Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En
estos días se están acumulando las noticias referidas a la situación de las
mujeres bajo la ley islámica. Las propuestas del presidente tunecino,
realizadas el día 13 de agosto, afectaban a las desigualdades entre hombres y
mujeres en la herencia y a la posibilidad de que una mujer musulmana se pueda
casar con un varón de otra (o ninguna) religión. De las reacciones hemos dado
cuenta estos días por considerarlo de capital importancia. Los estamentos
tradicionalistas han levantado sus voces con el argumento de siempre: es
inamovible, todo está ya dado y solo se legisla aquello que no esté
expresamente dicho y siempre desde lo dicho. La mujer y su aspiración a la
igualdad de derechos y trato, pues, queda condicionada a la forma de verlo de
hace más de mil años. Pero las mujeres siguen.
La
noticia nos llegaba ayer de la India, con 170 millones de musulmanes, a través
de Euronews:
Los tribunales dan la razón a las mujeres en
la India. La justicia considera inconstitucional la controvertida ley de
divorcio musulmán. La Corte Suprema ha fallado este martes en contra de una
disposición que las mujeres que profesan la religión de Mahoma habían
denunciado durante mucho tiempo por entender que violaba su derecho a la
igualdad.
“Es un día histórico, muy feliz para nosotras.
No diría que termina aquí sino que la batalla por la reforma social, por el
poder de la sociedad, por el conocimiento y la educación tiene que ser
abordada”, declaraba la cofundadora del Movimiento de Mujeres Musulmanas de la
India, Zakia Soman.
La mayoría de los 170 millones de musulmanes
que viven en el país son suníes. Están gobernados por leyes personales para
asuntos familiares y disputas que permiten a los hombres divorciarse
simplemente pronunciando tres veces la palabra talaq o divorcio en árabe, en cualquier momento, y por cualquier
medio; incluso por teléfono, mensaje de texto o a través de las redes sociales.*
La
respuesta de los tribunales indios abre una situación nueva para los musulmanes
en un entorno minoritario. Aunque sean 170 millones de personas en la Indias
(casi el doble de la población egipcia), la ley debe amparar los derechos de
las mujeres por ser ciudadanas indias, dejando las leyes del estatus personal
atrás en este punto.
La
posibilidad del divorcio exprés o instantáneo simplemente repitiendo las tres
palabras de las que la mujer es simple destinataria de la notificación les ha
parecido, con razón, una terrible desigualdad que su sistema constitucional no
puede amparar en nombre de ninguna religión.
En
Egipto, el presidente Sisi, ante el elevado número de divorcios en el país,
intentó frenar el divorcio exprés —como explicamos aquí en su momento en el
artículo "Por cierto" 25/01/2017—, pero la respuesta de Al-Azhar es la de
siempre: es acorde con la doctrina, es decir, se ajusta la Sharia.
Es
importante que la petición de que se revisara su situación haya partido de las
mujeres musulmanas indias porque se refleja así la voluntad de cambio desde el
interior que es lo esencial. Es importante no olvidar que el islam reformista
es importante, que es la única vía de cambio para ajustarse al presente y el
futuro y que son las mujeres las que más están luchando por cambiar una
situación que les es profundamente desfavorable, pese a lo que algunos digan o
sostengan para evitar el cambio. Y esto se dice en Túnez y ahora en la India
desde instancias oficiales, lo que significa un fuerte respaldo a los que
luchan con poca esperanza y mucha resistencia.
La
batalla de la reforma se va a decidir, parece, lejos del centro, cerca de los
márgenes. En Túnez, en la mezquita liberal alemana, en la India, en el
Paquistán de Malala... lejos de Arabia Saudí (con los desafíos de las mujeres
conductoras), de Al-Azhar, etc. centros de resistencia ultraconservadores, reinos de
la misoginia tradicionalista.
La
batalla la están dando mujeres como Zakia Soman, artífice de la asociación de
mujeres musulmanas de la India (BMMA), quienes han ido ganando poco a poco los
desafíos impuestos. Soman combate en todas las esferas, especialmente las que afectan a derechos y límites, combate la pobreza y ve el camino de la educación de las mujeres.
En octubre pasado, el diario The Hindu la entrevistaba por
los diez años de la fundación de la asociación:
Earlier that day, sitting in a cool,
magenta-curtained room of her 10th-floor apartment, I had asked Soman what
BMMA’s most significant achievement in these 10 years was. “For the first time
since Independence, a progressive Muslim feminine voice has emerged,” she said.
“For far too long, the Muslim community has relegated the right to speak to a
limited, conservative, patriarchal set who don’t understand the times we are
passing through; the challenges of liberalisation and technology.”
For women to wrest the Muslim pulpit is radical
indeed. But Soman and BMMA have managed to do just that. Their latest victory
came when the Supreme Court allowed women to enter the sanctum of Mumbai’s
famous Haji Ali shrine. “Believe me,” says Soman, voice low and eyes shining,
“on triple talaq too we will win. We will win not only because of the courts
but because 50 to 60 per cent of the Muslim community supports us.”
She speaks with the confidence of a leader and
an idea whose time has come. A confidence bolstered by the countless men who
now support BMMA. Her tone filled with pride, she says, “They call us, mail us,
tell us ‘we are with you’. They send us quotes from the Koran to support our
views. I am
inundated with mail.”**
Y tenía
razón, han ganado contra el divorcio de la palabra repetida tres veces. Lo
celebran como lo que es, una gran victoria. Los hombres que quieran divorciarse
tendrán que decir algo más que la palabra "divorcio".
La
referencia al apoyo popular es muy importante aunque está por ver en los momentos
decisivos, que es cuando se verá la aceptación y cumplimiento. Pronto, los
centros de conservadurismo se pondrán en marcha negando la validez de los
tribunales. Pero las leyes estarán ahí, con su fuerza para quien no las cumpla.
En una
de las imágenes que circulan por Twitter con una cita de Zakia Soman dice: no
es la religión, es el patriarcado. Ella, como otras, tiene una visión del islam
muy diferente al que ven trufado por elementos precoránicos mediante los que la
desigualdad se ha ido manteniendo.
En otra
entrevista realizada con motivo del décimo aniversario de la asociación
respondía sobre lo conseguido a la publicación "Feminism in India":
AK: The Bhartiya
Muslim Mahila Andolan was founded in the year 2007. What changes have been
there in the way the position of Muslim women is viewed, both by the members of
the organisation and outside?
ZS: First and foremost, the biggest
change that we have been able to bring about is that we have highlighted to the
Indian public that gender justice is a fundamental principle of Islam. The perception
has been that if she is a Muslim woman then she will be a voiceless creature,
confined to the four walls of the home, and behind a veil. We have been able to
tell people that if a Muslim woman is not getting justice, it is not because of
religion, but because of the prevalence of patriarchy. Gender justice is a
fundamental principle of Islam.
Within the organisation too there have been
many changes. When we had formed the organisation, we thought we will
concentrate on broadly two areas, one—equal citizenship and rights of the
Muslim women, and two—Quranic rights. In the initial years, we were more
focused on education and economic empowerment of the women. But somewhere after
2-3 years, when we had got that kind of a membership base, and formed a relationship
with the women in different states, that is when the whole issue of triple
talaq came up.
Women started telling us about the kind of
experiences that they undergo, when they are thrown out of their homes
overnight, in the name of triple talaq. So then our focus became law reforms,
and situating gender justice in Islam. The shift came but not so consciously,
we were basically responding to the circumstances.***
Lo que reclama Zakia Soman es una religión habitable como mujer frente a la carrera de
obstáculos que representa su estado actual. De todas las formas de reformismo,
la que más resistencia puede tener pero también más futuro es la que implica a
la mujer en el cambio, la que hace de ella el motor de transformación.
En otra de las preguntas realizadas, Soman muestra su
estrategia de actuación:
ZS: It is important for us to always
keep in mind that Indian Muslims are also citizens in a secular democracy, and
the constitution entitles us to equal citizenship and equal participation in
all spheres of life. The lack of understanding of Islam, and the dominance of
religious clerics who have a male-dominated worldview, has led to the situation
where a man has become superior to a woman. For women to become equal we have
to draw strength from the Quran, from the constitution, from the democratic
principles and from all the institutions around us.
In fact, we need to draw strength from the
movements of other communities, whether the Dalit community or the other
marginalised communities, and see how they have been able to find legal justice
avenues. So we need to work in different areas, in different spheres. We need
to work with the women, with the government, with the community leaders, with
the media. No reform can happen in seclusion, it has to go hand in hand with
all spheres of life. Legal reform is very important, but equally important
is social reform. The best of laws will
become meaningless if there is no education, empowerment and social awareness.***
La importancia de trabajar dentro de una democracia secular
es obvia. Los tribunales tienen la base legal para deshacer las desigualdades
que chocan con los principios constitucionales de igualdad. No ocurre lo mismo
allí donde, como en Túnez o Egipto, que pese a establecerlo sus constituciones,
los opositores a las reformas en dirección a la igualdad invocan los principios
islámicos. Muchos de esos principios son los que Zakia Soman considera como pre
coránicos y anti musulmanes, en el sentido que ella entiende que el islam auténtico
es igualitario en las cuestiones de género.
Lo establecido por los tribunales de la India ha sido
posible precisamente por ser una democracia secular teniendo ambos términos
igual importancia y necesitándose el uno al otro. El caso de la India será
objeto de ataques desde fuera, pero no se podrá soslayar que son 170 millones
de musulmanes los que están allí.
Se han ido modificando en distintos países musulmanes
ciertas leyes que suponían graves ataques a las mujeres, como la del matrimonio
"reparador" de la violación, las edades de los matrimonios, etc.
Otros países están, por el contrario,
volviendo a las posiciones ultra conservadoras y patriarcales que son
siempre en detrimento de las mujeres. La propuesta de los jueces egipcios al
Consejo de Estado fue un colega que desestimó el acceso de las magistradas a la
Audiencia por estimar que iba contra las moral que una mujer estuviera
encerrada en una sala junto a dos hombres para deliberar. ¿Y tres juezas? "‘Egypt is not Tunisia’
when it comes to women’s rights" era el titular de ayer en Mada Masr recogiendo la soberbia (e
insultante) respuesta de los clérigos de Al-Azhar a las propuestas
presidenciales tunecinas. El patriarcado se resiste a cambiar, pero el avance
de las mujeres, es imparable.
Por ello, los casos como el de Túnez deben de
recibir apoyo y alegrarse por lo conseguido por las mujeres musulmanas en la
India o en cualquier otro lugar porque nunca es fácil y siempre es importante.
* "La India veta la ley musulmana de divorcio"
Euronews 22/08/2017 http://es.euronews.com/2017/08/22/la-india-veta-la-ley-musulmana-de-divorcio
**
"Islam’s feminine voice" The Hindu - Magazine 01/10/2016 updt
1/11/2017
http://www.thehindu.com/features/magazine/Islam%E2%80%99s-feminine-voice/article15421213.ece
***
"In Conversation with Zakia Soman, Co-Founder Of Bharatiya Muslim Mahila
Andolan (BMMA)" Feminism in India 21/06/2017
https://feminisminindia.com/2017/06/21/interview-zakia-soman-bmma/
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