viernes, 4 de mayo de 2018

El triste Día de la Libertad de Prensa en Egipto


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La celebración ayer del Día Internacional de la Libertad de Prensa en Egipto solo podía ser una celebración triste, pero necesaria. La Libertad de Prensa en aquellos países en los que se ve aplastada constantemente es siempre un triste recordatorio y una esperanza de que el futuro mejore. Esta segunda parte es la que los periodistas que aspiran a poder informar con libertad —no todos tienen esa aspiración, como se verá— no tienen tan clara, pues en la opinión de aquellos que se arriesgan, el régimen sigue avanzado en su aspiración de que haya una sola verdad y una sola voz, es decir, la reducción del periodismo a "propaganda" oficial.
El periodismo egipcio —como la sociedad— se encuentra dividido entre aquellos que prefieren vivir sin demasiadas críticas y aplaudiendo cuando toca y aquellos que se arriesgan a decir lo que piensan y ven realmente. Como hemos visto en muchas ocasiones, el periodismo egipcio tiene las dos caras: las de los que luchan por la libertad de prensa y la de aquellos que consideran que su trabajo es transmitir consignas y contribuir al afianzamiento del estado, los que prefieren vivir a la sombra del estado, de cuyas bellotas caídas se aprovechan.


El régimen ha seguido trazando la red administrativa e institucional con la que controlar los medios para hacer real el perímetro de vigilancia. Mediante este trazado —tres organismos— puede controlar la vida profesional de los periodistas y el estado de los medios. Es un sistema que el régimen está practicando con asiduidad: la creación de organismos de control para aparentar distanciamiento político. La realidad es muy otra: esos organismos son poblados por los afectos al régimen quienes reciben así poder sobre sus compañeros y se lo deben a los que les designan. Cuando un organismo manifiesta independencia, como ocurrió con el Sindicato de Periodistas durante las manifestaciones e informaciones sobre la cuestión de la entrega a Arabia Saudí de las islas de Tiran y Sanafir, inmediatamente es bloqueado y desmantelado para ser después repoblado con adeptos al régimen y sicarios voluntariosos.
Es en este sentido en el que se manifiestan las voces de profesionales recogidas en el final del artículo publicado ayer en Mada Masr, con el título "Under siege: To be a journalist in Egypt":

The syndicate is to blame for outdated media laws, Sabbagh argues. Similarly, Sayed asserts that the syndicate’s stance on defending blocked websites has been weak, adding that only some members of the board have intervened. The politicization of the profession and the state’s need to suppress criticism has contributed to the syndicate’s weakness, Sayed explains.
Badr sees the website blocks as part of a wider crackdown on freedoms in Egypt. This is why, he argues, authorities are blocking websites or jailing journalists, even though the Constitution forbids imprisonment as a penalty in publishing cases, unless defendants are accused of inciting violence, discrimination, or defamation of honor.
He adds that the current regime does not believe in the role of the media, and is convinced that all of society should mirror its discourse. “They cannot distinguish between the media and the security apparatus. They want the press to be turned into communiques, not dialogue, or criticism, or free thinking. Hence, the institutions who are running Egypt’s media now are security personnel who have nothing to do with the profession.”
These are, by far, the worst times for Egyptian journalism, Badr says, adding that there is no end in sight. Sabbagh says that the state is particularly cautious about street reporting. “We are living under a state that does not respect journalists, or their rights and personal safety. The syndicate should take some responsibility for this, she adds, so journalists are not just at the mercy of their institutions.*


Las opiniones recogidas reiteran la idea de que el régimen egipcio es un sistema de vigilancia y control social en donde el papel de los medios queda reducido a la mera apología del sistema. Lo único que se perfeccionan son las categorías en las cuales encuadrar la disidencia o la crítica. Aquí la imaginación administrativa sancionadora egipcia tiene pocos rivales.
La condena a la cantante Sherine por hacer un chiste diciendo que prefería beber agua mineral a las aguas del Nilo, categorizada como una "difamación" y "difusión de noticias falsas", es un listón que muchos regímenes autoritarios no llegarán a alcanzar. Un titular de Al-Masry Al-Youm diciendo que el gobierno estaba movilizando a la población en el último día de las elecciones, le ha costado el puesto al director, que fue llamado a declarar y multado. Posteriormente ha sido sustituido y la línea del periódico, el más importante de propiedad privada, ha cambiado de forma notable.


Hoy tenemos un interesante ejemplo: mientras el estatal Ahram Online recoge las críticas al ministro de Educación por hacer desaparecer las escuelas experimentales que escolarizaban parte de su currículum en inglés ("Egypt Ministry of Education's plan to scrap the popular experimental school system stirs controversy" Ahram Online 3/05/2018)***, Egypt Independent (la versión inglesa de Al-Masry Al-Youm) nos muestra una gozosa foto de alumnos felices con el titular "Egypt prepares for ‘education revolution’ launch in September" (Egypt Independent 2/05/2018). La información se limita a dar la versión oficial del ministro y saluda como una "revolución educativa" el que se deje de impartir el currículum en inglés. Curiosamente es lo mismo que han hecho en Irán, donde el gobierno, para evitar las influencias extranjeras sobre la mente de sus vigilados alumnos, ha retrasado el aprendizaje del idioma extranjero en el currículum escolar ("Iran, banning English teaching in primary schools" Euronews 9/01/2018)**. Primero el adoctrinamiento, luego el inglés para turistas.


Traemos el ejemplo educativo porque, como han señalado en el texto de muestra el entretejido de las libertades y su padecimiento colectivo. Las libertades constituyen un sistema en su conjunto. La educación es también un medio de transmisión de información que debe ser controlado. Los medios locales no son ya fiables, por lo que la gente acude a los internacionales a través de Internet y las parabólicas. Las dos formas de evitarlo es bloqueando los medios —hay más de 500 medios bloqueados en Egipto en estos momentos— y las restricciones educativas. El inglés es la lengua en la que se puede encontrar información no deseada.
La medida es absurda pero la coincidencia entre Irán y Egipto para eliminar el inglés de los primeros años no parece una casualidad, sino una respuesta a la globalización e internacionalización de los medios y su efecto sobre los jóvenes especialmente. Es otra barrera más, la lingüística, la que se quiere imponer para evitar que los "jóvenes" estén demasiado "expuestos" a la información exterior. Es una maniobra típicamente orwelliana como otra forma de aislamiento. Mientras la mayor parte de los países tratan de integrar los idiomas desde la escuela la "revolución educativa" egipcia va en dirección contraria, por lo que las manifestaciones de padres que ve cercadas las posibilidades de sus hijas e hijos están más que justificadas. Al menos los iraníes son claros y dicen combatir la "invasión cultural". Una vez satanizado "occidente" (democracia, feminismo, etc.), lo mejor es la "re-arabización", que algunos intelectuales piden con diversas excusas.
Egyptian Streets ha conmemorado el Día de la Libertad de Prensa haciendo recuento de lo ocurrido desde que en 2017 se iniciara la primera gran oleada de cierres de medios por parte del régimen. En la segunda mitad se centra en las amenazas actuales:

The crackdown on press further exacerbated during Egypt’s presidential elections when the editor-in-chief of the privately-owned newspaper Masr al-Arabiya Adel Sabry was arrested, and he is still detained pending investigations. Additionally, the former editor-in-chief of Egypt’s largest privately-owned newspaper al-Masry al-Youm Mohamed Saleh was summoned for investigations and paying a fine after the main headline of the newspaper said that the state is attempting to gather voters in the elections. Saleh was sacked from his position and the newspaper now is headed by TV host Hamdy Rizk.
Egypt has long been criticized by local and international organizations for the lack of press freedom; however, president Abdel Fattah al-Sisi repeatedly attested that there is no crackdown on media and everyone is free to say whatever they want.
The number of detained journalists in Egypt reached 21, according to the latest report of AFTE. Recently, journalist Mahmoud Abou Zaid, also known as Shawkan, won the press freedom award of the United Nations Educational, Scientific and Cultural Organisation (UNESCO). Egypt’s Foreign Ministry criticized the UNESCO over the award and warned against ‘politicization’ of the organization. The Press Syndicate constantly called for the release of journalists behind the bars.
Tens of articles were banned and censored over the past year, with Reporters Without Borders labeling Egypt as an unsafe place for journalists. However, auhtorities refuse these claims.****


No es mala la observación de que las elecciones presidenciales han supuesto un importante recrudecimiento de las medidas contra la prensa, medios y periodistas, en el país. La reelección de Abdel Fatah al-Sisi abre una serie de incógnitas sobre el futuro del país ante la tradición egipcia de que nadie sale por su propio pie del poder, solo muertos (Nasser, Sadat) o derrocados (Mubarak, Morsi). Más allá de que nadie interfiriera en ese proceso que todo el mundo ha considerado como una farsa, quedan por delante una serie de episodios que los medios tendrán que transmitir al pueblo egipcio y que van a necesitar de una retórica eficaz y ausencia de críticas. Entre ellos se encuentran la creación de un partido oficial del régimen (como hizo Mubarak), la fabricación de una falsa oposición mediante la creación de una partido fantasmal (igual que hubo un candidato "opositor" en las presidenciales) y una remodelación de la Constitución para que el presidente al-Sisi pueda seguir al frente del poder. La concepción del liderazgo egipcio es excluyente y busca la unanimidad. Al-Sisi ya se presenta como "Egipto" y el "Estado". Los medios deberán seguir esa línea de propaganda que lo incluye como "enviado" para defender a Egipto (y al mundo) de los enemigos que quieren destruirlos. En este clima de miedo son esenciales los medios, ya que son quienes han de crear ese estado de ánimo. La campaña presidencial se ha hecho en medio de una propagandística campaña contra el terrorismo en el Sinaí. No hacían falta discursos electorales; la imágenes del ejército y de los terroristas muertos era la mejor propaganda.
Los medios plantean siempre el mismo dilema a los gobiernos autoritarios: los necesitan como medios de creación de imagen y los atacan cuando intentan ser más libres de lo que les dejan. Lo solución es la fabricación del "periodista funcionarial", aquellos que se inscriben en la nómina del poder para mantener su propio estatus y juran obediencia.


Los pocos artículos publicados sobre la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa en Egipto marcan las líneas de los que serán la lucha por la información en los próximos años. En un mundo global e internacionalizado, la información fluye, por lo que se hace necesario hacer lo que el régimen egipcio está haciendo: bloquear y cerrar medios, promover operaciones de compra de los medios críticos, intimidar a los periodistas que no son afines, premiar a los que les halagan y, finalmente, separar al público de las fuentes no favorables de información (votación en el parlamento para expulsar a la BBC del país, lanzar campañas mediáticas contra "occidente" y sus medios principales, The New York Times, etc.)
No, la celebración del Día de la Libertad de Prensa, no podía ser gozosa en Egipto, solo un triste recuento de lo que se pierde cada día. Y en Egipto, estigmatizada la democracia como un factor de inestabilidad y violencia (así se valora la Revolución de 2011 frente al "no-coup" contra Morsi en 2013, visto como la restauración del orden por mandato del pueblo), no había mucho que celebrar. La propaganda y los cantos al poder han vuelto a ser los méritos. En un país donde el gobierno ha establecido que solo es "verdad" lo que el estado dice, es difícil que prosperen las libertades, es especial las que se refieren a la información y expresión. Las condenas por difundir "noticias falsas" se han multiplicado intimidando a los profesionales. El estado siempre tiene razón y al-Sisi les ha dicho que es la próxima guerra, su defensa. Eso incluye a los medios especialmente, que serán castigados al ser considerados traidores a la patria y vendidos a Qatar, Occidente, Turquía o a todos juntos, según toque.


Las detenciones de periodistas en Egipto se han producido no solo por "escribir". En estos meses ha habido detenciones por reproducir artículos de medios exteriores, que el régimen consideraba "fake news" y también han sido detenidos profesionales por entrevistar a personajes poco gratos para el régimen, limitándose a reproducir sus palabras, como en el caso de la entrevista al ahora detenido ex auditor general, Hisham Geneina, en el HuffPost Arabi. Citar algún medio que tenga vínculos con los enemigos ya es delito, de Al-Jazeera a medios turcos u hostiles al régimen de cualquier nacionalidad. Eso incluye ya a la BBC, cuyo procedimiento parlamentario de expulsión de Egipto forma parte del enterramiento y momificación de la opinión pública. A eso hay que sumar las maniobras de vigilancia sobre las redes sociales y la creación de redes controladas con la excusa de la protección de datos, lo que no deja de ser un sarcasmo en un país que desde hace décadas tiene por norma la vigilancia de sus ciudadanos o de los extranjeros molestos (caso de Giulio Regeni). Igualmente han sido expulsados periodistas de medios extranjeros a los que se ha puesto en el aeropuerto o se han cancelado sus visados. Tanto el caso de la periodista británica a la que se ha expulsado tras años de residir en Egipto durante la época electoral, como el de la presentadora libanesa a la que se fue a buscar a su casa para llevarla al aeropuerto dejando marido e hija tras unas pocas horas de finalizar su contrato profesional con una emisora egipcia. Días antes, comentábamos aquí la concesión del premio a los Derechos Humanos de la UNESCO al fotoperiodista Shawkan, condenado por fotografiar  la brutal actuación contra las sentadas islamistas pro-Morsi en 2013, con cerca de 1.000 muertos; el régimen le acusa de asesinato por tomar fotografías y le hace cómplice de las muertes, conspiración, etc. La relación negativa del régimen con la información, los medios y los profesionales sería interminable.
Hay muy buenos periodistas en Egipto —lo hemos dicho aquí en muchas ocasiones—, gente que cree en el valor de su profesión y en la necesidad de romper la capa informativa que el régimen está tejiendo sobre la realidad. Van quedando menos, entre silencios y retiradas discretas, entre detenciones y despidos. El miedo y la adulación son dos poderosas tentaciones. La historia decidirá.


* "Under siege: To be a journalist in Egypt" Mada Masr 3/05/2018 https://www.madamasr.com/en/2018/05/03/feature/politics/under-siege-to-be-a-journalist-in-egypt/
** "Iran, banning English teaching in primary schools" Euronews 9/01/2018 http://www.euronews.com/2018/01/09/iran-banning-english-teaching-in-primary-schools
*** "Egypt Ministry of Education's plan to scrap the popular experimental school system stirs controversy" Ahram Online 3/05/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/298826/Egypt/Politics-/Egypt-Ministry-of-Educations-plan-to-scrap-the-pop.aspx
**** "Egypt Celebrates Press Freedom Day With Hundreds Of Blocked Websites" Egiptian Streets 3/05/2018 https://egyptianstreets.com/2018/05/03/egypt-celebrates-press-freedom-day-with-hundreds-of-blocked-websites/ 



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