Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Hoy se
esperan nuevas movilizaciones en Egipto tras las celebradas hace unos días.
Entre unas y otras, decenas de detenciones con la finalidad de retener a las
personas o simplemente crear un clima de intimidación social que evite que la
gente se manifieste. Cuando parecía que las causas para la protesta se diluían
en lo cotidiano, el gobierno de El-Sisi les ha puesto en bandeja una: la entrega
a Arabia Saudí de dos islas, Tiran y Sanafir, por las que los egipcios han
recobrado un inusitado interés. Hoy vuelven a ser llamados a la calle, con las
advertencias del ministro del Interior de que no traspasen las "líneas
rojas", según recoge la prensa.
Egypt Independent trata de explicar la cuestión de
las "líneas":
Interior Minister Magdy abdel Ghaffar has
warned against any attempts to destabilize the nation through protests or
violent attacks, saying anyone involved in such activities will have crossed a
"red line" and be dealt with strictly by security forces.
Gaffar made the comments during a meeting with
deputies and security officials ahead of Sinai Liberation Day on Monday, after
some activists called for mass protests against the recent transfer of two Red
Sea islands from Egyptian to Saudi control.*
No están muy claras las "líneas" porque se
entiende ya que cualquier protesta tiene por finalidad desestabilizar el país y
no el contenido de la protesta en sí,
que le debe parecer irrelevante. Dado que el presidente ha pedido expresamente
que nadie hable de las "islas", algo realmente insólito en la forma
de gobernar, se debe considerar especialmente grave el simple comentario. De
hecho, algunos escándalos se han producido por el cambio de rumbo de algunos
políticos y comentaristas que se lanzaron a la crítica de la decisión y después
tuvieron que recoger las velas ante el temor de ser considerados entre los
detractores del régimen, riesgo que no quieren correr.
Las palabras del ministro van más allá. Los que protestan
pierden el derecho a ser llamados egipcios y pasan a ser considerados como "enemigos
del Estado". Podrían ser nombrados como "enemigos de las malas
decisiones gubernamentales" o "enemigos de los errores", pero es más eficaz para los intereses del
gobierno hacerlo de esa manera. Se trata entonces de atemorizar al país entero
con las consecuencias de lo que pueda ocurrir, dividir al pueblo haciendo que
consideren "enemigos" a los que se manifiestan discordantes y
acusándolos de estar al servicio de potencias extranjeras por protestar porque
dos islas se hayan entregado sin más a Arabia Saudí, la potencia extrajera que
financia Egipto. Señala el diario:
At the meeting, the minister warned of possible
attacks on key establishments, including police facilities, and said that
security personnel must be prepared for difficult situations. He said policemen
bear the responsibility of preserving safety and stability.
He also highlighted the right of citizens to
live in stable country and said that the law will be applied to everyone
equally.
“I trust in the awareness of the honorable
citizens, that they will not respond to calls to create chaos and harm
security, or even respond to attempts to create division between security
forces and the people, whom we have vowed to protect and secure, whatever the
sacrifices or challenges may be,” he said.
He warned against seeking to change government
policy by unconstitutional means, saying that the intentions of the
constitution have been put into effect by means of parliamentary elections,
with government performance subject to various constitutional mechanisms for
review.
There have been reports of raids by security
forces on cafes and apartments in recent weeks, with several people, including
journalists, detained on suspicion of planning protests.
Among them are 14 activists arrested by the
East Cairo Prosectuion on charges of inciting demonstrations and seeking to
overthrown the government by means of force.*
Es sorprendente que esta retórica les siga funcionando. Por
un lado, los "honestos ciudadanos", por el otro las "fuerzas del
mal", como las ha llamado el presidente, quien no necesita elegir metáforas.
Muchos egipcios han borrado de sus mentes la brutalidad
policial, la barbarie con la que han sido reprimidos desde enero de 2011, por
poner el marcador a cero respecto a la brutalidad policial que llevó a la gente
a las calles para la caída del régimen de Hosni Mubarak.
Gracias a esta información, nos enteramos de la existencia
de un "frente" contra las manifestaciones en Egipto, algo de lo que
no teníamos constancia hasta el momento:
Judge Samah Sameer, a member of the Defence
Against Protests Front, said the general prosecutor called for the detention of
the 14 activists and the observation of 33 others on the same charges.
The full list of charges includes: intent to
change the constitution and its national agenda; intent to attack police
stations and carry out terrorist activities; using violence and intimidation to
force the president into refraining from carrying out his rightful role and
duties, as stated in the constitution; assembling a terrorist group to paralyze
the law and prevent the powers that be from practicing the law; attempting to
harm national peace by means of violent force; carrying out a criminal project
promoted through use of an international terrorist network; intent to influence
the authorities by force; and harming the public interest.*
Cuando el presidente presumía hace unos días de la
"independencia judicial" en Egipto se debía referir a casos como el
de este juez, Samah Sameer, cuya imaginación
jurídica desborda cualquier tiempo de previsión. Toda esa lista de
acusaciones por ¡estar sentado en un café!
La creación de "The Defence Against Protests Front"
viene a ser como la réplica estatal de "The Front to Defend Egyptian
Protesters (FDEP)", creado en 2010 cuando comenzaron las protestas en
Egipto y que desembocarían en las manifestaciones masivas en la Plaza de Tahrir
y otros lugares del país en la Primavera Árabe. Es como el yin y el yang. Allí
donde se creó un "frente" para defender a los que protestaban contra
el estado represivo, corrupto y autocrático de Mubarak, se crea ahora otro "frente"
para defender a un estado que no ha cambiado prácticamente nada respecto al
otro. Este nuevo se crea para "defenderse" de los que protestan. La "protesta"
y el "protestante" son ahora el nuevo enemigo del pueblo.
Pero toda esta retórica absurda es la forma de justificar un
estado de terror entre todos aquellos que discrepan de las políticas del
gobierno, cuyos errores son continuos y sus fracasos estrepitosos. Nada de lo
previsto le sale a El-Sisi, en gran medida por sus propias decisiones. Lo que
queda entonces es la palabrería, esgrimir los peligros continuamente para que
todos vivan entre el miedo y la tensión provocada por el propio gobierno.
Les ha dicho el presidente a los egipcios ayer:
“Together we will protect the State from
attempts to undermine it. They will not succeed, and we will not allow anyone
to take Egypt, our safety and our institutions from us,” Sisi said.**
Todo esto —insisto— porque han hecho, sin notificación
previa alguna, la entrega de dos islas a Arabia Saudí. Los que han protestado,
además, han tratado por todos los medios de mantener alejados a los Hermanos
Musulmanes —que también se han vuelto nacionalistas—
que querían subirse al carro de las protestas. Saben que la presencia de un
islamista, de un simple gesto, canto o pancarta vinculada con la Hermandad,
desencadenará una reacción imprevisible en sus consecuencias. La Historia así
lo atestigua, tendrá el beneplácito de una parte importante de la población y
justificará las medidas tomadas.
No hay término medio. Si protestas, eres un enemigo de ese
estado egipcio —definido unilateralmente por su presidente y por el ministro
del interior— y como tal serás tratado. La información anterior de Egypt Independent incluye los
ministerios que se encuentran en alerta —Sanidad...— ante la previsión del caos que hoy se puede producir en el
país. Todo forma parte de esa lucha psicológica, la 4GW, que el propio
presidente dice que se aplica contra los egipcios y en la que se incluye a todo
aquel que dice lo contrario que el gobierno.
En el blog del Middle East Centre, de la London School of
Economics and Political Science, Yasmine Laveille, una investigadora doctoral
en el centro, publicó a mediados de marzo un texto titulado "Is there any
hope left for Egypt’s revolutionaries?" y cuyo comienzo era este y que
sumaba más preguntas a la inicial:
Already in early 2014, when I first started my
fieldwork in Upper Egypt, ihbat,
meaning disappointment, frustration or defeat, was felt by most young
supporters of the 25 January 2011 uprising. Six months after the army’s ouster
of President Morsi, it was obvious that counterrevolutionaries had taken
advantage of popular discontent towards the Muslim Brotherhood to seize control
of the state. Determined to retain power, they had then started a witch-hunt,
eliminating all opponents potentially threatening their rule. After jailing and
killing thousands of Muslim Brotherhood supporters, they started to attack
other more secular revolutionary leaders and activists, while deploying
considerable efforts in presenting the 25 January revolution as a foreign
conspiracy. Two years later, with many renowned activists remaining in
detention while others were killed, the revolutionary youth that hoped for a
better Egypt able to offer the same chances to everyone, is more depressed than
ever. However, with the first signs of the coming end of the current era, could
we catch a glimpse of light at the end of the tunnel?****
La investigadora señala el deterioro del régimen y las
crecientes críticas respondidas por una mayor represión. Recomienda no
abandonar el empeño reformista y, en lugar del asalto al poder desde fuera,
intentar hacerlo desde dentro, desde
las instituciones, integrarse en los poderes locales. Me parece ingenuo ante un
poder absoluto que no va a dejar
flecos, como está demostrando cada día. La frustración se mantiene.
Poco más de un mes después, algunos egipcios han encontrado
un motivo para salir a la calle a protestar. Sin embargo, ¿ha cambiado en algo
la situación? Me temo que no. Nada cambiará si las protestas no se dirigen
hacia donde deben. Por mucho nacionalismo
que se eche en la cuestión de las islas, muchos egipcios se preguntarán qué
sentido tiene hacerlo frente a las demás calamidades que les afectan. Sabe que
ese no es el problema, sino la excusa.
Los errores siguen siendo los mismos y las esperanzas de que
prenda una chispa que cambie el régimen son ilusorias en el escenario actual.
El régimen no cambia porque se sostiene no solo en el poder militar, sino que
tiene un firme apoyo en la mentalidad egipcia. No me refiero en un apoyo
carismático hacia una persona, El-Sisi, sino a una voluntad acomodaticia de
dependencia. La palabra más adecuada creo que sería "conformismo",
tal como se desprendía de aquella novela de Alberto Moravia, que analizó con
finura la personalidad de aquellos que siempre estarán del lado del poder
porque les gusta vivir a su sombra, recogiendo las migajas que caen y temiendo
los efectos que los cambios puedan traer. Ese conformismo se ha trabajado
durante décadas y se traduce en miedo al cambio, a casi cualquier cambio.
Egipto sigue sacrificando —física y psíquicamente— a sus
hijos rebeldes, a los contestatarios, a los únicos que pueden traer la energía
que el país necesita para salir de sus propias dependencias históricas. Ha
quedado claro que la contrarrevolución no ha traído cambios para mejor, sino
una intensificación de la violencia institucionalizada, desde la Justicia o
El-Azhar. Aquellos contra quienes se protestaba por su represión, hoy son
celebrados. El "estado" se ha blindado para no desalojar el poder;
han aprendido de lo ocurrido con Mubarak. Combina una retórica de populista con
los métodos de represión y propaganda más burdos, como el borrar de los libros
de textos a aquellos que no quieren que existan. Lo han hecho con Mohamed
El-Baradei tal como los islamistas lo hicieron con las mujeres pioneras del
feminismo en Egipto. Es la misma mentalidad. Solo una voz debe sonar.
Egyptian Streets recoge una entrevista con el escritor y
diplomático Mohamed Tawfik, en la que señala:
"Egyptian writers reflect a feeling that
every Egyptian has: That we are so much less than we should be. We should be so
much more successful as a nation. Why is it this way? What has gone wrong? Literature
is a great tool to explore that.”*****
Pero los libros hay que leerlos. Contestar esas preguntas puede que entre dentro de las
funciones críticas de los escritores respecto al tiempo que les toca vivir,
pero los lectores pueden reaccionar de muchas maneras ante las críticas. Frente
a esos textos, los discursos que les repiten una y otra vez dicen lo contrario,
que se va hacia la gloria. Podemos pensar que nos merecemos mucho, el "éxito"
pero tenemos solo aquello por lo que luchamos con esfuerzo.
Los que han luchado por tener un poco de libertad se ven
acusados de querer destruir el estado con sus manifestaciones y subvertirlo con
sus ideas. Ellos son los culpables, los conspiradores. Muchos,
los conformistas, aplauden esta
persecución. Y seguirán aplaudiendo con la esperanza de que algún día
desaparezcan todos y su silencio cómplice pueda ser recompensado. Mientras
tanto se seguirán preguntando "¿por qué ha ido mal?". La respuesta la
tienen delante, pero no es fácil de ver.
*
"Interior minister warns protesters against crossing 'red line' on Sinai
Liberation Day" Egypt Independent 24/04/2016
http://www.egyptindependent.com//news/interior-minister-warns-protesters-against-crossing-red-line-sinai-liberation-day
**
"Sisi lays flowers for Sinai Liberation Day, vows to protect the State
from chaos" Egypt Independent 24/04/2016
http://www.egyptindependent.com//news/sisi-lays-flowers-sinai-liberation-day-vows-protect-state-chaos
***
"Is there any hope left for Egypt’s revolutionaries?" Middle East
Centre LEE 17/03/2016
http://blogs.lse.ac.uk/mec/2016/03/17/is-there-any-hope-left-for-egypts-revolutionaries/
****
"‘We are so much less than we should be’: Writer Mohamed Tawfik on Egypt,
Literature and More" Egyptian Streets Egyptian Streets 18/04/2016
http://egyptianstreets.com/2016/04/18/we-are-so-much-less-than-we-should-be-writer-mohamed-tawfik-on-egypt-literature-and-more/
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