De nuevo la violencia vicaria

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

A la maldad de la violencia de género hay que sumar otra, la de la llamada "violencia vicaria". Conectada con la primera, la vicaria trata de hacer daño a través de lo que amas, mayoritariamente los hijos. La muerte de un niño de dos años y las heridas a su gemelo han traído de nuevo esta modalidad inhumana, este modelo que lleva ya nueve muertes, nos dicen, en lo que va de año.

Aunque la violencia no se admita, creo que las formas que adopta define un trasfondo social. No voy a hacer responsable de esta violencia a nadie más allá del asesino, pero sí creo que debemos reflexionar todos sobre las lacras que padecemos.

En 20minutos podemos leer algunos detalles del caso:

El presunto autor del asesinato sería la pareja de la madre de ambos niños. En este sentido, el suceso se trataría de un caso de violencia vicaria que, de confirmarse, elevaría el número de menores asesinados por este motivo a nueve este año.

Además, el detenido cuenta con numerosos antecedentes policiales y salió de prisión hace cuatro meses. Al parecer, habría aprovechado la ausencia de su pareja en la vivienda para golpear violentamente a los dos niños.*

Es en cierto sentido sorprendente que personas que pueden llegar al extremo de esta forma de violencia contra un niño de dos años puedan haber pasado los filtros de detección de la peligrosidad, aunque los límites de actuación de ley sean claros. Nadie es culpable hasta que comete un delito, aunque sea ya demasiado tarde para enmendar su sus efectos terribles. Pero hay algo que se rebela en nosotros al saber que la persona detenida, el presunto autor, salió hace cuatro meses de la cárcel. Quizá le pedimos mucho al sistema, que no se puede mantener en prisión a la gente por algo que "pueda hacer". Pero, ya sea por el horror de la impotencia tanto como por los hechos, que nos gustaría encontrar un remedio que salvara a inocentes de la maldad infinita mostrada.

Podemos hacer reproches, como sin duda se los hará la madre, quizá el que fuera el padre, en esta cadena de situaciones anómalas.

La pregunta que queda en el aire no es nueva, quizá sea tan vieja como el mundo y probablemente todo nuestro conocimiento no sirva para responderla adecuadamente: ¿por qué esta maldad?, ¿de dónde sale?

Hace unos días moría acuchillada una joven de quince años en un callejón, a manos de su ex pareja, un joven de diecisiete. Al horror del crimen es sí se le suma el de una edad en que la maldad explota cuando deberían ser otras la situaciones de sus vidas. Pero algo cambia, o quizá sea efecto de nuestra percepción, en esta sociedad cuya violencia se ceba con los más débiles, como en la muerte del niño o de esa chica en un callejón.

Son muchas las formas de violencia que nos espantan, que no entendemos, pero no debemos de dejar de pensar en ellas porque es nuestra única respuesta posible cuando todo falla. Se falla en lo personal por la maldad, se falla en lo social por la prevención.

Creo que es obligación dolorosa de todos intentar pensar en sus causas, por alejadas que nos parezcan. Son muchas mujeres muertas por sus parejas, incapaces de asimilar rupturas y rechazos, incapaces de entender la libertad y derechos de los otros; son muchos niños y niñas muertas porque las personas adultas a su alrededor los ven como una forma de hacer daño a terceros. Son demasiados.

Cada día escuchamos noticias de un mundo con el que tenemos poco que ver pero que está ahí, en nuestros límites. Escuchamos noticias de apuñalamientos, de muertos a patadas en el suelo. Escuchamos noticias de homofobia, de racismo, del creciente odio a lo que es diferente y que se constituye en una forma de "normalidad" generacional.

Cada vez cuesta más aceptar esa violencia ambiental que supone acoso, maltrato, muertes. Es una violencia que se ceba en mujeres y niños y que, a la vez, la niega y politiza. Implica una forma absoluta de dominio que se traduce en formas directas de violencia, en deseos infinitos de hacer daño.

No es fácil ponerse en la mente de quien mata a un niño de dos años de una paliza. Pero la simple y rotunda condena no va a impedir el siguiente caso, desgraciadamente. Los minutos de silencio frente a los ayuntamientos y otros lugares son rituales de la impotencia, manifiestan dolor y rechazo, pero hay algo que se nos queda clavado. Seguimos sin entender esas mentes y sin poder ponerles freno. Engañan a todos, seducen, encuentra nuevas víctimas para su reincidencia constante.

Seguimos sin entender el mal, más allá de la violencia que es su fruto. Le ponemos etiquetas, pero no lo entendemos, para bien o para mal. 

ABC

* "Detenido un hombre por el asesinato de un niño de dos años en Jaén en un posible caso de violencia vicaria" 20minutos / Agencias 28/11/2024 https://www.20minutos.es/noticia/5658938/0/investigan-muerte-violenta-un-nino-dos-anos-jaen-detienen-un-hombre-como-presunto-autor/?autoplay