Joaquín
M Aguirre (UCM)
El
diario Ahram Online nos trae la noticia de la llamada de la Hermandad Musulmana
a protestar por el veredicto absolutorio en el juicio contra Hosni Mubarak, los
hijos, y colaboradores. El escándalo del veredicto fue calando poco a poco en
la sociedad confusa que es Egipto. Todo es tan extraño que la realidad se va
desdibujando entre los acontecimientos inasumibles y las fantasías racionalizadas.
El veredicto hace entrar a todos en nuevas formulaciones despojándose de los
ropajes para abrir de nuevo el armario y ver qué ponerse después de mirar por
la ventana de la Historia.
La
Hermandad, después de apoyar los fracasados movimientos del Frente Salafista
para el día 28 pasado en favor de la "identidad islámica" de Egipto,
para salvarlo de homosexuales, amores prematrimoniales, películas subidas de
tono, etc. —las nuevas plagas de Egipto—, según decían en su convocatoria, ha
decido probar ahora con las protestas contra el veredicto de Mubarak.
De esta
forma, la Hermandad trata de entrar por la puerta de atrás en la vida egipcia.
La Hermandad no vivió mal con Mubarak, incluso tenía sus diputados en el
parlamento, aunque sin etiquetas oficiales. Tan bien vivió que extendió su
influencia por toda la sociedad, sobre todos los sindicatos. Mubarak era dejado
hasta para eso.
Nos dice
Ahram Online:
"[We call for] serious and deep dialogue
among the fellows of the revolution on the future of the country," the
Brotherhood said in a statement Wednesday.
The statement also called for "ongoing
communication and good coordination in stances and activities among all fellows
of the revolution and specific identification of goals."
The National Alliance to Support Legitimacy
(NASL) — an umbrella group led by the banned Muslim Brotherhood — and the
Democratic Current, which includes a number of pro-revolution parties and
groups, vowed to protest against the court verdict that dropped charges against
Mubarak over involvement in the killing of protesters in the 2011 uprising.
However, the Democratic Current said it would
not coordinate with the Brotherhood in any of its activities*
La Hermandad trata de entrar en juego aprovechando cualquier
circunstancia ante su aislamiento. El diario comenzaba entrecomillando
irónicamente el "compañeros revolucionarios" que la Hermandad había
usado en su llamamiento a la unidad contra el veredicto. Me temo que no ha
conseguido su efecto y que nadie quiere sacarla a bailar a la pista de las
protestas.
La batalla simbólica alrededor de la revolución del 25 de
enero continúa. Forma parte del imaginario egipcio como forma parte el
escenario de la Plaza Tahrir, que los islamistas han intentado hacer suya en
varias ocasiones ante la resistencia de los que consideran que es profanar su
espacio.
Las actitudes ante la revolución son cuatro: los que la
vivieron y la han querido preservar de los islamistas y del control de los
gobernantes actuales; la de los islamistas, que tratan de apropiársela y
reinventarse un más que dudoso pasado revolucionario; los partidarios del orden
anterior, que la definen como una maniobra extranjera para hundir a Egipto; y
finalmente el gobierno actual, que trata de ligarla a la del 30 de junio, que
es la que legitima sus propias acciones.
Para los primeros, los revolucionarios, es su fundamento y
una atalaya moral que tratan de defender de los islamistas, que intentaron de
apropiársela oficialmente en el periodo de Morsi, dándola por conclusa y
satisfecha con su llegada. Para los islamistas fue una ocasión para alcanzar el
poder democráticamente con un mínimo de esfuerzo y perderlo por sus propios
errores y abusos antidemocráticos. Para los seguidores de Mubarak, más bien
defensores aprovechados de lo que había, la revolución fue una conspiración
internacional, sionista, etc. para acabar el glorioso Egipto. El gobierno
actual, finalmente, se encuentra en la tesitura incómoda de tener que mantener
una distancia de la revolución, pero no perderla de vista porque es
oficialmente el punto de partida del propio régimen. Las protestas que llevan a
la caída de Morsi tienen como fundamento el incumplimiento de la revolución al
imponer su sectario programa de islamización social.
Todos han tratado de atribuirse el "espíritu de la
revolución"; es la fuente de legitimación moral y sin embargo todos se
alejan de sus ideales. La ponen en un pedestal, pero se dirigen en direcciones
opuestas. Los unos porque se las llevan al autoritarismo religioso; los otros,
hacia el autoritarismo civil.
Mada Masr nos trae un artículo sobre esta lucha simbólica
alrededor de la revolución.
President Abdel Fattah al-Sisi will soon amend
a law that will “criminalize insulting the January 25 and June 30 revolutions,”
Presidential Spokesperson Alaa Seif said late Tuesday.
Sisi reportedly first stated he would amend the
law during a meeting with youth media figures. He added that other amendments
to the Criminal Procedures Law will be passed in light of the recent court
verdict acquitting former President Hosni Mubarak, former Interior Minister
Habib al-Adly and six of his aides of charges of killing protesters during the
January 25 revolution. The proposed amendments intend to prevent state
officials from being involved in corruption through legal loopholes.**
Una ley que criminalice los ataques a la revolución del 25
de enero es una ley que tratará de decir que fue una conspiración extranjera;
una ley que criminalice la revolución del 30 de junio será una ley que evite
que se repita que fue un golpe de estado para derrocar a un presidente elegido
un año antes. Es una ley que parece hecha por el surrealista André Breton.
Los que atacan la revolución del 25 de enero son los
partidarios del régimen de Mubarak; los que atacan el 30 de junio, los islamistas.
La cuestión filosófica es si hay un lazo de unión entre ambas, lo que sostienen
los que están hoy en el poder, mientras que los islamistas lo niegan.
Así tenemos: a) una revolución en dos tiempos; b) dos
revoluciones distintas; c) solo una, negando la segunda. Y todas tienen sus
canciones, sus poemas, sus grafitis, etc.
El veredicto de absolución de Mubarak y sus secuaces irrita a
revolucionarios de la primera y a los islamistas, que quieren canalizar la
protesta, como suele ser habitual en ellos. El fracaso de la convocatoria del
viernes pasado es un incentivo más para que se apunten a la protesta.
La revolución se ha convertido en una gran figura retórica a
la que cada uno intenta dar sentido apropiándosela. Con la ley en contra se
trata de evitar las críticas, por un lado, pero —es muy opinión— la euforia de
los que han lanzado las campanas al vuelo con la absolución de Mubarak. Los
medios egipcios se han llenado de descarados defensores del régimen de Mubarak
una vez visto que se toman posiciones y de que no hay un repuesto suficiente
para el aparato del estado.
Los que han vendido que la revolución era el caos, que la
democracia trajo a los islamistas y que solo el Ejército puede restituir el
orden y estabilizarlo, van ganando con el poder vociferante de sus medios y el
silencio de los que aburridos, temerosos o hartos de dar la cara. Otros siguen
protestando en las mismas calles, con menos comprensión, ya que han quedado en
tierra de nadie.
Mada Masr no da ejemplo de la labor constante de
desprestigio de la revolución a través de los medios:
Tamer Amin, a talk show host for Min al-Akher
(In Short) on the private channel Rotana Masriya, also hailed Sisi’s decision.
“There are some TV channels that will shut down because of this law. Some
people make their living from insulting the revolution. President Sisi, you
made my day,” he explained.
Amin used to work for Egyptian national
television and, in 2011, he slammed the calls for solidarity with Khaled Saeed
and called him a drug addict during his talk show Masr Ennaharda (Egypt Today).
Meanwhile, TV anchor for the private channel
ONTv Ibrahim Eissa criticized the decision asking, “Why do you want to ban
criticism of January 25? Do you think that this is freedom?”
“How can we call for freedom while we impose
limits on what people can and cannot say? It is our right to question whether
it is a revolution or not. This draft law is dangerous and pushes us back to
the times of the rule of the military council,” Eissa concluded.**
Los favorecidos del antiguo régimen no olvidan que se les
desplazó con la revolución, que se hizo contra ellos. Hoy regresan satisfechos
y alardean de ello. El problema es que para no asumir que se dio un golpe de
Estado —con las implicaciones nacionales e internacionales que conlleva para un
país y un régimen—, sigue siendo necesario justificar la revolución con la revolución, señalar al "pueblo" como responsable último de ambas. Como siempre, el pueblo es la fuerza, pero también un sujeto retórico al que invocar.
Las invocaciones a la "libertad" de un Tamer Amin son un chiste mientras no haga lo mismo con la ley antiprotestas, que es la que se invoca para encarcelar a los que protestan por la falta de libertad. Pero eso no les importa, solo enterrar la revolución que estuvo a punto de enterrarlos a ellos.
En un inteligente artículo en Mada Masr, Sally Toma analiza
el papel de la memoria y de los recuerdos para poder avanzar correctamente por
la Historia, lejos de las manipulaciones. Titula su artículo " The injustices of November: Remember or
forget?":
George Orwell believed that "whoever
controls the past controls the future," and that uncovering the past
allows for its manipulation to meet present political and social agendas.
Remembering and its use (and abuse) cannot be separated from the present social
and political concerns, and could serve the interests of one sector within
society. The Ministry of Transitional Justice, along with the rest of the
regime, is fighting to manipulate history and it is for this very reason that
remembering should be done correctly and collectively.
The act of remembering, of preserving the
collective memory in the face of the regime’s attempts to revise, manipulate
and even wipe out our history is now of the utmost importance. The fight for
public space, graffiti, memorials, documentation of all events, aiding NGOs to
document violations and using the Internet to make sure nothing can be erased
or manipulated are among the many ways we can remember correctly in order to
counter the fictional narrative the regime tries to enforce.
Only through engaging in the process of
remembering can we enter into the socially contested field of the past. This
way we can fight for developing creative and constructive collective memories
that are functional to as many people within the society as possible. In order
to reach closure and healing we will need to endure the memory and even hold on
to it even if dark and traumatic.
Through remembering correctly, we shall
prevail. Fighting for our nation's memory is our only path to possible
salvation, the day justice will be our mandate and reality.***
La lucha entre la historia oficial y la memoria colectiva es
siempre dura. El pasado impulsa al futuro, pero a veces lo hace mediante una patada en el trasero. Preservar los testimonios de las calles, las marcas de las batallas,
recordar a quién se tenía enfrente y dónde estaba cada uno cuando los
acontecimientos ocurríeron es importante. En un descuido te cambian todo.
La Historia no es lo que ocurre, sino lo que se cuenta. Y
ese momento puede ser una acto de fidelidad o de prestidigitación perversa.
Hace bien Sally Toma en recordar a Orwell. Hace bien en archivar los recuerdos
y ponerlos a salvo.
*
"Egypt's Brotherhood calls for unity with revolution groups" Ahram
Online 3/12/2014 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/117111/Egypt/Politics-/Egypts-Brotherhood-calls-for-unity-with-revolution.aspx
**
"Sisi to amend law to criminalize insults of January 25, June 30
uprisings" Mada Masr 3/12/2014
http://www.madamasr.com/news/sisi-amend-law-criminalize-insults-january-25-june-30-uprisings
***
"The injustices of November: Remember or forget?" Mada Masr
3/12/2014
http://www.madamasr.com/opinion/politics/injustices-november-remember-or-forget
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