miércoles, 24 de abril de 2024

Un Vietnam en ciernes

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Nos llegan desde distintos medios, españoles y norteamericanos, muestras de los efectos que la guerra de Palestina está teniendo en las universidades estadounidenses. Basta tener un poco de memoria o sentido histórico para entender lo que esto puede suponer, basta con recordar Vietnam.

Las imágenes que nos traen los medios de las protestas en diversas universidades del país, empezando por la de Columbia, nos llevan a las protestas por la guerra en Vietnam, una contienda que transformó a la sociedad norteamericana y obligó a la retirada. Es cierto que Estados Unidos participaba directamente en aquella guerra y que allí murieron miles de jóvenes norteamericanos, es cierto que aquello generó el trauma de los "veteranos", abandonados muchos de ellos a su suerte al regreso, que aquello causó crisis y suicidios durante años, etc. De todo esto la propia cultura norteamericana, especialmente cine y literatura dejaron testimonios elocuentes, del musical "Hair" (1969, 1979 el filme de Milis Forman) al "Apocalypse Now!", el filme de Francis Ford Coppola (1979) 


Ahora, el apoyo incondicional del gobierno de Joe Biden a lo que hace Israel, le guste o no, vuelve a ser contestado en las universidades estadounidenses y amenaza ser el germen de algo mayor, justo cuando empiezan a vislumbrarse las elecciones presidenciales en el horizonte.

En la CNN se trata el tema desde las reacciones que está provocando para los que intentan callar las protestas:

Columbia University President Minouche Shafik announced Tuesday evening that student organizers face a midnight deadline to reach an agreement to dismantle the pro-Palestinian protest encampment that has escalated tensions at the school and led some students to feel unsafe on campus.

If no agreement is reached by then, the university “will have to consider alternative options” for clearing the encampment, Shafik said in a letter to the Columbia community. She did not elaborate on how administrators plan to clear the site.

Shafik has faced enormous pressure from donors and lawmakers to dismantle the encampment and restore order – even as she is under fire from faculty and students for calling in the New York Police Department last week to clear out an earlier encampment. The NYPD has not been asked by Columbia University to respond to campus at this time, a spokesman for the NYPD told CNN.*

 

Este inicio del texto de CNN ya nos deja varios indicios claros de lo que está ocurriendo, un enfrentamiento entre los "donantes" de la Universidad y los estudiantes, que se ven amenazados de un forma contundente con la intervención de la Policía de nuevo para desmantelar los campamentos de protestas.

La Universidad de Columbia, uno de los principales focos de protestas, ha anunciado el cambio a clases virtuales en un intento de evitar esas imágenes de protesta dentro de su campus.

La estrategia se repite. De Biden a la rectora se invoca el "antisemitismo" de las protesta, algo que crea una enorme confusión ya que supone que las políticas de Netanyahu y del gobierno de Israel son "incontestables" bajo amenaza de ser acusados de "antisemitas". Esto no tiene sentido. Aquí hemos planteado la idea de que es precisamente lo contrario: es Netanyahu el que está dilapidando el legado de Israel como víctima histórica.

Los descubrimientos de fosas comunes con cientos de muertos maniatados y con signos de tortura en dos focos distintos no ayudan precisamente a pensar que lo que se está produciendo es un fenómeno de "antisemitismo", sino más bien la demostración de lo contrario. Pero la conversión de los conflictos en versiones de sucesos anteriores no puede enterrar la realidad. Las viejas etiquetas no sirven para justificar lo actual, lo que sale a la luz.

En RTVE.es se trata el tema y leemos sobre esta cuestión: 

"El lenguaje antisemita, como cualquier otro lenguaje que se utilice para herir y atemorizar a la gente, es inaceptable y se tomarán las medidas oportunas", ha explicado este martes al respecto la rectora del centro, Nemat "Minouche" Shafik, en un comunicado citado por EFE. Shafik ha asegurado que en los últimos días la tensión ha ido en aumento debido a la participación de "individuos no afiliados a Columbia" que han acudido a la protesta para "seguir sus propias agendas". 

La semana pasada, el presidente de la Universidad llamó a la policía de Nueva York para que desalojara un campamento que, según el centro, violaba sus normas de seguridad pública. Ese día fueron detenidas más de 100 personas, convirtiéndose en la primera detención masiva en el campus universitario desde la guerra de Vietnam, según el periódico estudiantil de Columbia. La medida generó las críticas de algunos miembros del personal que desembocaron en la convocatoria de una huelga de profesores el lunes.

Este fin de semana, la residencia estudiantil judía de Columbia, Chabad, afirmó que algunos de los participantes de la sentada que tiene lugar desde el miércoles pasado en el campus habían increpado a estudiantes judíos con frases como "volved a Europa", "no tenéis cultura" o "todo lo que hacéis es colonizar".

Un magnate que se encuentra entre los mayores patrocinadores de la Universidad de Columbia ha anunciado este martes que retira su financiación a esta institución. Robert Kraft, propietario del equipo de fútbol americano New England Patriots y dirigente de la Fundación contra el antisemitismo, ha escrito en X: "Ya no confío en que Columbia pueda proteger a sus estudiantes y personal, y no me siento cómodo financiando a la universidad hasta que tomen una acción correctora".**


De nuevo las líneas son claras para tratar de silenciar lo que es un sentimiento creciente. Sin embargo, las imágenes muestran también otras cosas, como por ejemplo, la participación de comunidades judías que están en contra de las políticas bélicas de Netanyahu. Los manifestantes que se nos muestran en las imágenes  televisivas de los arrestos llevan pancartas y sudaderas con inscripciones como "no en mi nombre" y de organizaciones y grupos judíos. No es solo el "¡volved a Europa!" lo que se escucha y ve.

¿Van a conseguir los donantes que las autoridades repriman las protestas en el campus? ¿Son los judíos que protestan "antisemitas"? ¿Son los profesores y alumnos que participan en las protestas ingenuos que son manipulados por elementos externos con "su propia agenda"? Las respuestas están medianamente claras y nos alejan de esa simplicidad del "antisemitismo" esgrimida por el propio Biden (incapaz de afrontar su incapacidad para controlar a un Netanyahu cuyas políticas respalda en el Consejo de Seguridad de las NU y al que financia directamente y sostenida por Netanyahu. Según este último, su capacidad de respuesta ante el ataque de Hamás es ilimitada matando civiles, arrasando ciudades enteras.

Lo que se debate no es el "antisemitismo", solo una excusa, sin los límites de la destrucción, los de una defensa convertida en ataque contra decenas de miles de personas, que aparecen bajo edificios bombardeados, de mujeres y niños; lo que se debate son esas fosas comunes y una política de exterminio clara, una política de "tierras quemada". Lo que se evita debatir es precisamente lo que la dimisión del responsable del servicio secreto deja meses después en evidencia.

Lo que está ocurriendo en las universidades norteamericanas —y de munchas partes del mundo, de Italia a Canadá— es una respuesta al descontento que supone para muchos ciudadanos estadounidenses ver la complicidad en los crímenes que ve ante sus ojos, en sus propios medios, y que les valen las condenas de todas las agencias internacionales, a las que no se puede considerar "antisemitas". Es la vergüenza de ver que es su propio gobierno el que veta en solitario las soluciones políticas al conflicto.

No, no es una cuestión de antisemitismo, pero si puede hacer que este crezca alimentado por las propias brutalidades sin control, las que matan periodistas para que no cuenten lo que ven y cooperantes precisamente bombardeados ("cosas de la guerra", según la frase de Netanyahu) para que no ayuden, las que impiden que lleguen las toneladas de alimentos y medicinas para evitar que sigan muriendo niños de hambre, enfermos sin hospitales, destruidos por bombardeos sistemáticos.

Que surjan las protestas en los campus nos traen imágenes y recuerdos que adquieren sentido histórico y que dudo que los donantes puedan invertir. Lo que hacen es precisamente lo contrario, es dejar evidencia cómo el poder del dinero intenta silenciar conciencias. Tendrán que explicar porqué esos judíos que protestan son "antisemitas" y no simplemente "anti Netanyahu".

La sociedad norteamericana se enfrenta a un nuevo "Vietnam", un conflicto interno que dejará al descubierto los problemas de conciencia que se producen cuando se ayuda incondicionalmente a quienes no miden las respuestas y se saltan las líneas rojas internacionales perdiendo cualquier razón.

 

*  Elizabeth Wolfe, Kelly McCleary y Matt Egan, "Columbia University sets midnight deadline for talks to dismantle protest encampment " CNN 23/04/2024 https://edition.cnn.com/2024/04/22/us/columbia-university-protests-hybrid-classes-passover-tuesday/index.html 

** "Las protestas propalestinas se extienden por las universidades de EE.UU. y dejan decenas de detenidos" RTVE.es/Agencias 24/04/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240423/manifestaciones-universidades-eeuu-contra-guerra-gaza/16073455.shtml

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