Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
visita de presidente Abdel Fattah Al-Sisi a Alemania transcurre dentro de lo
previsible: un ambiente frío, en el que se "acepta" la situación en
beneficio de la estabilidad de la zona, pero se denuncian las violaciones de
los derechos humanos, las condenas masiva a muerte y la represión constante. La
frialdad del recibimiento, con una Angela Merkel dando la mano al visitante
pero evitando mirarle a los ojos para que no se escapara ningún gesto
automático de cordialidad describe la visita incómoda. No es la primera vez que
a Merkel le toca jugar este papel de anfitrión distante y resignado.
Tuvo
que hacer lo mismo cuando Mohamed Morsi, entonces presidente de Egipto, visitó
Alemania. Tuvo que escenificar la misma crítica a un gobierno al que se le
recriminaba su autoritarismo, desprecio de las minorías religiosas y violación
de los derechos humanos. Merkel le dijo entonces a Morsi que dialogara con la
oposición para la constitución que se estaba elaborando y no sacara adelante un
texto islamista para reducir a una sociedad a la que había prometido que
gobernaría para todos, que tratara mejor a las mujeres y no se persiguiera a
los cristianos después de una serie de acontecimientos cruentos con ellos.
Algo
pasa en Egipto que cada vez que va un presidente a un país democrático tienen
que recordarle estas cosas. Mohamed Morsi, por supuesto, dijo lo mismo que
ahora dice quien le derrocó: que son cosas internas. Las condenas a muerte
masivas son ahora una prueba del perfecto funcionamiento de la justicia egipcia
y de la independencia de sus jueces.
No me
ha sorprendido ver a los islamistas egipcios (y a los trucos mandados por Erdogan) protestando en la democrática
Alemania, con sus carteles amarillos con los cuatro dedos. Lo lamentable es que ellos puedan estar
protestando cuando hubo un tiempo que había que protestar contra lo que ellos
hacían, el ejercicio de intransigencia constante y el aplastamiento de la
sociedad egipcia que había aspirado a una mayor democracia en su levantamiento popular. Pero las revoluciones ya no son lo que eran.
Ahram
Online hace un largo recorrido por la recepción a Al-Sisi en Alemania. En un
ejercicio de equilibrio informativo, separa la frialdad oficial que señala se
centrarán en acuerdos económico para no perjudicar los intereses de ambos
países (es decir, la empresas alemanas), y crítica política. No oculta el
rechazo absoluto que la prensa alemana y miembros de la vida política de todos
los partidos y tendencias han manifestado contra la situación egipcia. Lejos
quedan ya los textos apologéticos de la visita a las Naciones Unidas; muy lejos
el temor de los egipcios de que la admiración mundial por su presidente llevara
a algún país envidioso a ofrecerle su presidencia. Lejos las disculpas de Al-Ahram a The New York Times por manipular sus informaciones haciendo creer a
sus lectores egipcios que las salidas de Al-Sisi al exterior eran como una gira
de Enrique Iglesias. Esta vez Ahram ha recogido los textos de la prensa, las
declaraciones y ha señalado lo que hay*.
En la
prensa alemana, Die Welt titulaba
"Der unglückliche Auftritt al-Sisis im Kanzleramt". Sí, una
"desafortunada" aparición en Alemania. Compensan los titulares el
sapo que hay que tragarse oficialmente. La Deutsche
Welle titulaba "Egypt's al-Sisi begins controversial Berlin visit".
En ningún lado ha encontrado el presidente egipcio un gesto cálido. Solo la
corrección.
Si
queremos encontrar un gesto positivo tendremos que ir a buscarlo,
desgraciadamente, de labios de Marine Le Pen, la ultraderechista y xenófoba
presidenta del Frente Nacional francés que ha ido a rendirle un homenaje como
"protector" al evitar que salga la emigración de Egipto. No sé cómo
hace las cuentas Marine Le Pen, quizá
solo contabiliza los que están en las cárceles, que no irán a ningún sitio, pero
no cuenta en cambio el "efecto espantada" causado por la represión
que ha hecho que muchos islamistas puedan jugar a ser refugiados políticos
expulsados de un "país democrático" por un "golpe de
Estado" militar y que otros egipcios aburridos busquen acomodo en lugares
más tranquilos.
Es muy
triste que sea la máxima representante de la ultraderecha francesa quien hable
bien de ti y vaya a hacerte la visita mientras estás en Alemania recibiendo
desplantes, teniendo que aguantar preguntas agresivas e insistentes en las
ruedas de presa que siguen a los encuentros oficiales en donde evitan mirarte a
la cara para que percibas que no hay la más mínima empatía. Solo Putin te
abraza y te besa si es necesario, otro líder democrático del mundo libre, como
se decía antes.
Con
todo, el papel que al-Sisi se ha marcado de "guerra al terrorismo" y
defensa de los cristianos coptos, le ha servido para que algunos le dediquen
algunas palabras tibias. Son palabras de los que prefieren mirar para otro lado
ante la situación actual y evitan hacer suposiciones sobre si este camino tiene
arreglo. Son los que han vuelto a las estrategia de que es imposible una
democracia en el mundo árabe y que es preferible que haya, como los hubo antes,
regímenes autoritarios que mantengan el control y con los que se pueda hacer
negocios.
La
Deutsche Welle, en este sentido, señala
However, Lammert's Christian Democrat colleague
Volker Kauder struck a much more conciliatory tone in an interview for Egyptian
television.
"I have found al-Sisi to be a convincing
and a credible man. In politics, that certainly means something," Kauder,
a fierce advocate of Christians' rights in the Arab world who met the Egyptian
president several weeks ago in Cairo, said. "He assured me that he wants
to lead a democracy in Egypt. Overall, I have a very positive image of
him."**
Y añade
inmediatamente:
On Monday, a group of human rights
organizations including Human Rights Watch and Amnesty International wrote a
letter to Merkel encouraging her make it clear in public and private comments
during al-Sisi's visit that Germany's relationship with Egypt was dependent on
changes in Egyptian government policy.
A statement accompanying the letter quoted
Wenzel Michalski, Germany director at Human Rights Watch and a signatory of the
letter, as saying "German authorities are well aware of the terrible human
rights situation in Egypt today."
"Chancellor Merkel should speak out
against Egyptian government policies like shutting down peaceful protests and
mass arrests solely for alleged sympathy with the Muslim Brotherhood," he
added.**
La situación de los derechos humanos es grave, tal como se
denuncia dentro y fuera de Egipto. Se corre el riesgo de que sean de nuevo los
islamistas de la Hermandad Musulmana los que capitalicen la situación. Esto es
un error muy grave porque vuelve a dejar fuera de juego a los verdaderos demócratas
que son los que el gobierno está encarcelando, los activistas que pidieron
libertades y han sido encarcelados por ello. El régimen está relativamente
tranquilo porque sabe que cada ataque terrorista, cada atentado, le dará un
poco de razón en sus argumentos y se la quitará a los terroristas. Pero la
Hermandad Musulmana, como siempre, explica que no son ellos los responsables
dentro de su estrategia de tartufos. Cuando están en el poder reprimen y cuando
están en la oposición o el exilio se lamentan y lloran.
Los que se quejan pero a los que nadie hace caso es a esa
franja de resistentes de ideología diversa, activistas de derechos civiles, defensores
de los derechos de las mujeres y las minorías, que rechazan el autoritarismo de
ambos bandos, la corrupción existente entre la administración y los militares,
y apuestan por un Egipto joven que se renueve y en el que se pueda vivir de
otra manera. Pero por ellos, desgraciadamente, solo apuestan los amigos y
colegas que son encarcelados gracias a la Ley Antiprotestas. Pagan cara su
debilidad y su valentía en las protestas. Son débiles porque se les impide
permanentemente crecer mediante un sistema que les recorta cualquier forma de
financiación y les aleja de las fuentes de financiación, pero ellos llevan una
tradición de muchos años de reclamar, de entradas y salidas de las cárceles. En
ocasiones, de desapariciones.
En este sentido, Egypt Independent nos trae hoy una noticia
inquietante con el titular "Activists urge citizens to report mysterious
arrests as soon as possible". Después del escándalo del estudiante al que
la Policía hizo salir de un examen para desparecer y reaparecer con cinco tiros
en el cuerpo, hay cierto miedo de que la impunidad con la que actúan pueda dar
lugar a acciones similares. Señala
el periódico:
An activist group calling for the release of
political detainees has raised alarm among citizens, announcing an
unprecedented surge in mysterious arrests and disappearances of young
activists, urging families to promptly report such arrests to the prosecution
services.
Freedom to the Brave urged citizens to send
telegrams to the General Prosecution as soon as any of their relatives are
arrested by “plain-clothed persons who decline to identify themselves, but seem
to be from the National Security Agency or detectives”.
The group, established after the arrests which
took place during the 2014 celebrations marking the 2011 uprising, said the
measure is aimed at registering the timing of the “forced disappearance”
committed by the security agencies, and therefore ensure that the detainees are
not tortured or assigned fabricated charges.
The group’s Facebook page mentions a number of
cases of individuals who reportedly disappeared after being arrested by
presumed security agents.
The cases include Ahmed Khattab, an engineering
student at Helwan University and a member of the April 6 Youth Movement, who
had reportedly been arrested in the street at dawn three days ago. The group
was quoting a statement by the university’s students union, which said
Khattab’s whereabouts were still unknown.
Another case is that of Dalia Radwan, who the
group said had been kidnapped from home late on Monday and held without
charges. It pointed out that Radwan had been punched by a police officer in
Alexandria last year, for putting on a pin showing the April 6 Youth Movement
logo.
Abdel Rahman al-Beyaly, a physiotherapy student
at the 6th of October University, was also arrested in a street near his home
in Maadi, according to Freedom to the Brave. The group added that some
eyewitnesses tried to intervene to prevent his arrest, but his captors fired
gunshots in the air to scare the crowds away, telling them they were
“security”.***
Como se puede apreciar, la respuesta dada en Alemania sobre
la independencia del poder judicial
tiene poco que ver con este clima de miedo en el que los activistas viven,
especialmente por la impunidad con la que se producen estos actos gracias a la
permisibilidad de los jueces que no han sido depurados.
Es grave que se piense que esta es la forma de construir una
democracia. Como se está avisando desde muchos frentes —y es obvio— así lo
único que se conseguirá es fomentar el radicalismo. Todas las palabras que se
dicen sobre reformas políticas y religiosas chocan con los hechos: muestran lo
contrario de lo que se predica. Se persigue a los terroristas y a los que no lo
son y se persigue a los que piden una reforma religiosa real acusándolos de
atacar al islam. En Egipto no hay margen para la sociedad. Solo mandan o
reforman el Ejército y Al-Azhar, la alianza oficialista en cuyas manos está el
destino egipcio. Los demás se callan y asienten. Poco margen queda para
proponer.
Es triste que después de una revolución contra un sistema
autoritario solo te feliciten Rusia y Marie Le Pen. Egipto aspiraba después de tantos
años, a una democracia de mayor calidad que lo que ahora se puede permitir. Las
circunstancias históricas son las que son, sí, pero los movimientos que
realizamos tienen un margen de maniobra que nos permiten, al menos, salvar la
cara haciendo ver que se ha intentado. A Egipto no se le ha dado esa
oportunidad entre unos y otros. Los apoyos con los que contó inicialmente Al-Sisi
se han perdido por el camino.
Su gobierno es por decreto desde que fue elegido. Las
elecciones son una mera promesa hasta el momento. Pero cuando se realicen el
parlamento resultante tendrán que validar la política seguida hasta el momento
a través de la confirmación de las leyes dadas por decreto. No parece que el
parlamento resultante de las hipotéticas elecciones tenga demasiada fuerza,
entre otras cosas porque ha sido diseñado para ser débil y servir de coro
complaciente.
La baza que le queda es la economía, en la que los macro
proyectos —el Canal de Suez, la nueva capital administrativa, etc.— mantienen
esperanzados a los que creen que va a ser motivo de grandes inversiones.
También en el sector económico hay críticas. Como estratega, Al-Sisi va de
visita con los negocios por delante. Pero esa es otra guerra.
* "A
balancing act" Ahram Online
2/06/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/131792/Egypt/Politics-/-A-balancing-act-.aspx
**
"Egypt's al-Sisi begins controversial Berlin visit" Deutsche Welle
3/06/2015
http://www.dw.de/egypts-al-sisi-begins-controversial-berlin-visit/a-18493598
**
"UPDATE: Activists urge citizens to report mysterious arrests as soon as
possible" Egypt Independent 03/06/2015
http://www.egyptindependent.com//news/update-activists-urge-citizens-report-mysterious-arrests-soon-possible
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