lunes, 31 de octubre de 2016

Claridad

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las dificultades para entender a los políticos pueden ser grandes, como todos sabemos. "Entender" hace referencia a las ideas, pero también a la escucha. Algunos políticos tienen ambos problemas, pues difícilmente se podrá entender si no se logra aclarar lo que dicen.
Hace unos días recogíamos aquí un artículo publicado por una lexicógrafa en la prensa norteamericana a la que le llovían preguntas online para que les explicara qué era aquello de los "bad hombres" que Trump había insertado en su discurso. Los expertos habían respondido a los oyentes distinguiendo "hombres" de "ombré", con los que algunos habían confundido la expresión del candidato Trump.
La cuestión no se ha quedado ahí, desde luego. En septiembre pasado, podíamos leer en Slate el artículo firmado por Jim Newell con el titular "Is Donald Trump’s Favorite Term Bigly or Big League? You Make the Call" en el que se señalaba

There are a great many fronts to Donald Trump’s war on language. He is so bad at syntax, your head will spin. But if there’s one term that serves as central base for Trump’s assault, a defining Trumpism that is his go-to means of superfluous emphasis, it is bigly.
Or is that big league?
For the longest time, to this Trump observer at least, it sounded like bigly. Is this even a word? Maybe? That would hardly matter for Trump. For a grandiose figure who demonstrates, at least in public, a limited, essentials-only vocabulary, it would make sense that this wordlike entity appeals to him. Big is your simplest adjective for something that is, well, big—in scope or size. And what to do if you need to express this in adverb form, as our loquacious entertainer frequently does? Append a -ly to the end of that sucker, per the elementary school heuristic. Bigly.*


Ya es triste que haya que decir estas cosas de un candidato a la Casa Blanca. Además de atacar a todo el mundo, Donald Trump, según nos dicen, ataca la sintaxis, el diccionario y todo aquello que le pongan por delante. Sería lamentable que, en un hipotético discurso ante el Congreso o Naciones Unidas o un reunión clave para la paz mundial en cualquier lugar, sus oyentes no tuvieran claro qué es lo que había querido decir. Si esto les ocurre a los entienden inglés como lengua materna, ¿qué ocurriría con todos aquellos que agradecen una dicción clara? A Michelle Obama, por ejemplo, se le entendía con una pasmosa claridad, algo de agradecer.
Lo sorprendente es este nivel de confusión alrededor del candidato, que haya tenido por fruto la denominación de "trumpismo" para los términos que salen de su imaginación. Siendo el inglés una lengua muy flexible, parece que Trump más bien la retuerce hasta el punto de tener a los lingüistas con la oreja presta analizando qué ha podido decir en un pasaje determinado de sus intervenciones.
Lo que parecía aclarado en Slate ha seguido dando vueltas. Liam Stack publicaba un mes después un artículo con el título "Yes, Trump Really Is Saying ‘Big League,’ Not ‘Bigly,’ Linguists Say" en The New York Times. El texto recoge grabaciones de distintos momentos de la azarosa vida mediática de Donald Trump y con estos fragmentos ha sometido a modernos análisis los sonidos salidos de su boca. Señala Stack en su artículo:

Donald J. Trump has said almost too many controversial things to count during the course of his presidential campaign, but over the past few months, one turn of phrase has inspired more online curiosity than fervor: the word “bigly.” Or was that “big league”? Or maybe both?
The phrase popped up on at least four occasions during the three presidential debates, to the delight of many on social media. Mr. Trump has also said it at rallies and in his freewheeling stump speeches.
He has used it to describe how much he wants to cut taxes (a lot); how much he thinks his opponent, Hillary Clinton, will raise taxes (a lot); how many people he says President Obama has deported (a lot); and how many more people Mr. Trump wants to deport if he wins the election (you get the idea).
But what exactly is he saying?
Hope Hicks, a spokeswoman for the Trump campaign, said in an email on Sunday that Mr. Trump had been saying “big league,” not “bigly.” Companies that provide transcripts of the debates have agreed with her, as have many professional linguists, who have been mulling the question for months.**


Es probable que Trump, como se dice que James Joyce señaló, haya dado trabajo a los críticos para unos cuantos años. Y seguramente si se le pide que se explique la cuestión empeore.
Lo realmente interesante no es saber qué quiso decir Trump, que nunca será nada bueno o brillante, sino cómo ha prendido en los medios esta cuestión. No es solo Slate o The New York Times. También se preguntaban qué estaba diciendo Trump ya en junio en Bloomberg/Politics ("Bigly vs. Big League: What Is Donald Trump Saying?"***), que reunió un "Bigly / Big League Decision Desk" que armados con auriculares y poniendo en pantalla fragmentos de sus intervenciones no llegaban a conclusiones unánimes.


El Merriam-Webster, finalmente, ha llegado a la conclusión que el término "Big League" tiene diversos sentidos bien datados, pero que ninguno de ellos se corresponde con el uso que el candidato Trump le da en sus discursos:

Lookups for big and bigly spiked on September 26th and 27th. Many people heard bigly when Trump said big league in the debate:
I'm going to cut taxes big league and you're going to raise taxes big league. End of story.
We've found examples of 'big league' as a figurative adjective from 1916. The adverbial use of big league favored by Trump is not often encountered, however.****


Que Donald Trump use el lenguaje de esta forma solo quiere decir una cosa: el ignorante no es consciente de su error. Ya que no tiene ningún sentido "big league" en sus discursos (ni siquiera figurado), entra en lo probable que esté queriendo decir "bigly" mientras dice, como detectan los lingüistas, "big league". La cuestión no está en lo que dice, sino en lo que cree decir. Una vez más, un incomprendido o un incomprensible.
La campaña electoral norteamericana de 2016 se recordará por muchas cosas, desde luego. 


* Jim Newell "Is Donald Trump’s Favorite Term Bigly or Big League? You Make the Call"   Slate 24/09/2016 http://www.slate.com/blogs/the_slatest/2015/09/24/bigly_or_big_league_what_exactly_is_donald_trump_saying.html
** Liam Stack "Yes, Trump Really Is Saying ‘Big League,’ Not ‘Bigly,’ Linguists Say" The New York Times 24/10/2016 http://www.nytimes.com/2016/10/25/us/politics/trump-bigly-big-league-linguists.html
*** "Bigly vs. Big League: What Is Donald Trump Saying?" Bloomberg /Politics 18/06/2016 http://www.bloomberg.com/politics/videos/2016-06-17/bigly-vs-big-league-what-is-donald-trump-saying 
**** "Did Trump Say 'Bigly' or 'Big League'?" Merriam-Webster http://www.merriam-webster.com/news-trend-watch/did-trump-say-bigly-or-big-league-20160927


domingo, 30 de octubre de 2016

Llantos y traiciones

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No hay que ser demasiado perspicaz para comprender el peligro de las rimas en la política. La rima fácil tiene sus peligros. Las personas que ayer entonaban sus cantos rimando "democracia" con "mafia" establecían lo que va a ser, desgraciadamente, la tónica de esta próxima y cruenta legislatura. Lo que vimos en algunos oradores en la tribuna, lo hemos visto en la calle, las mismas actitudes. Y lo seguiremos viendo, pues no se deja a la víctima a medio rematar en el suelo. La víctima es el PSOE y con él, si no se remedia, la convivencia democrática en las instituciones y en la calle misma, donde el modelo de la intimidación comienza a retomarse.
La maniobra diseñada para hacer saltar por los aires a la izquierda española ha tenido éxito porque estaba ya sentenciada gracias a la pésima visión política de Pedro Sánchez, que todavía está por ver sus peores momentos, cuando los que le han llevado a este punto le aplaudan como ya lo están haciendo.
La estrategia es ahora aislar a los partidos de sus votantes para absorberlos en el momento adecuado en que se dinamite la legislatura y se convoquen nuevas elecciones. Entonces se habrá terminado el retrato del PSOE como "partido traidor", de sus dirigentes como "mafiosos" y se jaleará su división y desastre ofreciendo pactos a los más beligerantes.
El llanto de Pedro Sánchez es uno de esos espectáculos con los que las cámaras se recrean —como señaló Celia Villalobos con ironía: "que un hombre llore en público me parece fantástico"— por insólito. No sabemos muy bien por qué lloraba, pues las posibilidades son muchas: por el partido dividido, por tener que dejar su acta de diputado, por abandonar la Secretaría General, por el gobierno de Mariano Rajoy o por haber vivido un momento de lucidez y ver el desastre causado. Quizá sea solo un estudiado gesto más ante las cámaras o una mezcla de todo lo anterior.


Hace bien en llorar, sea cual sea su motivo real. Motivos tiene el que con su inexperiencia no ha sabido estar a la altura de los tiempos o tener la humildad que a veces la Historia necesita. Muchos de los que ahora le jalean desde fuera saben de esta debilidad y le animan a que, visto lo anterior, se sume de nuevo a la ceremonia de la confusión y remate lo que ha hecho. Sánchez ha sido un líder que empezó mal y para el que sus compañeros pedían paciencia y ahora que se calle.
En los años de democracia española, pocas veces se han escuchado y visto espectáculos como el de ayer, digno de países con poca o nula tradición democrática. La idea de destruir el reparto de fuerzas en la izquierda española se acerca a su consumación con la desaparición pronta de un partido que, si no lo remedia, puede quedar de forma testimonial. Se trata de desacreditarlo y anularlo para que el posible votante se sienta frustrado y le vayan dejando solo, aislado, desmantelado. Es una estrategia pauloviana a base de escraches, de pancartas, de insultos en redes sociales.
Señala el diario El País en su editorial de hoy:

Queda por delante la tarea de recuperar la normalidad institucional, y en nada contribuyen a ello los discursos de odio y resentimiento empleados por algunos de los que dicen representar la renovación de la política o las constantes alusiones al pasado más oscuro de España en algunos de los discursos pronunciados desde la tribuna. Es el futuro lo que está en juego y no saldar las cuentas de la Guerra Civil o el franquismo.
Tampoco se puede endosar la participación de varios diputados de Unidos Podemos, entre ellos Alberto Garzón, en una marcha convocada “contra el golpe de la mafia” que discurrió ayer por el centro de Madrid, organizada bajo la idea de agitar la ilegitimidad de la investidura del presidente del Gobierno. Este propósito, rotundamente antidemocrático, ha contado increíblemente con parlamentarios dispuestos a actuar de espaldas al órgano representativo del que forman parte.*


¿Cree el editorialista que ese es el camino que queda por delante en la legislatura que se inicia? ¿Cree que espera la "normalidad institucional" al final de este preocupante camino? Ya nos gustaría, pero no parece que eso sea lo más probable.
Iglesias ha impuesto su modelo. Los que quieran participar del festejo, que le sigan, ha dicho en la escalada. Otras vías han quedado para "tontos" y "traidores", objeto de ataques y escarnio.
Casi todos los analistas coinciden en que el que ha salido más damnificado de todo este proceso es el Partido Socialista. Ha sido llevado contra las cuerdas por sus propias contradicciones. La principal de ellas es haber jugado a ser lo que un partido grande  no se puede
permitir: hacer la demagogia de uno pequeño.
Tiene razón José Borrell en la entrevista publicada en El Mundo, "ser presidente de la primera potencia mundial es hoy mucho más fácil que ser secretario general del PSOE"**. No está mal visto. Menos mal que no ha llevado más lejos la asociación y se ha quedado ahí.


No es cierto que España no haya tenido gobiernos de coalición. Los ha tenido en aquellas autonomías en donde era necesaria la estabilidad por no tener mayoría. Hoy hablar de coaliciones o apoyos parlamentarios, de simples abstenciones, es entrar en zona peligrosa después del proceso de estigmatización seguido en estos años contra los acuerdos que garanticen gobernabilidad.
El 5 de mayo de 2009, Patxi López fue investido Lendakari gracias a los votos del Partido Popular y UPyD. No le hizo gracia al PNV. La investidura de Aznar en su primera legislatura en 1996, con una diferencia de diez escaños sobre el PSOE, se consiguió con los votos de los partidos PNV, CiU y Coalición Canaria. Eran los tiempos del denominado "Pacto del Majestic" entre el PP y CiU, que tuvieron la contrapartida del apoyo del Partido Popular a Convergencia, que no tenía mayoría en Cataluña, para que gobernara. El PSOE formó parte del gobierno del PNV, la derecha vasca, con José Antonio Ardanza al frente. No pasó nada. Apoyos parlamentarios y coaliciones; izquierdas, derechas y autonomistas e independistas. Hoy todo sería traición. Podemos y demás han impuesto su marco interpretativo de la realidad política.


Todo está ahí para el que quiera ver que hubo un tiempo en que la "gobernabilidad" era más importante que el "poder". Es la entrada de Podemos en el juego político la que ha hecho tambalearse la idea de gobernabilidad. El poder, ocupar las instituciones, es un paso necesario en su estrategia. De no llegar a él, el camino es la demolición de los partidos próximos para quedarse con el espacio electoral y crecer. Se aprovecha y alimenta la desafección que la actitud de los partidos que han tenido responsabilidades de gobierno (no solo nacionales) ha producido en el tiempo. Se paga ahora el desgaste en peleas de cara a la galería tratando de gritar más que el resto; se paga la sordera ante las demandas legítimas de muchos ciudadanos de resolver los problemas en vez de utilizarlos los unos contra los otros. Se paga todo esto. Hace cinco años se perdió la ocasión de haber hecho realmente algo en este sentido, pero lo acomodaticio de los partidos hacía pensar que se pasaría, que era una moda pasajera. Se perdió la ocasión. Aquí recogíamos algunas iniciativas —pocas— que se lanzaron al aire para contentar las peticiones populares. Ninguna se cumplió y ahora se paga. Prefirieron redirigir la desafección hacia el otro, cuando había terceros que se lo hacían a ambos.
Como ciudadanos, debemos exigir respeto a la convivencia y un repensar la política, una exigencia a todos los partidos que realmente consideran que la democracia es algo más que llegar al poder a cualquier coste. La política democrática no es un ejercicio de acoso y derribo, sino de construcción para garantizar la gobernabilidad y el progreso del país. Hay unos límites de divergencia: la que nos causa daño a todos.
Tiene motivos Pedro Sánchez para llorar. Pronto no será el único.



* "Fin del bloqueo" El País 30/10/2016 http://elpais.com/elpais/2016/10/29/opinion/1477767865_046589.html

** ""Hoy ser presidente de EEUU es mucho más fácil que secretario general del PSOE"" El mundo 30/10/2016 http://www.elmundo.es/cronica/2016/10/30/58145e4222601d58088b458d.html




sábado, 29 de octubre de 2016

Tiempos de confusión

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El Daily News Egypt incorpora a su selección de noticias del día un rutinario titular: "Another Mubarak-era minister acquitted from charges of exporting gas to Israel". La evidencia de que nada ha cambiado se manifiesta en ellos con un bostezo generalizado de lo que ha sido probablemente uno de los mayores casos de prestidigitación política de la historia moderna. Señala el periódico esta naturalidad del proceso: "However, the majority of those figures are walking free, and active in politics and business."*
Es difícil encontrar una caso semejante de cómo se les ha hecho desaparecer de delante de los ojos la revolución y sus principios ante sus propios ojos. La liberación de figuras políticas y económicas del antiguo régimen sigue siendo un escándalo sin síntomas que salpica la prensa cada pocos días produciendo un efecto narcótico sobre la conciencia social. Quizá haya que reconsiderar el término "antiguo régimen" y simplemente entenderlo como un cambio en la cabeza por presión popular, lo que llevaría a reconsiderar —dada su capitalización progresiva para descafeinarla— también la revolución del 25 de enero de 2011.
Estaríamos ante un gigantesco malentendido semántico en donde la revoluciones no lo son, el régimen tampoco cambió, los mártires pasaron a ser conspiradores, los represores héroes liberadores y los corruptos, finalmente, activos emprendedores que movían la economía egipcia con sus inversiones e ideas brillantes. De uno de estos hombres de negocios, de los más buscados —que estaba en España refugiado por una inexplicada nacionalidad—, se recoge una visión en este sentido:

Last month, businessman Hussein Salem was interviewed on private Egyptian TV and refuted all accusations against him, calling it a 25 January Revolution conspiracy.*


¡Triste debe estar la justicia egipcia, que no ha podido probar ni un solo caso del periodo pese al empeño de los esforzados jueces, fiscales y policías en desentrañar los líos de aquella época oscura! ¡Qué mal la entendieron los egipcios al considerarla nido de corrupción y latrocinio de los recursos del país! Son mucho más eficaces, en cambio, deteniendo sospechosos en la actualidad, por lo que los acusados del antiguo régimen parecen salir a la calle para dejar sitio a los detenidos entrantes.
El malentendido parece ser el estado natural en la política egipcia. Nadie sabe a ciencia cierta qué son las cosas, cuáles son sus orígenes o quiénes están detrás de cualquier hecho o convocatoria.
Este es el caso de la llamada a manifestarse el 11 de noviembre, a la llamada "protesta de los pobres", que suscita todo tipo de dudas sobre quiénes la han convocado. La mayoría de los que se suelen manifestar juran no tener nada que ver con ello y se desentienden públicamente. Lo raro es que los egipcios están manifestándose diariamente por su cuenta por la leche infantil, el precio de las casas, etc. Pero tiene que ser espontáneo; las fechas les hacen sospechar. Y es que ya nada es lo que parece o quizá nunca lo ha sido.



Por lo pronto se observa una mayor cautela en la presencia de artículos críticos. Los medios que todavía se lo permiten muestran una mayor presencia de artículos sobre glorias deportivas del squash, por ejemplo, que sobre aspectos críticos. Presumiblemente saben que pueden ser puestos en el punto de mira por intentar "calentar" el ambiente antes de la fecha de la convocatoria. Hacen bien porque nadie se fía de nadie.
Egypt Independent trata de explicar que lo más probable es que tras el movimiento de llamada y los vídeos que desde fuera de Egipto (desde Turquía) se ha colgado en la red están los Hermanos Musulmanes, pero también sostiene lo contrario, que la Hermandad podría simplemente sumarse a la manifestación. El diario señala:

Egyptian media coverage has likewise identified the protest calls as part of a Muslim Brotherhood plot to cause further chaos. Talk-show presenters Lamis al-Hadidi and Amr Adib directly accused the Brotherhood and urged citizens to have more faith in the government.
Meanwhile, TV presenter Osama Kamal provided a theory on the significance of the date. According to Kamal, the number 11/11 represents the four fingers used in the “Rabaa salute” hand-sign used by Brotherhood supporters.
However, it seems the project may not have the full official backing of the Muslim Brotherhood’s international leadership. According to Ahram Weekly, the head of the group’s US bureau, Mohamed Al-Sharqaw, described the plan for protests as “political lunacy”.**


Como puede apreciarse todo está muy confuso, pero puede estarlo todavía más. Están los de las teorías de la conspiración profunda o contra-conspiración, por llamarlo de alguna manera. Estos sostendrían que el régimen organiza sus propias manifestaciones para suscitar la reacción contraria: apoyo al régimen y dejar al aire a los manifestantes, que no llegarían a la fecha que realmente temen, el 25 de enero de 2017, el aniversario de la revolución. El llamado para el 11, de hecho, lo presenta como un ensayo general para el 25 de enero próximo.
El egipcio con malestar confesable —muchos no lo confiesan— se encuentra entre la espada y la pared. Si se manifiesta, se le considera un miembro de la Hermandad Musulmana y corre el riesgo de ser considerado terrorista. Si no se manifiesta, se le considera como "satisfecho" al tragarse todo lo que ocurre cada día sin mostrar síntoma de enojo. Si decide ir a manifestarse, tampoco sabe quién le acompaña, si un islamista, un frustrado como él  o un agente camuflado que le incita a gritar para luego hacerlo desaparecer para reaparecer meses después en alguna comisaría.


Muchos se temen que pueda tratarse de una especie de "regalo de Dios", como llamaron al "autogolpe de Erdogan" (así lo consideró la prensa egipcia de forma mayoritaria), para permitir despejar el panorama ante la auténticas protestas que se producirán cuando comiencen los cortes y recortes de subsidios y otras medidas tras los préstamos internacionales.
El diario señala la poca credibilidad de la convocatoria:

While many protest calls in the past have received widespread support, including from secular and liberal activists, this time the activists seem to be largely keeping their distance, at least publicly.
Former members of the April 6 Youth Movement, for example, have rejected accusations of involvement, saying the protest plan is not their work.
One youth activist summed up the mood with this online statement: “Nobody will protest on 11 November. Stop underestimating people's intelligence!”
Wael Ghonim, a political activist and a leading figure in the 25 January uprising, has joined the chorus of skepticism.
On his Facebook account, he wrote: “There is a big media promotion for 11 November. Personally, I neither know any person who will protest nor gather people together, except the media, which accuses me and the politician Amr Hamzawy, ElBaradei, Bassem Youssef and others of being behind the 11 November calls – and this is not true.”
Ghonim, who now lives in the United States, said that the only logical explanation for the protest calls is to create a “fake” threat to Egyptian security, providing the security forces with an opportunity to claim that they saved the nation from danger.
“It happened already many times before,” said Ghonim, warning that it is a dangerous game on the part of the security forces, one that might backfire at some point.**

Más que escepticismo es mareo. ¿Cómo pueden los egipcios saber algo con este confusionismo, por llamarlo de alguna manera? Si pensamos que esta paranoia es constante y que se extiende desde el 25 de enero de 2011, comprenderemos la intensidad con la que el presidente insiste en que solo se le escuche a él, que nadie se fie de nadie.


En este sentido, el presidente Al-Sisi es el máximo beneficiario en la medida en que tiene la inercia a su favor; ante la duda, todos se quedan quietos. Ante la duda de ser manipulados por los islamistas o por el propio gobierno, la mayoría procurará no mezclarse. Si no se manifiesta nadie, el gobierno lo tomará como una forma de apoyo a sus políticas; si se manifiestan, los islamistas rentabilizarán lo que ocurra, con sangre o sin ella.

El despropósito general que es en estos momentos la política egipcia, con sus incongruencias y el fracaso de sus políticas económicas, traducidas en la galopante inflación, la falta de fondos y los crecientes escándalos de falta de alimentos o medicinas, hacen ver que lo que se avecina no será mucho mejor. La llegada de los préstamos de FMI no va a resolver gran cosa, dado el estado calamitoso y las reformas que se van a exigir.
La pregunta es, una vez más, ¿si las exigencias de reformas por los préstamos que se concedan se van a poder cumplir o si Egipto sigue pensando que los préstamos son como los que ha recibido hasta el momento de los "amigos", ahora bastante enfadados algunos de ellos? Esa es la cuestión. Las exigencias de seriedad son muchas y no parece que el "aparato" esté dispuesto a renovarse. Puede ser peor: que los "buenos ciudadanos" que ahora están saliendo a la calle libres de toda culpa vuelvan a hacer de las suyas a la vista del buen resultado que les ha dado hasta el momento. 
Después de dos llamadas "revoluciones", ¿es posible cambiar algo en Egipto? ¿Pretenderá entonces el gobierno sacar a la calle a los egipcios contra el FMI alegando que tratan de dividir al país, hundirlo, etc.?¿Advertirá la madre del mundo del desastre que se produciría si cae? Son tiempos de confusión.



* "Another Mubarak-era minister acquitted from charges of exporting gas to Israel" Daily News Egypt 28/10/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/10/28/another-mubarak-era-minister-acquitted-charges-exporting-gas-israel/

** "November 11 protests: popular uprising or damp squib?" Egypt Independent 28/10/2016 http://www.egyptindependent.com//news/november-11-protests-popular-uprising-or-damp-squib





viernes, 28 de octubre de 2016

Verdades oficiales

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mucho me temo que los años de aprendizaje militar hayan incapacitado al presidente al-Sisi para entender cómo funciona la sociedad y cuáles son sus aspiraciones. Su mente parece formada para contemplar el mundo como una especie de mapa de operaciones en la que cada uno ha de responder con precisión a las instrucciones dadas y a la función asignada. Al-Sisi parece incapacitado para comprender la sociedad en términos de diferencias, de diversidades. Lo demuestra en cada una de sus manifestaciones, cuya finalidad es hacer comprender a los demás cuál es su objetivo.
Mucho me temo que la reunión con los jóvenes no tenga otra finalidad y, especialmente, que haya sido tan inútil como todo lo demás al ser siempre proyectos verticales, es decir, los demás han de plegarse a ese proyecto "iluminado", por otra parte inexistente.
La vida egipcia parece resumirse en la espera de las grandes ideas del presidente, al que hay que crear grandes acontecimientos para que él hable y otros le escuchen. Así ha ocurrido ya en diversas ocasiones en esta especie de encuentros sectoriales, esta vez la "juventud", categoría política especial dentro de los planteamientos paternalistas con la que los gobiernos egipcios tratan a los jóvenes ya sea para fotografiarse con ellos o para despreciarlos olímpicamente.
Dirigirse a los jóvenes ha sido una buena ocasión para, una vez más, insistir en su teoría de que son los medios de comunicación los culpables de lo que le ocurre a Egipto ya que nadie le explica bien al mundo lo que ocurre. "Lo que ocurre" es, por supuesto, lo que el gobierno egipcio y —con más precisión— su presidente establece en estas sesiones teóricas dedicadas a la explicación de esa verdad incomprensible para el resto de los mortales, egipcios o de cualquier otro país. Egypt Independent nos trae los ecos del discurso:

President Abdel Fattah al-Sisi has accused Egyptian media outlets of unintentionally causing harm to Egypt's interests and relations with other nations.
"You do severe harm to Egypt unintentionally. I am talking to you as state officials, not just media personnel... Our relations with a friendly country have been influenced by published talk," Sisi said, addressing journalists.
The president made the comments on Wednesday during a presentation at the first National Youth Conference in Sharm el-Sheikh. He was addressing the audience at a debate session titled "The impact of media on youth public opinion making".
His comments reflect ongoing official concern over media coverage of sensitive topics, from the unsolved murder of Italian student Giulio Regeni to the handling of Egypt's economy and relations with allies.
Government officials have occasionally criticised both foreign and domestic journalists for allegedly inaccurate or biased reporting. Last week, Egypt's ambassador to London slammed The Guardian for "factual mistakes" in an article on Egypt's relations with Saudi Arabia and delayed deliveries of petroleum products from Saudi Aramco.*


Una y otra vez, los medios son culpables de no comprender la verdad suprema, de no ofrecer los datos correctos... no solo en Egipto, claro, sino en todo el mundo. A efectos presidenciales, solo los medios afectos, es decir, los que sus partidarios le compran para evitar que sigan en el error e induciendo a sus públicos y audiencias a vivir fuera de la verdad, son capaces de transmitir esa visión correcta del mundo.
Responsabilizar a los medios de los conflictos con Italia a causa del caso del estudiante secuestrado, torturado y muerto Giulio Regeni es una villanía. No han sido los medios los que han creado el problema con Italia, sino los que realizaron ese crimen junto a otros muchos crímenes del mismo tipo que por ser de "nacionales" no deberían ser materia de medios extranjeros, que se deberían ocupar de sus asuntos, según esta óptica tan peculiar.


El caso Regeni, que sigue abierto, está a la espera no de la verdad, sino de otra nueva y absurda versión oficial egipcia. No se resolverá porque no les interesa a las autoridades asumir lo que ocurrió con un ciudadano extranjero. Durante este tiempo, se han escuchado verdaderas barbaridades sobre lo que vale una vida y lo que debe importar. Más de una vez se ha podido leer que el caso Regeni no debería "enturbiar" las relaciones entre Egipto e Italia. Lo que esa diferencia está marcando es la que se establece entre un gobierno que se hace responsable de sus ciudadanos, a los que representa, y un gobierno al que no le importan más que la muerte de cierto tipo de ciudadanos, mientras que otros pueden desaparecer sin demasiados problemas. Parece que al ser egipcios son propiedades desechables de un gobierno o de unas instituciones que durante décadas se han dedicado a la vigilancia y la desaparición de personas para mantener en pie el régimen, cuyo estado calamitoso podemos apreciar ahora.


De nuevo: Egipto hizo una primera revolución pidiendo que desapareciera un estado policial, corrupto e ineficaz. Nada se ha desmontando y, en cambio, sí se ha rebautizado la situación con el agua del nacionalismo patriotero, que en Egipto se traduce como apoyo a la institución que ha asumido que "ella es Egipto", la militar. A su sombra, Policía, jueces y clérigos de Al-Azhar completan la conformación del Poder en Egipto, reforzándose unas a otras.
Lo sorprendente del caso egipcio no es lo político sino la mentalidad con que se afronta: ¿cómo es posible pensar que se ha cambiado un régimen de treinta años que resultaba odioso a  muchos sin realizar más que un cambio cosmético en la cumbre? Del "régimen de Mubarak" solo se cambió a Mubarak, no al régimen, que era lo importante. Pero la capacidad para el autoengaño es realmente sorprendente. Salieron a la calle a bendecir las mismas políticas represivas que anteriormente se habían criticado. Para sobrevivir hay que vivir dentro de la verdad oficial, que es un gigantesco engaño, como ocurre con Regeni.


La función del poder consiste en teñir las causas para oscurecer la responsabilidad en los efectos. ¿Cómo se puede hablar de que son los medios los que crean los problemas cuando han estado promoviendo teorías absurdas, una detrás de otra, para intentar justificar la horrenda muerte del joven? 
La única cuestión es que al ser extranjero, las explicaciones se las piden desde fuera y no se contentan con los absurdos habituales con los que tienen que conformarse los medios y ciudadanos egipcios, bajo la presión de ser acosados, cerrados o detenidos si se produce una discrepancia. Eso vale para un crimen, unas islas o un atentado a un avión ruso. Todo el mundo miente, todos están equivocados. Esa es la norma ridícula que se ha establecido. Los medios oficiales o afines están para reforzarla, para atacar a los medios, países o personas que discrepan de estas afirmaciones. Se trata, además, de hacerles responsables de los problemas de Egipto: ellos son los culpables de la imagen exterior, de que no venga el turismo , de que no se invierta, etc.


Podemos ver lo que ocurre con una muerte pública, a plena luz del día, cuando se trata de una persona egipcia. El caso de Shaimaa al-Sabbagh es un paradigma de esto: es asesinada en plena calle en una manifestación pacífica, disparada casi a bocajarro por un oficial de Policía, con testigos, con grabaciones de la muerte, etc. La primera versión es que son sus compañeros en la manifestación quienes la han asesinado y son detenidos cuando van a testificar. El absurdo es tal que se ven obligados a soltarlos. La autopsia oficial dice que el problema de su muerte es que era muy delgada y que de no serlo las heridas no habrían sido mortales, un ejemplo de vergüenza universal para la profesión forense. Durante el juicio al asesino se trata de poner todo tipo de excusas para justificar el crimen. Un año después de la condena, ya se está revisando su juicio para que pueda salir a la calle, como ha ocurrido en otros casos. Esta es la forma en la que el estado egipcio trata a sus víctimas nacionales, a los discrepantes, que por ello deberían ser despojados de su nacionalidad, como algunos proponen de vez en cuando.


En estos momentos, el régimen escribe la Historia y la enseñará a los niños y niñas que tengan la suerte de poder disponer de una escuela y unos libros, algo que ahora mismo no está al alcance de grandes cantidades de egipcios. Pero puede que llegue un tiempo en que esos mismos libros tengan que cambiar. La duda es si lo que los cambien lo harán conforme a lo que realmente ocurre en el país o volverán a escribir una Historia animada por cornetas y banderas o por declaraciones animosas, como la que hoy nos trae Mada Masr asegurando la autoridad responsable de Al-Azhar que cuando todas las lenguas del mundo desaparezcan, solo sobrevivirá el árabe. Podría haber añadido que el último hombre sobre la tierra habitará en el palacio presidencial en El Cairo.

Atacando a los medios y responsabilizándolos de los errores propios del gobierno no se conseguirá nada más que silenciar a los críticos, que son cada vez más puesto que realidad y fantasía del poder se van distanciando. Cada vez le es más difícil sostener el decorado para camuflar la realidad cotidiana. Lo más sorprendente es lo bien que aceptan muchos egipcios la desaparición de las personas y lo mal que lo hacen con la desaparición de su poder adquisitivo. Mirar hacia otro lado tiene sus consecuencias graves sobre la salud cívica, pero han sido muchos años de acostumbrarse a mirar para otro lado mientras no me afecte.
El padre cuyo hijo fue detenido y muerto por torturas y al que se le ofreció la versión de que su hijo, que había salido a comprar algo de comer mientras preparaba sus exámenes de inglés, había saltado por la ventana de un burdel y había fallecido, repetía que él había sido funcionario en la época de Mubarak [ver entrada Hijos y hermanos o quién será el siguiente 9/9/2016]. Lo repetía como una especie de salvoconducto contra la realidad de su hijo muerto. Puede que ante su cuerpo frío comprendiera que nadie está a salvo de un régimen que puede hacerte desaparecer imponiendo una verdad oficial. Comprendió entonces que la defensa de tener colgado un retrato del presidente, afiliarse a un partido o ser parte de la administración no eran bastante y que todo eso valía de bien poco.
El régimen de al-Sisi necesita cada vez más verdades oficiales y de más fuerza para imponerlas. Lo dicho una vez más contra los medios que informan de lo que ocurre es una muestra más de su mentalidad militarista y de la visión del país como un cuartel. Sus ideas inicialmente liberales se han ido oscureciendo conforme la realidad dejaba de ceder a sus deseos.


La soledad egipcia ante el exterior es abrumadora. A esto contribuyen sus acciones interiores y sus garrafales errores diplomáticos, como ha ocurrido con sus intento de nadar y guardar la ropa en la votación de dos propuestas rivales simultáneamente, la rusa y la hispano-francesa, apoyada por Arabia Saudí y demás países árabes unidos en el caso Sirio. Lo han considerado una traición y hasta han llamado al embajador a Riad. Egipto, en cambio, sigue explicando al mundo —¡como si al mundo le importara!— su peculiar interpretación de porqué hace lo que hace. Niega también que exista un problema, pese a que los otros se lo digan expresamente.


Todavía Francia se resiste a crear un problema diplomático por el chantaje al que está sometido para la no repatriación de los cuerpos de sus ciudadanos tras el accidente del 19 de mayo. A Egipto le interesa —lo dijeron a las pocas horas— que se diga que es un atentado para "lavar" sus responsabilidades, negadas en el atentado yihadista del vuelo ruso que tanto daño ha hecho a su turismo (y a sus relaciones con Rusia, que suspendió todos los vuelos). Los cadáveres se retienen en Egipto para desesperación de las familias francesas que siguen esperando. Hay un límite en esto y se está rondando ya el conflicto diplomático serio. Otro más que sumar a los existentes con otros países, cada vez más.


Los responsables serán de nuevo los medios de comunicación que no explican al mundo la perfección del régimen, la justicia de sus causas y el papel que Egipto tiene en salvar el orden mundial del desastre.
El presidente les reunirá, como lleva haciendo desde el comienzo de su mandato, para decirles cuál es la verdad, la que deben transmitir cada día para que los egipcios y el mundo se encuentre perfectamente al día de lo que ocurre entre sus fronteras. Los periodistas, obedientes, irán al Palacio presidencial o al lugar donde toque escuchar la verdad ese día. Saldrán adoctrinados y perplejos por cómo han podido estar tan equivocados hasta ese momento. 



* "Egyptian media unwittingly harms the national interest: Sisi" Egypt Independent 27/10/2016 http://www.egyptindependent.com//news/egyptian-media-unwittingly-harms-national-interest-sisi
** "France Voices Impatience Over Egypt Air Crash Probe" NDTV- France Press 04/09/2016  http://www.ndtv.com/world-news/france-voices-impatience-over-egypt-air-crash-probe-1440228


jueves, 27 de octubre de 2016

Dos chistes peligrosos o pocas fuerzas para reírse

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi ha hecho dos buenos chistes en un mismo día. El primero —muy celebrado inmediatamente por los egipcios en las redes sociales— es que vivió durante 10 años solo con agua en el frigorífico, algo que les confirma que el agua egipcia contiene bastantes sustancias. El segundo es que el Ejército controla en el 1 y el 1'5% de la economía del país. Se lo ha dicho a los jóvenes reunidos en el foro organizado para tratar de cambiar la imagen del régimen entre la juventud, algo que difícilmente logrará por más que se reúna con los jóvenes si no cambian muchas circunstancias.
El chiste del frigorífico llega en mal momento, en plenas crisis de los alimentos básicos. Mientras los titulares hablan de que sigue sin aparecer el azúcar y no salen las cuentas pese a la requisa de las fábricas y las noticias nos dicen que los militares están haciendo "paquetes" con los alimentos básicos para poder repartirlos, el chiste de la nevera es de lo más desafortunado. Especialmente porque no era su intención hacer un chiste sino proponerse de ejemplo, un error comunicativo de grueso calado. Que un "ejemplo" se convierta en "chiste" es un mal ejemplo en Egipto. No hay que provocar su sentido del humor porque se puede encerrar a las personas pero no a los chistes.
Pero dejar dos malos chistes en una misma sesión destinada además a recomponer la imagen del régimen ante los jóvenes, es demasiado peligroso a todas luces.
La idea de vivir 10 años con un frigorífico vacío o solo con agua está para algunos demasiado cerca de la realidad. Digamos que en estos momentos a un egipcio a una egipcia le es más fácil imaginarse un refrigerador vacío que uno lleno, que necesita hacer un esfuerzo menor.


Egypt Independent recoge la frenética lucha de ministerios y policía para sacar de donde sea azúcar:

On Tuesday, Supply Minister Mohamed Meselhy said his ministry is currently working to build up a six-month strategic reserve of basic commodities, including sugar, which has been in short supply recently.
The ministry is working with the National Service Projects Authority of the Armed Forces to boost reserves, he said, adding that the CBE has allocated US$1.8 billion to fund the project.
According to Meselhy, there are currently enough sugar reserves to last four months. The ministry has ordered 450,000 tons of sugar, 134,000 tons of which will be available this week, he said.
Giza police seized 10 tons of subsidized sugar, 40 tons of flour, and 46 tons of rotten sweets in crackdowns on violating traders.
In Sohag, the crisis continued as shopkeepers and traders refused to either sell or store subsidized sugar for fear of police crackdowns.
The local supply authorities in Sohag sold large quantities of subsidized sugar through state-run outlets at LE7.25 per kilo in an attempt to mitigate the crisis.
In Qena, wholesale traders set a 5-kg limit on the amount of subsidized sugar that could be sold to any citizen.
Five tons of sugar and one ton of rice were seized in a police crackdown in Qous city, Qena.
Undersecretary of the Supply Ministry in Beni Suef, Mohsen Farghaly, said 30 tons of subsidized sugar were seized in a crackdown on a violating trader in Bandar Nasser locality.
Undersecretary of the Agriculture Ministry in Beheira Samir al-Halag announced providing non-subsidized sugar to workers at LE6 per kilo.*


Ayer comenzábamos diciendo que el Egipto de al-Sisi comienza a parecerse a la Venezuela de Maduro, con escasez de casi todo, con amenazas a todo el que guarde más de un paquete. Maduro —ese retórico— achaca a conspiraciones extranjeras la escasez de alimento. Ayer ya se hablaba de la "Sugar Cell" terrorista haciendo desaparecer el azúcar para derribar al gobierno. La realidad es que ante el panorama descrito más arriba por el periódico solo cabe quedarse pasmado ante una situación de este tipo. ¿Es posible que la crisis haya llegado a ese extremo? Evidentemente sí.

La crisis es económica, pero lo que está en crisis realmente es el modelo egipcio sobre el que se ha cimentado el país durante décadas, una mezcla de estatalismo nasseriano y de capitalismo de Chicago representado por Sadat y que convergen en Mubarak con lo peor de ambos bandos. El régimen de al-Sisi solo es un recauchutado de la vieja rueda, una modernización de los arreglos de la vieja pachanga, sin cambios sustanciales porque el sistema de corrupción no se desmanteló porque habría sido pedir a los poderes que se hicieran el harakiri y no estaban por la labor. Solo se utilizaron las dagas teatrales y la sangre ficticia para representar su muerte sobre el escenario o plató. Hubo mucha sangre real, pero otra fue fingida.
Un modelo ni funciona cuando no hace progresar a su sociedad y sí, en cambio, la empobrece. La incongruencia egipcia es que se levantan contra un modelo que después ratifican en la figura que lo simboliza: la militar.
Tras la subida al poder presidencial del presidente al-Sisi, en 2014, The Washington Post publicó un artículo titulado "Egypt’s military expands its control of the country’s economy", en el que se señalaba:

In the shadows of a harsh political crackdown, the military that overthrew Egypt’s first democratically elected president last summer is positioning itself to become the country’s uncontested economic power.
Egyptians have focused in recent months on the likely ascent of military commander Abdel Fatah al-Sissi to the presidency in the nation’s first post-coup election this spring. But already, the generals have used their July power grab to slip their allies into key economic posts and expand their authority over government development deals, including a lucrative Suez Canal project.
The industries owned by the military have always been a powerful force in the country’s economy, though their profits and scope have never been disclosed to the public. In the years before the 2011 revolution, the military and its businesses sometimes competed for economic policymaking power with the family of longtime autocrat Hosni Mubarak and a handful of oligarchs.
Now, experts say, the Egyptian economy is increasingly shaped by the opaque desires of the ruling generals. And the military’s business activities appear to be expanding — from the manufacture of basic items such as bottled water and furniture into larger infrastructure, energy and technology projects, analysts say.
“We’re dealing with a brand-new economy that’s now run by ‘Military Inc.,’ ” said Joshua Stacher, an Egypt expert at Kent State University who has studied the military economy.
Three years after Mubarak was toppled during massive demonstrations, Egypt’s endemic corruption hasn’t changed, Stacher said — just the order of who you do business with if you want to succeed in the Arab world’s largest state.
“In every government authority now, there is a military officer. You deal with him,” said Abdel Wahab Mustafa, who imports satellite receivers through the country’s ports, where he said military control — and corruption — have come to permeate every aspect of the bureaucracy.**


El largo artículo da cuenta de la opaca situación de los negocios regentados por los militares, de sus exclusiones fiscales o de la propiedad de todo el suelo egipcio, etc. SE incide en ello por su competencia desleal respecto a los que quieran invertir en Egipto, que perciben que están compitiendo de forma irregular con unas empresas cuyos trabajadores son soldados y militares, con financiación que sale de presupuestos no controlados ni por el propio parlamento.
Tuvimos ocasión de comentar recientemente la acusación de "antiegipcio" al diputado Mohamed Anwar El-Sadat, quien pidió ver las cuentas  en el parlamento, conocer cómo se gestionaba sus presupuestos. El-Monitor titulaba entonces de forma muy directa "Is discussing military budget taboo in Egypt?". La respuesta es sí y lo sigue siendo. El-Sadat se limitó a hacer lo que se hace en cualquier parlamento democrático del mundo, preguntar por las cuentas militares:

The dispute started when Sadat voiced his opposition to the increase. “I emphasize the role our great armed forces play in protecting our lands and preserving stability and security as well as development. I would even demand that military pensions be raised to by more than 10%,” Sadat said. “However, how can we adopt this increase while we have not even been acquainted with the salaries that the officers take, not to mention knowing the payment system adopted by the military institution?” he asked.
“What do you think of the honorable officers who hold civilian positions either as ministers, governors, mayors or chairmen of companies? What do you think of providing them with pensions?” Sadat asked Gen. Mamdouh Shaheen, the representative of the military inside the House of Representatives.***


El general preguntado se irritó profundamente llegando a gritar que ellos pagaban lo que llamó "the blood tax", respuesta lo suficientemente clara sobre cómo se enfoca la situación y el papel militar. ¿El hecho de que hay militares que mueren implica que no deben ser controlados por las instituciones? Interesante respuesta.
La respuesta dada por el presidente de la Cámara, Abdul Aal, debería pasar a la Historia de la oscuridad parlamentaría disfrazada de patriotismo:

“When any of our men in the armed forces speak, we should stand in respect and appreciation to them. We should bow our heads in respect and appreciation to our armed forces. The lesson has been learned not only by parliament members but also by anyone who would try to separate the people from the army. The people and the army will remain one hand,” added the speaker.***

Se comprende fácilmente que el régimen no está por la transparencia militar y mientras el poder lo tenga un militar llevado por los militares al poder es presumible que sea así. Mohamed Anwar El-Sadat, ya es expresidente de la Comisión de Derechos Humanos y ya se dirigieron contra él las fuerzas del parlamento y los medios por haber asistido en Ginebra a una conferencia sobre derechos humanos sin habérselo comunicado al Guardian de la Cámara, Abdul Aal.
La situación egipcia es un círculo vicioso en el que se van consumiendo los pocos recursos que quedan. La imagen de la policía revisando comercios y almacenes para conseguir azúcar o la anterior de búsqueda del trigo desaparecido o mal contado no se corresponde con lo que Egipto debería tener al final de la "hoja de ruta" democrática, tal como el presidente proclama.
Esta situación viene de lejos, pero lo incomprensible es que se trate de convencer a los egipcios de que el estado actual es de democracia, cuando esta supone esencialmente transparencia e igualdad ante la ley. Esta no solo se niega, sino que se considera que lo patriótico es no preguntar y creérselo todo.


La combinación de los dos chistes presidenciales crea una honda preocupación que se puede volver contra quien los ha hecho. El presidente no debe proponer a los egipcios la aceptación de ese frigorífico con solo agua. Es el síntoma de la carencia de ideas y, por ello, de soluciones a los problemas. Pero en gran medida, la responsabilidad de la situación económica tiene por protagonista a los del segundo chiste. La afirmación de que los militares solo controlan entre el 1 y el 1'5% de la economía es un chiste peligroso. Eso no se le puede decir a los egipcios y el mensaje estaba más dirigido hacia quienes no se arriesgan a la inversión en Egipto por el control militar de su economía, lo que se pretende rebajar.
Es de nuevo la táctica de la negación de lo evidente para tratar de convertirlo en verdad oficial. Pero eso solo tiene validez en Egipto, en donde te pueden encarcelar por decir lo contrario acusado de tratar de desprestigiar al régimen. Fuera se conocen las cifras globales del negocio militar y del control de la economía. Por su opacidad nunca serán precisas, pero es absurdo situarlas en esos márgenes. Daily News Egypt cerraba su información con diferentes estimaciones y uniendo los dos "chistes":

This percentage differs from previous estimations. Business tycoon Naguib Sawiris told German news agency DPA in April that the military’s control of the economy is estimated to be between 10-20%. Transparency International estimates it to be between 45-60%.
The president added that the armed forces are not entering the economy to compete with the private sector or for profits, but rather to take on the task of rebuilding Egypt. He explained that all military projects are subjected to taxes and regulations.
Moreover, Al-Sisi explained that funding for military projects and renovation comes from the armed forces’ budget, not the state budget. The army was able to allocate these funds after years of rationalising without burdening the state budget.
Al-Sisi then announced that the army is preparing to assemble 8m food packages containing essentials goods, including rice, sugar, and tomato paste; these will be offered at half price.
“For 10 years, I lived with nothing in my fridge but water, and I didn’t complain,” Al-Sisi said. This statement, which stirred controversy on social media, was used an effort to encourage citizens to be patient until all the economic reforms are implemented.****


¿Qué reformas? La situación actual es precisamente por la falta de reformas y el agravamiento de los males habituales. Hay menos para los depredadores económicos del sistema porque no entra apenas nada.
Aceptando con reticencia la versión de que tuvo 10 años el frigorífico vació y no se quejó, lo que suscita curiosidad es si no lo hizo por patriotismo o por temor a manifestarse y arruinar su carrera militar o ser encarcelado, algo frecuente entonces con las quejas. Hoy algunos que se han quejado, como sucedió hace unos días en Port Said, sin realizar cantos contra el gobierno o los militares, sí han sido detenidos. Hasta sus parlamentarios salieron a defenderles.

Al-Sisi se crió en un ambiente nada democrático donde la queja no estaba bien vista y sobre todo mal valorada. Las sociedades democráticas son aquellas en las que puedes quejarte si tu frigorífico y el de unos cuantos millones de personas están vacíos. Es lo menos. Y se ha formado en una institución, el Ejército, en donde manifestarse tampoco se considera decoroso. Quizá la visión de Egipto como un gigantesco cuartel sea el problema.
El chiste del frigorífico trataba de convencer a los egipcios que uno puede sobrevivir con agua y que no debe quejarse, incluso puedes llegar a la presidencia, en versión chunga del "sueño americano". El otro chiste estaba destinado a atraer lo que no llega, inversiones El grave problema es que el régimen en general y el presidente al frente siguen sin acabar de entender por qué.
El presidente les ha dicho a los jóvenes asistentes a la conferencia que esta se celebrará todos los años. Pero que para evitar tener que esperar las nuevas soluciones, se reunirá con ellos todos los meses.
Realmente está en forma.

  
2014

* "Sugar shortage persists, crackdowns on traders continue" Egypt Independent 26/10/2016 http://www.egyptindependent.com//news/sugar-shortage-persists-crackdowns-traders-continue
** "Egypt’s military expands its control of the country’s economy" The Washington Post 16/03/2014 https://www.washingtonpost.com/world/middle_east/egyptian-military-expands-its-economic-control/2014/03/16/39508b52-a554-11e3-b865-38b254d92063_story.html
*** "Is discussing military budget taboo in Egypt?" Al-Monitor 11/08/2016 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2016/08/egypt-parliament-debate-military-budget-pension-increase.html