lunes, 1 de abril de 2024

El fracaso de Erdogan

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Lo ocurrido en las elecciones municipales turcas es relevante no solo para el país sino un indicador para otros países de la zona gobernados por grupos islamistas de mayor o menor radicalidad o integrismo. En estos momentos, se está analizando en muchos lugares lo que ha ocurrido en Turquía y cuáles son las medidas para evitar que pueda ocurrirles.

El islamismo no es un "partido", por más que acepte esta fórmula allí donde sea necesario. La idea islamista es la conversión social a unas normas y costumbres que se consideran por encima de la política. La política puede ser el camino, pero no es el final ni el juego real.

La fórmula de Erdogan es importante porque suponía una transformación de la sociedad desde el poder político, el obtenido en las urnas. Ahora las urnas le han dado la espalda y eso tiene consecuencias pues plantea una gran contradicción respecto al destino final, del que no se puede dudar.

De hecho, es importante resaltar que la pérdida de votos de Erdogan, además de por el avance de la oposición socialdemócrata, laica, se debe al crecimiento del fundamentalismo que le deja al margen como opción "islamizadora". Señalan en RTVE.es:

Parte del retroceso del AKP se debe a la subida de su hasta ahora aliado, el partido islamista fundamentalista Yeniden Refah (YRP), que avanza incluso al cuarto puesto en número de votos, aunque solo lidera en dos provincias, dominadas hasta ahora del AKP.* 

Dentro de las rivalidades islamistas en todos los niveles este hecho es relevante porque tiene un valor de "señal". Será utilizado para ver el abandono por poco eficaz de la forma de islamizar de Erdogan y los suyos, es decir, de la necesidad de radicalizarse para conseguir los objetivos fundamentalistas para la sociedad.

El golpe para Erdogan es fuerte porque su pérdida de influencia social se percibirá de manera crítica, como un camino erróneo, lo que dará más armas a sus rivales islámicos. Señalarán que el camino no funciona, que no es el adecuado, que se equivocó.

Desde el punto de vista exterior, también se percibirá como una señal de lo que funciona y lo que no. Entre los países con sistemas islamistas, la rivalidad por ofrecer el mejor camino, el de la islamización profunda, el de la dirección religiosa —como ocurre en Irán, por ejemplo— es constante. No se trata solo de gobernar, sino de gobernar hacia un fin, el de una sociedad islamizada que sirva de "luz", de "faro" a otras, es decir, "ser cabeza". Y esto no es fácil de conseguir, porque si se va por la vía democrática se pretende que la situación sea irreversible, un destino que no contempla vuelta atrás. El reto turco ahora es cómo "interpretar" lo ocurrido.

Desde fuera, muchos verán el fracaso de Erdogan y su partido por usar vías democráticas (Erdogan no siempre lo es) como un aviso: el camino no vale. Será necesario presionar más socialmente, vigilar con más atención los movimientos sociales, en especial, como ha ocurrido en Irán y Afganistán, los movimientos de las mujeres, a las que siempre hay que estar controlando para evitar el desastre.


Los países rivales para servir de modelo aprovecharán el fracaso en el propuesto por Erdogan en la moderna Turquía. Las "limpiezas" hechas por Erdogan en estos años, de los jueces a los militares pasando por las universidades, no parecen haber servido de mucho. Las excusas de intentos de golpes de estado para hacer estas limpiezas ya no funcionan o al menos no se sienten todavía en peligro comenzar de nuevo. 

Esto no significa que no tengamos otra excusa de este orden en el tiempo que falta para llegar a las siguientes generales que, de seguir así, corre el riesgo de perder. Será entonces cuando veamos hasta dónde llega el sentido de la democracia en el islamismo turco.

Tras señalar que cree en la democracia, nos dicen en RTVE.es que:

Erdogan ha subrayado que los comicios se habían llevado a cabo sin mayores incidentes y que los resultados expresan la voluntad del pueblo. "Esto no es un fin, sino un punto de inflexión", ha dicho recordando que quedan cuatro años para las próximas elecciones generales.

"Seguiremos adelante, seguiremos ganando: creo en vosotros", ha insistido el mandatario.*

Habrá que ver qué entiende por "inflexión" y quiénes son ese "vosotros" en los que cree. El peligro está ahora en los que ya han ido abandonando su partido y pasándose a los que no creen en "la voluntad del pueblo", sino en la inflexible "voluntad de Dios". Por no haberla seguido adecuadamente, dirán, han perdido el norte y el poder.

Turquía son las puertas de Europa. Lo que ocurre allí es trascendente para nosotros y para todo el mundo musulmán. Los medios hablan de "derrota histórica", de "hundimiento",  "debacle", etc. Veremos cómo se percibe esto allí y cómo nos afectan los cambios que llegarán, sean los que sean.

* "La oposición socialdemócrata a Erdogan se proclama vencedora en las elecciones municipales en Turquía" RTVE.es / EFE 31/03/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240331/partido-erdogan-pierde-terreno-municipales-turquia/16038831.shtml

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