Joaquín Mª
Aguirre (UCM)
Con el titular "Staff of blocked news outlets threaten
to protest at Press Syndicate"*, se da la señal de partida a un nuevo
conflicto creado por el gobierno egipcio tras el bloqueo de 21 medios la semana
pasada. Los periódicos caen uno tras otro. Lo que era previsible, es decir, que
los errores y carencias se tapan con silencio, se va cumpliendo haciendo
complicada la tarea informativa que no sea apologética del régimen o se
convierta en trivial.
El silencio y la trivialidad son las dos marcas de
identidad de un recelo ante la prensa a la que se teme como fuente de perturbación
de la imagen oficial que se quiere transmitir dentro y fuera. Una vez
comprobado que es imposible controlar los medios exteriores (por más que cada
cierto tiempo algún acólito proponga campañas simplonas para cambiar la
percepción), el peso se vuelve hacia el bloqueo interior de los medios. Esto es
señal inequívoca del temor del régimen al descenso de la confianza entre los
egipcios, que ven cómo las promesas se quedan en muy poco, limitándose a
renovarse cuando caducan.
La cuestión de la seguridad no es suficiente para justificar
el cierre y bloqueo de periódicos. La política de adquisición de medios practicada
sobre ciertos canales de televisión ha sido insuficiente por allegados al
régimen no ha sido tampoco suficiente. El bloqueo de 21 medios ha sido la gota
que ha colmado el vaso.
Se señala en el periódico:
A number of staff from local media outlets
whose websites were blocked in Egypt held a meeting at Al-Bedaiah newspaper
headquarters Tuesday to decide on how to escalate against the measures taken by
an anonymous state authority to block online access to 21 local and Arab news
websites.
According to a statement released following the
meeting, representatives from Daily News Egypt, Al-Borsa, Moheet, Al-Mesryoon
and Mada Masr were present.
It was decided that a press conference will be
held at the Press Syndicate at noon on Wednesday to discuss the impact and
consequences of this censorship, the statement read.
“All the attendees agreed that this online
block represents a new measure by the government to impose more restrictions on
freedom of the press. This measure violates the Constitution and will
negatively affect hundreds of workers in the sector,” the statement read.
The attendees noted that all the blocked local
media outlets have the required permits and licenses from the authorities and
are officially accredited by the Higher Council of Journalism and the Press
Syndicate, according to the statement.
“If these media outlets did indeed commit
violations or receive funding from the Muslim Brotherhood, as the state
alleges, there should be a fair and accurate investigation rather than throwing
out accusations with no proof,” the statement read.*
Es más fácil lanzar acusaciones que probarlas y las
acusaciones acaban desgastándose de tanto usarlas sin que haya nada que las
respalde. El gobierno de Egipto, tan preocupado de su imagen exterior, no puede
seguir cerrando periódicos sin que nadie se haga responsable, en primer lugar,
y que se deje en situación de indefensión a los perjudicados que son los medios
y sus trabajadores, pero también la opinión pública, término importante más
allá del objetivo de manipulación, como algunos la contemplan.
A la desaparición progresiva en estos años de periodistas o
de voces críticas en los medios, se llega ahora al bloqueo de los medios o a su
secuestro, como ha ocurrido ya anteriormente. Muchos han optado por el silencio
ante los riesgos. En este sentido, el mayor paralelismo que se puede establecer
—y en muchos otros campos— lo encontramos en la autoritaria Turquía de Erdogan.
Ambos regímenes convergen en los mismos usos de las excusas, en los mismos
fundamentos en la "seguridad" para eliminar del panorama informativo
a los medios que les son críticos. Para ello se apoyan ambos en un aparato
estatal que va siendo dibujado según sus criterios.
Los medios bloqueados presentes en la reunión han sido
claros: no hay ninguna prueba, solo una agresión estatal contra la libertad que
la constitución egipcia consagra y de la que son beneficiarios los egipcios en
su conjunto. Han pedido el amparo y defensa activa del Sindicato de
Periodistas, una institución que será puesta a prueba tras los cambios que ha
sufrido en su cúpula hace poco. Se verá ahora cuál es su filiación y devoción.
Hay un gran nerviosismo que se traduce en la introducción de
leyes cada vez más restrictivas y en la presión sobre las personas. La cuestión
no afecta solo a los medios sino a las personalidades públicas (las pocas) que
tratan de crear una corriente crítica de cara a las próximas elecciones
presidenciales.
Por su propia configuración, el régimen egipcio está
obligado a sufrir su propio desgaste, que es lo que se trata de negar. Al
centrar toda su vida política en la figura del presidente, los problemas pasan
por él. Eso supone un gran desgaste, ya que no se perciben mejoras en ningún
sentido, especialmente el económico, que es el que la gente desea para poder
salir de su crisis. Pero la ausencia
de soluciones reales, convertibles en mejoras perceptibles, acaba erosionando
la figura del presidente. Su omnipresencia es pues un arma de doble filo.
El régimen se ha convertido en hipersensible a la crítica,
algo que siempre es síntoma de debilidad. Pocas cosas lo ejemplifican mejor que
la detención del abogado y político Khaled Ali, cuyo juicio ha sido pospuesto
hasta el 3 de julio. Alí ganó notoriedad al encabezar la reclamación judicial contra
la entrega de las islas de Tiran y Tanafir a Arabia Saudí, algo que le
convirtió en popular frente a la impopular medida. Y eso se paga.
El caso toma el tono de la comedia por lo absurdo de la
situación:
Dokki Misdemeanor Court on Monday adjourned the
hearing of former presidential candidate and prominent lawyer, Khaled Ali,
until July 3, to give sufficient time for his defense to study the case.
On Wednesday, Dokki prosecution referred Ali to
trial on charges of committing an “indecent act,” two day after arresting and
questioning him.
Lawyer Samir Sabry filed a case with the
Attorney General’s office against Ali, accusing him of making a gesture with
his middle finger in the street in January, after the Supreme Administrative
Court issued its verdict on the Tiran and Sanafir Islands case.
The Bread and Liberty Party (under
construction), which is headed by Ali, said prosecuting the former presidential
candidate comes within the framework of government actions “targeting the
opposition”.
Ali denied during investigations making obscene
gestures with his middle finger, adding that the videos submitted to the
prosecution as evidence have been photoshopped.**
No deja de ser un caso "a la turca", uno de esos
en los que el irritable Recep Tayyip Erdogan coge grandes rabietas porque
alguien ha hecho un chiste, una caricatura o no le ha tomado en serio. Uno no
puede imaginarse sin reírse a los peritos estudiando el dedo fotográfico de
Khaled Alí para comprobar si ha sido retocado con Photoshop, como ha
argumentado.
Independientemente de si el dedo es suyo o es retocado, el
régimen sigue mostrando que su autoridad se basa en su incuestionabilidad, algo que no es propio de los regímenes democráticos
ni de los que aspiran a serlo. La justificación en el terrorismo o en la
seguridad tiene un límite bastante preciso y no puede suponer un estado de
arbitrariedad o de presión sobre los discrepantes o las simples figuras de la
oposición. Hacer creer que las críticas son conspiraciones es el peor camino que el régimen puede tomar. Y no ha tomado otro más que el control de todas las instituciones que discrepan de sus planteamientos y a las que responsabiliza de sus errores. El cerco es cada vez más estrecho y los márgenes menores.
El caso de Khaled Alí no es único. Lejos de fortalecerse, el
régimen se debilita por la carencia de razones. La apariencia democrática es
más que una cuestión de imagen. El argumento de que reclamar sus libertades
es lo que sumió a Egipto en la crisis actual olvida que los egipcios reclamaron
sus libertades porque ya estaban en crisis y padeciendo una ley de excepción de
treinta años bajo la que se justificaba todo.
Los errores se repiten una y otra vez. Egipto gira como una noria, volviendo al punto de partida. Del "game over" a "nueva partida".
Los errores se repiten una y otra vez. Egipto gira como una noria, volviendo al punto de partida. Del "game over" a "nueva partida".
*
"Staff of blocked news outlets threaten to protest at Press
Syndicate" Egypt Independent 30/05/2017
http://www.egyptindependent.com/blocked-news-protest-press-syndicate/
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