Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Cada
cierto tiempo, alguien en los medios se ocupa de llamado "problema de las
Humanidades", que resumido, es el de la desaparición de la cultura
"clásica", especialmente el de las lenguas, el latín y el griego,
junto con todo lo que deriva de ellas. Vaya por delante algo: no se puede
hablar de lenguas separándolas de la cultura en la que se asientan. En el caso
del latín y el griego clásicos, todavía más pues son lenguas que carecen de un
sentido conversacional. Son el pegamento que da unidad al resto de la cultura
construida con ellas.
Desde
hace años existen debates, quejas de incomprensión por parte de los
responsables educativos y, en última instancia, de la sociedad misma, que
ignora su valor y se dirige hacia otros derroteros, mucho más pragmáticos y
utilitaristas.
No se
debe tratar solo como un problema en el sector educativo, sino como un problema
socio-cultural de gran alcance que marca al conjunto. Basta ver cómo llegan los
estudiantes a las universidades para comprender la ligereza de la carga, los
profundos desconocimientos del mundo en el que habitan que acaba siendo una
burbuja de la que no es fácil salir. El que logren romper esa burbuja negativa
de ignorancia es muchas veces fruto del azar, de un encuentro con materias, con
docentes, con familiares, amigos, etc. que logren despertar en ellos eses
sentido de que hay algo más allá de lo que se les ofrece, de aquello hacia lo
que se les dirige.
Esta
idea de "sociedad dirigida", de la existencia de una cultura
prefabricada, destinada al consumo y a la trivialidad es esencial para
comprender a qué nos enfrentamos, En el texto de RTVE.es, con motivo del Día de la Lengua Griega, se señala:
En esta batalla, los docentes se enfrentan a una cultura
centrada en la productividad y en lo que se considera útil. El director de
la Sociedad Española de Estudios Clásicos, Eugenio Ramón Luján, considera
esencial reflexionar sobre este último tema. "¿Consideramos útil lo
relacionado directamente con la producción económica o, por el contrario, un
conocimiento más amplio que nos ayuda a reflexionar sobre cómo debe ser la
sociedad, cómo debemos vivir las personas y qué elementos son esenciales para
nuestra convivencia?".
Luján asegura que la formación impartida actualmente
parece haberse reducido a "una adquisición exclusiva de conocimientos
técnicos necesarios para ejercer una determinada profesión". Lo mismo
opina Raúl Agüera Ayala, docente en Cantabria, que achaca la desvalorización de
la materia como consecuencia del "capitalismo brutal en el que
vivimos". "Los alumnos dicen mucho que algo no renta o que algo no
cotiza. El sistema nos relega y la percepción social de nuestro trabajo es
mejorable".
Reconectar con nuestro pasado para entender mejor nuestro presente y futuro es lo que defienden tanto Claudia [González Margüelles] como Román [Romanov], que ven en este tipo de materias la base de todo conocimiento actual. "Me sigo encontrando gente que critica que haya elegido estudiar 'lenguas muertas'. Lo consideran una pérdida de tiempo, ya que no ven un resultado tan inmediato", relata el joven. Claudia, aunque ha vivido situaciones similares, planea estudiar Filología Clásica en dos años. "Quiero divulgar todo lo que aprenda y sepa sobre ambos idiomas y culturas para que entiendan la importancia y el peso que conllevan en nuestra sociedad".*
El hecho de que fragmentemos el conocimiento en "asignaturas" ya contribuye a la disociación y a la competencia por la posición en los programas. La cultura, en cambio, es un sistema de integración, de conexiones, en el que la desaparición de las piezas hace resentirse al conjunto. La misma división entre el "mundo clásico" y el "actual" no favorece entender lo que de aquel pervive en este, la continuidad existente.
En el fondo, de lo que carecemos es de una visión social y cultural integrada frente al mundo fragmentado que nos fragmenta a nosotros mismos, algo que el sistema no le importa demasiado mientras cubra sus propios objetivos de eficiencia. Pero no hay que confundir esa eficiencia productiva dentro del sistema con la persona, que es el concepto que se ha destruido. Se nos construye y se nos deforma para un objetivo ajeno a nuestro propio desarrollo. Es la palabra "éxito" la que ha sustituido a los desarrollos personales, a nuestro crecimiento como seres humanos. Y a muchos les parece bien.
BBC 27/07/2019 |
Los docentes (algunos) se enfrentan al problema de cómo transmitir los conocimientos necesarios para la comprensión de lo que debemos conocer, que es algo muy distinto de "exponer en un examen" o similar, a lo que queda muchas veces reducido el aprendizaje.
El sistema educativo es una forma de transmitir lo valioso para volvernos a nosotros mismos valiosos ante nuestros ojos, para pensar y pensarnos, algo sustituido por conceptos meramente utilitaristas. Pero a quién le importa nuestro valor, cómo se traduce eso en productividad y consumo, que son las dos caras del ser humano en esta sociedad de pantallas en la que vivimos y somos cada vez más manipulables. Las personas mejor formadas tienden a pensar por sí mismas, a ser más exigentes y eso no gusta a todos, especialmente a los que buscan la sumisión, la menor resistencia posible a sus deseos e instrucciones.
La cuestión no es solo conocer el latín o el griego. Es mucho más profunda. Basta con ver los medios y su sobrecarga de trivialidad (quién se casa con quién, quién se divorcia de quién, lo último de...) para entender parte del problema y la construcción de este presente sin raíces en el que se vive. Sin sentido de la cultura, de lo mejor que hemos ido creando a lo largo de una Historia más amplia que la de nuestro corto nacionalismo, poco podemos entender. Quizá se trate de eso.
No hay que leer a los clásicos por clásicos, sino por actuales, porque son capaces de decirnos algo sobre nosotros mismos, sobre el mundo en el que vivimos. Pero hoy nos movemos por otros senderos, como el de ofrecer lo peor, lo más "cutre" para reírnos en vez de para pensar. Hoy el "clásico" es un partido de fútbol.
Cuando pienso en aquellos alumnos míos de Literatura Universal Contemporánea que leían sin rechazo, curso tras curso, el Hiperión, de Friedrich Hölderlin, una auténtica inmersión en el mundo clásico para entender el mundo romántico, creo que hemos perdido perspectiva y profundidad en muchos aspectos. "Estamos todo el día hablando de Literatura", me dijo un día uno de ellos, alumno de tercero de carrera.
Y hablar de Literatura no es hablar solo de los libros sino de todo lo que hay detrás. Pero desde entonces todo ha ido contra aquella posibilidad: reducción de las carreras, reducción de las asignaturas anuales a cuatrimestrales, desaparición de materias humanísticas...
Si tienes problemas para entender porqué Albert Camus tituló una de sus obras "El mito de Sísifo", con ignorar quién era Camus es suficiente.
La ignorancia es el muro más alto.
* Eva Cezón "Día Mundial de la Lengua Griega La lengua griega clásica en la educación española: "Sobre el papel sobrevive, pero en la realidad está agonizando"" RTVE.es 09/02/2025 bhttps://www.rtve.es/noticias/20250209/papel-lengua-griega-educacion-espanola-sobreviven-pero-agonizando/16437008.shtml
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