
On Thursday afternoon, Egypt's Ministry of
Interior called on citizens not to be duped into following the calls made by
the Brotherhood, warning against any attempts to upset the legitimate order.
The ministry said it would take the necessary
and decisive measures to ensure security and stability.
The ministry also said it had not received any
request to organise protests on Friday.
Protest without prior official notification and
approval has been criminalised in Egypt since November 2013. The authorities
has dispersed many unpermitted demonstrations since then and arrested hundreds
for for breaking the Protest law.*
Con los dos parámetros —participación de los Hermanos y
ausencia de petición de manifestación— el Ministerio del Interior es capaz de
cualquier cosa. Lo que ocurra allí, creen, ya no es responsabilidad suya, sino
del que vaya.
Es sorprendente, de nuevo, ver cómo se cometen errores tan infantiles,
cómo se pone en bandeja el conflicto que se traducirá en más presión para
Egipto si hay sangre de nuevo en las calles. Con el caso Regeni sobre la mesa y
las condenas por los derechos humanos, es el momento adecuado para que la
Hermandad juegue sus bazas y busque el victimismo. Buscará entremezclarse con
los que ya están enfrentados con las políticas del régimen para tratar de
reintroducirse y canalizar la oposición, algo que en este momento no controla.
La peculiar naturaleza del régimen egipcio le hace tener dos
oposiciones, la islamista y la laica y democrática (ya sea socialista o
liberal, además de los grupos de izquierda más radicales). El régimen, como
contrapartida, es también una variopinta colección de personas, de procedencias
diversas pero con un objetivo común, que es el acceso al poder. Habrá personas
con buena voluntad que estén allí por hacer algo por su país, pero no son la
mayoría. Los votos comprados, los miembros de la época anterior y la presencia
de magnates entre los diputados han dado un parlamento con un perfil peculiar.
El-Sisi lo controla, pero no puede evitar que estén las voces chirriantes de
algunos que buscan protagonismo y tomar posiciones para el futuro.
Mada Masr da
alguna información más sobre las reacciones de algunos grupos y de la
radicalización a la que el asunto de las islas está llevando:
The Muslim Brotherhood had announced it would
join protests on Friday against the “sale of Egypt’s land and history” after
the decision to transfer two islands to Saudi Arabia earlier this week.
“It has become clear that we are dealing with a
group of criminals … and it is time to unite against them,” the Muslim
Brotherhood’s statement read. “Let Friday be the spark of anger that will not
be subdued unless Egypt is liberated.”
There have been multiple calls by different
groups to join mass protests on Friday in light of a wave of anger resulting
from the transfer of sovereignty of Egyptian islands of Tiran and Sanafir,
following a maritime border deal between Egypt and Saudi Arabia.
The April 6 Youth Movement has also called for
protests on Friday across Egypt’s main squares, dubbed “Over our dead bodies.”
“Tiran and Sanafir are our right,” the group
said. “It is the right of our fathers and grandfathers who died there.”
On their part, the Muslim Brotherhood said the
“crime of selling Egypt,” serves Zionist interests and has been hailed by
Parliament, the government and the media.**
Como puede apreciarse, los planteamientos han sido llevado
al extremo, sea literal o no el "por encima de nuestros cadáveres"
que sirve de lema a los activistas. Esperemos que esta frase no se convierta en
realidad triste.
Un poco de inteligencia —también por parte saudí— habría
iniciado el proceso distanciándolo de la visita del rey Salman para evitar que
el anuncio pareciera un regalo o un chantaje económico por la financiación del
régimen. La acusación de "venta" del país viene por ese lado. Las explicaciones
del presidente, recogidas por Mada Masr, son demostrativas del poco cálculo y
la falta de asesores en condiciones, es decir, con sentido común: «Sisi explained the move
was not announced publicly before now so as not to create too much instability.»** Candorosa declaración
después de lo visto. Quedará siempre la duda, pero lo cierto es que cualquier
cosa que se relaciona con los saudíes tiene un trasfondo complejo.
En abril de 2012, en la época del mariscal Tantawi y la SCAF
al frente del país, Arabia Saudí cerraba su embajada en El Cairo y sus
delegaciones en Egipto como resultado de las protestas contra ellos por la
detención del abogado egipcio de derechos humanos, Ahmed al-Gizawi. Le acusaban
entonces de insultar al rey Abdullah. Al-Gizawi fue detenido en el aeropuerto
cuando iba acompañaba a su esposa a una peregrinación. Las mujeres no pueden
entrar sin un responsable masculino —esposo, padre, hijo o hermano—en el país.
Los saudíes, en cambio, le endosaron una acusación por tráfico de drogas
diciendo que llevaba encima 21.000 pastillas. Aclararon que no era un peregrino porque no llevaba
los pantalones blancos. En realidad, Ahmed al-Gizawi había denunciado en una
corte egipcia la situación de sus compatriotas detenidos en las cárceles del Reino
y sus castigos a base de latigazos y demás civilizadas
y piadosas formas de hacer pagar las condenas.
La indignación contra los saudíes llegó hasta las puertas de la embajada, que
cerró, junto con el consulado de Alejandría y otras sedes. No se reabrió hasta
el 5 de mayo del mismo año después de que una delegación egipcia viajara a Riad
a disculparse.
Aquel incidente se puede quedar corto con lo que pueda
ocurrir ahora si las protestas no solo se dirigen hacia el gobierno, principal
responsable, sino contra los saudíes. Lo natural en este caso es que las
reivindicaciones acaben en la puerta de la embajada saudí y de nuevo las
pancartas nos muestren a su rey, esta vez Salman, como objeto de las iras.
La entrega, venta o devolución, como se prefiera, de las islas a
Arabia Saudí se verá como una "traición" por más que se explique y se
volverá contra el gobierno. La cuestión es el coste social que esto puede tener
en términos de violencia, por un lado, y el coste político en un momento de
gran complejidad y de horas bajas para el régimen de El-Sisi, que está cada vez
más ensimismado, si esto fuera posible. La fijación del presidente con que él
tiene la capacidad de resolver cualquier problema prescindiendo de todo y todos, no
sabemos si obedece a un egocentrismo exacerbado o una pérdida absoluta de
sentido de la realidad. Las combinaciones en grados de ambas son posibles.
Lo más preocupante, con todo, es que el regreso de la Hermandad se produzca con una causa externa a su propia dinámica. Ya no viene reivindicando la legitimidad de Morsi o el golpe que los sacó del gobierno, sino una causa externa y común a grupos que nada tienen que ver con ellos. Como la estrategia del régimen es considerarlos agentes extranjeros y anti egipcios (recuerden aquel alto oficial que señalaba que eran sionistas camuflados para hundir a Egipto). Por eso la estrategia de la Hermandad es haber acusado a El-Sisi de sionismo al dejar en manos de Arabia Saudí la salida marítima del sur para Israel. Que la Hermandad tenga una protesta activa a la que se pueda sumar significa más sangre en las calles.
No sabemos cuánto más la gente podrá seguir creyendo lo de
las conspiraciones y la 4GW, pero no creo que pueda ser mucho tiempo. ¿Cuál es
el tope de inestabilidad en el que se llega a la falta de confianza? Lo primero
que tendríamos que saber el criterio de aquellos que confiaron en él. No me
refiero, por supuesto, a los votantes, sino a aquellos que le colocaron en la
posición para ser votado. Si Mubarak se convirtió en prescindible cuando creaba
más problemas que solucionaba, Abdel Fattah El-Sisi no está libre de caer en esa situación.
Cuando crees que controlas el mundo, descubres que tu destino lo
escriben otros. Pero suele ser demasiado tarde.
Veremos qué ocurre hoy.
*
"Friday 'protests' against Red Sea islands agreement face
uncertainties" Ahram Online 14/04/2016
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/199596/Egypt/Politics-/Friday-protests-against-Red-Sea-islands-agreement-.aspx
**
"Update: Interior Ministry issues warning not to join Friday protests
against Egypt-Saudi island transfer" Mada Masr 14/04/2016
http://www.madamasr.com/news/update-interior-ministry-issues-warning-not-join-friday-protests-against-egypt-saudi-island
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