miércoles, 23 de mayo de 2018

¿Por dónde cae el futuro? o el sol del poder


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Era previsible. Los intentos del régimen egipcio de crear un partido de apoyo al presidente y "crear" otro que hiciera de "oposición" para fingir un sistema bipartidista ya están dando quebraderos de cabeza. ¿Quién quiere ser "oposición" cuando hay un partido que va a ganar siempre? La pregunta habrá rondado por la cabeza de los diputados del parlamento egipcio al enterarse que ya podían todos estar del lado del poder, aspiración natural del político pragmático.
Comentamos en su momento el absurdo de crear la oposición desde arriba y pretender hacer creer que se trataba de una democracia. En realidad es el mismo procedimiento seguido en las recientes "elecciones" presidenciales: para tratar de evitar las acusaciones de farsa, se busca un opositor dócil que pase a la historia como oponente. Es el papel que le tocó jugar al bueno del señor Moussa Mostafa Moussa. Pero no es tan sencillo encontrar un partido de oposición que no se oponga.
Ahram Online nos cuenta ya los primeros efectos de esta estrategia con el titular "Free Egyptians Party faces mass resignations of MPs in latest internal crisis". En un sistema donde los golpes no son golpes, los candidatos a la presidencia no se oponen al presidente, etc. no tiene que extrañarnos que nadie quiera se oposición, papel que ha quedado reservado a un número muy pequeño de diputados, a los que se tiende a sacar del parlamento en cuanto que hay ocasión.
El artículo nos cuenta el golpe interno dado al partido liberal del millonario Sawiris (sí, el liberal con negocios en Corea del Norte) y la salida de sus diputados:

Half of the Free Egyptians Party's (FEP) Parliamentary bloc have resigned from the liberal party and joined Future of the Nation Party, news reports said on Tuesday, in the latest partisan reshuffle of Egypt's House of Representatives.
In statements to Shorouk Daily on Tuesday, MP Mohamed El-Masood, who resigned from FEP and joined Future of the Nation party, said half of the FEP parliamentary bloc had switched camps.
"FEP did not perform well in the past period; it should have built a popular base in the Egyptian street, but its current leadership did not care for that. There has also been no cooperation between the MPs in the House of the Representatives," El-Masood said.
El-Masood believes that Future of the Nation Party is working to widen its popular base in the Egyptian street.
Founded in April 2011 by Egyptian billionaire Naguib Sawiris as a secular liberal party, FEP won 65 seats in the parliamentary elections of 2015, achieving the greatest number of seats in the House of the Representatives.
Pro-government Future of the Nation Party, which was founded in 2015, comes in second after FEP with 53 seats.
"We [Future of the Nation Party] want to be the majority party in the upcoming parliament and participate in forming the government," El-Masood said.
El-Masood's statements come 24 hours after FEP leader Essam Khalil denied that the party is witnessing a mass migration of its MPs.*


Todo esto debe enmarcarse dentro de una política general cuyo objetivo era debilitar los partidos políticos en Egipto y construir un parlamento de apoyo fuerte al presidente (no digo al gobierno). "Apoyo" es un concepto excesivo, pues el poderoso no necesita que se le apoye, sino que se le siga. El poder en Egipto tiene cara, no es una idea u organización. Abdel Fattah al-Sisi no representa a un partido o una idea. Él mismo se identifica como un mediador entre el pueblo y el estado, dos entidades que no admiten división. Se es el pueblo o se está contra él; se está con el estado o en su contra. No hay matiz, por lo que el ser oposición implica ser enemigo del pueblo y del estado. Ofender al presidente o desafiarlo es desafiar al estado y al pueblo. Las recientes condenas a los militares que se presentaban a las elecciones presidenciales tenían entre sus acusaciones "intentar separar" al pueblo del Ejército.
Los parlamentarios que estaban en el partido liberal y laico de Sawiris huyen hacia un futuro mejor en el nuevo partido. No quieren quedarse en el lado "opositor" ni aunque sea de cartón piedra. Saben lo que significa ser el "malo de la película" y no están dispuestos.


La creación de un partido no es por una cuestión ideológica, sino por tener una base social, por un lado, y como señalan explícitamente tener voz en la formación de los gobiernos. Esto último muestra una aspiración a más poder. Los parlamentarios egipcios arremetieron contra el gobierno (no el presidente) responsabilizándolos de la baja participación, que era el verdadero reto. Esa batalla, la importante, se perdió.
El Partido del Futuro de la Nación quiere, pues, formar parte de los gobiernos y tener contacto con la calle. Este segundo aspecto tiene un sentido peculiar ya que la calle está altamente desideologizada. Al igual que Hosni Mubarak tenía su "partido oficial", esencial para el clientelismo, el régimen actual aspira a más de lo mismo, a un partido que el pueblo pueda tocar, al que se le puedan pedir cosas.
La creación de un partido de estas características abre la posibilidad de que se repitan las circunstancias de Mubarak, treinta años por delante. La enorme inversión en propaganda centrada en la imagen de al-Sisi en las presidenciales no se ha traducido en un aumento en la participación. Como analizamos, les preocupa la abstención y especialmente la importante cantidad de gente que fue a votar pero lo hizo en blanco o anuló su propio voto. El partido da la oportunidad de incorporarse a la estructura del poder a la gente y tener su propio poder local.


Cuando se produzcan las próximas elecciones parlamentarias, habrá una propuesta que esté del lado del poder y otros que quedarán fuera. Es lo que ha producido la reacción de escape del partido de Sawiris. Nadie quiere quedarse fuera sabiendo que les tocaría ser la oposición, lo que implica criticar al poder de vez en cuando, riesgo que no están dispuestos a asumir.
El multimillonario Sawiris se puede permitir el lujo de ser opositor de quien quiera, pero sus colegas no quieren jugar ese papel, por lo que el enfrentamiento interno se ha producido rápidamente. Unos niegan que se haya producido el éxodo masivo hacia el poder, mientras que otros afirman ya haber cogido las maletas y estar en camino. El diario señala para cerrar la información:

This is the latest internal crisis FEP has faced since the party spilt into two fronts -- one led by its founder Naguib Sawiris, the other by its current leader Khalil -- when the latter moved to change the party's bylaws and disband its board of trustees, which included Sawiris himself. 
Sawiris sued Khalil and presented official complaints to the party's committee accusing him of "leading a coup against the party's true bylaws." The legal battle has not yet been settled. 
Sawiris said via Twitter on Tuesday that he is "sad" about what is happening to the party.
"The best interest of Egypt lay in having a truly independent political party," the business tycoon added.*

Pero pocos de los que se meten en la política egipcia aspiran a ser independientes. Son muchos más los que buscan recompensas inmediatas y no ser objeto de difamaciones, de ataques por el aparato mediático del estado, etc. que suele ser el destino habitual de cualquiera que discrepe. Los ejemplos de Mohamed Anwar El-Sadat o los de cualquier otro que intentara decir lo que pensaba o veía son claros y aleccionadores.

Todos quieren estar del lado ganador. Por muy poderoso que sea Sawiris, nunca lo será tanto como la maquinaria del estado y quien esté frente a ella. A Sawiris ya le dinamitaron el partido hace tiempo escamoteándoselo. Ahora se va un paso más allá y abandonan el partido en busca de mejores perspectivas y aprovechando las ideas lanzadas sobre la unión de los grupos en uno solo. Se discute la viabilidad legal pues hay restricciones a los cambios de bando en el parlamento. Pero lo importante es la tendencia que se percibe.
Que los miembros de un partido más votado se pasen a otro menos votado puede parecer un despropósito. Y lo es. Solo se explica si hay una conciencia clara de dónde estará el poder. Con ideologías débiles y aspiraciones fuertes, los miembros van allí donde esperan mejores cosechas,
El régimen egipcio sigue su tendencia a concentrar el poder y a intentar aparentar diversidad donde no la hay. La farsa de las elecciones presidenciales se repetirá en las elecciones generales. La huida hacia el partido que se espera ganador es una señal del futuro.


* "Free Egyptians Party faces mass resignations of MPs in latest internal crisis" Ahram Online 22/05/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/299997/Egypt/Politics-/Free-Egyptians-Party-faces-mass-resignations-of-MP.aspx





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