Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
“Es un
tiempo fascinante para el periodismo”*. Así comienza el diario El País el
artículo dedicado a la intervención de su director, Antonio Caño, en la Feria
del Libro de Guadalajara, un gran acontecimiento cultural para el mundo de
habla hispana y para el diario. Guadalajara es el espacio que El País ha elegido para hablar de sí mismo y de lo
bien que le va, de lo cual nos alegramos, claro.
“Se
habla del fin del periodismo, pero siempre que ocurre algo importante, lo
cuentan los periódicos. Es un oficio necesario”, afirmó Caño a preguntas de la
prestigiosa periodista y directora de W Radio, Gabriela Warkentin.*
La
teoría periodística que se desprende de esas afirmaciones me deja algo confundido.
Es cierto que el hecho de que siempre que ocurre algo importante, como dice el
señor Caño, lo cuenten los periódicos no significa que todo lo que los periódicos
nos cuentan sea "importante". Yo creo que lo que dice el señor Caño
es el ideal, un poquito vanidoso, mientras que la realidad es que cada vez más
información de lo que los periódicos nos cuentan tiende a ser trivial. Por
ejemplo: ¿ha sido importante la
conferencia del señor Caño en la Feria de Guadalajara? Pues no lo sé. Dependerá
de lo interesado que esté uno en el acontecimiento. Para el que nos la cuenta, sí; para el señor Caño también.
Después
de decir que el diario que dirige es el más importante, más serio, con más
éxito y que ocupa una posición de liderazgo, el texto termina cargado de avisos:
A preguntas del público, el director de EL
PAÍS defendió el papel de las redes sociales como medio de comunicación y una
herramienta llena de posibilidades. “Soy periodista y pienso que en 140
caracteres se pueden decir muchas cosas. La extensión de una crónica no es una
garantía de calidad. Con los nuevos tiempos, estamos obligados a salir”,
indicó. Aunque mostró su respeto hacia todos los diarios, alertó del peligro
que representan los periódicos que se hacen pasar por medios de calidad pero
que encubren métodos de la prensa sensacionalista para mentir y exagerar
impunemente.*
No sé
qué me deja más preocupado si lo de los 140 caracteres o la advertencia sobre
los que se camuflan para dar el pego. No sé quiénes se tienen que dar por
aludidos. Tú lanza respetuosamente,
que ya se apañarán ellos. Uno tiene que deducir de las respuestas las preguntas
que le hizo el público y luego tiene que deducir de sus respuestas lo que ha
querido decir.Imaginamos que los asistentes manifestaron su preocupación por los límites y retos que se le imponen al periodismo, la facilidad para la difamación, etc. Las respuestas ya las ven. Podríamos probar a dar conferencias en 140 caracteres.
La
teoría de que el periodismo es importante
porque siempre que ocurre algo importante lo cuentan los periódicos es un poco
circular como teoría. Parece una reformulación de aquello de que nada es
importante hasta que lo cuenta el medio que toque. Alguno interpretaría incluso
que las cosas son importantes solo porque los medios las cuentan. Esa teoría es
mucho más práctica y podría denominarse de la "importancia sobrevenida".
Los teóricos del posicionamiento la
avalan: cuanto más apareces, más importante eres. Si no sales, no eres nadie. Trend o no trend, he ahí el dilema.
La
competencia, el diario El Mundo, nos ofrece un ejemplo de la teoría de la
importancia sobrevenida. El titular es el siguiente: "Rubalcaba, Madina y Valenciano,
en torno a un café en Madrid". Y uno comienza a pensar, frotándose las
manos, en lo que puede seguir ante tal promesa. Sí, un titular es una "promesa",
un anticipo de lo que va a llegar, ese acontecimiento teóricamente importante. Y leemos:
Alfredo Rubalcaba,
Elena Valenciano y Eduardo Madina se sientan en torno a un[a] mesa en una
cafetería del barrio madrileño de Chamberí una lánguida tarde de otoño. No
sabemos sobre qué conversan pero el talante serio de Madina invita a pensar que
comparten anécdotas sobre sus gestas frustradas.**
Uno se
queda helado en esta lánguida madrugada
de otoño que sigue a la lánguida
tarde de otoño. No es necesario decir que la lánguida noche la dedique al
descanso porque no es importante.
La foto,
que parece hecha con un móvil mientras le servían un carajillo en la barra al
que la hizo, muestra la cara de Madina, ese "talante serio" que nos
"invita a pensar". Es el periodismo educadito: "le invito a
pensar, caballero", "muchas gracias", "no hay de qué".
Uno acepta siempre la amable invitación a pensar cuando te la hacen en estos
términos. Y aplicamos la teoría de la importancia formulada por el director de
El País. Y la miramos y pensamos; y la remiramos y seguimos pensando.
Después
de mucho pensar y temiendo desairar a quien nos invitó a asistir en primera
fila a este momento de la Historia en el que se nos ha llevado a contemplar la
seriedad de Madina (debido a su talante, suponemos), la calva de Pérez
Rubalcaba y la media melena de Elena Valenciano en la que resaltan dos mechas,
nos quedamos preocupados. Sí. No sabemos por qué. Quizá porque se nos invita a pensar y pensamos que sería por algo. Es la relevancia del medio: la foto es
importante, como señalaría Caño, porque si no, ¿para qué diablos nos la
ofrecen? ¿Y por qué me invitan a pensar después? ¿Por qué no piensan ellos
antes? ¿Es la famosa libertad del lector? Pero yo no quiero ser libre; quiero que me expliquen porqué han puesto la foto ahí.
Pero es inútil. El
texto consta de cuatro párrafos. El primero, ya reproducido, nos describe la actualidad del
hecho cafetero, encuadrado en una genérica sección llamada "ESPANA"
(sí, sin Ñ). Ya saben: la lánguida tarde,
los tres personajes, el talante serio... blablablá, blablablá... Los tres restantes
hablan del pasado y están destinados a mostrarnos las "gestas frustradas"
de cada uno de los contertulios, convertidas en "anécdotas" intercambiables. Con
esa nueva información sobre el pasado de los tres contertulios, la invitación a
pensar se me queda corta y me lanzo al abismo especulativo. ¿Me queda otra
opción?
¡Vaya!
Inquietante, al menos.
Los
lectores —invitados a pensar, como yo— especulan y especulan sobre el gesto de
Madina y su lenguaje corporal, sobre el lugar en el que se reúnen..., sobre todo
lo que sea posible especular con esa foto delante y la Historia detrás. Especulan
como si la foto fuera un chupinazo de salida en la calle de la Estafeta y los rumores
corrieran disparados empedrado abajo dando cornadas a todo el que pillan. ¡Ahora
entiendo por qué los mozos corren con un periódico enrollado! ¡Hay tanta cornada especulativa! Entre medios que insinúan y lectores que especulan, el futuro del Periodismo está garantizado. ¡Es el "periodismo de Rorschach"!
En una vieja película del Hollywood de los años treinta, el jefe le suelta al redactor, Jack Benny: "¡Cuando todos te odien te subiré el sueldo!". Inexplicablemente, los sueldos bajan.
*
Antonio Caño: “Es un tiempo fascinante para el periodismo” El País 1/12/2014
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/12/01/actualidad/1417408148_066797.html
**
"Rubalcaba, Madina y Valenciano, en torno a un café en Madrid" El
Mundo 1/12/2014
http://www.elmundo.es/espana/2014/12/01/547cdd77268e3ee5038b457e.html
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