Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
contundencia del ataque contra Erdogan por parte de Putin ha sido manifiesta.
Ya advertíamos que el presidente ruso era mal enemigo y que se debía esperar
una descarga contundente. La respuesta de Recep Tayyip Erdogan ha sido —una vez
más— envolverse en volverse en la bandera retórica de la patria. Cuando las
acusaciones iban contra él y su familia, Erdogan ha dicho que nadie acusa e
insulta a "Turquía", identificación muy sospechosa que debe obedecer
a algo más que la megalomanía grandilocuente del presidente.
Hasta
el momento, Erdogan ha jugado con todos aquellos países que necesitan las
acciones de Turquía en esta guerra contra el Estado Islámico. Lo ha hecho
mediante el chantaje de la entrada y salida de terroristas y mediante el
control de los flujos de los refugiados. Hasta ha conseguido que le den varios
miles de millones de euros. Su estrategia, como dijimos, es llevar al punto
crítico para que se le deje realizar su política interna regresiva en derechos
humanos y la destrucción de los que amenazan su poder político como se vio en
las anteriores elecciones. Una vez que Occidente le necesita, Erdogan golpe a
la prensa, a los partidos opositores, etc. Tiene tan buena suerte, además, que
cada vez que se produce un atentado, masivo o selectivo, siempre causa muertes
en el bando contrario, como la del abogado prokurdo y defensor de los derechos
humanos, recientemente asesinado, o el atentado contra la manifestación
anti-Erdogan en Ankara.
El diario
turco Today's Zaman describía así las
acusaciones rusas contra Erdogan y familia:
President Recep Tayyip Erdoğan said that no one
has the right to “slander” Turkey after Russia's defense ministry claimed on
Wednesday it had proof that Erdoğan and his family were benefiting from the
illegal smuggling of oil from Islamic State in Iraq and the Levant (ISIL)-held
territory in Syria and Iraq.
Speaking at a university in Doha on Wednesday,
Erdoğan said no one has the right to run a smear campaign against Turkey by
accusing it of buying oil from ISIL, and that he would stand down if such
allegations were proven to be true. He also said he did not want relations with
Moscow to worsen further.*
Allí donde se le acusa directamente, Erdogan despliega la
idea de que atacarle a él es atacar a Turquía. La consiguiente idea de este
asociacionismo de "Turquía soy yo" será que defenderse él es
"defender a Turquía".
Que el ataque ruso sea tan directo contra Erdogan y su
familia indica que Putin lo ha valorado como una cuestión personal. Podrían haberse lanzado acusaciones más
generales sobre el tráfico de petróleo y armas, pero se ha hecho con nombres y
apellidos, estableciendo el núcleo del caso en la complicidad criminal de la
familia Erdogan, que ya estuvo en el centro de las anteriores crisis con la
filtración de las escuchas grabadas sobre cuestiones de dinero de la corrupción
inmobiliaria, reproduciendo conversaciones entre Erdogan y su hijo.
La contundencia de la intervención del ministro ruso Antonov
contra el presidente y la familia durante la presentación de las
"pruebas" hace ver que esto está solo empezando:
Antonov did not specify what direct evidence
they had of the involvement of Erdoğan and his family, an allegation that the
Turkish president has vehemently denied.
"Turkey is the main consumer of the oil
stolen from its rightful owners, Syria and Iraq. According to information we've
received, the senior political leadership of the country - President Erdoğan
and his family are involved in this criminal business," said Antonov.
"Maybe I'm being too blunt, but one can
only entrust control over this thieving business to one's closest
associates."
"In the West, no one has asked questions
about the fact that the Turkish president's son heads one of the biggest energy
companies, or that his son has been appointed energy minister. What a marvelous
family business!"
"The cynicism of the Turkish leadership
knows no limits. Look what they're doing. They went into someone else's
country, they are robbing it without compunction," Antonov said.
The ministry also alleged that the same
criminal networks which were smuggling oil from ISIL-held areas into Turkey
were also supplying weapons, equipment and training to the militant group.*
Como puede comprobarse, la dureza de la acusación es clara.
No se han andando con sutilezas. La estrategia de Putin no puede ser quedarse
ahí, sino dejar que sea Erdogan quien monte su defensa y comprometa su destino,
como ha hecho ya, con la veracidad de las acusaciones. Le ha llevado a un punto
en el que no puede dejar de defenderse pero si aportar pruebas directas, lo que
permitirá a Erdogan —está obligado— a proclamar su inocencia y a exigir más
pruebas, momento en el cual se puede llevar una sorpresa. Es poco probable que
Putin haya montado todo esto sin tener una base. Al presidente ruso no le gusta
perder y siempre que ataca lo hace con los ases en la mano.
Todo esto pone en una situación muy comprometida a Occidente.
Según cómo evolucione la crisis abierta, pueden afrontar el problema de una
Turquía que juega con ellos o seguir tragando sapos con los juegos de Erdogan.
Lo cierto es que Turquía no va a cambiar de sitio; está ahí como lugar de paso.
Si a la crisis abierta por la guerra, se abre otra nueva en la que un aliado
oficial está actuando de manera "inadecuada" o poco "clara"
desde la presidencia del país, lo que pueda ocurrir es impredecible.
Putin no ha tratado solo de atacar a Erdogan. Ha tratado de
debilitar la posición de Turquía para tratar de aumentar su propio papel en la
zona y ante Occidente. La acusación de Putin es que el avión se derribó porque
se está protegiendo un corredor para el paso del petróleo del las zonas del
Estado Islámico a Turquía, donde sería "blanqueado".
En este sentido, las declaraciones del presidente Barack
Obama pueden ser ilustrativas. Mientras John Kerry da como segura la confianza en el aliado Erdogan, Obama decía otras cosas
en París:
U.S. President Barack Obama said he had spoken
to his Turkish counterpart in Paris on the sidelines of a climate change
conference about the need to close the border between Turkey and Syria, while
Secretary of State John Kerry has said Erdoğan is “completely committed and
ready to proceed” to help guarantee that the remaining portion of the border is
closed.
“With respect to Turkey, I have had repeated
conversations with President [Recep Tayyip] Erdoğan about the need to close the
border between Turkey and Syria,” Obama said during a speech delivered at the
Organization for Economic Cooperation and Development (OECD) HQ in Paris on
Dec. 1.
“We’ve seen some serious progress on that
front, but there are still some gaps. In particular, there’s about 98
kilometers that are still used as a transit point for foreign fighters and for
[the Islamic State of Iraq and the Levant] ISIL to ship out fuel for sale that
helps finance their terrorist activities,” he added.**
Obama no ha acusado directamente a la familia Erdogan de que
se beneficien del petróleo, pero sí le recuerda con toda precisión —98
kilómetros— que hay un agujero en la frontera. La precisión no es superflua; es
una forma de decir a Erdogan que saben exactamente de lo que están hablando y
de dónde se encuentra ese paso sin control.
Todas las fuentes que hemos citado hoy son las de periódicos
turcos. Es importante darse cuenta que la prensa turca se ha tomado en serio
esta crisis. En estos días se suceden las noticias de la presión a los medios y
de los despidos de periodistas por las presiones del gobierno. El Today's Zaman
resume la situación de estas últimas semanas en la prensa turca:
Küçükşahin's dismissal is the latest in a
series at Hürriyet, which suffers from heavy government pressure to part ways
with journalists who don't avoid criticizing the Justice and Development Party
(AK Party) government and President Recep Tayyip Erdoğan.
The daily has also been receiving threats from
pro-government figures who have told the daily's owner, Aydın Doğan, to fire
certain journalists deemed anti-government or else he will have to bear the
consequences.
Last week, the daily fired Bülent Mumay, who
was special adviser to the daily's editor-in-chief, Sedat Ergin, after
pro-government columnist Cem Küçük threatened the Doğan media group and asked
the group to dismiss certain journalists.
Pro-government Star daily columnist Küçük told
media mogul Doğan, “From now on, we will manage you,” while ordering him to
fire certain journalists during a TV program aired on Nov. 4
Doğan, owner of the Doğan media group -- which
is critical of the government -- was threatened live on the television program
by Küçük, who said that if he does not fire journalists Nazlı Ilıcak, Eyüp Can
and Bülent Mumay, he will have to “bear the consequences.”
Mumay, who already had his position as digital
media group coordinator in the daily changed about 45 days ago to adviser due
to increasing political pressure on the media group, was fired last Thursday.
Küçük's remarks came after the Nov. 1
parliamentary election in which the AK Party managed to secure enough seats in
Parliament to form a single-party government. During the program, Küçük
threatened the Doğan media group as well as the Zaman and Samanyolu media
groups, claiming that their management will soon be overtaken by trustees in a
similar operation to the one that was carried out on the İpek Media Group. İpek
media, which used to be critical of the government, was seized in a
government-led operation in late October whereupon its board was taken over by
trustees.***
Los golpes contra la prensa se suceden en Turquía dentro de
una inadmisible campaña para barrer a la oposición. Una vez más Erdogan juega
con que se "le" necesita o, para evitar su ego, se necesita a
Turquía. Pero la Turquía que se necesita no es la de Erdogan, sino una Turquía
democrática y clara en sus alianzas y actos, algo que hoy por hoy no es, para
desgracia de muchos ciudadanos turcos. Erdogan necesita de la prensa favorable
para contra atacar y silenciar a los críticos para evitar que puedan aparecer
nuevos frentes contra él. La defensa propagandística ya ha comenzado con
informes sobre la compra de petróleo al Estado Islámico por parte del gobierno
de Al-Assad, pero el hecho de que esto ocurriera no anula el caso contra
Erdogan. Si el Estado Islámico vende a dos bandos, es su problema.
El episodio no se ha cerrado y Putin seguirá intentando incomodar
a Occidente mostrándole que Erdogan no es de fiar, algo que Occidente sabe
sobradamente, pero que oficialmente no puede aceptar.
*
"Erdoğan says Russia’s claims over oil trade with ISIL are slanderous"
Today's Zaman 2/12/2015
http://www.todayszaman.com/diplomacy_erdogan-says-russias-claims-over-oil-trade-with-isil-are-slanderous_405921.html
**
"Obama tells Erdoğan ‘to close Syrian border’" Hurriyet Daily News
2/12/2015 http://www.hurriyetdailynews.com/obama-tells-erdogan-to-close-syrian-border.aspx?pageID=238&nID=91986&NewsCatID=352
***
"Hürriyet daily sacks veteran columnist Küçükşahin" Today's Zaman
2/12/2015
http://www.todayszaman.com/national_hurriyet-daily-sacks-veteran-columnist-kucuksahin_405938.html
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