sábado, 8 de febrero de 2025

No renunciemos al patriotismo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Una de las cuestiones más peliagudas en el mundo del populismo ultraderechista es la apropiación de palabras con las que gustan definirse. Mientras los demás les llaman "ultraderechistas", "radicales" y otras similares con unas connotaciones claramente negativas, ellos en cambio se autodefinen como "patriotas".

El patriotismo, pese a la apropiación y a lo que quieren hacer creer, no es un privilegio suyo, sino algo que puede adjudicarse a cualquier otro que quiera lo mejor para su país, es decir, para los que viven dentro. El patriotismo es siempre acción sobre el presenta y hacia un futuro mejor, no esas añoranzas idealizadas, muchas de ellas verdaderas ficciones estandarizadas.

La apropiación del "patriotismo" y su asimilación o aceptación por parte de los medios y de otras fuerzas políticas, es parte de una mecánica del intento de presentarse ante la opinión pública de una forma específica y, lo peor, excluyente. De esta forma, junto a la palabra, se apropian del concepto, que no es lo mismo, de los símbolos comunes que lo representan e impiden que puedan ser de otros. Ellos son la "patria", conocedores por ciencia infusa o revelación de su destino; todos los demás son los enemigos de esa patria sacrosanta que ellos definen a su gusto, rasgándose las vestiduras cuando alguien discrepa de su forma de definirla y representarla.

Esto es parte de una lucha por los símbolos y su interpretación sesgada, que la consideran propia y única. Ese carácter rotundo es el que se aplica, conforma aumenta su fuerza, a hacer desaparecer a todos aquellos enemigos de la patria, que son construidos igualmente de forma discursiva a través de su definición como "peligros", algo capaz, si no se remedia, de evitar que se alcance un destino glorioso.

Es lo que vemos con claridad en el discurso trumpista una vez que se ha conseguido el poder. Una vez conseguido el poder se ponen en marcha los mecanismos de destrucción de obstáculos, de todos aquellos que han sido definidos previamente como "peligros", como ocurre con los "extranjeros", concepto que se aplica a los procedentes de los países que han sido estigmatizados. 

Respecto a España, hemos comentado hace un par de días la agresión racista al grito de "¡moros de m...!", presentada por los que la perpetraron y por los que la aplauden como una "acción patriótica". Son las consecuencias de un discurso de la ultraderecha que se camufla bajo el concepto de la "patria" y crea el de "enemigos de la patria", a los que señala como peligrosos, responsabilizándolos, sin necesidad de más razones o inventándolas, como hace el trumpismo, para justificar sus acciones. Para esta forma viciada de "patriotismo", todo lo que no es definido como "patriótico" es eliminable, una forma de defensa frente a la agresión que supone ser distinto o tener otra procedencia.

En efecto, ser "antipatriótico" se extiende más allá del "racismo" y la "xenofobia". Empiezan a ser "antipatrióticas" la igualdad de género o cualquier tipo de diversidad sexual o social. Esta forma de "patriotismo" aprende pronto a camuflarse y extender sus intenciones autoritarias; el mundo se debe ajustar a sus intenciones y fobias.

El texto señala como "anti europeístas" a esta tercera fuerza del Parlamento Europeo. En los años que llevamos escribiendo en este espacio, hemos visto este deseo de la destrucción de la Unión Europea bajo diversas acusaciones, que van del "burocratismo" a la "pérdida de identidad". El tipo de activismo que plantean para estos ataques les ha resultado eficaz hasta hacerles llega a algunos gobiernos europeos, que actúan obstaculizando lo que pueden el desarrollo de la Europa unida.

Lo que se reúne hoy en Madrid es precisamente la escenificación de ese poder que consideran que ahora está ya a ambos lados del Atlántico. Su grupo parlamentario es el de los "Patriots" (sí, como los misiles), a los que curiosamente no les importa unirse para destruir Europa, pero sí les molesta reunirse para construirla.

El titular del artículo de Sara Gómez Armas en RTVE.es dice que "La sombra de Trump planea en la cita de Patriotas en Madrid: "Vox es el puente entre la ultraderecha de Europa y América"". En el texto nos cuentan sobre la reunión:

Los principales líderes de la ultraderecha europea se dan cita este viernes y sábado en Madrid, en un cónclave de Patriotas por Europa y con Vox como anfitrión, que busca mostrar unidad y trazar la estrategia del grupo. Con menos de un año de vida, aspira a imponer su agenda en la escena internacional más allá del continente europeo, bajo la sombra del triunfo de Donald Trump.

"Este encuentro es una clara demostración de fuerza del grupo", considera el historiador especializado en extrema derecha Steven Forti, autor del libro Democracias en extinción. Se trata de la primera cumbre de la formación europea de extrema derecha Patriotas, la tercera fuerza en la Eurocámara, que se constituyó en verano tras las elecciones europeas y que el pasado noviembre eligió al líder de Vox, Santiago Abascal, como presidente del partido.

El objetivo de la cita es, según Forti, por un lado, mostrarse fuertes respecto a otros partidos de la familia de la extrema derecha europea, como Conservadores y Reformistas, pero, también, posicionarse como una "organización sólida en el panorama político internacional, con excelentes relaciones no solo entre ellos, sino también al otro lado del Atlántico, especialmente con el entorno Trump".

El encuentro, en el hotel Marriott Auditorium de Madrid, acoge a las principales figuras de la ultraderecha europea como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán —artífice de la creación de Patriotas por Europa—, la líder del partido ultra francés Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, —partido que suma más eurodiputados a Patriotas—, el holandés Geert Wilders, el italiano Matteo Salvini, el polaco Krzysztof Bosak o el checo Andrej Babiš.

"El mensaje es claro: somos muchos y más fuertes", apunta Forti sobre el cónclave de Patriotas. El partido aglutina a formaciones de la ultraderecha euroescéptica de catorce países, que obtuvieron más de 19 millones de votos en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, y cuyo grupo parlamentario homónimo, encabezado por el francés Jordan Bardella, acaparó 86 eurodiputados.*

La mayor parte de los partidos políticos europeos se muestran muy poco capaces de contener esta deriva hacia el autoritarismo visionario cuyas consecuencias ya se han visto anteriormente en la historia. Los intentos de construir una identidad nacional, emocional y autoritaria, suele acabar mal. 

La creación de una Europa del presente es uno de los grandes logros políticos y culturales, un ejemplo de convivencia, frente al sangriento historial de enfrentamientos del pasado. Si estos "patriotas" se quedaran solos, si acabarán con el europeísmo, pronto aflorarían los mismos males que antaño. No saben ver que esa forma de extremo nacionalismo no se satisface nunca, que pronto tendríamos que la jauría rivaliza entre ellos y se reproducen los viejos problemas que llevaron a la creación de la propia Unión.

Que se consideren con los mismos intereses que Trump y él los considere aliados debería hacerles reflexionar, pero no es fácil salir de los dogmas. Lo ocurrido con el Brexit debería iluminar a más de uno que quiere recorrer el mismo camino.

Es importante no abandonar la batalla de los símbolos y palabras. "Patriotas" y "patriotismo" no pueden quedar en manos de ellos; el amor a tu país, a los tuyos, no significa solo lo que ellos quieren que signifique. Hay que empezar a reivindicarlo.

Los partidos europeos no deberían desatender el avance de la ultraderecha perdiendo, como en España, el tiempo en disputas estériles sobre el poder que va debilitándose poco a poco por el avance de estas fuerzas retrógradas a las que empiezan a recurrir con pactos para salvar sus propios intereses. Lo ocurrido en Alemania con Alternativa para Alemania, con Elon Musk de fondo, debería alertar a los partidos tradicionales, europeístas de cualquier color. Se repite en otros países como Austria o en España.


Putin y Trump, por si alguien no se ha dado cuenta, ven en Europa una fortaleza que no desean. Pero, pasados los años, seguimos siendo incapaces de transmitir una imagen identitaria de Europa, una imagen compatible con ese patriotismo que desea lo mejor para todos.

No se debe dejar la palabra ni los signos en manos de aquellos que tienen una visión tan parcial de lo que significa el amor a tu país y los que lo integran. Frente a visiones parciales y violentas debemos construir otra forma que no renuncie, que no sea incompatible con la de una Europa creciente, desarrollada, solidaria y que busca la unidad a través de lo más positivo que ha producido en su historia, que es mucho.

No renunciemos al patriotismo, español ni al europeo; que no sea un patriotismo contra nadie, sino el del orgullo de trabajo bien hecho, de las manos abiertas, de la mejora de la vida, de una sociedad más justa, más culta, que Europa sea algo más que un "mercado" o un campo de batalla.

Está en nuestras manos hacerlo. 

La Vanguardia

* Sara Gómez Armas "La sombra de Trump planea en la cita de Patriotas en Madrid: "Vox es el puente entre la ultraderecha de Europa y América"" 7/02/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250207/patriotas-europa-ultraderecha-madrid-vox/16438154.shtml

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