Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Egipto
está empezando a parecerse a la Venezuela de Maduro. Votar juntos en las
Naciones Unidas crea ciertos parecidos razonables. Hace tiempo que una de las
preocupaciones egipcias es saber dónde
está el azúcar. Es una pregunta como, por ejemplo, dónde está el trigo. De
vez en cuando en Egipto desaparecen personas o productos que la gente comienza
a echar de menos y sospechan que alguien se está beneficiando de la escasez
para aumentar los precios. La escasez puede ser provocada para aumentar los precios.
El azúcar desaparece para reaparecer a precios elevados cuando la demanda se
empieza a disparar. Hasta el momento la cuestión del azúcar iba en esa línea.
El
político liberal y columnista Mohammed Nosseir, tras comenzar su artículo en Daily News Egypt proclamando su
liberación del azúcar para envidia de los demás egipcios, se metía de lleno en
el problema de la escasez del azúcar:
The current shortage of sugar in the market,
estimated at 80%, probably represents the amount of sugar we need to reduce in
terms of consumption. Given that pricing is a key determining factor affecting
the purchase and consumption of products, offering 1kg of sugar at less than
$0.50 simply encourages people to over consume and over waste. The difference
between the price of subsidised sugar and sugar sold on the free market is less
than $0.50 per kg. Thus, if they consume reasonable amounts, Egyptians could
easily afford to purchase unsubsidised sugar. Additionally, offering free packs
of sugar at restaurants and cafes is one of many exploits that has lead to the
devaluation of this product.
Some may argue that Egyptians love sweet food
and that subsidised sugar allows them to enjoy, at a relatively reduced price,
one of the few pleasures available to them. Nevertheless, an enjoyable life
should not be dictated by a product that could lead to health issues. The money
spent by the Egyptian government to pay the bill for subsidised items will be
diverted to other more important areas, such as providing better health
services and reducing the risk of diabetes. Pleasure is relative—a concept that
the government needs to address carefully and to educate people about.
Sadly, corruption in Egypt is the main reason
behind maintaining the high subsidisation bill. The entire subsidy mechanism,
along with the provision of hard currency to cover our production deficiency,
serves a few importers, government officials, and thousands of traders, who
benefit considerably from the import of, and trade in, subsidised items. These
interested parties are largely influential and are strong proponents for the
claim that sugar is an essential product for lower-income citizens. Moreover,
having a government that makes hasty decisions and is frightened of these
interest groups is beneficial to their cause, but is detrimental to Egypt’s
economy.*
Tras el episodio de la leche infantil, le toca ahora al
azúcar, que como bien explica Nosseir tiene sus propios beneficiarios y los
mismos perjudicados: los egipcios a través del mal empleo de sus recursos. Lo
más barato les sale muy caro por lo que es necesario financiar y que se pierde
para destinarlo a mejores fines. Se
invierte mucho dinero, viene a decir Nosseir, en que la gente enferme pero muy
poco en que la gente sane. La diabetes que los egipcios padecen en un elevado número
no encuentra una inversión que garantice el mantenimiento de su salud.
No es necesario ser muy avezado para darse cuenta que la
finalidad última del subsidio es que inviertan recursos públicos que se pierden
por el camino, como ha ocurrido con el trigo y posteriores formas como harina y
pan, creándose negocios provechosos en cada transformación. Los subsidios se
convierten no en una solución a un problema sino en una forma de normalidad que
hace que los necesitados no deban bajar de número para mantener los niveles.
Después ocurre lo que vemos.
La prensa nos ha estado informando de muchas acciones para
hacer aparecer el azúcar perdido que hacía subir los precios y, por ello,
producir más inflación. Egypt Independent
titulaba "Raids on Egyptian sugar plants were limited, necessary: Ismail",
por lo que se ve que no hay que ir muy lejos para encontrar el azúcar que
escasea. Señala el periódico con información de Reuters:
Recent raids on Egyptian sugar factories were
done only in a limited number of cases but were a necessary action, Egypt's
prime minister said in a television interview on Monday.
Egyptian authorities have raided sugar
factories and distributors in recent days amid a countrywide shortage of sugar,
blaming the crisis on traders and suppliers hoarding and smuggling supplies.
Edita Food Industries, Egypt's maker of
Twinkies, said on Monday its sweet factory in Beni Suef had been shut for three
days after authorities seized its sugar.
"[The raids are] a limited number of cases
and they have been dealt with. And we will monitor this procedure, but it was
necessary," Prime Minister Sherif Ismail said during a television
interview.
Ismail said that sugar stocks are enough to
cover the country for three months.**
La escasez de azúcar se ha convertido en una especie de desafío dulce para el gobierno que se va
encontrando con este tipo de casos que ponen en entredicho su control de la
economía y de los distintos sectores que se manejan entre las subvenciones. En
noticias de ayer mismo, los encargados de la empresa Edita han jurado que el azúcar
que tenían y les ha sido confiscado era legal.***
La misma información se orienta finalmente hacia un punto más preocupante:
Analysts said the closure would not have a
major impact on Edita's profits but would send a negative signal to foreign
investors, which Egypt needs to redress the dollar shortage at the heart of its
sugar supply problems.
Egypt consumes around 3 million tonnes of sugar
annually but produces just over 2 million tonnes, with the gap filled by imports.
But traders said high global sugar prices and a rising black market rate for
dollars has made it too expensive and risky for many importers to obtain sugar
in recent months.
"Getting sugar has really turned into a
challenge," said an executive at one food producer, declining to be named.***
Es, en efecto, una mala señal, otra mala señal. Da igual que el presidente se reúna, como señalan
los medios con inversores de los Estados Unidos o de China. Lo cierto es que no
es fácil que se pueda atraer inversores en un sistema tan poco claro como lo es
el egipcio.
Cuando se produjo la revolución del 25 de enero de 2011, uno
de los temas que se plantearon en los medios fue qué era prioritario, resolver
los problemas económicos o los político-democráticos. Los más avispados decían
que los económicos. Mi respuesta fue que no se pueden arreglar los problemas
económicos en un entorno de corrupción porque los problemas económicos derivan
muchos de ellos de la propia corrupción política. Sigo pensando lo mismo y creo
que el tiempo me ha dado la razón. Al no solucionarse ningún problema político
y mantenerse a los corruptos, no faltó mucho para que el régimen haya pedido a
los mismos que controlaban el sistema en su beneficio que regresaran. Como se
lo han pedido amablemente, el clima que ahora se vive es la corrupción que no
se puede controlar y cuando no es el trigo es la leche infantil o el azúcar,
por no hablar de otras formas especulativas como los terrenos, etc.
La última noticia (por ahora), después de todas las
observaciones hechas por las propias autoridades y las redadas hechas en
comercios y fábricas en donde se acaparaba el azúcar subvencionado para hacer
subir los precios y dar salida en el mercado negro y demás acciones destapadas,
no deja de sorprendernos. La recoge
Daily News Egypt:
Dokki Misdemeanor Court sentenced a shop owner
based in the Giza suburb of Dokki to five years in jail and a financial fine of
EGP 100,000 over charges of seizing commodity rations and refraining from
selling them to citizens.
According to state-run Al-Ahram newspaper, police forces arrested Magdi Mohamed for
refraining from selling sugar to a member of the Supply Investigations Bureau,
who was disguised as an ordinary citizen.
Police forces arrested Mohamed after they
inspected his shop and found 51 kilos of sugar, Al-Ahram reported.
Last week, General Prosecutor Nabil Sadek
ordered arrest warrants for a number of Muslim Brotherhood members allegedly
accused of forming cells that planned to collect sugar from the Egyptian
market, according to local media reports.
The current shortage of sugar in retail outlets
began several days ago and came after the market price for sugar increased from
EGP 6 to EGP 12. The sugar price increase stirred ire among the population especially
when most have been struggling to adapt financially to the newly implemented
value-added tax (VAT), which in some cases nearly doubled the prices of several
commodities and services.
The “sugar cell” members are also accused of
collecting large amounts of the now scarce commodity from markets. Three of the
alleged cell members were arrested at a coffee shop in Nasr City.****
No sé si se trata de mandar el mensaje de que todo el que
guarde más de un terrón puede ser acusado de terrorista o el de que es
compatible ser islamista, corrupto acaparador de azúcar además de terrorista.
Debo reconocer que lo del "sugar cell" despierta mi vocación de
lector de LeCarré. No sé cuántas "células" son necesarias para
modificar el mercado del azúcar, pero me parece que hace falta mucho almacén,
mucha trastienda, mucho más que esos peligrosos 51 kilos de azúcar.
Creo que la proximidad de esa fecha en la que los islamistas
tratarán de canalizar el descontento económico y social hacia el gobierno está
poniendo nerviosos a algunos y eso fomenta la aparición de casos, como ocurrió
con las inundaciones de Alejandría o los apagones. Una conspiración islamista
para acaparar el azúcar de Egipto me parece excesivo incluso para la fecunda y
gloriosa imaginación egipcia. Por lo pronto ha habido una pasmosa celeridad en
el enjuiciamiento y condena a cinco años del tendero que tenía los sacos.
Ya saben que todo el que tenga azúcar guardada corre el
riesgo de acabar siendo acusado de atentar contra el estado, de tratar de desestabilizar
al régimen y de pertenencia a un grupo terrorista, al "Sugar cell"
islamista. Esto acaba siendo más sencillo que aceptar que se ha creado un monstruoso
sistema que juega con todos los egipcios a través de la corrupción especulando
con los precios, acaparando mercancías. No es solo el azúcar. Esto se repite con medicamentos y
muchos otros productos, algo que el sistema es incapaz de frenar porque forma parte de su dinámica interna. Por eso la
detención de islamistas con azúcar es un doble éxito: saca conspiradores y permite
despistar sobre el origen de los problemas.
Tendrán que hacer caso a Mohammed Nosseir y dejar de tomar
azúcar para frenar los planes islamistas. Es cuestión, como dice el político,
de adaptarse a estar sin el dulce. Y mucho más sano para cuerpo y economía.
*
"Egypt’s sugar crisis: one hell of a price to pay for our sweet
tooth" Daily News Egypt 17/10/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/10/17/egypts-sugar-crisis-one-hell-price-pay-sweet-tooth/
**
"Raids on Egyptian sugar plants were limited, necessary: Ismail"
Egypt Independent 25/10/2016
http://www.egyptindependent.com//news/raids-egyptian-sugar-plants-were-limited-necessary-ismail
***
"Egypt's Edita, maker of Twinkies, shuts sweet factory after sugar
seized" Egypt Independent 25/10/2016
http://www.egyptindependent.com/news/egypt-s-edita-maker-twinkies-shuts-sweet-factory-after-sugar-seized
***
"Court sentences shop owner that refused to sell sugar to 5 years in
jail" Daily News Egypt 25/10/2016
http://www.dailynewsegypt.com/2016/10/25/court-sentences-shop-owner-refused-sell-sugar-5-years-jail/
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