Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi ha pasado a un nuevo nivel, el de las "advertencias"
a la prensa. No es porque no lo haya hecho antes, desde luego. Su didactismo
suele ser grande y de él procede el mismo espíritu que anima a su gobierno: el
mundo es idiota, está mal informado o ambas cosas.
El caso
Regeni sigue despertando animadversiones internacionales al régimen y por toda
contestación se siguen dando los mismos argumentos. Lo malo es que ya —como
advertimos— ocurre en un caso detrás de otro. Conspiraciones internas y
externas, ignorancia, casualidad, azar, coincidencia, estar en el sitio
equivocado, etc. son las excusas habituales ante la imposibilidad de dar otras mejores.
Esta
vez Ahram Online recoge sus
declaraciones advirtiendo a los que desde dentro están creando la confusión
internacional. Eso servirá para recrudecer las campañas de represión
informativa, de vigilancia de los medios y las redes sociales, en las que —como
titulaba Mada Masr el otro día— no pueden confiar ya ni jueces ni estudiantes ("From
students to judges, no one's Facebook is safe" Mada Masr 7/04/2106), haciendo referencia a casos reales en los que se han visto atacados por la publicación de cosas que no gustaban en sus páginas de Facebook.
Esta vez el aviso es general:
The Egyptian president urged the media to be
more cautious about what they publish, describing media handling of the issue
as "scary" and saying that relying on social media as a source of
information in relation to such issues is "very dangerous."*
Sigue sin darse cuenta el presidente que en los países
democráticos —como en el que dice vivir— los presidentes no amenazan ni a
parlamentos ni a la prensa ni a nadie. Se limitan a decir la verdad, que es su
obligación, y a favorecer las libertades de los demás. Pero, desde su llegada
al poder, ha hecho exactamente lo contrario. Y se le ha acabado el crédito.
Debería pensar alguna vez que se equivoca, pero no lo hace.
Es más fácil pensar que todos están equivocados. Lo ocurrido con las islas que
se entregarán a la democracia saudí, es un elemento más de ruido político.
Daily News Egypt también cita la tendencia del presidente a
decirle a la gente que se calle, en especial a los medios. El tema de la
entrega de las dos islas a Arabia Saudí, que la gente no ha asimilado, debe
estar también rodeado por silencio. Ya tenemos un diagnóstico:
“Egyptians should stand as one hand against the
evil powers. We did not sell our land. What happened is that we gave the Saudi
people their land. Egyptians are currently suffering from a state of collective
suicide due to fourth generation warfare, which targets the loss of Egyptians’
confidence in their state institutions,” Al-Sisi said during the speech.**
Lo de los "poderes del mal" está muy bien y lo de
mantener unidos como "una sola mano" a los egipcios, pues también. El provecho
que le está sacando a lo de la 4GW (la guerra de cuarta generación) es
realmente notable. Los egipcios están convencidos que todo es una engañifa y
que solo deben escuchar la voz de su presidente. Todos los demás son
infiltrados de los poderes del mal, según su definición, dispuestos a provocar
ese suicidio colectivo. ¡Si a todos los presidentes les diera por lo mismo!
Se olvida el presidente que una mayoría de egipcios
perdieron hace muchos, muchos años la confianza en el estado porque este no hizo
nada para merecerla. Les ha vuelto a
insistir en el ya familiar mensaje del equilibrio entre seguridad y libertades, brillando
las segundas cada vez más por su ausencia.
Hay una evidencia: el discurso político es muy pobre y repetitivo.
Lo del 4GW y el equilibrio ya está muy gastado, pues debe recurrir a ello cada
vez que se hace mal algo, es decir, con frecuencia.
Y cuando trata de improvisar, deja perlas en su discurso como esta, con la
que nos ilustra Daily News Egypt: «“Societies
are built through work, not only through freedom of opinion,” Al-Sisi
extrapolated.»**
Indudablemente, este militar formado en los Estados Unidos y
con interés por la Guerra psicológica, tiene madera de autócrata. No hace falta
decírselo porque se lo dice él solo. ¿Realmente no se da cuenta que todo lo que
dice es contraproducente, que él solo deteriora su imagen con estas cosas?
Confía en su poder de convicción porque le funciona, como ha ocurrido con Ahmed Shafiq que pedía hace un par de días explicaciones sobre la entrega de las islas, se las han dado y ya está convencido, según nos informa Ahram Online. ¡Qué rápido! Es una pena que tanto egipcio ilustre haya vivido tanto tiempo en el error. Pero el presidente es como una luz: todo lo aclara.
Confía en su poder de convicción porque le funciona, como ha ocurrido con Ahmed Shafiq que pedía hace un par de días explicaciones sobre la entrega de las islas, se las han dado y ya está convencido, según nos informa Ahram Online. ¡Qué rápido! Es una pena que tanto egipcio ilustre haya vivido tanto tiempo en el error. Pero el presidente es como una luz: todo lo aclara.
Pero no convence a otros, que siguen en la oscuridad. Las reacciones al discurso del presidente, del que se resalta
que no fue realmente un encuentro o diálogo con intelectuales, como se pretendía, sino un monólogo
en toda regla, una arenga, expresan ya recelo ante la monotonía del mensaje y empiezan sus análisis críticos:
Sadek further pointed to the possibility that
Al-Sisi has acted out of anxiety, after his political rivals, Hamdeen Sabbahy
and Ahmed Shafiq, received media attention in the past period. “These days, the
president feels his that popularity is at stake, especially among strong
supporters,” Sadek stated.
Similarly, writer and political analyst Ammar
Ali Hassan told Daily News Egypt that the speech indicated “anger” and
“wariness”. “The speech reflected an obsession with conspiracy theories,”
Hassan argued.
“The president chose to place all the blame on
the media, which he thinks is turning a blind eye to his achievements,
disregarding the fallouts of his bad management and lack of experience, which
resulted in the downgrading of his popularity,” he added.
Moreover, Hassan also supported the idea that
Al-Sisi was sending a message to his rivals. “I am afraid that next time there
will be more explicit addresses, or perhaps, further measures taken against his
opponents,” he stated.***
Esto irá previsiblemente a más porque no se arregla casi
nada y todos los días estropean algo. Los conflictos aumentarán y la represión
tendrá que crecer, formando un círculo vicioso del que no se puede salir con la receta del silencio. Y no
se puede salir porque la primera condición para resolver los problemas es saber
reconocerlos para encontrar soluciones. La receta de trabaja y calla podía estar muy bien en algunos monasterios medievales, pero no parece muy compatible con el mundo moderno ni con las aspiraciones de una parte de la sociedad egipcia.
El silencio no es la solución. La democracia es la solución, como diría Alaa Al-Aswani. Pero eso implica que hablen todos y que se escuchen más voces, algo que hoy por hoy es cada vez más complicado. Veremos en qué quedan las advertencias a los medios y a los "mentirosos locales" que hacen que el mundo esté mal informado.
*
"Sisi blames international criticism of Regeni case on domestic
'lies'" Ahram Online 13/04/2016
http://english.ahram.org.eg/NewsContentP/1/199459/Egypt/Sisi-blames-international-criticism-of-Regeni-case.aspx
**
"‘Don’t talk about it’: Al-Sisi on Red Sea islands" Daily News Egypt
13/04/2016
http://www.dailynewsegypt.com/2016/04/13/dont-talk-al-sisi-red-sea-islands/
***
"Al-Sisi’s speech leaves divided opinions on state leadership" Daily
News Egypt 13/04/2016
http://www.dailynewsegypt.com/2016/04/13/al-sisis-speech-leaves-divided-opinions-state-leadership/
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