Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
historia ha llegado a las primeras páginas de los principales diarios. Había
escrito "noticia", pero creo que es más una "historia" y
que llevarla al rango de "noticia" es más rebajarla que ascenderla. The New York Times, The Guardian, The
Washington Post se ha ocupado de ella, también los programas de Televisión han
ocupado su tiempo con ella.
Tom Jackman, responsable del blog especializado "True Crime" de The Washington Post , lo cuenta así:
Reporter Hilde Kate Lysiak got the tip early
Saturday afternoon that there was heavy police activity on Ninth Street. She
hustled over with her pen and camera, as any good reporter would, and soon she
posted something short online, beating all her competitors. Then, working the
neighbors and the cops, she nailed down her scoop with a full-length story and
this headline:
“EXCLUSIVE: MURDER ON NINTH STREET!”
The online story not only beat the local daily
paper, but she also included a short video from the crime scene, assuring
viewers that “I’m working hard on this investigation.”
Then Monday came and Hilde had to go back to
third grade. She is 9.*
Ahora tiene 9
años, pero ya el año pasado los titulares de la televisión hablaban de una "reportera
de ocho años" y la entrevistaban como una anécdota curiosa. Hilde Kate sorprendía
por su aplomo en las respuestas y la labor que hacía. El vídeo de hace un año
nos la muestra recorriendo la ciudad en su bicicleta con, armada con cámara y
libreta, fotografiando desperfectos, preguntando a vecinos, hablando con los
agentes de policía y entrevistando a las autoridades locales. Todos hablan con
respeto de ella y de su trabajo. Hilde Kate es la editora de su periódico
impreso, complementado por sus vídeos.
Poco se podía imaginar Hilde Kate que la exclusiva del
asesinato en su barrio iba a levantar tanta polvareda. La combinación de niña
de nueve años y la noticia del asesinato no les debió parecer adecuada y pronto
salieron comentaristas recomendando que jugara a las tacitas (tea parties)
y con sus muñecas, como se supone que debería hacer una niña de su edad. Sin
desdeñar las muñecas, que le gustan, Hilde Kate también practica el fútbol,
mostrando que sus críticos están poco actualizados en esto de los roles.
Hilde Kate es hija de periodista. Para ella ver trabajar en
las noticias no es algo exótico que se
ve en series de televisión o películas, sino algo familiar. Y sabe que la
primera norma del periodismo es que son las noticias las que tienen prioridad.
Si has estado informando a tu comunidad de señales en mal estado, de
desapariciones de perros, de robos, ¿cómo vas a ignorar un asesinato en tu
barrio? La realidad manda. Y o eres periodista o no lo eres. Y si decides que
lo eres realmente tratas de llegar la primera porque sientes que con ello no
solo se beneficia la comunidad, que es informada antes, sino que tu medio
adquiere el reconocimiento de la eficacia. Llegar antes, informar mejor.
Los debates que se han suscitado son muchos. Como bien
señala Hilde Kate, el problema es el crimen, no yo. Y tiene razón. Los que
quieren que juegue a otra cosa no son
capaces de entender que ella no está jugando, que eso es una falsa percepción
de un adulto, incapaz ponerse en su lugar. Cuando Hilde Kate se despide
prometiendo a sus lectores y oyentes que "seguirá trabajando duro" en
la noticia lo está diciendo en serio y como tal debe ser entendido.
La diferencia entres ser
una periodista de nueve años y estar
jugando a periodista a los nueve años es lo que muchos no ven. Hilde Kate
es una periodista porque es la función que cumple lo que la convierte en tal.
Hay en cambio muchos periodistas profesionales que no cumplen la suya aunque se
titulen como tales. Hay que distinguir la función informativa de la profesión
periodística, siendo lo ideal que ambas coincidan. Un policía corrupto, por
ejemplo, no cumple su función, por más que cobre por ello. La base de la idea
de periodismo ciudadano es precisamente la distinción entre una y otra al
indicar que los medios han dejado de cumplir su función esencial y responsable
frente a las comunidades, que son "entretenimiento" o defienden los
intereses de terceros (partidos, empresas, etc.)
Hilde Kate cumple con la información y tiene sentido del
compromiso que eso supone con la comunidad, por eso tras la primera impresión,
autoridades y vecinos aceptan que quien les está preguntando no está jugando ni
ellos están jugando con ella, sino transmitiendo una información a través de
una forma diferente. Como recuerda el periodista de The Washington Post:
And last month, the Orange Street News website
racked up nearly 18,000 page views, driven in part by her investigation of
drugs in the middle school. I know some bloggers who would love page view
numbers like that.*
Como se puede apreciar, Hilde Kate Lysiak trabaja duro en su
triple vida de estudiante, periodista y social con sus amigos. A los que opinan
que una niña de su edad debería estar jugando, ella les contesta que ya lo hace
cuando le toca, pero cuando está es sus tareas periodísticas no está jugando.
Ha sido el que cubriera el escenario de un crimen lo que ha
despertado la polémica y después, como en toda polémica de las redes sociales,
el despropósito y el insulto (¿es apropiado insultar a una niña de 9 años
porque hace algo no apropiado para su
edad?) han ido creciendo. Pero ella ha tomado la decisión de plantarles cara y
ha ido contestando a la gente sin temor alguno demostrando que tiene argumentos
y, sobre todo, vocación.
Si Hilde Kate hubiera dejado sin cubrir la noticia que se
producía a unos cientos de metros de su casa se habría demostrado a sí misma
que había estado jugando. Y no se lo habría perdonado nunca.
Lo que Hilde Kate tiene se llama vocación y muchos dicen
tenerla, pero no tantos como creen. La vocación no es hacer lo que a uno le
gusta, sino la capacidad de comprometerse con ello. Por eso la base de la
vocación es el compromiso, en este caso, con su público, las personas que
confían en ella para estar informadas. Si se le abren las puertas del pueblo es
porque les ha demostrado que pueden confiar en ella, en su trabajo y, como
resaltaba uno de los vecinos entrevistados por la televisión cuando ella tenía
ocho años, "es interesante conocer el punto de vista de un niño".
Pero para muchos los niños no deben tener "opinión".
Hilde Kate tiene sentido de la responsabilidad. A las
contestaciones que ha dado a través de su vídeo a los mensajes recibidos
(incluso a los que la insultaban, con pitido incluido), ha añadido un artículo,
una columna, en la que expresa en el sentido que tiene su trabajo. Lo ha hecho,
además, luciendo su más provocador lazo rojo en la cabeza y con una chapa en la
que se lee "I love free speech", para que no haya dudas Lo reproduce
The Guardian y lo ha titulado "Yes, I’m a nine-year-old girl. But I’m still a serious
reporter" y comienza así:
I’m Hilde Kate Lysiak, the publisher of the
Orange Street News.
I am nine years old.
My story went viral this week when I responded
to residents in my town who were upset that I was reporting on a serious crime,
rather than doing – well, whatever it is they think nine-year-old girls should
be doing.
Here’s what happened. On 2 April, there was a
homicide in Selinsgrove, Pennsylvania. It took place just a few blocks from my
house, where I run my newspaper.
I acted on a tip from a good source that I was
able to get through some of my other reporting. After confirming with the
police department, I then went straight to the scene and spoke to neighbors and
got more information. I worked very hard.**
Después va directamente al conflicto planteado:
Because of my work I was able to keep the
people of Selinsgrove informed about this very important event hours before my
competition even got to the scene.
In fact, some other news sites run by adults
were reporting the wrong information or no information at all while the Orange
Street News was at the scene doing the hard work to report the facts to the
people.
In the hours that followed, many residents of
Selinsgrove began making negative comments about me on my website and other
social media sites. I understand that, as a reporter, the things I cover will
sometimes make people mad. But these negative comments were not so much about
the homicide I was covering, but the fact that I – a nine-year-old girl – was
covering it at all.**
Lo más sorprendente de Hilde Kate es que no solo se defiende
ella (hago lo que debo hacer y no lo que la gente piense que debo hacer) sino
que recrimina a los que la critican que se preocupen más por ella que por el
crimen cometido en su comunidad, algo que debería preocuparles más. De hecho,
la reivindicación de su trabajo es en función del interés que tiene para la
comunidad, algo que es cierto. Ella defiende, además su profesionalidad y el
resultado: ha informado más correctamente y antes que los medios de la
competencia.
Es ahí donde se aprecia que la vocación de Hilde Kate está
en el sentido correcto. No se ha divertido
haciéndolo, era su responsabilidad para con la comunidad a la que informa. Si
todos los medios sintieran la misma responsabilidad hacia sus lectores y sus
comunidades, el Periodismo recuperaría mucho del prestigio que dilapida con
trivialidades. La noticia más leída en The
Guardian en estos momentos lleva por titular "The great escape: Inky
the octopus legs it to freedom from aquarium". ¿Cuál es la noticia "infantil"?
Podemos debatir qué va antes, si el carro o los bueyes —si es lo que la gente quiere leer o si es lo que los medios quieren que lean—, pero creo que no hay duda de en dónde está el
periodismo y en dónde el interés de la comunidad.
La diferencia, que Hilde Kate tiene muy clara, está en el
concepto mismo de información que debe estar en el centro de la actividad periodística:
el interés de la comunidad. No se informa para llenar páginas o tiempo, como
algunos se plantean, y convocar muchos lectores. Se informa porque hay cosas
que se deben saber por la comunidad. Un crimen en la comunidad no es una ocasión para atraer lectores; es un
problema en la comunidad. Y hay que informar de ello.
Lejos de amilanarse, Hilde Kate Lysiak devuelve la pelota a
los que la critican: ¿dónde estaban los medios?
Residents of Selinsgrove publicly called my
work trash and told me I should leave it to the professionals. Other people
told me I should stick to tea parties and playing with dolls.
Maybe that’s what the “professionals” were
doing while I was working the scene, because they sure weren’t there. I have
since found out that the police had asked the media not to run the story. I may
be nine, but I have learned that my job as a reporter is to get the truth to
the people. I work for them, not the police. I think that some people are angry
that I didn’t follow along like everyone else.**
No se puede ser más claro, ni a los nueve ni a los noventa y
nueve. Ella estaba allí, en el lugar del crimen, y trabaja para contar la
verdad a la gente, que es para quien trabaja. Es a los
"profesionales" a los que hay que criticar; no estaban allí.
Quizá no le falte algo de razón en su crítica y a más de uno
le haya molestado que una niña haya hecho lo que no se molestaron en hacer. Las
bromas en los comentarios respecto a esto también se han dado porque la gente
no desaprovecha la ocasión para ejercitar el ingenio: "si hasta una niña
de 9 años puede hacerlo..." Pero Hilde Kate no es solo una niña de 9 años;
eso es lo que se han fijado. Es lo inusual,
pero no es lo relevante. Lo relevante
es que Hilde Kate Lysiak tiene una vocación con sentido del compromiso, un
sentido en el que se entrecruzan la capacidad personal y el deseo de servicio a
la comunidad, que es esencial en el Periodismo. Si ello, el Periodismo se hace
trivial y complaciente. Mucho es ya así. Es lo que está matando al Periodismo,
no otra cosa; no nos dejemos engañar. Cuando el periodismo es buen periodismo,
me interesa realmente porque ese es su fundamento: ocuparse de lo que debo
saber, de aquello que me es relevante. El mal periodismo, en cambio, hace que
nos olvidemos de nuestros problemas reales y nos lanza a la senda de lo que
otros quieren que sepamos o de que no nos enteremos de nada de lo que ocurre
aunque estemos rodeamos de noticias.
Hilde Kate se pregunta incluso sobre si los ataques son
"sexistas":
Some people have asked me if I thought people
would have reacted differently if I were a boy. Maybe, maybe not. I could see
them saying a boy should go and play with racing cars instead of how they told
me to play with dolls. Or maybe they wouldn’t have said much at all. The thing
is, I like playing with dolls, and having tea parties. I also think racing cars
are really cool! Grownups shouldn’t assume that a kid – boy or girl – should be
doing just one thing or another. Kids can do exceptional things and still be
kids!**
Algo de sexismo, me da la impresión, que sí hay en muchos de
los comentarios. Puede que sea moda por la forma descalificadora que Donald Trump ha exhibido contra
las periodistas por el hecho de ser mujeres (¿hubiera insinuado Trump,
como ocurrió con Megyn Kelly, la periodista de Fox News, que "tenía la
menstruación" para descalificar sus críticas?). Con esto tendrá que luchar Hilde
Kate Lysiak en el futuro —cuando sea una periodista adulta— porque quedan muchos Trump
sueltos por el mundo a los que les preocupará más que sea mujer, como ahora les
preocupa más que sea niña.
Pero las críticas son solo una parte. Están también las
felicitaciones por su trabajo —a las que nos sumamos calurosamente aquí—, que
han sido muchas. El cierre de su artículo es, de nuevo, una defensa de su
trabajo, del derecho a realizarlo y un desafío a quienes la critican:
To everyone who has supported me (and there
have been many): a huge thank you! To those of you who would rather I stay home
and be playing tea parties, I say this:
Yes, I am a nine-year-old girl.
But I’m a reporter, first.
I report the news.
And so long as there is news to report in
Selinsgrove, I’m going to continue trying my best to give the people the facts.
And for those of you who think I need to mind
my place, I’ll make you a deal. You get off your computer and do something to
stop all the crime going on in my town and I’ll stop reporting on it.
Until then, I’m going to keep doing my job.
La defensa es la misma de Stendhal para su novela: si os
molesta lo que os muestro, evitad que se produzca. Si trabajarais en beneficio
de vuestra comunidad, yo no tendría que ir a informar de sus carencias y
problemas, ni como niña ni como adulta.
Como profesor de Periodismo, me gustaría tener una persona
así por cada promoción, que pasara por nuestras aulas con esta vocación y este
sentido del Periodismo como servicio a la comunidad. Hacen falta en nuestras aulas y en nuestros medios.
En estas últimas décadas se ha ido imponiendo un modelo más retórico, más comunicativo del Periodismo, cuya eficacia se mide en número de receptores
y no en calidad de la compresión del mundo. Hay importantes zonas invisibles
porque el foco se desplaza hacia lugares que muchas veces no merecen ni una
milésima parte de esa atención. Al cambiar los criterios de interés, los medios
se convierten en gigantescas máquinas de generar trivialidad. La información
inteligente, necesaria, aclaradora, se mantiene oculta bajo el ruido estridente
de lo llamativo, que no pide inteligencia, sino solo nuestra mirada durante
unos segundos.
Hilde Kate se mueve por el deseo de informar de los
problemas de la comunidad. Hay una ética en ello, un compromiso. El reportaje
televisivo que le hicieron el año pasado la muestra recorriendo la población
fotografiando señales caídas, preguntando a vecinos por la situación, etc. No
informa para entretener, sino para dejar constancia de lo que ocurre y es
mejorable. Le gustaría tener que informar de otras cosas, más positivas, pero
no por ello tapa lo que no le gusta: «Yes,
I am a nine-year-old girl. But I’m a reporter, first. I report the news.» Está claro.
Esperamos que no la distraigan mucho de su labor informativa
dándole un protagonismo mediático que seguro que no quiere, como buena
periodista. Hoy ha sido noticia en The New York Time, The Washington Post, The Guardian, NBC... Mañana trabajará en alguno de ellos o dirigirá, como ahora, su propio medio.
*
"9-year-old reporter breaks crime news, posts videos, fires back at
critics" The Washington Post 5/04/2016
https://www.washingtonpost.com/news/true-crime/wp/2016/04/05/9-year-old-reporter-breaks-crime-news-posts-videos-fires-back-at-critics/
**
"Yes, I’m a nine-year-old girl. But I’m still a serious reporter" The
Guardian 6/04/2016 http://www.theguardian.com/commentisfree/2016/apr/06/nine-year-old-reporter-orange-street-news-truth
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