domingo, 2 de febrero de 2025

Los avisos egipcios

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Egipto —tanto sus autoridades como su población— se encuentran con un dilema: como decirle "no" a Donald Trump, tantas veces elogiado por su presidente al-Sisi. Ahora el problema es grave y, por las acciones tomadas por Trump desde su llegada a la Casa Blanca, puede suponer el final de una "buena amistad".

Ya nos hemos referido antes aquí a la rotunda negativa egipcia a aceptar en su territorio a los palestinos, más de un millón y medio de desplazados, con los que el ejército israelí ha jugado al tiro al blanco mientras los hacía desplazarse de un lugar a otro.

Las palabras de Trump señalando que Gaza es un amasijo de ruinas, inhabitable, siembran la sospecha de quién va a reconstruir la zona y quién la va a ocupar después. ¿Van los israelíes a limpiar y reconstruirla para que después la ocupen los palestinos?  No hay que tener mucha imaginación para responder. La siguiente pregunta es la que se hacen egipcios y jordanos, los países señalados, desde los cómodos sofás de la Casa Blanca: ¿a quién le toca quedarse con los palestinos?

Una sonriente fotografía doble en Egyptian Streets nos muestra los sonrientes rostros —por los que parece que no pasan los años— de los presidentes norteamericano y egipcio con el titular "Egypt’s Sisi Invites Trump to Cairo, Discusses Gaza Ceasefire and Middle East Peace"*. Entre los presidentes un icono de un auricular telefónico marca la idílica imagen de los mandatarios.

Este es el texto que la irreconocible Egyptian Streets —más gubernamental que el gobierno— nos ofrece sobre esa llamada:

The two leaders discussed bilateral trade and investment, underlining the importance of expanding economic ties and strengthening joint security efforts, particularly in the field of water security—a crucial topic amid Egypt’s ongoing concerns over Ethiopia’s Grand Renaissance Dam.

The humanitarian crisis in Gaza took center stage in the discussion, as Sisi and Trump reviewed the implementation of the ceasefire agreement brokered by Egypt, Qatar, and the U.S.. They stressed the urgent need to accelerate humanitarian aid deliveries and ensure stability in the region.

Sisi reiterated his commitment to a long-term peace process, emphasizing Trump’s potential role in brokering a historic agreement. He recalled Trump’s inaugural speech, in which the U.S. President positioned himself as a champion of peace. The Egyptian leader underscored the need to restart peace negotiations aimed at a sustainable resolution to ongoing conflicts.

The call concluded with both leaders reaffirming their commitment to regular high-level meetings and stronger diplomatic coordination. They agreed to intensify collaboration across economic, security, and foreign policy sectors, further reinforcing the strategic depth of U.S.-Egypt relations.

It remains unclear whether the two leaders discussed Trump’s recent comments suggesting the displacement of Palestinians to Egypt and Jordan, a proposal that has been widely criticized. In recent days, Egyptian officials have firmly rejected the notion, with President Sisi stating in his most recent speech that Egypt would not accept any forced displacement of Palestinians into its territory.*

Según el texto, fueron felices hasta que llegó el último momento en el que "no quedó claro" que pasa con eso de que Egipto se "quede" con los palestinos. Dentro del lenguaje de caso se utilizan dos formas equivalentes pero diplomáticamente distintas: "que vuelvan a sus tierras" y "que no sean desplazados fuera de ellas". En la práctica significan lo mismo, si están en un sitio no están en otro.

Trump, en cambio, lo percibe desde su visión del gran arreglador, algo a lo que hay que dedicar menos de un minuto porque lo tiene claro: Egipto es amigo y por lo tanto súbdito ante sus decisiones. Y si no, que se prepare Egipto para dejar de recibir lo que sea. Recordemos aquí que el ejército egipcio es el segundo perceptor mundial de financiación detrás de Israel. Eso dice mucho.

Cuando al-Sisi era un marginado mundial por su dictadura, el único que le recibió en la Asamblea de Naciones Unidas fue un entonces candidato a la presidencia, llamado Donald Trump, que se pasaba por allí y con el que nadie quería verse tampoco. Desde entonces, al-Sisi ha vendido su cercanía a Trump y el pueblo egipcio lo ha visto como un signo de poder, que es lo primero que mira. Pero esto puede cambiar y mucho. El riesgo de que la proximidad a Trump, la imagen de que es una especie de sicario del sionismo puede ser peligrosa para el régimen y para su persona. 

Una visión muy diferente a la de Egyptian Streets es la que nos da el diario estatal Ahram Online donde este tema se trata con  otro tono. En sus artículos de opinión encontramos el firmado por Mohamed Ibrahim Eldawiry con el formal y menos diplomático titular "Analysis on Trump proposal to relocate Gaza population", en el que comienza distinguiendo dos posturas, calificando a la primera como "caritativa". En esta, explicada brevemente, el autor da por bueno que a Trump le importa algo el pueblo palestino y el daño que está sufriendo, que quiere que sea acogido en Egipto porque es el lugar donde mejor va a estar hasta que los laboriosos israelíes reconstruyan lo destruido y les entreguen las llaves, por así decirlo, para que puedan volver.

La otra cara de la moneda del desplazamiento y la estancia en Egipto y Jordania, en cambio, es vista como un plan para desmantelar Palestina y apropiarse de sus territorios, a los que nunca volverían.

En el texto se señala:

If Trump genuinely seeks a legacy-defining breakthrough, the US should instead revive a comprehensive vision akin to the 2000 Clinton Parameters, convening stakeholders to negotiate mutually acceptable compromises. 

Despite the challenge of countering America’s unwavering bias toward Israel, we must resist any US-Israeli agreements aimed at dismantling the Palestinian cause.

This requires employing all peaceful means, including unequivocal rejection of the displacement plan, bolstered by logical rationale — neither understated nor exaggerated. 

Collective Arab opposition is crucial to signal to Washington that despite intra-Arab differences, unanimity exists on Palestinian sovereignty.

Any proposal disregarding the Palestinian right to an independent state will be rejected, exacerbating regional tensions. 

Additionally, nations championing human rights must confront Israel’s occupation of Palestine. Regrettably, their actions often betray their proclaimed principles, prioritizing self-interest over justice. **

¿Servirán de algo las señales que le envían a Trump? Lo dudo. Trump no es sensible más que a sus propias señales. La complejidad de Oriente medio desborda su mentalidad de cómo la fuerza —compra, imposición, castigo...— lo "arregla" todo, donde este término significa hacer su santa voluntad.

El párrafo final es una llamada general para que aquellos países defensores de los derechos humanos sean capaces de hacer frente a la visión imperialista y unilateral de Trump. El viejo amigo ha dejado de serlo.

Que haya que invocar los derechos humanos frente a los Estados Unidos confirma lo que hemos venido señalando: Estados Unidos, bajo Trump, es otra cosa. Lo que los estadounidenses han elegido es algo más que un presidente. Es una forma de ver y estar en el mundo, de relacionarse con otros países. Les va a ser difícil a los norteamericanos del futuro convencer al resto del mundo de que cayeron en la tentación totalitaria a manos de un personaje fascistoide como Donald Trump sin saber dónde se metían. Les será muy difícil.

En el mismo número de AhramOnline, el medio publica un editorial claro y rotundo, sin sonrisas, sobre esta crucial cuestión  bajo el titular "A response to a shocking statement": 

Emptying northern Gaza, close to the border with Israel, of its residents to rebuild illegal settlements has been a key Israeli target since the war began on 8 October 2023.***

Y se cierra el editorial de esta forma:

Egypt, along with Saudi Arabia, the United Arab Emirates, and Qatar, now have a clear obligation to convey to Trump that if he wants them to help restore peace in the region, serving US as well as world interests, the first step will be to carry out in full the terms of the recent ceasefire agreement.

This should be immediately followed by restoring peace negotiations on a permanent settlement for the Palestinian cause based on creating an independent Palestinian state with East Jerusalem as its capital.

Seeking to carry out long-standing Zionist ambitions to empty Palestine of its people is only a call for more conflict, moving away from the stability and peace that, along with all peace-loving countries in the world, Egypt has long struggled to bring about.***

Lo que al-Sisi no se puede permitir decir directamente, el editorial del diario estatal lo deja meridianamente claro. Los avisos están ahí y Trump debería entender el mensaje, pero quizá eso entre en conflicto con su propia creencia en su infalibilidad.

El "gran arreglador" está a punto de ponerlo todo patas arriba, por si ya no lo estaba bastante.

* Enjy Akram "Egypt’s Sisi Invites Trump to Cairo, Discusses Gaza Ceasefire and Middle East Peace" Egyptian Streets 1/02/2025 https://egyptianstreets.com/2025/02/01/egypts-sisi-invites-trump-to-cairo-discusses-gaza-ceasefire-and-middle-east-peace/ 

** Mohamed Ibrahim Eldawiry "Analysis on Trump proposal to relocate Gaza population" AhramOnline 30/01/2025 https://english.ahram.org.eg/NewsContent/4/0/539511/Opinion//Analysis-on-Trump-proposal-to-relocate-Gaza-popula.aspx 

*** "Editorial: A response to a shocking statement" AhramOnline 28/01/20225 https://english.ahram.org.eg/NewsContent/50/1204/539365/AlAhram-Weekly/Opinion/Editorial-A-response-to-a-shocking-statement.aspx

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