martes, 4 de febrero de 2025

Contra el acoso

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Coinciden las expertas consultadas por Sandra Rullo Pichel* sobre el acoso en su artículo en RTVE.es sobre lo mucho que queda por hacer en este terreno y en la necesidad de actuar en la educación en la igualdad. La coincidencia de casos muy mediáticos, como han sido los de Pélicot en Francia y los de Luis Rubiales e Íñigo Errejón, que independientemente de su gravedad respectiva, muestran un abanico de comportamientos negativos. Más allá de sus resoluciones judiciales, estos comportamientos nos sitúan ante un problema que incluye en su interior precisamente el silencio.

Entre el espectáculo mediático y el silencio hay toda una gama de posibilidades de tratamiento de este fenómeno social que debe ser erradicado. Castigar es un momento posterior a los hechos, como la denuncia; sin embargo, lo deseable es erradicar estos comportamientos negativos que están insertos en la vida diaria de muchas mujeres y eso solo se logra realmente con educación. Mientras haya que denunciar, juzgar y castigar será señal de que se sigue produciendo, que no se consigue erradicar en sus fundamentos.

A este problema se suma el de la reaparición como negacionismo en determinadas corrientes populistas. La negación del problema la estamos viendo en países importantes que han de las doctrinas patriarcales la base de sus políticas. El sexismo creciente hace retroceder los avances. Combatirlo es una cuestión de todos, no solo de jueces e instituciones.

Mañana comenzamos en nuestro cinefórum de la Facultad un ciclo sobre el acoso en sus diversas variantes. Lo hacemos con una magnífica película egipcia, "El Cairo 678", dirigida por Mohamed Diab en 2010, basada en acontecimientos reales de 2008. El momento de los hechos y el del lanzamiento de la película son inmediatamente anteriores a los de la Primavera Árabe en Egipto, mostrando un ambiente preparatorio característico.


El título de la película hace referencia a un autobús de línea, un espacio habitual de acoso que hace imposible a las mujeres el viajar sin sentir las manos de los pasajeros. Pero lo más sorprendente de lo que se nos muestra es precisamente el silencio institucional y social ante estos hechos: nadie ha denunciado nunca estos hechos. El silencio es la respuesta ante la amenaza de las críticas, del desprestigio en una sociedad profundamente machista en la que las familias prefieren el silencio a ser sometidas a la "vergüenza" pública. La película nos habla de la primera mujer que denunció, que se atrevió a hacerlo por encima de la oposición de sus familias, que lo evitan en nombre de la fama.

No estamos ya en una sociedad como la que se nos muestra en esta película, pero hay elementos que se mantienen, como es el recelo, cuando no la abierta agresividad, hacia las mujeres que denuncian. Hay momentos de la película que se nos hacen tremendamente familiares.

Incluirla como primera del ciclo es una invitación a reflexionar sobre el silencio social y sus efectos. La película es tremendamente local en su planteamiento, pero también universal en su descripción de los prejuicios que deben afrontar las mujeres que denuncian. Es este miedo a enfrentarse a la presión social, al desprestigio, el que frena muchas denuncias. Por ello, insistir en la visibilidad de los casos debe ser reforzada con actitudes de apoyo a las víctimas, que deben sentirse respaldadas en su denuncia y entender que son víctimas de unas personas, pero también de una forma de pensar socialmente. Eso es lo que hay que cambiar, ya que es el motor de lo demás.

El aumento de casos de violencia y acoso en escuelas e institutos debería preocuparnos, como debería hacerlo el hecho de que un mayor número de jóvenes crea que esto es un "invento" ideológico y no una realidad.

La pregunta que se hacían desde el titular en RTVE.es —"¿Ha cambiado la percepción social sobre lo que es acoso y agresión sexual?"— no es fácil de responder ya que hay movimientos en sentido contrario.  Ha habido cambios positivos, pero hay una evidente resistencia que hace aumentar el acoso y la agresión. Convertir la idea del patriarcado en doctrina política es uno de los movimientos que hay que evitar, pero no será fácil hacerlo. El negacionismo populista crece.

Mañana veremos nuestra película egipcia, pero hablaremos también desde nuestros propios problemas, de los que no hay que temer hablar. Es misión  de cada uno lograr una mayor sensibilización de algo que debe ser claramente definido como problema. Nosotros lo haremos así.

Las sociedades que apuestan por la igualdad deben vencer este tipo de resistencias, fruto de un pasado en el que se educaba en lo contrario. La violencia de cualquier tipo sobre las mujeres es hoy una forma de resistencia al cambio, de negación factual de la igualdad.


* Sandra Rullo Pichel   "¿Ha cambiado la percepción social sobre lo que es acoso y agresión sexual?" RTVE.es 3/02/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250203/cambiado-percepcion-social-sobre-acoso-agresion-sexual/16431993.shtml

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