Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Hace
unos días reproduje en mis páginas de Facebook una foto que me llamó la
atención. Nos mostraba un ciudadano egipcio pedaleando en su bicicleta mientras
lleva una gigantesca cesta sobre su cabeza. Hasta ahí sería un tipo popular de
los que se puede uno encontrar en las calles de El Cairo. Lo sorprendente es
que el ciclista ¡iba leyendo el periódico! Acompañé la foto con la leyenda
"Egipto, ¡nunca dejarás de sorprenderme! El mundo por montera..." y
algunos amigos egipcios la compartieron en sus páginas, señal de que no era un
espectáculo frecuente.
La
pregunta que surge es "¿qué va leyendo ese hombre con tanto interés que
hace que no suelte el periódico ni mientras pedalea con la enorme cesta sobre
la cabeza?" Algo insólito debe ser que le tiene tan pegado a la página y
tan desconectado del suelo.
En
estos días, las noticias sobre el periodismo en Egipto han sido negativas en varios sentidos. Una buena
parte de la prensa ha resaltado que Egipto es el "segundo peor país"
para el ejercicio del periodismo, según los baremos aplicados por el Comittee
to Protect Journalists (CPJ).
La
publicación Mada Masr explica:
Since the early 2000s, Egypt has seen the
liberalization of the media market, with the state opening up media ownership
to private players. A host of privately owned newspapers and TV stations
emerged and broke the state monopoly over Egypt's media, introducing audiences
to different journalistic practices and narratives.
Meanwhile, a variety of restrictions emerged in
the form of legislation, arbitrary arrests, controversial trials, closures and
blackouts. In the last two years, this crackdown has intensified within a
broader context of a skewed political space. State-engineered control,
self-censorship and alignment with the ruling regime have become common traits
of media organizations, including those that are privately owned and which were
once a diverging voice from state media.*
Esta situación ha llevado a una toma de postura por parte de los medios. Unos han decidido practicar el "periodismo" y otros la "propaganda";
unos informan y mantienen una opinión crítica respecto al poder y su evolución,
mientras que otros se han convertido en parte de la rentable maquinaria del
poder a través de las loas presidenciales y los ataques furibundos y
difamatorios contra todos aquellos personajes que se alejan del poder y lo
critican. De esta forma, Egipto tiene los mejores y los peores ejemplos de la
práctica del periodismo. Mientras que unos se arriesgan en lo físico, lo
profesional y lo económico, otros juegan a ponerse al servicio del poder y del
mantenimiento de su popularidad. La conexión política-medios afines al poder ha
funcionado y ha logrado convencer —sin mucho esfuerzo— de que lo bueno es lo
que el presidente hace y lo malo el producto de conspiraciones internacionales
para desprestigiar y hundir a Egipto.
Hoy mismo, los medios dan cuenta de otro escándalo en los
platós televisivos. El presentador Ahmed Moussa, el hombre que dio por buenas unas
imágenes de videojuego presentándolos como bombardeos rusos sobre Siria, es el
protagonista de otro negro episodio informativo. Egyptian Streets lo cuenta así:
Television host Ahmed Moussa has come under
fire for airing sexually explicit personal photographs of recently elected
parliamentarian Khaled Youssef on his show, ‘Ala Mas’ouleety, on Monday.
“I am not accusing Khaled, I am only showing
what is in my possession right now,” Moussa said on his show, adding that
“there are videos, too.”
He called on Youssef to clarify whether or not
the photographs are real and on the Prosecutor General to investigate the
matter further.
Last week, Youssef was accused of sexually
harassing the wife of the dean of the Faculty of Arts at the University of
Alexandria, causing a media storm. However, Youssef asserted he is innocent and
that the allegations are a ploy to tarnish his image and said he is willing to
waive his parliamentary immunity.
During an appearance on television show Akher El Nahar, Youssef dismissed the
allegations and photographs as false, adding that he has never harassed any
woman and that he is the one who is being harassed.**
Los escándalos por malas prácticas profesionales son
diarios. Cuando le roban del teléfonos unas fotos a una mujer que ha sido
acosada para desprestigiarla; cuando se arrojan alimentos a los refugiados
sirios para mostrar su desesperación y hacer que los egipcios valoren a su
presidente o se irrumpe con la Policía en unos baños públicos para grabar una
redada de "presuntos homosexuales" que serán exonerados después. Todo
esto vuelve asfixiante el panorama mediático egipcio.
Cada vez son más las voces que van desapareciendo en estos mares
de porquería que van contaminando y produciendo un hedor insoportable.
Afortunadamente quedan profesionales que pueden ser llamados así con pleno derecho
que salvan este panorama desolador en el que la falta de ética es el telón de
fondo diario.
El trabajo conjunto de Mada
Masr con el laboratorio Visualizing
Impact (VI), que se dedica a la visualización de datos, ha dado como
resultado un gráfico en el que se relacionan las variaciones en la propiedad de
los medios y los casos de censura, detenciones, etc. Llegan a la siguiente conclusión:
Today, 23 journalists linger in prison,
according to the Committee to Protect Journalists, with higher estimates from
local human rights organizations. While the authorities released two Al Jazeera journalists following a
presidential pardon, other lesser-known cases remain incarcerated, some with
sentences and others pending trial. For those killed while covering events,
there has been no accountability.
Using a timeline, we show how the
diversification of media ownership and the resulting voices in the past few
years have not translated into a free media environment, with state control
permeating media practices across the board.*
Esta conclusión es importante porque significa que, al contrario
de lo que suele ocurrir en los espacios en los que se recuperan libertades tras
las revoluciones, los nuevos medios que surgen no lo han hecho para representar
mejor las voces de la sociedad en su diversidad, sino para mediar ante el poder
exhibiendo su capacidad de crear "opinión" en su favor.
Allí donde nacen medios para representar mejor la opinión
diversa de una sociedad que se abre, en Egipto han nacido para respaldar al
poder dentro de una viciada tradición de adulación, al que se le rinde homenaje
a través de la manipulación de la creación de influencia. Solo así es posible
convertir un "no-coup" de Estado en una "revolución" y el
rechazo popular de la tiranía islamista en un escenario de "sisimanía".
Solo así es posible realizar una elecciones en las que se elija un parlamento
para "defender al estado" (¿de quién?), creando —como muy bien señala
Mohamed Abul Ghar en su artículo de hoy en Egypt
Independent "Does the For the Love of Egypt list really love Egypt?"***—
un parlamento inútil que, como muchos medios, se limitará a respaldar al
presidente convenciendo a los egipcios de que poseen los mejores gobiernos del
mundo, de que los aviones se caen solos o de que es necesario un nuevo tramo
del Canal de Suez aunque las estimaciones del comercio mundial digan que no es
necesario.
Solo así es posible, en fin, crear un escenario de regreso a
la falta de libertades y cantarlo como la llegada al final de la hoja de ruta
democrática. El egipcio absorto en el periódico mientras recorre pedaleando las calles de
su ciudad, sin ver más que lo que sus páginas le muestran, es algo más que una
anécdota.
*
"Visualizing Egypt: More voices, less freedom" Mada Masr 16/12/2015
http://www.madamasr.com/sections/politics/visualizing-egypt-more-voices-less-freedom-0
**
"Egyptian TV Host Under Fire for Airing Private Photos of Parliamentarian
Khaled Youssef" Egyptian Streets
16/12/2015http://egyptianstreets.com/2015/12/16/egyptian-tv-host-under-fire-for-airing-private-photos-of-parliamentarian-khaled-youssef/
***
"Does the For the Love of Egypt list really love Egypt?" Egypt Independent
16/12/2015
http://www.egyptindependent.com//opinion/does-love-egypt-list-really-love-egypt
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