Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Los
caminos de la Ciencia, como los del Arte, son inexorables. Uno se podría
preguntar como el Salieri de Amadeus,
cómo es posible que la Verdad o la Belleza habiten en una mente tan simple. Y no hay respuesta, solo el misterio
de por qué florecen en sitios tan raros.
Esto es
lo que nos podemos preguntar —entre otras cosas— después de leer la noticia que
el diario El País nos trae en su sección de Ciencia, "Materia", con
el titular "Un ‘nobel’ de Medicina dimite por comentarios machistas".
Los motivos para la dimisión son estos:
El bioquímico Tim Hunt, galardonado con el
Nobel de Medicina en 2001, ha dimitido de su puesto en el University College de
Londres tras hacer comentarios machistas durante una charla en Corea del Sur.
“Déjenme que les cuente mi problema con las chicas. Pasan tres cosas cuando
están en el laboratorio: te enamoras de ellas, ellas se enamoran de ti y,
cuando las criticas, lloran", afirmó el martes Hunt en la Conferencia
mundial de periodistas científicos en Seúl. El nobel llegó a proponer que
hombres y mujeres investigaran en laboratorios segregados.
Hunt se disculpó el miércoles en
declaraciones a la BBC, pero a la vez confirmó sus comentarios machistas.
"Yo me he enamorado en el laboratorio y otra gente en el laboratorio se ha
enamorado de mí y eso perjudica a la ciencia porque es tremendamente importante
que en el laboratorio todos estén en igualdad de condiciones", afirmó a la
cadena británica. "[También] es terriblemente importante que uno pueda
criticar las ideas de otras personas sin criticarlas a ellas. Y si estallan en
lágrimas uno se puede refrenar y no llegar a la verdad absoluta".*
Creo
que la estupidez es una de las cosas más difíciles de medir con precisión,
aunque sea manifiesta. Los psicólogos han tardado décadas en comprender que
existen diferentes tipos de "inteligencia". Existen diferentes pruebas
o "test", con diferentes grados de acuerdo, para medir las
diferencias entre las clases de inteligencia.El señor Hunt daría
elevadas puntuaciones en algunas de ellas. Como Salieri, también nos preguntamos ¿por qué diablos se le concedió a este señor tan simple el don de la
inteligencia especializada que le llevó a la gloria del Premio Nobel? ¡Tan
listo para unas cosas y tan tonto para otras!
La
tontería del señor Hunt se manifiesta con claridad en que las disculpas son peores que los motivos para pedirlas, que ya eran malos.
Podríamos pensar al escucharle en sus declaraciones primeras que el suyo es un
problema de inmadurez, que no ha pasado de la adolecente torpeza emocional, pese a sus setenta y dos años, de creer que todas se enamoran de él y que él se enamora de ellas. Igualmente tonto
e inmaduro es su comentario sobre el llanto. Puede que, en su afán científico de
probar esas verdades a las que ha llegado, haya decidido verificarlas en sus
laboratorios.
Lo peor
del caso es que el señor Hunt se considera demasiado
bueno y no puede ver a una mujer llorar. Y eso tiene consecuencias
terribles para la Humanidad, puesto que hacen apartarse de la "verdad
absoluta" a los científicos incapaces de resistirse a un llanto femenino.
No sé si realmente el señor Hunt ha vivido estas situaciones o solo las ha
soñado, si ha tenido que abandonar verdades probadas ante el llanto estratégico
de una mujer que le desarmaba en sus argumentos. Las viejas creencias: el hombre es la razón, la
mujer el sentimiento; el hombre es bondadoso y débil y la mujer astuta.
¿Dónde habríamos llegado
si se hubiera conseguido controlar el llanto de las mujeres, elaborar una vacuna para no ceder? Es inimaginable,
debe pensar el señor Hunt, que se ve como un Moisés separando mares de lágrimas
para que pasen entre ellas los exiliados de la Verdad. Es un Ulises de la Ciencia, encadenado al palo mayor para no ceder ante las llantinas que que llevarían al desastre.
La BBC
nos cuenta las reacciones de las científicas —como era previsible— ante las
palabras de Sir Richard Timothy "Tim" Hunt:
Female scientists have been sharing
"distractingly sexy" photos of themselves after a feminist website
encouraged them to respond to comments by a Nobel laureate.
Nobel Prize winner Tim Hunt was roundly criticised
when he detailed his thoughts about the "trouble with girls" at a
conference of science journalists. "Three things happen when they are in
the lab," he said, "you fall in love with them, they fall in love
with you, and when you criticise them they cry."
He said his comments were meant to be
"light-hearted, ironic comment", but whatever the intention, it went
over like a heavy metallic dirigible in a field with some widely acknowledged
gender issues. Hunt has now resigned from his position at University College
London.
On Thursday the hashtag #DistractinglySexy
began taking off, with more than 10,000 tweets in a matter of hours. The trend
was prompted by a shout-out by the feminist online magazine Vagenda which urged female scientists to
share pictures of themselves at work. WARNING: the photos below are not graphic
in the slightest.**
Las fotos que siguen a la información son las de científicas
en sus muy poco sexy ropas de trabajo que es para lo que van a los laboratorios
y no para lo que el inmaduro Premio Nobel piensa, a tentarle las hormonas
juveniles. El sentido del humor de ellas, desde luego, es mucho más sano que el
usado por Hunt en las conferencias sobre periodismo científico. ¡Hay que tener
poco seso y mal repartido!
En estos tiempos en que los políticos nos fallan
estrepitosamente, los científicos deberían quedarnos como refugio, pero mucho
me temo que es una vana ilusión. En lo suyo, Hunt debe ser muy bueno y por eso
le dieron el Nobel y la reina le premió haciéndole Sir, como a Paul McCartney o
a Elton John. Pero resulta evidente que falla estrepitosamente en lo que uno
esperaría de los otros tipos de inteligencia posibles.
Alguien que pide "laboratorios segregados" porque
tiene incontinencia emocional,
debería ser segregarse él mismo distanciándose de las personas a las que les
repugne su sentido del humor —si era broma— o su sentido del ridículo —si era
en serio—. Esta vez las
mujeres no han llorado, sino que se
han reído en sus barbas, respuesta más inteligente que las suyas.
Es
triste que alguien que podría pasar por la vida siendo recordado por sus innegables aportaciones a la Ciencia y al bienestar humano en su lucha contra el cáncer pueda serlo por tonterías
retrógradas de este calibre. Forma parte del misterio de la inteligencia.
*
"Un ‘nobel’ de Medicina dimite por comentarios machistas" Materia -
EL País 11/06/2015
http://elpais.com/elpais/2015/06/11/ciencia/1434018142_097443.html
** "Female scientists post 'distractingly sexy'
photos" BBC Trending 11/06/2015
http://www.bbc.com/news/blogs-trending-33099289
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